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La construcción de la actual Basílica del Pilar está íntimamente ligada al aumento de la devoción mariana a lo largo del siglo [[XVII]]. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño ante el creciente número de fieles y se hace necesario levantar un nuevo templo grandioso y monumental, más acorde con el nuevo espíritu triunfante de la Iglesia de la Contrarreforma y con la recién adquirida categoría de concatedral. | La construcción de la actual Basílica del Pilar está íntimamente ligada al aumento de la devoción mariana a lo largo del siglo [[XVII]]. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño ante el creciente número de fieles y se hace necesario levantar un nuevo templo grandioso y monumental, más acorde con el nuevo espíritu triunfante de la Iglesia de la Contrarreforma y con la recién adquirida categoría de concatedral. | ||
Revisión del 10:25 14 mar 2016
Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. La Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza es un importante templo barroco de España. Según la tradición, se trata del primer templo mariano de la Cristiandad, puesto que en él se conserva y venera el pilar en realidad, una columna de jaspe que, según la tradición, fue puesto por la Virgen María quien, viviendo aún en Jerusalén, se habría aparecido en carne mortal al apóstol Santiago el día 2 de enero del año 40. Documentalmente no hay pruebas de lo consignado en la tradición, cuyos pormenores datan de 1297 en una bula del papa Bonifacio VIII y 1299 una declaración de los Jurados de Zaragoza, donde por primera vez se atestigua la advocación de «Santa María del Pilar», tras emprender en 1293 el obispo Hugo de Mataplana una rehabilitación del edificio que amenazaba ruina, gracias a las donaciones propiciadas por la mencionada bula papal. La Basílica del Pilar es uno de los santuarios marianos más importante del mundo católico, al que llegan anualmente miles de peregrinos. Es también un centro artístico de primer orden que reúne obras de gran valor y de diferentes épocas, especialmente los frescos pintados por Goya.
Historia
El día 2 de enero de cada año comienza en la Basílica del Pilar con una Vigilia Eucarística, que suele presidir el Arzobispo de Zaragoza, y que conmemora la Venida de la Virgen a esta ciudad bimilenaria. En recuerdo también de esta fecha solemne, la imagen de la Virgen del Pilar se presenta sin manto ante los fieles cada día 2 de los doce meses del año.
Desde donde contemplamos a la Virgen, en el templo del Pilar, sólo podemos ver una de las chapas de plata que recubren la Sagrada Columna. Sin embargo, la propia columna de jaspe se muestra a los fieles y es venerada en la parte de atrás de donde se erige con la imagen gótica de Santa María. El propio papa Juan Pablo II besó el Pilar de la Virgen en sus dos visitas a Zaragoza, los años 1982 y 1984, respectivamente. El Papa Wojtyla se interesó personalmente en ver la Sagrada Columna y poder contemplar a la Virgen sin manto. En su primera visita lo dijo; en la segunda se le quiso complacer.
Hasta que el templo del Pilar es la Basílica actual, han pasado muchos siglos, muchas actuaciones y muchas edificaciones. Según las investigaciones actuales, en el siglo I hubo una capilla dedicada a la Virgen María (¿primer templo mariano del mundo cristiano?), a orillas del río y que con toda probabilidad se encontraba en el interior de una casa romana. En el siglo IV pasó a ser un templo de veneración pública. Después fue una iglesia visigótica. Finalmente, el templo barroco de la actualidad sustituyó a un templo gótico anterior en los siglos XVI y XVII. La tradición afirma que hubo una capilla primitiva, respetada durante la dominación musulmana. Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I (1118), fue sustituida por un templo románico. Este templo románico, fue construido durante el pontificado del Obispo Don Pedro de Librana. De este templo aún se conserva un tímpano (hoy colocado en el muro sur junto a la puerta baja del templo); es un tímpano centrado por gran crismón rodado que se decora con cierta ingenuidad y monotonía, con rosetas inscritas en círculos unas, más naturalistas otras y recortadas las e la parte baja por las mordeduras del tiempo.
En 1434 un incendio dañó de tal manera al conjunto que se impuso la construcción de una nueva iglesia. Comienza entonces la construcción de un nuevo templo gotico-mudejar que sustituye la iglesia románica. El año 1515, siendo arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón, se concluyó la construcción. La iglesia gótica era de una cierta amplitud, y estaba constituida por la iglesia propiamente dicha, de una y amplia nave únicamente, y de un claustro pequeño y recargado donde estaba emplazada la Capilla del Pilar. Iglesia que continuó dedicada a la Asunción, pero que era llamada habitualmente de Santa María la Mayor.
La iglesia de Santa María ocupaba un espacio, indudablemente mucho más pequeño que el actual, y se situaba de una manera notablemente diferente con respecto al templo de ahora. Este templo se enriquecía con importantísimas piezas de carpintería mudéjar (de la que puede ser un ejemplo el conjunto de contraventanas conservadas en la Sacristía Mayor); y en los pies de la nave se emplazaba la monumental sillería de coro que aún se puede admirar en el Templo actual. Pero lo más relevante de aquel conjunto iba a ser el monumental retablo de alabastro cuyo encargo se inicia en 1434, pero que se contrata definitivamente con Forment en 1509.
Como la devoción a la Sagrada Imagen iba en aumento, el zaragozano Juan de Marca, antes de 1638, planteó la necesidad de una construcción más importante y que tuviera una adecuación con la intensidad de esa creciente devoción. Comprendiéndolo bien el Cabildo decidió convocar un concurso para la nueva y más monumental construcción. En la mente de los devotos, y también en la del Cabildo, se estableció un afán de emulación con respecto a la más grande de las iglesias zaragozanas del momento: la Catedral de El Salvador. Esta catedral tenía una planta de salón amplísima y se trataba también de que el Templo del Pilar tuviese ese mismo aspecto. Pero por otra parte, la Catedral era de estilo gótico mientras que parecía oportuno que para el nuevo Templo del Pilar se buscase un estilo más actual, siendo clara la presencia del modelo de San Pedro de Roma que se quería transparentar, con intención de modernidad absoluta, en algunos de los proyectos.
La nueva construcción, ya de inicio monumental, basándose en las líneas del modelo lejano (o sea San Pedro de Roma) se construyó en el tono de la arquitectura barroca del momento, confiriendo robustez a los pilares y ornamentaciones de los mismos y, dada la monumentalidad de la construcción, una continuidad de bóvedas que debía resultar bastante pesada. La traza general del templo Como la devoción a la Sagrada Imagen iba en aumento, el zaragozano Juan de Marca, antes de 1638, planteó la necesidad de una construcción más importante y que tuviera una adecuación con la intensidad de esa creciente devoción. Comprendiéndolo bien el Cabildo decidió convocar un concurso para la nueva y más monumental construcción. Luego la otra traza general del templo se encargó a Felipe Herrera el Mozo, comenzando las obras en 1681. Lo principal del edificio barroco, incluidas las cúpulas, estaba terminado en 1754. Mientras tanto, en 1725 el Cabildo decidió transformar el aspecto de la Santa Capilla, lo que encomendó a Ventura Rodriguez.
En la mente de los devotos, y también en la del Cabildo, se estableció un afán de emulación con respecto a la más grande de las iglesias zaragozanas del momento: la Catedral de El Salvador. Esta catedral tenía una planta de salón amplísima y se trataba también de que el Templo del Pilar tuviese ese mismo aspecto. Pero por otra parte, la Catedral era de estilo gótico mientras que parecía oportuno que para el nuevo Templo del Pilar se buscase un estilo más actual, siendo clara la presencia del modelo de San Pedro de Roma que se quería transparentar, con intención de modernidad absoluta, en algunos de los proyectos. Cuando Ventura Rodríguez recibe el encargo de terminar la Capilla dedicada a la Virgen del Pilar y retocar el conjunto del Templo, estableciendo la unidad de los elementos, va a ser este genial arquitecto el que configure el monumento actual, seleccione una parte de su ornamentación, e invente estos elementos de tono ya más clasicista; y será él quien planeará la ornamentación en los pilares y en los frisos, que cobran singular elegancia y pierden parte de su maciza densidad con huecos en los que se encajaban espléndidos flameros dorados. En 1765 quedaba terminada la obra de la Santa Capilla.
Las obras del templo se prolongarán por varios siglos. En 1872 se concluyen las obras del cubrimiento completo con la terminación de la gran cúpula central y la primera torre, a las que seguirán las siguientes levantadas en 1907 y 1961, con lo que quedó rematada la totalidad de la inmensa fábrica. Así, el 10 de octubre de 1872, el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor García Cuesta consagró el nuevo templo en una ceremonia solemne en la que participaron más de cien mil peregrinos.
Basílica actual
Quizás al visitante de la Basílica como al de nuestra web le interesen algunos datos que pueden considerarse como curiosos. Por ejemplo, las medidas del templo actual: 130 metros de largo, 76 de ancho, 18 de altura hasta la cornisa general, 28 metros hasta los vértices de los arcos y 80 metros hasta la cruz de la cúpula central. La Basílica cuenta con cuatro torres; la más antigua data de 1715 y se llama la Torre de Santiago, situada en el lado oeste de la fachada principal; la segunda, llamada Nuestra Señora del Pilar es la del lado oriental de la plaza (la más próxima al ayuntamiento), que fue iniciada en 1903 y terminada en 1907; las dos torres de la ribera comenzaron a levantarse en 1949, finalizando la primera en 1959 y la otra en 1961; éstas reciben el nombre de San Francisco de Borja y Santa Leonor, respectivamente, haciendo memoria del matrimonio que las costeó, D. Francisco Urzáiz y Dña. Leonor Sala.
Cada una de las cuatro torres levantan 92 metros de altura. D. Francisco de Herrera, autor del fabuloso monasterio de San Lorenzo del Escorial, diseñó la planta de la actual basílica y construyó su fachada principal (la fachada sur), que en 1952 se vería ennoblecida con las ocho estatuas que hy reposan sobre el remate principal: San José de Calasanz, San Vicente de Paúl, Santa Engracia, San Valero, San Braulio, Santa Isabel de Aragón, Santiago Apóstol y San Vicente Mártir. El retablo exterior de Pablo Serrano fue inaugurado el 3 de abril de 1969. El Templo actual de Nuestra Señora del Pilar es Monumento Nacional desde 1904. Es Basílica Menor (sólo son Mayores las cuatro que hay en la ciudad de Roma) desde 1948. Recibió el título y el honor de Catedral desde 1675. Su Santidad el papa Juan Pablo II la visitó en dos ocasiones: en su visita general a España en noviembre de 1982 y en su escala hacia Santo Domingo, en octubre de 1984, adonde se dirigía para dar comienzo a los actos previos que fueran preparando la conmemoración del quinto centenario de la evangelización de América en 1492. Como quiera que en su primera visita la Virgen portaba el manto con su propio escudo pontificio, el Santo Padre pidió expresamente que para su siguiente visita dejasen desnuda la Sagrada Columna, deseo en el que, naturalmente, fue complacido.
Significación Histórica
Pero la Basílica de Nuestra Señora del Pilar es mucho más que unos datos históricos o que las fechas de construcciones de naves y cúpulas; mucho más que un edificio o que una casa material. El Pilar de Zaragoza es el caso de un santuario mariano situado en medio de una ciudad. Igual que María acompañó a las primeras comunidades cristianas, de la misma manera lo hace desde el centro de Zaragoza con los cristianos de hoy. De hecho, en el Pilar de Zaragoza empiezan no pocos proyectos de los zaragozanos y los aragoneses. Ante la Virgen se presentan en su inicio, y ante la Virgen se regresa para dar gracias.
La construcción de la actual Basílica del Pilar está íntimamente ligada al aumento de la devoción mariana a lo largo del siglo XVII. El anterior edificio gótico-mudéjar se queda pequeño ante el creciente número de fieles y se hace necesario levantar un nuevo templo grandioso y monumental, más acorde con el nuevo espíritu triunfante de la Iglesia de la Contrarreforma y con la recién adquirida categoría de concatedral.
La fisonomía actual del Pilar es el resultado de un largo proceso constructivo que se inicia con el proyecto del zaragozano Felipe Sánchez, revisado posteriormente por Herrera el Mozo, arquitecto de Carlos II. La intervención del arquitecto real Ventura Rodríguez a partir de 1750 fue decisiva: renueva la decoración interior según las nuevas corrientes clasicistas de la época y diseña la Santa Capilla y el Coreto, y remodela el trazado exterior con cúpulas añadidas a la central que en un principio se había pensado que iba a ser la única y torres que no se terminarán hasta mediados de nuestro siglo.
La Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza es un importante templo barroco de España. Según la tradición, se trata del primer templo mariano de la Cristiandad, puesto que en él se conserva y venera el pilar en realidad, una columna de jaspe que, según la tradición, fue puesto por la Virgen María quien, viviendo aún en Jerusalén, se habría aparecido en carne mortal al apóstol Santiago el día 2 de enero del año 40. Documentalmente no hay pruebas de lo consignado en la tradición, cuyos pormenores datan de 1297 en una bula del papa Bonifacio VIII y 1299 una declaración de los Jurados de Zaragoza, donde por primera vez se atestigua la advocación de «Santa María del Pilar», tras emprender en 1293 el obispo Hugo de Mataplana una rehabilitación del edificio que amenazaba ruina, gracias a las donaciones propiciadas por la mencionada bula papal.

