Trakehner

Trakehner
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Perisodáctilo
Familia:Equidae


El Caballo Trakehner es originario de la región de Prusia Oriental,es un caballo muy apreciado como caballo deportivo por sus cualidades para salto y doma y son usados además para la mejora de otras razas de competición, tales como los caballos hannoverianos.

Origen

En 1732 el Rey Federico Guillermo I de Prusia, fundó el Haras real en Trakehenen, pequeña ciudad de los alrededores de Konigsberg, se calcula que la mayoría de los caballos eran de origen oriental e ingleses. Para 1786 se efectúan los primeros cruces con yeguas locales, existiendo ya un protocolo de acoplamientos muy estrictos con papeles y marcas de fuego. En 1888 se instauro el studbook y los caballos procedentes del Haras real aseguraban la pureza de la raza. A principios del siglo XIX se realiza el aporte de sangre árabe y a partir de 1860 se comienza a buscar un caballo mas compacto, resistente a largos recorridos y capaces de llevar un peso de 90 kg. Después de la primera Guerra Mundial, se los comenzó a usar para las labores agrícolas, pero la equitación deportiva moderna comenzaba a dar los primeros pasos, en los juegos olímpicos de 1936 en Berlín, los ejemplares Kronos, Gimpel y Nurmi, consiguieron medallas de oro en doma y concurso completo, por lo que un nuevo futuro deportivo se comenzó a vislumbrar. Para 1944 había 28000 caballos inscriptos en el studbook, pero la invasión rusa en el invierno de ese año, obliga a la población de Prusia oriental a iniciar un éxodo de 1700km, por lo que solo sobrevivieron 2000 caballos como consecuencia de las inclemencias del tiempo y a la falta de alimentos. Pero después de la guerra, la crianza de esta raza renace y para la década de 1960 estos caballos eran, en Alemania, los únicos adaptados para las competiciones deportivas. Actualmente hay en su país de origen mas de 5000 ejemplares que se exportan a América, Nueva Zelanda y por toda Europa.

Características

Cabeza fina, corta, con una frente larga y de perfil cóncavo y recto. Cuerpo: cuello largo y suave articulación de la nuca. Espalda oblicua, cruz bien marcada, línea superior armoniosa, grupa musculada, oblicua y larga. Haciendo que el caballo se ponga en posición asegurando al jinete un gran confort sentado en la silla. Lomo flexible y fuerte, lo que permite un excelente trote. Extremidades: finas y de huesos robustos, contornos de las articulaciones bien visibles. Cascos bien formados, con cornea de muy buena calidad. Su forma de andar es muy noble, flexible y con mucho resorte y extensión en el paso. Cualidades que lo hacen muy preciado para la doma. Alzada: entre 1.60 a 1.70 m. Pelajes: todos los colores están permitidos menos los manchados. Su pelo es fino y brillante. Carácter: generoso, voluntario, resistente, equilibrado con gran personalidad es un caballo elegante y atlético. Su entrenamiento puede comenzar a los tres años, su madurez desde el punto de vista de crecimiento lo alcanza entre los 5 y 6 años y son muy longevos a comparación de otras razas.

Las Mantas

Durante el invierno el pelo de los caballos crece formando una capa protectora natural, pero la vida en las caballerizas, las duchas después de un entrenamiento y las inclemencias del tiempo que soportan los animales que están pastoreando en el campo, producen alteraciones en el abrigo que les proporciona la naturaleza, por lo que el uso de la manta es indispensable para protegerlos del frío invernal. Para elegir el tipo de manta adecuada, debemos observar el tipo de vida que hace nuestro amigo equino y sus medidas, dado que la talla de la manta no debe ser muy ajustada, para saber su talla debemos tomas las medidas: * desde el centro del pecho, al borde de la cola

  • desde la cruz hasta la base del cuello
  • desde la cruz hasta el largo de manta deseado

Además de protegerlo del frío, la manta ayuda a mantener limpio al animal, pero es recomendable sacársela diariamente y cepillar al caballo para evitar problemas en el pelo o en la piel.

Las Vendas

Las vendas tienen una multitud de usos, por lo que son indispensables en el equipo de nuestro caballo. Hay tres grupos básicos: de trabajo, de reposo y de cola. Las vendas destinadas al trabajo son delgadas y muy elásticas para poder adaptarse mejor a la formas de los miembros, las de reposo son mas gruesas, muy cálidas y confortables. Para la cola son muy delgadas y su material es sintético o de gasa. Las vendas de trabajo tienen como función proteger a los tendones de posibles golpes, evitando la vibración de los tendones que con el tiempo pueden provocar una tendinitis. Es sumamente importante saber colocar las vendas, no deben estar ni demasiadas ajustadas, ni muy flojas, deben estar colocadas por debajo de la rodilla ( si es en miembros anteriores) o por debajo del corvejón ( si es en miembros posteriores), hasta justo encima del menudillo. Las vendas de reposo se usan para tratamientos y para la protección de la arena, de la grava y de heridas diversas. Protegen a los menudillos cubriéndolos. El calor que producen estas vendas favorecen a la recuperación de los tendones. Las vendas de cola la protegen de los roces en los viajes, en los cuidados ginecológicos, en el parto y en otros tratamientos veterinarios. Se coloca cerca del nacimiento del rabo, fijándola sólidamente, sin entorpecer la circulación sanguínea. Para realizar un vendaje correcto hay que fijarse que no exista ningún pliegue, se debe empezar siempre por arriba y de adelante hacia atrás, dando dos vueltas por lo menos, bajando y volviendo a subir haciendo lo mismo, hasta el punto de origen. La fijación de la venda se realizara en la parte mas externa evitando el roce con la otra pata.

Alimentación

Su alimentación tiene que ser balanceada, aproximadamente la cantidad de alimento es el 2.5 del peso del animal; de este porcentaje será del 50 de alguna mezcla de alimento (forraje) balanceado en proteínas, y el otro 50 será de alfalfa (o el alimento vegetal). Entonces la regla de oro para la alimentación de los caballos es un jarro más de comida, y el agua todo el tiempo debe de estar presente. La alimentación depende del trabajo que esté recibiendo el animal. Para su alimentación hay que tomar mucho en cuenta si el animal es muy nervioso o está en lugares que no puede descansar bien, ya que ello le podría traer complejos, y con ello un mayor gasto de energía, con respecto a lo que está recibiendo en su alimentación, en caso de observar que no está comiendo bien sus alimentos, se debe de optar por algún suplemento (vitaminas). Los períodos de alimentación de los caballos en cuadra no deben de ser mayores de 8 horas, pues recordemos que su naturaleza es estar todo el día comiendo.

Cuidados del El Trakehner: la higiene

Respecto a la limpieza, se sugiere realizarla al finalizar el día, cuando el caballo no sea nuevamente sometido a trabajo pero apenas termine de hacerlo. Esto se debe realizar de esta manera a fin de que el cuerpo del equino esté aún caliente. Lo primero que usamos es el cepillo de raíces y lo pasamos por toda la extensión del pelaje con mucha suavidad, sacando barro y sudor. Luego pasamos la bruza, entre cinco y seis veces por cada zona, suave pero firme para que logre llegar a la piel (limpiando a su vez la bruza cada tanto). Los movimientos deben ser siempre hacia abajo y hacia atrás. La cara es preciso limpiarla con una esponja. La cola y la crin: peinarlas con un cepillo. El casco es lo último en ser limpiado y se busca realizar el movimiento desde el talón hacia la lumbre (sin presionar en las zonas blandas). Los cuidados referidos a las patas de los caballos son los más importantes. Esto es así precisamente por el enorme peso que en su mayoría poseen, el cual es repartido entre sus cuatro extremidades de por sí bastante pequeñas en relación al resto de su cuerpo. Es importante chequear en cada lavada si la herradura se encuentra adecuadamente colocada y en su sitio. Las herraduras son como las suelas de los cascos, de allí la importancia de contar con un buen herrero que las coloque y así evitar el desgaste y deterioro de esta parte del caballo. La necesidad de herrar siempre depende del tipo de actividad a la que se verá sometido el equino.

Fuentes