Trastornos cardiacos

Información sobre la plantilla
Trastornos-cardiacos.jpg

Trastornos cardiacos. Aunque las enfermedades del corazón causan la mitad de los decesos en los Estados Unidos constituyen uno de los trastornos degenerativos crónicos más previsibles. Actualmente se conoce que los niveles altos de colesterol no son como antes se creía los principales responsables de los trastornos cardíacos sino la presencia en el torrente sanguíneo del colesterol oxidado. Las abrumadoras evidencias demuestran que se puede reducir en buena medida el riesgo de que sobrevengan crisis y ataques del corazón si se introducen cambios apropiados en la dieta, si se practica el ejercicio, se reduce el estrés y se introducen suplementos nutricionales que contribuyan a prevenir la oxidación excesiva del colesterol en la sangre. Los Estados Unidos ocupan el primer lugar mundial en los índices de mortalidad por causa de enfermedades cardiacas con más de 60 millones de habitantes padeciendo de esa enfermedad. El estilo de vida promedio de los norteamericanos junto a la falta de ejercicio físico al exceso de estrés y a una dieta que incluye un alto componente de alimentos procesados que muchas veces son deficitarios en nutrientes esenciales ha hecho a la población de ese país particularmente vulnerable a los efectos nocivos de los trastornos cardíacos. La medicina convencional cree que la respuesta que podría darse para luchar contra las enfermedades cardiacas se basa en ocuparse de síntomas tales como la presión arterial o la elevación de los niveles de colesterol tratándolos con medicamentos. Cada vez se llevan a cabo con mayor regularidad acciones quirúrgicas caras para poner marcapasos y practicar angioplastias (para alterar por medios quirúrgicos los vasos sanguíneos), en tanto que los fármacos para bajar el colesterol no hacen sino aumentar constantemente los costos asociados a los trastornos cardíacos. De ello resulta que, los costos médicos de las enfermedades del corazón en los Estados Unidos sobrepasan los 56 mil millones de dólares anuales.

Ateroesclerosis ylas enfermedades cardiovasculares

Un precursor común de las enfermedades del corazón es la ateroesclerosis, en la cual, las paredes interiores de las arterias se endurecen y engrosan a causa de los depósitos de substancias grasas que se producen. Esas substancias forman una placa, que a su vez, provoca un estrechamiento de las arterias. Con el tiempo, la placa puede obstruir las arterias e impedir que la sangre fluya a los órganos que irriga, incluidos el corazón y el cerebro. La ateroesclerosis de las arterias coronarias (las arterias que irrigan el músculo del corazón) conocida como trastorno cardíaco coronario. La enfermedad cardiaca coronaria puede conducir a una angina y a un ataque al corazón, en tanto que la ateroesclerosis de las arterias del cerebro (arterias que irrigan sangre al cerebro) pueden acelerar un ictus o parálisis.

Ataques al corazón

La ateroesclerosis que sobreviene en las arterias coronarias puede privar al corazón de la sangre rica en oxígeno hasta que literalmente ocurre la muerte de la región cardiaca afectada, provocando un infarto del miocardio (ataque al corazón), que muchas veces conduce a un paro cardíaco y a la muerte. Con frecuencia, una disminución de la irrigación sanguínea al corazón manifiesta pocos síntomas hasta que la obstrucción es tan grande que sobreviene el ataque al corazón. Pero cuando ese ataque ocurre de pronto, no pocas veces es resultado de haber descuidado durante años el estado físico con una dieta pobre o falta de ejercicio. También la predisposición genética puede ser un factor crucial.

Angina

La angina que se traduce en una molestia, pesantez o presión en el pecho o en la garganta puede constituir también un síntoma de trastorno coronario arterial. La angina puede ser consecuencia de lesiones tanto en las arterias coronarias como en las paredes y válvulas del corazón. Esas lesiones disminuyen el suministro de sangre oxigenada al músculo del corazón causando dificultades que irradian desde el pecho o la garganta al hombro y luego bajan en algunos casos al brazo derecho. Muchas personas haciendo ejercicio o un esfuerzo inhabitual pueden sufrir de molestias en el pecho por falta de oxígeno en el músculo cardíaco en tanto que otras presentan la angina sin las molestias (angina silenciosa). La angina es un síntoma de alerta de que existen problemas con el corazón, pero no es obligatoriamente precursora de un ataque cardíaco si se emprende a tiempo el tratamiento adecuado.

Ictus o parálisis

El veinticinco por ciento de la sangre que se bombea del corazón va al cerebro y si el flujo que debe irrigar una parte del cerebro se interrumpe por una razón cualquiera, las células cerebrales afectadas quedan privadas de oxígeno y mueren de un ictus, que es la tercera causa en importancia de muerte en los Estados Unidos. La parálisis o ictus puede significar la pérdida de la palabra, del movimiento físico o de la visión en dependencia de la región del cerebro que resulte afectada. De los 500,000 norteamericanos víctimas de parálisis cerebral cada año, casi las dos terceras partes corren el riesgo de quedarse lisiados. La ateroesclerosis de las arterias cerebrales puede afectar el flujo de sangre al cerebro y aumentar el riesgo de ictus. También el ictus puede deberse a un coágulo formado en la parte más estrecha de la arteria cerebral o a consecuencia de un coágulo que se haya formado en cualquier otra parte del organismo (un émbolo) por lo regular, en el corazón o en las arterias del cuello y que es arrastrado en el torrente sanguíneo hacia la cabeza. Otra causa reside en la ruptura de un vaso o en hemorragias que provocan un derramamiento de sangre en el cerebro que daña no solamente las células cerebrales directamente sino que provoca otros daños al tejido cerebral debido a la falta de oxígeno que se produce cuando se interrumpe la irrigación de la sangre. Los ictus se suelen asociar asimismo con trastornos hereditarios, malformaciones congénitas o a determinadas enfermedades poco frecuentes de la sangre.

Formación de placas en las arterias

La ateroesclerosis puede ser una enfermedad incluso de nacimiento. La formación de placas en las arterias por lo regular es el paso siguiente a un daño precedente en el la envoltura arterial interna. Las deficiencias en nutrientes como las de vitaminas C y E y el magnesio hace que esa envoltura interna sea mucho más propensa a dañarse y a la formación de placas. Pueden producirse como goticas en la envoltura de las arterias a raíz de un episodio de presión arterial muy elevada a consecuencia del estrés, los vasos no siempre pueden dilatarse lo suficientemente rápido para acomodarse a un aumento súbito de presión y por eso ocurre el goteo explica de qué manera el colágeno (una proteína en el tejido conjuntivo), la proteínas de la coagulación y otras substancias químicas se liberan en el torrente sanguíneo para reparar la gotica, esas substancias se adhieren en el lugar en cuestión y atraen las plaquetas, que son células sanguíneas especiales responsables de la coagulación. Otras células son atraídas al lugar de reparación, incluidas las células blancas con colesterol oxigenado que es depositado en dicho punto donde comienza a formarse una placa suave. Acto seguido, el calcio es atraído al lugar y entonces se forman placas más sólidas que resultan entonces más difíciles de remover. El colesterol que tradicionalmente se ha considerado el villano de la película en materia de trastornos cardíacos, es una substancia cerosa, oleaginosa, necesaria para el mantenimiento de las células del organismo. De hecho, según el Dr. Cowden, el hígado humano sintetiza unos tres mil miligramos de colesterol fresco en cada período de veinticuatro horas, una cantidad equivalente a la que contienen diez huevos. Ese colesterol fresco se utiliza para reparar las células. En realidad, en la mayoría de las personas menos del 5 por ciento del colesterol presente en el torrente sanguíneo se adquiere por medio de la dieta. Los niveles de colesterol en el cuerpo se determinan midiendo los niveles de lipoproteínas en la sangre (proteínas que llevan las grasas a la sangre) Esto incluye la lipoproteína de alta densidad (HDL) y la lipoproteína de baja densidad (LDL). La comprobación de los niveles de colesterol permite a los médicos determinar en qué medida el organismo está metabolizando el colesterol y cuánto se queda en el torrente sanguíneo. El colesterol de LDL a veces se denomina colesterol "malo" porque contribuye a que se depositen las grasas en las paredes arteriales causando el mayor daño arterial. El LDL se convierte en perjudicial únicamente después de su oxigenación (el proceso de una substancia combinada con oxígeno) por haberse puesto en contacto con substancias que contienen radicales libres como las moléculas de oxígeno inestables, la homocisteína (un amino ácido) o la clorina (a causa de la ingestión de agua con cloro). Por lo tanto, el colesterol oxigenado puede considerarse el verdadero culpable de la ateroesclerosis en la medida en que actúa para favorecer la formación de placas en las paredes arteriales que conducen a la ateroeclerosis y en última instancia a los ataques del corazón y a los ictus o parálisis.

El colesterol oxigenado

La oxigenación del colesterol (conocida como oxisteroles) interviene en el torrente sanguíneo bien a partir de los alimentos en conserva, del metabolismo de los productos de origen animal que se ingieren, de los contaminantes ambientales como los pesticidas de cloro, fluor y cloruros como el DDT o a partir de varios factores estresantes como infecciones, traumas y estrés de origen emotivo Según el investigador Joseph Hattersley, M.A., de Olympia, Washington, muchos oxisteroles alcanzan al hombre a través de la leche en polvo secada con aire y los huevos que se utilizan en los alimentos en conserva y en los productos de alimentos precocidos La manteca, que se mantiene caliente y se utiliza varias veces en la cocción de las papas fritas a la francesa y en las mariquitas de papa contiene altas dosis de oxisteroles igual que las gelatinas en polvo, dice Hattersley. "El revoltillo de huevo y las hamburguesas son grandes responsables de la producción de oxisteroles" El oxígeno y el intenso calor que dimana de la cocción oxigena rápidamente las grasas no saturadas." Otra fuente de oxisteroles es la metionina, un aminoácido esencial que se encuentra en las carnes rojas, la leche y los productos lácteos. La metionina se convierte en el cuerpo en homocisteína que normalmente se convierte en el organismo en cistationina que es un aminoácido inofensivo. Pero en personas que no poseen la enzima necesaria para que se realice la conversión de homocisteína en cistationina, la homocisteína aumentará de forma anormal. Ese exceso de homocisteína es capaz de generar radicales libres que a su vez producen los oxisteroles. Se reporta que los hombres que tienen altos niveles de homocisteína tienen tres veces más posibilidades de sufrir ataques del corazón que aquellos que tienen niveles bajos.. La conversión de homocisteína en cistationina que se lleva a cabo en el organismo requiere que el individuo tenga niveles suficientes de vitamina B6, de ácido fólico y de vitamina B12.. Asimismo si en el torrente sanguíneo hay una presencia suficiente de antioxidantes (vitaminas C y E y beta caroteno, por ejemplo) los oxisteroles pueden ser neutralizados y evitarse que dañen las paredes de los vasos. Pero el estrés reduce la vitamina B6 y la vitamina C en el organismo y esa carencia conduce a una acumulación de homocisteína que, a su vez, puede provocar la generación de los oxisteroles. Los oxisteroles pueden generarse también internamente mediante la acción de contaminantes ambientales y de pesticidas. Las substancias químicas que oxigenan el colesterol incluyen el cloruro y el fluoruro, los cuales pueden ingerirse en el agua corriente. Se ha demostrado que el cloruro tiene cierto efecto en las arterias y que el fluoruro disminuye la función de la tiroides que a su vez, permite que se eleven los niveles de colesterol y de homocisteìna. El cloro en el agua de beber forma también los trihalometanos (carcinógeno del THM que se forman cuando el cloro interactúa con las substancias químicas orgánicas en el agua) las cuales, en opinión de Hatersley, dan lugar a los oxisteroles.

El estrés, los trastornos cardíacos y la ateroesclerosis

El estrés puede contribuir también al proceso de acumulación de placas en las arterias. Cuando las personas están sometidas a estrés, crean más radicales libres que provocan una conversión mayor del colesterol normal al colesterol oxigenado (oxisteroles), esos oxisteroles se acumulan luego en los glóbulos blancos de la sangre y son trasladados al lugar donde se ha producido el daño en las arterias. El estrés también estimula la salida de adrenalina que, a su vez, ha demostrado que causa agregación de plaquetas (coagulación de la sangre) y aumenta la viscosidad (grosor) de la sangre.. El aumento de viscosidad en la sangre puede provocar una formación espontánea de coágulos. Estos pueden o adherirse a las paredes arteriales dando lugar a que se formen mayores placas o alojarse en un estrechamiento arterial o en los capilares, iniciando así un ataque al corazón o un ictus o parálisis.

Prevenir y revertir los trastornos cardíacos

Se puede reducir en buena medida el riesgo de enfermedades del corazón mediante el uso de varias terapias naturales. Esos mismos enfoques también pueden resultar beneficiosos para aquellas personas que ya padecen de trastornos cardíacos. Incluyen cambios en la dieta, suplementos nutricionales, medicina verde, terapia de quelación, desintoxicación, oxigenoterapia, ejercicio y reducción del estrés, medicina china tradicional y medicina ayurvédica. En el transcurso de la adolescencia y de los primeros años de vida adulta cuando los malos hábitos dietéticos y del ejercicio pueden alterarse más fácilmente, hay que hacer el máximo para proteger el organismo contra las enfermedades cardiacas. Aunque cualquier daño inicial en las arterias puede dar lugar a la acumulación de placas, esta situación puede corregirse mediante la dieta y los suplementos nutricionales.

Dieta

La gestión dietética puede ser altamente eficaz par revertir las enfermedades del corazón. La dieta vegetariana, ejercicio y las técnicas de reducción de estrés para revertir la acumulación arterial de la placa. Su "dieta revertida" está casi enteramente libre de colesterol, de grasas animales y de aceites. El éxito de la dieta se debe no principalmente a los bajos niveles de colesterol y grasas, sino tanto a los bajos niveles de metionina (un aminoácido que se encuentra en la carne roja, leche y productos derivados de la leche y un precursor de la homocisteína, un generador de radical libre capaz de oxigenar el colesterol) como de un alto consumo de vegetales y granos. Esos alimentos son ricos en aquellas vitaminas (B6, C y E y beta caroteno) que son necesarias para que actúen como factores coadyuvantes de antioxidantes y antiaterogenéticos (substancias que previenen la ateroesclerosis). Para reducir el nivel de colesterol oxigenado en la sangre, se sugiere combinar un régimen dietético (por debajo del 30 por ciento de calorías diarias a partir de grasas de manera de no elevar los niveles de colesterol LDL) junto a un programa individualizado de suplementos nutricionales. . Está claro que una dieta saludable que limite las fuentes grasas generadoras de homocisteína como la carne roja y los alimentos fritos, pueden mantener el funcionamiento de los sistemas orgánicos en mejores condiciones. Un suplemento dietético en ácidos grasos esenciales (EFA) puede también contribuir a bajar el nivel de homocisteína. Los ácidos grasos esenciales Omega-3 resultan útiles para reducir los altos niveles de colesterol LDL y pueden prevenir los ataques al corazón eliminando los coágulos y el daño arterial. Se ha demostrado que los ácidos grasos esenciales de Omega-6 disminuyen la agregación o la viscocidad de las plaquetas permitiéndoles pasar a través de las arterias sin riesgo de coagulación. Las mejores fuentes de ácidos grasos esenciales Omega-6 son el aceite de linaza y los pescados fríos de agua salada como el salmón de Escandinavia, naranja y el atún albacora. Las fuentes mejores de ácidos grasos esenciales Omega-6 son el aceite de borraja, el aceite de grosella negra y el de bellorita. Conviene que esos aceites no estén rancios y deben ser extraídos en frío de manera que los ácidos grasos no se pierdan. Se recomienda tomar iguales cantidades de -ácidos grasos Omega-3 cuando se tomen los de Omega-6. Asimismo el propio médico pone a sus pacientes del corazón bajo un régimen de desintoxicación que consiste en una dieta vegetariana, jugo de vegetales mezclados con ajo y en algunos casos con cayena y también tomar saunas a bajas temperaturas. Ese programa ayuda a limpiar el organismo de toxinas que puedan contribuir al daño de radicales libres a las paredes arteriales y a la acumulación de placas arteriales. También utiliza los remedios homeopáticos para ayudar al proceso de desintoxicación.

Lineamientos dietéticos generales

En la prevención de las enfermedades del corazón:

  • Ingerir un mínimo de alimentos en conserva (evitar aditivos y preservos que contengan huevo en polvo o leche en polvo)
  • Adquirir alimentos orgánicos (libre de pesticidas, herbicidas, esteroides y antibióticos) en la medida de lo posible.
  • Evitar alimentos irradiados en la medida de lo posible
  • Aumentar la ingestión de fibras de fuentes vegetales y verduras, frutas frescas, salvado, granos enteros y psillium.
  • Reducir el consumo de grasas especialmente de comidas fritas, grasas de origen animal y aceites parcialmente hidrogenados. *Aumentar los carbohidratos complejos como granos enteros, frijoles, semillas y tubérculos.
  • Utilizar aceites monosaturados (aceite de oliva extraído en frío, y aceite de canola) aceites omega-3 (aceite de linaza o aceites de pescado de altas profundidades) y aceites omega-6 (borraja, grosella negra o bellorita) Los aceites deben estar frescos y extraídos en frío (los aceites rancios pueden ser perjudiciales)
  • Reducir el consumo de carne, azúcar, tabaco y alcohol que son todos fuentes de radicales libres. Por ejemplo, el azúcar puede ser dañina para el funcionamiento de la vesícula y del intestino lo cual, a su vez, reduce la absorción de nutrientes antioxidantes solubles en grasas como la vitamina E y la creciente absorción de radicales libres producidas por la acción bacteriana en la paralización del colon.

Suplementos nutricionales

Habida cuenta de que la ateroesclerosis y las enfermedades del corazón demoran varios años en desarrollarse, puede ser beneficioso seguir un régimen diario de suplementos dietéticos para prevenir ambas. La cantidad de suplementos requeridos puede variar de un individuo a otro en dependencia del peso corporal y de los niveles de absorción y es mejor asesorarse con un médico calificado o con un especialista naturopático antes de emprender cualquier programa de suplementos. Estudios recientes han demostrado que las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico pueden bajar considerablemente los niveles de homocisteína, un generador de radical libre capaz de oxigenar el colesterol, uno de los factores que más contribuyen a las enfermedades del corazón. Vitamina B6 Las investigaciones han hallado que la vitamina B6 es un suplemento inofensivo y barato que ayuda a prevenir los ataques al corazón y los ictus. Para que se realice la conversión de la homocisteína a una sustancia química menos perjudicial, la cistationina es necesaria la vitamina B6, lo que evita la oxidación inducida por la homocisteína del colesterol. Se ha sugerido también que la vitamina B6 inhibe la agregación de plaquetas que se produce en la ateroesclerosis. La dieta típica norteamericana, sin embargo, deja a muchas personas con un déficit importante en este nutriente vital. En 1949, Moses M. Suzman, M.D., un neurólogo e internista sudafricano reunió a un grupo de pacientes precardiacos que mostraban síntomas de daño arterial y les suministró cien miligramos de vitamina B12 diarios y a aquellos que ya habían sufrido ataques al corazón o anginas les dió doscientos miligramos diarios (la mitad en un complejo B incluida la colina) Además, a aquellos pacientes que mostraban problemas más serios, les dio seiscientos IU de vitamina E, de magnesio y de zinc. Vitamina B12 La deficiencia en vitamina B12 se asocia con niveles elevados de homocisteína. Cuando se da un suplemento de vitamina B12, los niveles de homocisteína bajan. ese efecto puede incrementarse también con un suplemento de colina, de ácido fólico, de rivoflavina y de B6. Acido fólico es esencial para que se realice adecuadamente el metabolismo de la homocisteína, antioxidantes como la vitamina E, C, el selenio y la coenzima Q10 también han demostrado su efectividad en numerosos estudios tanto en la prevención como en el tratamiento de las enfermedades del corazón. Vitamina E es un antioxidante soluble en grasas que puede contribuir a prevenir la formación anormal de coágulos en la sangre. El Dr. Passwater estima que cualquier nutriente que evite la oxidación del colesterol como son: la vitamina E, el beta-caroteno, y la coenzima Q10 representa un elemento de protección. Los suplementos en vitamina E también inhiben la agregación de las plaquetas y ayudan a reparar el revestimiento de las células de los vasos sanguíneos

En otro estudio llevado a cabo por la organización Mundial de la Salud se mostró que en dieciséis poblaciones europeas estudiadas, aquellos que tenían niveles bajos de vitamina E en suero estaban en un riesgo mayor de contraer enfermedades del corazón que los que tenían presión arterial alta y altos niveles de colesterol.

Vitamina C Se estima que el uso de la vitamina C (ácido ascórbico) previene la formación de oxisteroles.Al combinar el amino ácido lisina con la vitamina C, es posible disolver los coágulos en la sangre. En un estudio llevado a cabo con cobayos se halló que el equivalente de la Recommended Daily Allowance norteamericana de vitamina C (USA. RDA) virtualmente no ofrecía protección alguna contra el daño arterial. Cuando se aumentó la cantidad de vitamina C a una dosis equivalente a los 2,800 miligramos para una persona que pesara 154 libras, los investigadores pudieron revertir el daño. Los estudios también pusieron de manifiesto que la vitamina C se necesita para realizar la síntesis del colágeno y que por lo tanto, es imprescindible para mantener la integridad de las paredes arteriales. La vitamina C revierte la oxidación y evita la formación de radicales libres. En una dieta que implique la reducción de grasas, la vitamina C juega un papel al ayudar al organismo a autorreconstruirse." Para pacientes que presentan enfermedades cardiovasculares, se aconseja tomar vitamina C hasta los niveles de tolerancia intestinal (la cantidad máxima que una persona puede asimilar sin que le provoque malestares estomacales o diarrea).

Atención Las dosis elevadas de vitamina E no resultan recomendables para personas que padecen de hipertensión, enfermedades reumáticas cardiacas o isquémicas salvo que las tomen por prescripción facultativa. Sin embargo, si a esas personas que padecen de hipertensión o de enfermedades cardiacas isquémicas se les eleva las dosis poco a poco, la presión arterial no suele elevarse significativamente y por lo tanto no se produce sobrecarga del corazón.

Atención las cantidades grandes de vitamina C ingeridas en períodos de tiempo prolongados pueden provocar pérdidas de calcio y de otros minerales en los dientes, huesos y otros tejidos. Recomienda por tanto balancear las dosis altas de vitamina C (ácido ascórbico) con minerales ascorbáticos que contengan magnesio, potasio, zinc y manganeso.

Coenzima Q10 Hace unos treinta años, el Dr. Karl Folkers, un especialista en biomedicina de la Universidad de Austin en Texas, descubrió que la coenzima Q10 contribuía a fortalecer el músculo del corazón y daba energía al sistema cardiovascular de muchos pacientes del corazón. Los estudios pusieron de manifiesto que la coenzima Q10 puede evitar la ateroesclerosis y se ha demostrado que posee propiedades antioxidantes que pueden brindar protección también contra la formación de oxisteroles.

Selenio Se ha encontrado que existe una relación positiva entre los niveles bajos de selenio en suero y las enfermedades cardiovasculares, posiblemente relacionados con los efectos antioxidantes del selenio. Los suplementos de selenio también reducen la agregación de plaquetas, aparte de que el selenio es un factor para la peroxidasa de glutación, una importante enzima antioxidante.Los minerales siguientes pueden también resultar efectivos en el tratamiento de las enfermedades del corazón.

Magnesio Se ha hallado que las personas que fallecen de repente a causa de ataques al corazón tienen mucho más bajos niveles de magnesio y de potasio que los grupos de control . El magnesio contribuye a dilatar las arterias y facilita el bombeo de la sangre al corazón, por lo tanto previene las arritmias (latidos irregulares). El magnesio puede también prevenir la calcificación de los vasos sanguíneos, bajar el colesterol total, elevar el colesterol HDL e inhibir la agregación de plaquetas.Pero la simple dosificación de suplementos de magnesio por vía oral no basta.

Medicamentos para bajar el colesterol

Resultados

En la medida en que muchas personas que presentan enfermedades del corazón también tienen niveles elevados de colesterol, los médicos tradicionalmente han recetado medicamentos para bajar el colesterol como parte de su programa de tratamiento, aunque las investigaciones más recientes sugieren que no se trata de los niveles de colesterol sino de los niveles del colesterol oxigenado lo que representa un alto riesgo para las enfermedades del corazón. También hay nueva información sobre la inocuidad, los efectos secundarios y la eficacia de los medicamentos que bajan el colesterol. Por ejemplo, se ha hallado que los fármacos que se utilizan para bajar el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad) en realidad lo elevan en casos que ya habían alcanzado los más altos niveles . Además, Esos fármacos pueden dar lugar a serias complicaciones. Un estudio llevado a cabo en Finlandia reportó que hubo un aumento del 46 por ciento en los fallecimientos a causa de ataques al corazón e ictus en los casos en que se había seguido tratamiento con medicinas reductoras del colesterol. Nuevos fármacos reputados como inofensivos también han tenido efectos perjudiciales. Hay estudios que han puesto de manifiesto que el mevacor (lovastina) atenúa los efectos de la coenzima Q10 en la sangre, un antioxidante que ayuda al organismo a combatir el daño cardíaco.

Calcio El suplemento de calcio puede también reducir el colesterol total e inhibir la agregación de plaquetas.

Cromo Se ha demostrado que el suplemento de cromo disminuye el colesterol total y los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL . Cuando se combina con la niacina (vitamina B3 resulta todavía más efectivo. Se ha establecido en diferentes estudios la relación que existe entre la enfermedad coronaria del corazón y la deficiencia en cromo.

Potasio La hipertensión (presión arterial alta) no suele estar ausente en las enfermedades del corazón. Se ha demostrado que los suplementos en potasio pueden contribuir a reducir la dependencia del paciente a los medicamentos para la presión o los remedios diuréticos.

Medicina verde Una de las plantas que más promete para el tratamiento de las enfermedades del corazón es el extracto de las bayas del acerolo, un arbusto muy común. Se sabe que las bayas de acerolo mejoran la circulación de la sangre al corazón porque dilata los vasos sanguíneos y alivia los espasmos de las paredes arteriales. Las bayas de acerolo puede hacer innecesario el uso de otros medicamentos que disminuyen la tasa y la fuerza de la contracción del corazón en el tratamiento de las enfermedades cardiacas ya que tiene efectos similares al de dichos medicamentos. El jengibre y el ajo también poseen muchas propiedades que los hacen valiosos para tratar las enfermedades del corazón. El ajo contiene compuestos del azufre que actúan como antioxidantes y también contribuyen a la disolución de los coágulos. Se ha demostrado que el jengibre baja los niveles del colesterol y hace menos viscosas las plaquetas de la sangre.

Aceite de pescado y aspirina para prevenir los ataques al corazón

A principios de la década de los 80, los médicos empezaron a recetar la aspirina como preventivo de ataques e ictus cardíacos para los pacientes de riesgo. Muchos citaban los efectos anticoagulantes de la aspirina observando que la aspirina prevenía que la sangre se coagulara en las plaquetas que obstruían las arterias. Se sugiere que no se tome muy en cuenta este enfoque, toda vez que se conocer que la aspirina puede causar sangramientos gastrointestinales e inclusos úlceras perforantes en ciertos casos en tanto que el ácido eicosapentaenoico (EPA) que se saca de los aceites de pescado no tiene esos peligros y también han demostrado que reducen significativamente los casos de muerte por enfermedades coronarias del corazón. Además, la EPA, sobre todo cuando se toma acompañada con nutrientes antioxidantes como las vitaminas E y C y el beta caroteno) actua en la reducción de la viscosidad de los glóbulos coagulantes de la sangre al afectar la proporción de las prostaglandinas (como hace la aspirina) No obstante, la EPA altera favorablemente las proporciones de lípidos en la sangre y ayuda a bajar la presión arterial (lo que no hace la aspirina)

Ejercicio y reducción del estrés

Las técnicas de reducción del estrés y el ejercicio han demostrado su gran efectividad para controlar las enfermedades cardiacas. En combinar una dieta vegetariana de bajo contenido en grasas, un entrenamiento de gestión del estrés, la eliminación del consumo del tabaco y la práctica moderada de ejercicios logró un 91 por ciento de decrecimiento en la frecuencia de la angina, comparado con un grupo de control que tuvo un aumento del 165 por ciento en la frecuencia de casos de angina También incluye ejercicios para rebajar el estrés como parte de su tratamiento. Estima que las técnicas de respiración profunda y de fantasía tendientes a reducir el estrés han de practicarse con frecuencia en el transcurso del día para reducir el consumo de hormonas de adrenalina y bajar el nivel de agregación de plaquetas. Estimula a los pacientes para que practiquen esas técnicas antes de las comidas y a la hora de dormir, en la medida en que no sólo reducen el estrés sino que también ayudan a la digestión. También es importante para las personas que padecen de enfermedades cardiacas de practicar plenamente el ejercicio. Incluso diez minutos extra de ejercicios diarios puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades del corazón.

Fuentes