Diferencia entre revisiones de «Hotel Cabarrouy»
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| − | '''Hotel Cabarrouy''': Primer hotel de San Diego de los Baños por algo más de 120 años para la alta sociedad cubana de los siglos IXX y XX. Preferido por encima de otros muchos más lujosos y cercanos a la célebre estación balnearia en la margen izquierda del rió de igual nombre. La mayor parte de los visitantes ilustres que arribaron al pueblo en estos años se alojaron en sus habitaciones en un tiempo en que el [[Hotel Soler|Hotel Soler]] se consideraba el más moderno y cercano a los baños y el [[Hotel Mirador|Hotel Mirador]], que coincidiera en un espacio de tiempo de 17 años. Este hotel es el primero edificado en San Diego con materiales de la localidad. [[Piedra|Piedra]], [[ | + | '''Hotel Cabarrouy''': Primer hotel de San Diego de los Baños por algo más de 120 años para la alta sociedad cubana de los siglos IXX y XX. Preferido por encima de otros muchos más lujosos y cercanos a la célebre estación balnearia en la margen izquierda del rió de igual nombre. La mayor parte de los visitantes ilustres que arribaron al pueblo en estos años se alojaron en sus habitaciones en un tiempo en que el [[Hotel Soler|Hotel Soler]] se consideraba el más moderno y cercano a los baños y el [[Hotel Mirador|Hotel Mirador]], que coincidiera en un espacio de tiempo de 17 años. Este hotel es el primero edificado en San Diego con materiales de la localidad. [[Piedra|Piedra]], [[Barro|barro]] y [[Cal|cal del]] monte cercano que junto a las maderas preciosas los hicieron confortable y acogedor.<br> |
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| − | *[[Balneario San Diego de los Baños|Balneario San Diego de los Baños]] | + | El descubrimiento de las fuentes termales en las márgenes del Caiguanabo, a finales del siglo XVII, por un esclavo de la datación de los Zayas- Bazán, se convirtió en el suceso que trasladó la atención de la isla hacia estas tierras centro pinareñas conocidas por “Corral de San Diego”. A partir de este momento comenzaron a arribar, provenientes de todos los puntos de la provincia, y del resto del país, enfermos aquejados de las más diversas dolencias con la esperanza de encontrar alivio en los famosos manantiales; por haberle devuelto la salud al esclavo, desahuciado por padecer una enfermedad infecciosa de la piel.<br> |
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| − | *[[Inundación del Río Caiguanabo|Inundación del Río Caiguanabo]]<br> | + | Aunque las noticias tardaban mucho tiempo en propagarse, debido a lo despoblado de la región, la inexistencia de caminos , y las grandes distancias, es probable que [[Don Diego de Zayas Bazán|Don Diego de Zayas Bazán]], síndico del reino con carácter de Juro de Heredad del ayuntamiento de la Habana, en contacto habitual con las demás autoridades de dicha corporación, la “buena nueva” del descubrimiento de las fuentes medicinales no tardara más de lo acostumbrado para diseminarse por las familias influyentes y otros círculos del poder de la alta sociedad . Una vez del conocimiento de los funcionarios del Cabildo, se crearon las condiciones para hacerse públicas y traspasar las fronteras de las demás jurisdicciones y ayuntamientos de la isla.<br> |
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| + | El ‘Corral de San Diego”, estancia de tipo mixto, distante 40 leguas en la banda de sotavento, en lejanos parajes del Occidente, carente de vías de comunicación idóneas para el traslado de mercancías como carnes, pieles, cebo y maderas preciosas solo contaba con la corriente fluvial del Caiguanabo; río navegable en sus ultimas tres leguas hasta la desembocadura en la ensenada de [[Dayaniguas|Dayaniguas]]; lugar de almacenaje y traslado hasta el [[puerto de Batabanó|puerto de Batabanó]] y después hacia la península. Maderas del entorno del hato [[San Pedro de las Galeras|San Pedro de las Galeras]] abastecieron el astillero de La Habana y los palacios imperiales españoles como “[[El Escorial|El Escorial]]” y otros de [[Madrid|Madrid]], [[Sevilla |Sevilla ]]y [[Barcelona|Barcelona]]. También aportaban otros bastimentos necesarios para las flotas que se surtían en el sur en sus afanes de conquistas de nuevas tierras y otros puertos de [[México |México ]]y el [[Perú|Perú]].<br> | ||
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| + | El movimiento alrededor del Sitio de los Baños debió ser muy intenso durante la etapa desde inicios del siglo XVII hasta sus finales, a pesar del criterio extendido sobre la soledad y abandono del lugar. Contrabandistas, corsarios y piratas infectaron las costas meridionales de la actual Provincia de [[Pinar del Río|Pinar del Río]] .La necesidad de los productos mencionados anteriormente junto al [[Historia_del_Tabaco|tabaco ]]en rama y otros derivados, cultivados en las vegas y arroyos de la zona, a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades coloniales, hicieron del lugar motivo de frecuentes incursiones.<br> | ||
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| + | Marineros, leñadores y esclavos que se aventuraban en la floresta con los más diverso propósitos, utilizaron reiteradamente el recién nombrado Río de San Diego como vía de comunicación excepcional para extraer las producciones agrícolas y maderables.<br>En este contexto histórico – geográfico situamos el sitio fundacional del Corral de San Diego y el entorno de los baños termales, frecuentados desde mucho antes de su mercedación el [[31 de marzo |31 de marzo ]]de [[1632 |1632 ]]y también a toda la dinastía de los Zayas Bazán durante su administración en el periodo 1632 - [[1687|1687]]. La fama de las aguas se incrementaron a medida que la agricultura se desarrolló en las numerosas fincas enajenadas de la hacienda matriz, dedicadas al cultivo del tabaco, la [[Caña_de_azúcar|caña de azúcar]], al ganado y la extracción de [[madera |madera ]]y [[carbón|carbón]].<br> | ||
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| + | Bien por los baños termales, las maderas preciosas, la agricultura o la ganadería lo cierto es que numerosos caminos y serventías fueron habilitados para respaldar el creciente comercio con las flotas del sur y contrabandistas que arribaban al embarcadero de la ensenada. Así nacen los caminos desde la sierra hasta el sur, necesarios para el traslado de mercancías y temporadistas. Después el camino hacia la capital que bordeando la sierra norte se aproxima a [[Santa Cruz|Santa Cruz]],[[San Cristóbal|San Cristóbal]] y continúa hacia el Este. A la vez, crecían los núcleos primitivos como el propio “Corral de San Diego” y sus alrededores cercanos a los montes, favoreciendo la existencia de cortes de madera y estaciones de tránsito que unido a la presencia de personas necesitadas del comercio con los leñadores y carboneros formaban campamentos de cierta permanencia. Las casas del viajero surtidas de carnes del lugar y de vegetales de la estancia, posibilitaban el suministro a los viajantes ocasionales en esta etapa de principio del siglo XVIII. | ||
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| + | En los inicios del siglo XIX, exactamente en [[1819 |1819 ]]los censos no registraban población urbana fija en el lugar de las fuentes medicinales, aunque ya en la zona rural se distribuían más de 300 fincas dedicadas a los cultivos de la caña de azúcar, el tabaco y otros cultivos menores. Una población flotante de varios centenares frecuentaban las márgenes del Río de San Diego en busca de salud y descanso. Marineros y soldados españoles fueron traídos para recuperarse en la Estación de Aclimatación a pesar de que las condiciones eran muy primitivas. Carentes de refugios contra la inclemencia del tiempo y los insectos, los enfermos acudían movidos por la necesidad de la atención médica que acompañaban a las tropas colonialistas y por ser este el único centro de asistencia médica en muchas leguas a la redonda de la entonces Jurisdicción de la [[Nueva Filipina|Nueva Filipina]].<br><br> | ||
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| + | *[[Balneario San Diego de los Baños|Balneario San Diego de los Baños]] | ||
| + | *[[San Diego de los Baños|San Diego de los Baños ]]<br> | ||
| + | *[[Inundación del Río Caiguanabo|Inundación del Río Caiguanabo]]<br> | ||
| + | *[[Dayaniguas|Dayaniguas]]<br> | ||
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*Cultura cubana, [[Adolfo Dollero|Adolfo Dollero]], Provincia de [[Pinar del Río|Pinar del Río]].<br> | *Cultura cubana, [[Adolfo Dollero|Adolfo Dollero]], Provincia de [[Pinar del Río|Pinar del Río]].<br> | ||
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| − | *Lic. José Luis Valdéz Hernández. Historiador de la localidad [[San Diego de los Baños |San Diego de los Baños]]. <br> | + | *Lic. José Luis Valdéz Hernández. Historiador de la localidad [[San Diego de los Baños|San Diego de los Baños]]. <br> |
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Revisión del 15:17 10 feb 2011
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Hotel Cabarrouy: Primer hotel de San Diego de los Baños por algo más de 120 años para la alta sociedad cubana de los siglos IXX y XX. Preferido por encima de otros muchos más lujosos y cercanos a la célebre estación balnearia en la margen izquierda del rió de igual nombre. La mayor parte de los visitantes ilustres que arribaron al pueblo en estos años se alojaron en sus habitaciones en un tiempo en que el Hotel Soler se consideraba el más moderno y cercano a los baños y el Hotel Mirador, que coincidiera en un espacio de tiempo de 17 años. Este hotel es el primero edificado en San Diego con materiales de la localidad. Piedra, barro y cal del monte cercano que junto a las maderas preciosas los hicieron confortable y acogedor.
Historia
El descubrimiento de las fuentes termales en las márgenes del Caiguanabo, a finales del siglo XVII, por un esclavo de la datación de los Zayas- Bazán, se convirtió en el suceso que trasladó la atención de la isla hacia estas tierras centro pinareñas conocidas por “Corral de San Diego”. A partir de este momento comenzaron a arribar, provenientes de todos los puntos de la provincia, y del resto del país, enfermos aquejados de las más diversas dolencias con la esperanza de encontrar alivio en los famosos manantiales; por haberle devuelto la salud al esclavo, desahuciado por padecer una enfermedad infecciosa de la piel.
Aunque las noticias tardaban mucho tiempo en propagarse, debido a lo despoblado de la región, la inexistencia de caminos , y las grandes distancias, es probable que Don Diego de Zayas Bazán, síndico del reino con carácter de Juro de Heredad del ayuntamiento de la Habana, en contacto habitual con las demás autoridades de dicha corporación, la “buena nueva” del descubrimiento de las fuentes medicinales no tardara más de lo acostumbrado para diseminarse por las familias influyentes y otros círculos del poder de la alta sociedad . Una vez del conocimiento de los funcionarios del Cabildo, se crearon las condiciones para hacerse públicas y traspasar las fronteras de las demás jurisdicciones y ayuntamientos de la isla.
El ‘Corral de San Diego”, estancia de tipo mixto, distante 40 leguas en la banda de sotavento, en lejanos parajes del Occidente, carente de vías de comunicación idóneas para el traslado de mercancías como carnes, pieles, cebo y maderas preciosas solo contaba con la corriente fluvial del Caiguanabo; río navegable en sus ultimas tres leguas hasta la desembocadura en la ensenada de Dayaniguas; lugar de almacenaje y traslado hasta el puerto de Batabanó y después hacia la península. Maderas del entorno del hato San Pedro de las Galeras abastecieron el astillero de La Habana y los palacios imperiales españoles como “El Escorial” y otros de Madrid, Sevilla y Barcelona. También aportaban otros bastimentos necesarios para las flotas que se surtían en el sur en sus afanes de conquistas de nuevas tierras y otros puertos de México y el Perú.
El movimiento alrededor del Sitio de los Baños debió ser muy intenso durante la etapa desde inicios del siglo XVII hasta sus finales, a pesar del criterio extendido sobre la soledad y abandono del lugar. Contrabandistas, corsarios y piratas infectaron las costas meridionales de la actual Provincia de Pinar del Río .La necesidad de los productos mencionados anteriormente junto al tabaco en rama y otros derivados, cultivados en las vegas y arroyos de la zona, a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades coloniales, hicieron del lugar motivo de frecuentes incursiones.
Marineros, leñadores y esclavos que se aventuraban en la floresta con los más diverso propósitos, utilizaron reiteradamente el recién nombrado Río de San Diego como vía de comunicación excepcional para extraer las producciones agrícolas y maderables.
En este contexto histórico – geográfico situamos el sitio fundacional del Corral de San Diego y el entorno de los baños termales, frecuentados desde mucho antes de su mercedación el 31 de marzo de 1632 y también a toda la dinastía de los Zayas Bazán durante su administración en el periodo 1632 - 1687. La fama de las aguas se incrementaron a medida que la agricultura se desarrolló en las numerosas fincas enajenadas de la hacienda matriz, dedicadas al cultivo del tabaco, la caña de azúcar, al ganado y la extracción de madera y carbón.
El historiador Ramiro Guerra quien en su obra “Historia Económica de la Nación Cubana “(pág.32) ilustra la idea siguiente:
“Los conquistadores fundaron, en lugares favorables a las comunicaciones, lo que facilitó las relaciones interiores durante el primer período colonial”.
Bien por los baños termales, las maderas preciosas, la agricultura o la ganadería lo cierto es que numerosos caminos y serventías fueron habilitados para respaldar el creciente comercio con las flotas del sur y contrabandistas que arribaban al embarcadero de la ensenada. Así nacen los caminos desde la sierra hasta el sur, necesarios para el traslado de mercancías y temporadistas. Después el camino hacia la capital que bordeando la sierra norte se aproxima a Santa Cruz,San Cristóbal y continúa hacia el Este. A la vez, crecían los núcleos primitivos como el propio “Corral de San Diego” y sus alrededores cercanos a los montes, favoreciendo la existencia de cortes de madera y estaciones de tránsito que unido a la presencia de personas necesitadas del comercio con los leñadores y carboneros formaban campamentos de cierta permanencia. Las casas del viajero surtidas de carnes del lugar y de vegetales de la estancia, posibilitaban el suministro a los viajantes ocasionales en esta etapa de principio del siglo XVIII.
En los inicios del siglo XIX, exactamente en 1819 los censos no registraban población urbana fija en el lugar de las fuentes medicinales, aunque ya en la zona rural se distribuían más de 300 fincas dedicadas a los cultivos de la caña de azúcar, el tabaco y otros cultivos menores. Una población flotante de varios centenares frecuentaban las márgenes del Río de San Diego en busca de salud y descanso. Marineros y soldados españoles fueron traídos para recuperarse en la Estación de Aclimatación a pesar de que las condiciones eran muy primitivas. Carentes de refugios contra la inclemencia del tiempo y los insectos, los enfermos acudían movidos por la necesidad de la atención médica que acompañaban a las tropas colonialistas y por ser este el único centro de asistencia médica en muchas leguas a la redonda de la entonces Jurisdicción de la Nueva Filipina.
Véase También
Bibliografía
- Excursión a Vueltabajo , Cirilo Villaverde, 1839.
- Monografía Histórica sobre San Diego de los Baños, MINSAP, la Habana, 1974.
- Ignacio Agramante y la Revolución cubana, Eugenio Betancourt Agramante, Biblioteca Nacional José Martí, paginas 302-303.
- Antecedentes Históricos sobre la Fundación de San Diego de los Baños, Guillermo Viñals, cajuela de San Diego de los Baños, archivo provincial.
- Cuba a pluma y lápiz, Samuel Hazard, tomo 2, biblioteca provincial.
- Emeterio Santovenia, Historia de Cuba, editora trópico, 1943.
- Documento para la Historia Colonial de Cuba, Cesar García del Pino, 1988.
- Historia de la Nación Cubana, Ramiro Guerra, 1952.
- Cultura cubana, Adolfo Dollero, Provincia de Pinar del Río.
Fuentes
- Lic. José Luis Valdéz Hernández. Historiador de la localidad San Diego de los Baños.