Leo Viktor Frobenius
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Leo Viktor Frobenius. Fue un arqueólogo y antropólogo alemán al que se llegó a conocer como “La voz de África”, por la preeminencia que otorgó a la historia y culturas africanas, hasta entonces olvidadas. Su vida fue realmente apasionante, contribuyendo con sus expediciones a forjar el estereotipo del antropólogo como aventurero intrépido que a todos nos es familiar. Pero, junto a ello, son sus aportaciones doctrinales las que resultan fundamentales para comprender una etapa casi heroica de la historia de la Antropología.
Síntesis biográfica
Primeros años
Su padre era un ingeniero militar que viajaba constantemente debido a su profesión. El pequeño creció al lado de su abuelo, Heinrich Bodinusa, que era el director del Jardín Zoológico de Berlín. En su casa, Leo pudo conocer a algunos de los grandes viajeros de la época, como Gustav Nachtigal 1834-1885, explorador del África Ecuatorial. El niño estaba fascinado por estos grandes descubridores, especialmente por los impresionantes hallazgos realizados por Heinrich Schliemann 1822-1890, millonario y arqueólogo aficionado que, en la década de 1870, había conseguido desenterrar el tesoro de Príamo en Troya o la máscara de Agamenón en Micenas, guiado por la lectura de Homero. Siguiendo su ejemplo, Leo también soñaba con encontrar viejas civilizaciones, como la Atlántida, rastreando su pista en antiguos textos griegos, como el Critias de Platón, y leía constantemente libros de viajes y de historia de otros pueblos.
Otra influencia perdurable en su formación fueron las exposiciones etnográficas itinerantes que, en aquellos mismos años, recorrían con gran éxito las principales ciudades europeas. Estos auténticos zoos humanos buscaban satisfacer la curiosidad, inevitablemente morbosa, del público urbano: indígenas de pueblos exóticos (lapones, fueguinos, mapuches o nubios) eran exhibidos en jaulas junto con la fauna procedente de sus respectivos hábitats naturales. Instalados en la creencia de su supremacía racial, los europeos veían así legitimado moralmente su deber de “tutela” sobre estos “salvajes”. Esta oscura y poco divulgada “moda” de los circos etnológicos constituyó en su época un auténtico fenómeno de masas. Baste decir como ejemplo que, durante la Exposición Universal de París en 1889, las dos grandes sensaciones fueron la Torre Eiffel y la exhibición de una tribu de 400 indígenas negros.
A causa de los constantes traslados de su padre, Leo Frobenius no pudo completar los estudios superiores, y tampoco logró terminar un curso en la escuela de negocios en Bremen, lo que lo apartó de la profesión de comerciante a la que estaba destinado. En su tiempo libre estudiaba con ahínco libros sobre historia de África y, con esta formación autodidacta, se atrevió a presentar una tesis sobre las sociedades secretas africanas, aunque la Universidad de Basilea la rechazó. Tras ese fracaso, trabajó como empleado en esa ciudad y, después, en el Museo Etnográfico de Bremen. Entre 1894 y 1898 pudo aprender los entresijos de la ciencia antropológica, entonces en consolidación, de la mano de su director, Heinrich Schurtz 1865-1903, a quien siempre consideró su maestro. A través de sus enseñanzas, Frobenius entró en la primera línea del apasionante debate entre el evolucionismo de Adolf Bastian y el difusionismo defendido por Friedrich Ratzel.
Su labor
Fue profesor en Frankfurt 1932 y director del Museo de Etnología 1934, aportó la noción de área cultural y creó la revista Paideuma. Sus obras más destacadas son Y
Auxiliar de los museos etnológicos de Bremen, Basilea y Leipzig a partir de 1898, Leo Frobenius realizó numerosas expediciones al África: de 1904 a 1906 al Congo, de 1907 a 1909 al Sudán occidental, de 1910 a 1912al Sudán central, en 1910 y 1912-1914 a los territorios del Atlas, de 1914 a 1915 al mar Rojo, en 1926 al desierto de Nubia y en 1928-1929 al África meridional.
Profesor de Antropología en la Universidad de Francfort en 1925, fundó en esta ciudad los Archivos Africanos, que darían lugar al Instituto de Investigaciones para la Morfología de la Cultura. Una de sus “grandes contribuciones a la antropología alemana, fue acuñar el término Kulturkreis, además, estimuló la “escuela morfológica”.
Frobenius sostuvo en sus estudios su concepto de la civilización como realidad autónoma que evoluciona según leyes propias y se manifiesta inicialmente en forma "intuitiva", como en el mundo de la infancia; luego bajo un aspecto "ideal", como en la adolescencia, y, por fin, de acuerdo con una forma práctica y mecánica, propia del mundo de la madurez, que desemboca en la ancianidad, equivalente a un regreso a lo inorgánico. De todas maneras, Frobenius insiste en la independencia que esta concepción orgánica revela respecto de un mero proceso biológico.
Frobenius empieza concretando su aportación personal en esta esfera, y recuerda que él ha sido el fundador de la "teoría científica de las culturas". Según él:
Obras
- África habló 1913
- Atlantis 1921-1928.
- Las sociedades secretas de África Hamburgo, 1894.
- La cultura de África Occidental. Petermann Mitteilungen 43/44, 1897/98.
- Historia de la II Guerra Mundial Hannover, 1903.
- Entre los etíopes sin mancha Berlín, 1913.
- Paideuma München, 1921.
- Documentos Kulturphysiognomik. Desde el ámbito cultural de la península Berlín, 1923.
- Erythräa. Los países y las épocas de San regicidio Berlín, 1931.
- Historia de la Cultura de África Zurich, 1933
Fuentes
- ArtículoLeo Viktor Frobenius. Disponible en ¨biografiasyvidas.com¨ Consultado el 14 de septiembre del 2014.
- ArtículoLeo Viktor Frobenius. Disponible en ¨elantropologoysusobras.blogspot.com¨ Consultado el 14 de septiembre del 2014.
- ArtículoLeo Viktor Frobenius. Disponible en ¨anthropotopia.blogspot.com¨ Consultado el 14 de septiembre del 2014.
