Tracción vertebral
| ||||||
Tracción vertebral. Método terapéutico que se basa, en la tracción o estiramiento de la raquis, generalmente dirigido a un segmento de este. Está incluido dentro de los métodos de tratamiento conservador de la enfermedad vertebral.
Sumario
- 1 Fundamentos biofísicos de la tracción vertebral
- 2 Efectos biológicos de la tracción vertebral
- 3 Indicaciones para la aplicación de tracción vertebral
- 4 Contraindicaciones para la aplicación de tracción vertebral
- 5 Metodología y técnicas de aplicación de la tracción vertebral
- 6 Precauciones y efectos adversos de la tracción vertebral
- 7 Consideraciones especiales de la tracción vertebral
- 8 Enlaces externos
- 9 Fuentes
Fundamentos biofísicos de la tracción vertebral
El efecto de tracción vertebral en un cuerpo depende de múltiples factores. Dentro de los más importantes se encuentran la dirección y la magnitud de la fuerza, el tiempo que dura el proceso de tracción y la distancia entre el punto de aplicación y el sitio de acción. También se debe tener en cuenta que, cuando una fuerza de tracción se aplica a una estructura irregular, el estiramiento máximo ocurrirá en el área más débil: por ejemplo, el cuello es mucho más débil que el tronco. La tracción actúa de manera pasiva y activa. Pasiva a través del reposo, al eliminar la carga excesiva. De manera activa, a través de la descompresión positiva del segmento vertebral. Así se tiene que una sección de tracción de corta duración puede ser tan beneficiosa como un reposo de 3 días. O sea, la tracción va a facilitar la descompresión de las estructuras, así como la flexibilidad de elementos para garantizar la amplitud del moviemiento. Sus efectos son muy limitados si constituye la única medida terapéutica a emplear, pero si se aplica incorporada dentro de un grupo de rehabilitación integral, entonces será de gran utilidad para acelerar la recuperación.
Efectos biológicos de la tracción vertebral
Cuando se realiza cumpliendo todos los requerimientos que establece su metodología, un tratamiento de tracción vertebral produce varios efectos al nivel del raquis, en particular el resultado más significativo es el efecto mecánico directo en las estructuras involucradas. En general se han planteado los efectos siguientes:
- Aumenta el espacio intervertebral, por separación de cuerpos vertebrales de alrededor de 1 o 2 mm y de facetas articulares, con la expansión de foramen intervertebral. La separación de facetas articulares produce alivio instantáneo de los síntomas irritativos en caso de compresiones recientes: además, evita los fenómenos degenerativos y mejora la nutrición del cartílago.
- Reducción de la presión intradiscal.
- Elongación de músculos paravertebrales.
- Distensión de ligamentos intervertebrales.
- estiramiento y relajación muscular. Se ha podido corroborar como desciende la actividad electromiográfica del músculo erector espinal.
- Incremento de la circulación segmentaria.
- La tracción estimula el mecanismo de la llamada ley de Wolf, que se activa fisiológicamente ante la carga compresiva o la carga por distracción de un hueso; en ambos casos la respuesta metabólica es osteoblástica y contribuye a fortalecer al tejido óseo.
- Acción mecánica y progresiva sobre las curvaturas del raquis.
Indicaciones para la aplicación de tracción vertebral
El efecto de vivir bajo reglas sociales , la velocidad que impone la vida moderna, las normas laborales de estancias prolongadas de pie, la realización de esfuerzos físicos, las estancias prolongadas sentado, el uso creciente de la computación, el fenómeno de la navegación en red, la tendencia creciente a viajar en vehículos y a caminar cada vez menos, los hábitos higiénicos dietéticos que llevan al sobrepeso, la competencia de múltiples tareas con las limitadas 24h del día, la falta de tiempo para hacer algún tipo de ejercicio, que lleva al sedentarismo. Todas estas situaciones de la vida diaria tienen como denominador común dos factores. Primero, aumento de la presión en el interior del disco intervertebral. Segundo, predisponen a restricciones de la movilidad segmentaria y en última instancia, a limitaciones del funcionamiento de la columna vertebral como órgano único. La tracción vertebral es un método controvertido en el ámbito de la ortopedia y la rehabilitación en general. Si bien se manifiesta que los efectos pueden ser temporales y asociados al tiempo y a la intensidad de la tracción, se puede afirmar que es un valiso complemento para el manejo integral de la enfermedad vertebral degenerativa. Este proceder esta indicado para los siguientes casos:
- Discopatía degenerativa: en este caso la tracción puede ser útil para lograr una apertura del foramen, en dependencia de los parámetros que se utilicen.
- Está indicada en los casos de hernia del núcleo pulposo. La fuerza de la tracción es capaz de devolver la protrusión a su sitio original.
- Se aplica en los fenómenos degerativos, como artrosis.
- Esta indicada también en casos de desarreglo intervertebral menor, en el síndrome de hipomovilidad facetaria, en los casos de irritación de raíces nerviosas por compromiso del agujero intervertebral, escoliocis antálgicas.
Contraindicaciones para la aplicación de tracción vertebral
Como contraindicaciones absolutas se tienen las siguientes:
- Pacientes con maracada insuficiencia ligamentaria o con inestabilidad del segmento, e hipermovilidad.
- Presencia de artritis reumatoide.
- Síndrome de Down o síndrome de Marfán.
- Traumatismos recientes o la emergencia de un dolor severo.
- insuficiencia vertebrobacilar.
- Presencia de tumores en el área o metastasis.
- Osteopenia y la osteoporosis.
- Infecciones vertebrales.
- Embarazo.
- Pacientes incapaces de conservar un estado de relajación.
Metodología y técnicas de aplicación de la tracción vertebral
Tipos de tracción vertebral
- Tracción vertebral electromecánica o mecánica continua. Se caracteriza por mantener la tracción inicial durante toda la sesión de tratamiento, puede durar desde minutos hasta horas. Se puede aplicar a través de aditamentos con determinados pesos (mecánica) o con la ayuda de aparatos electromecánicos (motorizada); es importante que durante la sesión, la tensión sea mantenida. Es muy útil cuando el objetivo sea el estiramiento de las partes blandas y la relajación muscular.
- Tracción vertebral motorizada intermitente. Se realiza con un equipo que aplica y retira la tracción por intervalos previamente definidos. Tiene un efecto más gentil que la tracción continua y debe utilizarse, en el caso de la tracción intermitente lumbar, la posibilidad de camilla con piso móvil para eliminar la fuerza de fricción. Es muy útil para lograr la separación de las estructuras óseas.
- Tracción vertebral manual. Es ejecutada normalmente por un profesional. Se aplica durante algunos segundos con intervalos cortos de pausa; tiene carácter diagnóstico, porque permite detectar fenómenos anatomofisiológicos en la zona, evalúa la condición del paciente, tiene carácter terapéutico específico porque permite aplicar solo la fuerza necesaria, por el tiempo necesario y en la dirección adecuada. En esta es importante ganarse la confianza del paciente, no se deben realizar movimientos bruscos que puedan aumentar los síntomas o provocarle estrés al paciente. Por todos estos elementos, la tracción manual se utiliza como test de tolerancia, y se vincula frecuentemente a maniobras de masaje y manipulaciones
- Tracción postural. Se utilizan varias posiciones de inicio, almohadas, soportes, bloques, saquitos de arena, etc. Se obtiene una tracción de tipo longitudinal, se utiliza fundamentalmente cuando hay curvaturas laterales. Por tanto, tiene efectos sobre un solo lado de la columna. Autotracción. Es la aplicación de un sistema de poleas para que el paciente desencadene la tracción. El propio paciente regula todos los parámetros, define la fuerza, el tiempo, etc.Tracción gravitacional. Se aplica al inmovilizar con aditamentos especiales, la parte caudal del cuerpo, generalmente los pies del paciente. Luego es colocado sobre un plano inclinado que llega a los 90º de inclinación. En ese momento, la fuerza de gravedad ejerce tracción sobre la parte libre del cuerpo. De modo que la columna cervical es traccionada por una fuerza equivalente solo al peso de la cabeza, mientras que la columna lumbar es traccionada por una fuerza equivalente al peso de la mitad del cuerpo. Este tipo de tracción requiere de esfuerzo por parte del paciente y se recomienda solo en pacientes controlados, compensados y motivados con el tratamiento. Hay que monitorear la tensión arterial (TA), mientras el paciente está en tracción invertida; si se produce un incremento de la presión diastólica de 20 mm Hg, por encima de la toma inicial, es necesario detener la sesión.Tracción subacuática. Ha sido popularizada en los últimos años. Se trata de la utilización de flotadores especiales para fijar al paciente a nivel occipito mandibular y que flote en el agua. Luego se agrega peso progresivamente a través de un cinto con distintas plomadas, aprovecha el efecto relajador de una temperatura de 36,5 a 38 ºC, además del efecto degravitador y mecánico del agua. Produce además, relajación muscular, disminución significativa de la tensión intradiscal, disminuye la compresión radicular y mejora la circulación sanguínea de la zona.
Precauciones y efectos adversos de la tracción vertebral
Al aplicar tracción vertebral es importante tener en cuenta que:
- Es imprescindible comprobar el óptimo funcionamiento del equipo. Se debe verificar las poleas y las correas, sean metálicas o sintéticas, ya que tienden a deshilacharse con el sobreuso. Si durante el proceder terapéutico se parte una cuerda, entonces el paciente recibirá un tironeamiento brusco del segmento, que puede empeorar el cuadro clínico. Todo debe estar bien lubricado y revisado, incluso las correderas del "piso móvil" de la camilla de tratamiento.
- Uno de los efectos adversos de la tracción vertebral cervical es el daño que puede producir a nivel de la articulación temporomandibular, por impactación del maxilar inferior sobre el superior. Hay que estar muy alerta con los pacientes que tienen marcada irritación de la articulación temporomandibular. Es preferible utilizar una metodología a expensas de la tracción suboccipital.
- En el caso de pacientes con prótesis dental, y que serán sometidos a tracción vertebral del segmento cervical, es necesario poner una capa suave de gasa entre los dientes, o quitar la prótesis y aplicar una capa espesa de gasa entre los arcos dentales.
- Debe prestarse la atención especial a pacientes que muestran un alivio de dolor inmediato, después de la primera aplicación de la tracción. Para la segunda intervención debe ser reevaluado el caso.
- Pacientes que muestran vértigo y náusea, después de la primera aplicación. Es posible que en el ángulo de tracción se haya afectado alguno de los centros neurovegetativos que radican a nivel del cuello. Es importante reevaluarlo antes de una segunda aplicación.
Consideraciones especiales de la tracción vertebral
Consideraciones generales
- Comenzar el ciclo por debajo del peso previsto, luego aumentar cargas.
- Tanto la carga como la descarga deben ser graduales.
- Lograr una buena fijación antes de comenzar la sesión.
- Garantizar comodidad.
- Obtener relajación.
- El paciente debe estar confiado y seguro.
- En general, se supone que son suficientes unos 15 min de aplicación de la tracción. Es importante que esta cifra sea ajustada a cada paciente y a los objetivos de cada técnica.
Consideraciones específicas tracción cervical:
- Carga. Judovich y Jackson fijan los límites de efectividad para la tracción cervical entre 11 y 20 kg, por su parte Daugherty y Erhard coinciden en una efectividad significativa con más de 4 kg, Rainer, con estudios en cadáveres, demostró daño estructural de los elementos que conforman la columna vertebral, solo cuando la carga excedió los 54 kg. En general, los límites de aplicación para columna cervical están entre 4 y 20 kg.18 A pesar de que existe un buen margen de seguridad, la experiencia demuestra que no pasa de 10 ó 12 kg, porque generalmente se producen molestias y se utiliza más con el límite del 10 % del peso corporal. Siempre se hace la primera sesión, con menos de la mitad del peso que le corresponde al paciente, se evalúa la tolerancia y se incrementa el peso progresivamente.
- Ángulo de tracción. Colachis y Strohm proponen, para tener una mayor efectividad a nivel de columna cervical alta o primera unidad funcional (occipital-atlas-axis), un ángulo de tracción de 0°. Si se pretende una mayor influencia en el resto de los segmentos, entonces se propone (Snidero) un ángulo de 25 ó 30º de flexión.
- Mentonera. Esta debe quedar en posición correcta, se debe evitar siempre la hiperextensión y proteger la articulación temporo-mandibular. Se puede introducir la posibilidad de sujeción axilar.
- Carga. Cyriax y otros autores plantean los límites entre 36 y 90 kg, mientras Judovich aconseja una tracción que implique el 50 % del peso corporal como carga. En estudios de daño estructural en cadáveres, Rainier demostró rupturas de elementos con cargas de 181 kg. Harris describe daño con cargas de más de 399 kg. Generalmente, se utiliza como patrón, el 25 % del peso corporal, para lograr efectividad.
- Eliminar el coeficiente de fricción corporal. Es conocido que cuando un cuerpo yace en decúbito, se pierde ¼ del peso corporal solo en superar la fricción que se genera sobre la superficie; también se sabe que una tracción mayor que el 50 % del peso corporal, es suficiente para desplazar el cuerpo sobre la superficie. De modo que, teniendo esto en cuenta, la tracción lumbar solo sería efectiva con cargas entre el 25 y 50 % del peso corporal. En la actualidad, el equipamiento moderno tiene en cuenta esta situación y se diseñan camillas con piso móvil (el segmento de apoyo lumbar queda libre), por lo que se elimina el coeficiente de fricción.
- Posición. La tracción lumbar puede realizarse desde diferentes posiciones, la más frecuentemente utilizada es la supina. En este sentido es importante la posición de las piernas, que influye considerablemente en la relajación de la musculatura lumbar; de modo que se prefiere la posición de Williams y para esto existen los soportes que tienen los equipos. Hay que tener en cuenta el ángulo de tracción de las correas, y procurar la mayor separación de las estructuras, esto se logra cuando las correas se desplazan cerca del plano de la cama. El otro elemento que ayuda en este objetivo es la característica del aditamento de sujeción pélvica, que deben poseer las correas de tracción colocadas, donde se favorezca la tracción más adecuada (lateroposterior).
- Deslizamiento. Si no existe una buena fijación del paciente, no se puede producir de ninguna manera una tracción efectiva, en cambio, puede haber daño y empeoramiento del cuadro clínico. Por esto, es necesario:
- Los aditamentos de fijación deben quedar bien ajustados al paciente para evitar desplazamientos durante la sesión.
- Ubicar el arnés del tórax o de la pelvis, en posición de pie, ya que es mucho más fácil de controlar o de ajustar para evitar los deslizamientos.
- Los aditamentos de fijación deben ser lo suficientemente resistentes para garantizar su posición a pesar de la carga; debe haber seguridad en que no se deformarán ni se romperán durante esta.
- Deben estar provistos de un material antideslizamiento, por su revestimiento interno,para facilitar la fijación.
- Deben brindar comodidad durante la ejecución del tratamiento.
Enlaces externos
Fuentes
- Agentes Físicos Terapéuticos. Dr Jorge E Martín Cordero. Editorial Ciencias Médicas.