Reparto Rolando Monterrey (Moa)

Arquitectura del reparto Rolando Monterrey
Información sobre la plantilla
Concepto:En el año 1958 se inició la construcción del reparto residencial y para ello se seleccionó un terreno sobre la única elevación aislada ubicada entre la fábrica y el mar, lugar menos perjudicado por los vientos para percibir las emisiones de la planta niquelífera.

La existencia de níquel en Cuba es reconocida desde finales del siglo XIX y ya desde esa fecha es reconocido también el interés norteamericano por su explotación.  ElReparto Rolando Monterrey, antiguo Reparto Town Site nace en el año 1958 como necesidad del desarrollo de la región niquerífera de Nicaro.

Inicios

A inicios de la pasada centuria se comenzaron las investigaciones en el territorio oriental de la isla en busca de riquezas minerales. A raíz de los hallazgos encontrados se realiza en la década del 40 la construcción de la planta de níquel de Nicaro en el municipio holguinero de Mayarí. El níquel extraído de la industria de Nicaro fue aprovechado por Estados Unidos durante los años de la Segunda Guerra Mundial y luego de un período de decadencia al terminar la contienda bélica reanudó en la década del cincuenta sus producciones como consecuencia de la guerra fría y el ascendente armamentismo yanqui.

A los Estados Unidos le atraía especialmente las producciones del mineral cubano por sus utilidades en la industria armamentista y por la resistencia del mismo a extremas temperaturas, presión, oxidación y otras aplicaciones. A partir de los primeros años de la década del 50, con el crecimiento poblacional de la comunidad de Moa por el desarrollo minero para la extracción del níquel y cobalto se produce en la arquitectura un proceso de colonización empresarial por parte de la compañía norteamericana.

De 1954 a 1958 se produce un nuevo crecimiento poblacional en Moa pero esta vez se incrementa notablemente el número de habitantes y las viviendas en el propio poblado de Moa debido a la compañía minera Freeport Sulphur, aumenta el número de sus trabajadores. A los ingenieros y técnicos norteamericanos se les sumó la afluencia de personas, a la región minera de Moa, de diferentes zonas del país en busca de trabajo. Se hizo necesario entonces la construcción de un reparto residencial para obreros y profesionales y su familia que laborarían en la Moa Bay Mining Company.

Historia

La república neocolonial desde sus inicios asumió modelos norteamericanos alejándose de la arquitectura colonial que había imperado por cuatro siglos en la isla. La transición del dominio español a los nuevos gobiernos de turno trajo aparejado el reemplazo de los códigos adquiridos. Los dirigentes y dictadores cubanos erigieron símbolos ficticios en búsqueda de una inmortalización constructiva. La autenticidad arquitectónica y urbanística colonial, auténticamente criolla, que reflejaba elementos de identidad nacional y cultura nacional, quedó reemplazada por estéticas extranjeras copiadas e impuestas en la isla.

En la década del 50 en Cuba, debido a la influencia de Estados Unidos en todas las esferas socioeconómicas del país, se comenzaron a copiar modelos racionalistas imperantes en la década anterior y que aun prevalecía. El 4to Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), celebrado en 1934, estuvo dedicado a la ciudad funcional. Allí se elaboró un documento básico del urbanismo moderno: La Carta de Atenas, donde quedaron plasmados los intereses arquitectónicos y urbanísticos del sistema capitalista racionalistas. La Carta de Atenas expresa una concepción de la ciudad coherente con los intereses del sistema capitalista. En ella quedó implícito que una vez mejorado el estándar habitacional de los obreros, se debe encontrar el equilibrio social y cada uno cumplir con la función que le ha sido asignada de antemano: el obrero, trabajar en la fábrica, compartir su vida familiar y gozar de algunas alegrías esenciales en su tiempo libre.

Algo Más

Con los códigos urbanísticos racionalistas se abandona por completo el eclecticismo que imperaban en las construcciones cubanas de los primeros años del pasado siglo, desaparece la decoración ornamental y a través de la utilización de formas geométricas postuladas por el movimiento se establecieron las pautas esenciales del racionalismo.

En el racionalismo la técnica se une a la tecnología en las construcciones para hacer más cómoda la vida. Interesante es además, la identificación de la edificación con su entorno natural. El estilo abogaba por un espacio verde alrededor de las obras arquitectónicas para integrar la vivienda y el reparto en su conjunto a la naturaleza, tanto por sus formas constructivas como por los materiales empleados. Este movimiento arquitectónico no aspiró limitarse a la construcción de edificios aislados sino que además pretendía, en una mucha más amplia concepción, una ciudad como centro urbano, mercado y lugar de habitación. Propuso distribuir la urbe en espacios funcionales, pero armonizados racionalmente.

Inicio de la construcción

Siguiendo estos postulados se planteó la construcción del Reparto Town Site. Las condiciones económicas y tecnológicas ejercieron un papel crucial en el trazado urbanístico y la construcción de viviendas. Se implantó el manejo de nuevos materiales constructivos en la región como el hormigón armado y el acero. Los componentes arquitectónicos se llevaron tal y como proclamaba el racionalismo, a sus formas más simples y elementales implementando en las construcciones del nuevo reparto un canon o tipo repetitivo.

En el año 1958 se inició la construcción del reparto residencial y para ello se seleccionó un terreno sobre la única elevación aislada ubicada entre la fábrica y el mar, lugar menos perjudicado por los vientos para percibir las emisiones de la planta niquelífera. La propaganda capitalista de la época pregonaba los beneficios del Town Site a través de promociones impresas.

Las viviendas fueron construidas con bloques de hormigón igual que el resto de las construcciones del reparto que contaría inicialmente con un centro comercial con tienda mixta; dos centros escolares primarios, uno con 10 aulas para los niños residentes en el reparto y una escuela con varias clases para niños norteamericanos. Un hospital, dos centros recreativos también diferenciados para cubanos y norteamericanos, tres albergues para técnicos norteamericanos y cubanos, y un cine. Las calles contarían con asfaltado y alumbrado público. Alguna de estas obras no se terminaron de ejecutar por la compañía norteamericana gracias al triunfo de la Revolución cubana que provocó el abandono de las instalaciones por parte de los trabajadores e inversionistas extranjeros.

Las viviendas

Las viviendas a construir en el Town Site a pesar de lo homogenización geométrica por la que abogaba el racionalismo evidenció pequeñas diferencias en los tres modelos o tipos de residencias. Como era habitual en aquella sociedad, las dimensiones y demás facilidades de las viviendas se entregaban de acuerdo con la categoría ocupacional. Sin embargo estas diferencias eran mínimas y se patentizaron sobre todo en espacios interiores, amplitudes y números de salas y habitaciones. Por lo demás, los materiales, la altura de la vivienda y la fisonomía se mantuvo de manera similar. Dicha semejanza, evidente en la creación de las obras racionalistas, que intenta homogenizar las clases sociales, revela al anhelo de la burguesía para aliviar las disyuntivas y diferencias de clases mediante la similitud en el tema de la vivienda.

Esto es solo apariencia en el nuevo reparto que se pretende construir porque en el resto de los poblados de la región donde vivían obreros de menos prestigio y clase social y que también laborarían en la empresa niquelera en puestos mas humildes utilizaron para sus hogares desde el zinc al guano, con paredes de costaneras, sin utilizar jamás el cemento o el ladrillo. Así comenzó la construcción de las 270 viviendas que se habían pensando, los centros recreativos y las vías de circulación tal como postulaban los modelos racionalistas.

Características generales de las viviendas

Las viviendas fueron construidas a semejanza de los modelos de repartos residenciales de clase media en Estados Unidos. Las características generales de la distribución espacial de los domicilios y su aspecto exterior fueron:

  • Sala-comedor amplia
  • Tres ó cuatro cuartos según el modelo de vivienda
  • Baño
  • Cocina
  • Patio
  • Portal
  • Techos bajos
  • Jardines exteriores

Además se logró la vinculación del jardín con el interior de la vivienda al concebirlos de manera que rodeara la casa y se tuviera acceso continuo a ellos a través de los ventanales que fueron siempre confeccionados de cristales y aluminios Miami. Los materiales a utilizar fueron el cemento, el fibrocemento y las cubiertas de hormigón. Los pisos fueron confeccionados de baldosas de diversos colores entre los que predominaron el negro, el blanco, el amarillo y el rosa, para todas las habitaciones de las viviendas, excepto el portal que no las llevaba. El portal de las viviendas se encuentra sostenido por columnas distribuidas según el modelo de la construcción. Las estancias debían contar todas con servicios de electricidad y de agua potable y se preveía además instalarles el servicio telefónico.

Tipos y modelos de viviendas

  • Tipo 300. Tres Modelos. Estas moradas serían otorgadas a obreros y técnicos cubanos.
  • Tipo 200. Cinco Modelos. Residencias para ingenieros cubanos y norteamericanos.
  • Tipo 100. Modelos. Viviendas destinadas a altos funcionarios que laborarían en la Moa Bay Mining Company.

Las máximas personalidades de la industria tendrían su residencia en el sitio conocido hoy como La Vigía en las viviendas mayores y con más número de comodidades.

Centros encontrados en este reparto

Centros educacionales

Centros de salud

Centros recreativos y otros.

Fuente

  • Oramas, Joaquín: Piedras hirvientes. La minería en Cuba. Editora política, La Habana, 1990.
  • Rallo, Joaquín y Roberto Segre: Introducción histórica a las estructuras territoriales y urbanas de Cuba 1519-1959. Facultad de Arquitectura. ISPJAE. 1978.
  • Revista Mobaco, número I. año I septiembre 1959.
  • Segre, Roberto: Arquitectura y Urbanismo modernos. Capitalismo y Socialismo. Editorial Arte y Literatura, Ciudad de la Habana, 1988.
  • Velazco Mir, Pablo: Efemérides Territoriales. (inédito) Moa. Septiembre 1999.
  • Vera Yeste, Ángel: Introducción a los yacimientos de Níquel cubanos. Editorial Orbe, Ciudad de la Habana, 1979.