Guillermo Barreto

Plantilla:Personaje artístico

 Guillermo Barreto. Percusionista. La Habana, 11 de agosto de 1929-14 de diciembre de 1991.


Vida

Las primeras clases de música las recibió de su padre. El piano lo estudió durante tres años: 1943-1946, con el maestro Rafael Ortega. Años después diría Barreto: «...no imagino a un buen percusionista ajeno al piano. Hay una enorme ligazón entre este instrumento y la batería. Trabajan juntos, con el bajo. En la actualidad, ese conocimiento me ayuda mucho en los arreglos. Y siempre lo toco un poco. Quizás soy un pianista frustrado». Sobre sus cualidades como percusionista expuso Armando Romeu: «En la percusión no todo se estudia en los libros. Y él tiene un oído musical privilegiado. [...].
Es un lector de particella excelente y entiende cualquier cosa, a primera vista. Hace más de cincuenta años que dirijo orquestas y no resulta fácil hallar un percusionista de su talla [...]. Uno de sus mayores valores está en la estabilidad rítmica. Como sabe trabajar con orquestas grandes, respalda por completo la sección de metales. Por ejemplo, en los arreglos de jazz por lo general las trompetas están agudas y si detrás no tiene un baterista capaz de respaldarlas, con la misma fuerza, surge un desbalance. Eso no sucede con Barreto [...].»
«Mi instrumento preferido —dijo Barreto— es el drum. Es emocionante, carismático. Sin embargo, en el mundo me conocen más como timbalero.» Primero aprendió el drum; en los años 40 tocó batería en la orquesta de Tropicana que entonces dirigía Armando Romeu. Más tarde trabajó en la orquesta de Sans-Souci, al frente de la cual estaba Rafael Ortega. En 1957 entró en la orquesta de Bebo Valdés que actuaba en el Sevilla Biltmore.
«Compré mis primeras pailas en 1952, luego de ver a la orquesta de Xavier Cugat. Allí me entusiasmé con ese instrumento. Por supuesto, desde joven me desenvolvía bastante con los bongoes, la tumbadora, las maracas, el güiro [...]. En las producciones de Tropicana, a veces necesitaban un tímpani para las fanfarrias y lo tocaba. El timbal llegó en los años setenta. Sólo por esa fecha perfeccioné el timbal danzonero [...]. La lógica hace pensar que el orden sería contrario, o sea, el timbal, las pailas y la batería. Pero nunca integré charangas [...], los timbales, como el tres, son instrumentos que deben mucho a la imaginación de cada ejecutante. No todo está escrito [...].»
Sergio Vitier aseveró que «Barreto tiene una “pegada” fuerte, un sonido potente. A este se le suma una intuición peculiar. Es meticuloso con el estado físico de su instrumento, con el cuidado de las baquetas. Sus ataques en los bordes son precisos [...]. Para mí, es un exquisito de la sonoridad [...].»
Sobre la importancia del percusionista como acompañante, especificaría Barreto: «Nunca me han interesado los solos. Me gusta trabajar con grupos. Soy un percusionista acompañante y lo disfruto ofreciéndole una base al solista, para que se sienta bien. A eso los norteamericanos le llaman “mantener el tiempo”. Evito “tirar palos por gusto” [...]. Uno no puede cubrir, con un supuesto virtuosismo en la percusión, a un cantante u otro instrumento solista. Uno de los aportes fundamentales de la percusión reside en el respeto a la melodía [...]. Hay que tocar con garbo. Saber manejar una medida de decibeles, para no molestar con nuestra interpretación [...].»
Barreto trabajó en Radio Lavín, Cadena Habana y Mil Diez, con las orquestas de Obdulio Morales, Mariano Mercerón, Generoso Jiménez y Roberto Valdés Arnau. En Tropicana y Sans-Souci actuó junto a Nat King Cole, Lucho Gatica, Johnny Richards, Stan Getz, Tito Puente, Tommy Dorsey y Billo Frómeta; sustituyó en una ocasión al percusionista Buddy Rich, de la orquesta de Tommy Dorsey. Con la Orquesta Sinfónica Nacional fungió como solista en las obras Dos conceptos del tiempo, de Leo Brouwer, y en Ad libitum, de Sergio Vitier, bailada por Alicia Alonso y Antonio Gades. Además, formó parte de los grupos Los Amigos, de Frank Emilio, y ORU, dirigido por Sergio Vitier.

Bibliografía


Mayra A. Martínez. «Barreto, percusionista de sonido único». Revolución y Cultura (La Habana) (2): 40-43; febrero de 1989.


Fuente

Radamés Giro. Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009.