Emilio Núñez

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Emilio Nuñez Rodríguez
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Vice-Presidente de la República de Cuba
1917 - 1921
PresidenteMario García Menocal
PredecesorEnrique José Varona
Secretario de Agricultura, Comercio y Trabajo
1913 - 1917
PresidenteMario García Menocal
Datos Personales
NombreJuan Emilio de la Caridad Núñez Rodríguez
Nacimiento27 de diciembre de 1855
Cifuentes, Villa Clara, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de mayo de 1922
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
OcupaciónMilitar, político y médico

Juan Emilio de la Caridad Núñez Rodríguez. General de División del Ejército Libertador. Estomatólogo. Participó en las tres guerras independentistas y dirigió el Departamento de Expediciones durante la Guerra de 1895. Fue uno de los cinco generales que acompañaron al mayor general Máximo Gómez en su histórica entrada a la Ciudad de La Habana, el 24 de febrero de 1899. Durante los primeros años de la República de Cuba ocupó la presidencia de la Asociación Nacional de Veteranos del Ejército Libertador. Fue Secretario de Agricultura, Comercio y Trabajo durante el primer período de gobierno del presidente Mario García Menocal (1913-1917) y Vicepresidente de la República, en su segundo período de gobierno (1917-1921).

Síntesis biográfica

Nació el 27 de diciembre de 1855 en el ingenio San Francisco, antigua jurisdicción de Sagua la Grande, ubicado en los territorios actuales del municipio Santo Domingo en Villa Clara, Cuba. Su padre, Bernardo Núnez y Labrador, era un importante hacendado azucarero que tenía ideas separatistas, las cuales inculcó a sus hijos, de los cuales los varones: Bernardo, José Manuel, Indalecio y Emilio fueron combatientes en las filas mambisas. Cayeron como mártires de la patria Bernardo e Indalecio.[1]

Inició sus estudios primarios en el prestigiosos colegio "La Empresa" de los hermanos Antonio y Eusebio Guiteras, en Matanzas. Pasa en esta etapa por los colegios San Carlos y la Gran Antilla en La Habana, e inicia el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, para posteriormente trasladadarse definitivamente a La Habana. Allí cumple la promesa que hace a su padre de terminar el bachillerato antes de incorporarse a la lucha independentista y pocos días después, en los primeros días de julio de 1876 sale a cumplir su compromiso con la patria, con sólo 20 años de edad. “Si ese es su destino, que Dios le acompañe,” fue la expresión de don Bernardo al recibir la carta de comunicación de su hijo.[2]

Guerra de 1868

Se incorpora a la revolución el Las Villas y permanece inicialmente bajo las órdenes de Francisco Carrillo y Salomé Hernández que lo nombran por su preparación teniente ayudante. Para su gloria patriótica es designado a las tropas del General Máximo Gómez Baez que se batían heroicamente en las villas occidentales, participando en la invasión a Colón, subordinado directamente al General Henry Reeve, al que acompañó hasta la caida del valeroso caudillo en Yaguaramas el 4 de agosto de 1876. Pasó a las órdenes del entonces coronel Ricardo Céspedes hasta que este fue apresado en acción de guerra. Con grados de comandante, el joven Emilio Núñez se mantuvo activo al frente de una columna volante, compuesta por campesinos escogidos de la zona, en territorios que conocía bién de la jurisdicción de Sagua la Grande, hasta 1878 que se firmó el Pacto del Zanjón. Depuso las armas junto a Carlos Roloff y Ángel Maestre, en la finca “El Mamey”, el 18 de marzo de 1878.[3]

En la Guerra Chiquita

General de División Emilio Núñez

En octubre de 1879, cuando se acercaba la fecha prevista y comprometida para el alzamiento de la provincia Santa Clara, de la guerra que se había iniciado desde agosto en la región oriental, el Gobernador General de la Isla ordenó la detención de Emilio Núñez. Fue detenido en Sagua la Grande y remitido al Morro de La Habana acusado de conspirar. A los 19 días fue puesto en libertad, con la condición de no poder salir de la ciudad y se le dio la orden al celador de policía Pablo Recio para que lo aprehendiese y ejecutase sumariamente. Informado secretamente del destino que le asignaban las autoridades españolas logró escapar y llegar, después de compleja odisea de persecusión y vigilancia para asesinarlo, a “La Olallita”, donde los esperaba su hermano Bernardo, al frente de un grupo de hombres para levantarse en armas. Se alzó el 13 de noviembre de 1879 en San Diego de Nigua (actual San Diego del Valle), Sagua la Grande, cumpliendo el compromiso pactado con la Junta Revolucionaria de New York. Con grado de comandante libró los combates de los ingenios “Santa María” y “Conyedo”. También tuvo acciones en Malpaez, Lomas de Amaro, “Viana”, camino de Pajón, Los Abreu, Antón Díaz, San Gil, Siguanea, Finca “Azotea de Mora”, ingenio de Pola, El Gato, Pozo Viejo y “Los Hondones”. El 23 de diciembre de 1879 el Comité Revolucionario Cubano de Nueva York le remite el nombramiento de Coronel del Ejército Libertador.

Ya fracasada la guerra, se resistió a deponer las armas y se mantuvo en la manigua, con unos cien hombres. La bizarría de Núñez y la impotencia de sus enemigos, fracasados en su caza, los motivó a intentar con mezquinas formas de eliminación. Infiltrados dos hombres en sus huestes, el cabo Rojas y el asistente del Coronel español Aguilera, tenían como objetivo su envenenamiento, pero fueron descubiertos por el capitán Braulio Peña y fusilados. Días después el soldado del 68, Florentino Rojas, recientemente incorporado, declaró que le habían encargado el asesinato del coronel mambí.

Agotados los recursos sin éxitos para la eliminación de Núñez y conociendo las autoridades españolas que el ideal independentista permanecía encendido en el pueblo cubano; y que postergar la lucha era un riesgo innecesario, decidieron por la persuasión. Entre finales de septiembre y principios de octubre de 1880, se comisionó, escogido por los españoles, a Ricardo Rodríguez Otero, tío materno del coronel Núñez, para llevar las proposiciones de paz a su sobrino. Este puso como condición que sólo depondría las armas a petición del Comité Revolucionario Cubano, radicado en el extranjero.[4]

Carta de José Martí

Veinte días, aproximadamente, tardó la carta de los ciudadanos José Martí, Francisco Lamadrid y Cirilo Puble, miembros directores de la Junta Revolucionaria, con fecha 13 de octubre de 1880, y en la que se le sugiere:

[…] Me pide Vd. un consejo —y yo no rehúyo la responsabilidad que en dárselo me quepa, creo que es estéril —para Vd. y para nuestra tierra— la permanencia de Vd. y sus compañeros en el campo de batalla […]

[…]—me preparaba a ro­garles que ahorrasen sus vidas, absolutamente inútiles hoy para la patria, en cuyo honor se ofrecen […].

[…] Nuestra misma honra y nuestra causa misma exigen que abandonemos el campo de la lucha armada […]

[…] yo le aconsejo, como revolucionario y como hombre que admira y envidia su energía y como cariñoso amigo, que no permanezca inútilmente en un campo de batalla al que aquellos a quienes Vd. hoy defiende, son impotentes para hacer llegar a Vd. auxilios. […]

[…] Esto dicho, ¿qué podré decirle yo de la manera con que lo lleve Vd. a cabo? De ser Vd. solo el que combate, yo le diría que buscase medios de salir de la Isla; pero Vd. no ha de querer dejar abandonados a los que, tan bravamente le acompañan. Duro es decirlo, y toda la hiel del alma se me sube a los labios al decirlo, pero si es necesario, estéril como es la lucha; indigno hoy, porque es indigno el país de sus últimos soldados, deponga Vd. las armas.

No las depone Vd. ante España, sino ante la fortuna. No se rinde Vd. al gobierno enemigo, sino a la suerte enemiga. No deja Vd. de ser honrado; el último de los vencidos será Vd. el primero entre los honrados. [5]

Con la autorización del Comité Revolucionario Cubano las autoridades españolas prepararon la salida del teniente coronel Emilio Núñez por Isabela de Sagua, ocurrida el 3 de diciembre de 1880. Allí, el patriota hizo gala de su dignidad al negarse a aceptar diez mil pesos enviados por el Capitán General Blanco, para sus gastos en el exilio, enviándole una comunicación con su comisionado que le aclaraba que era joven y fuerte: creía poder luchar por la vida en cualquier país, pero que agradecía la atención, porque entendía que el general Blanco no había pretendido humillarlo, ya que estaba, a bordo de un buque extranjero y dispuesto a abandonar el país.

En la Emigración

Muy dura fue la vida de exiliado, en Estados Unidos, México y Santo Domingo. Se estableció en Filadelfia y estudió Cirugía Dental, doctorándose en la Universidad de Pennsylvania.

A finales de febrero de 1884 se enroló como marinero en una goleta norteamericana para arribar al puerto de Isabela de Sagua. Fue denunciado y capturado. Su apresamiento generó en Rodrigo, el levantamiento de Víctor Duran, el 14 de marzo, que culminó en una masacre contra los sublevados. Por gestiones familiares, Emilio quedó en libertad después de 9 meses de encierro y regresó a Estados Unidos.

Fue colaborador cercano de José Martí desde 1885 y estableció fuertes lazos de amistad con destacadas figuras como Máximo Gómez. Estuvo entre los miembros fundadores del Partido Revolucionario Cubano. Participó en la organización del plan “Fernandina” y fue designado para recuperar los restos de la fracasada expedición.

Viajó en dos ocasiones en 1894 a Cuba en función de la organización de la Guerra Necesaria.

Frente a las expediciones en la Guerra de 1895

Al comenzar la contienda del 95 recibió la misión de permanecer en Estados Unidos como elemento aglutinador de los emigrados cubanos. Comenzó a colaborar en la organización de expediciones armadas hacia Cuba hasta que se creó el Departamento de Expediciones que dirigió exitosamente hasta 1898.

La primera expedición que puso en costas cubanas fue la del vapor “León”, en agosto de 1895, le siguieron la de los vapores “Laurada”, “La Horsa”, “Comodor”, “Bermudas”, ‘’Three Friends”, “Dauntles”, “Somer Smith”, ““Florida” y “Fanita”, entre otras, que pusieron a prueba su capacidad organizativa y pericia militar. En total condujo personalmente como jefe del Departamento de Expediciones, más de 20 expediciones sin haber fracasado en ninguna. Por el servicio prestado en estas funciones y sus resultados fue ascendido a General de División.[6]

En la Primera Ocupación Militar Norteamericana.

Como delegado a la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana, por el Cuarto Cuerpo, votó en contra de la destitución de Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador el 9 de marzo de 1899. Formó parte de la Junta Consultiva creada por Gómez para gestionar el licenciamiento del Ejército Libertador, la cual sesionó del 24 de abril al 27 de mayo de 1899, en la “Quinta de los Molinos”, en la ciudad de La Habana. Se licenció del Ejército Libertador el 15 de julio de 1899.

El 27 de octubre de 1899, el gobierno interventor militar norteamericano lo designó para ocupar el cargo de Gobernador de la provincia de La Habana. El 5 de noviembre de 1900 fue electo representante a la Asamblea Constituyente por esa provincia.

En la República Neocolonial

En las primeras elecciones de la República resultó elegido para el mismo cargo de Gobernador de La Habana, en el cual se mantuvo hasta el 8 de abril de 1908.

El 22 de octubre de 1911 ocupó la presidencia de la Asociación Nacional de Veteranos del Ejército Libertador. Fue Secretario de Agricultura, Comercio y Trabajo durante el primer período de gobierno del presidente Mario García Menocal (1913-1917) y lo acompañó, como Vicepresidente de la República, en su segundo período de gobierno (1917-1921).[7]

Muerte

Murió en la Ciudad de La Habana, Cuba el 5 de mayo de 1922.[8]

Referencias

  1. Informe aprobado por la Academia de la Historia de Cuba: “San Francisco” cuna del general Núñez. Imprenta “El siglo XX”, La Habana, 1954.
  2. Vázquez Rodríguez, Benigno (1958): Precursores y Fundadores. Editorial LEX, La Habana, 1958.
  3. Colectivo de autores (2014): Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898). Tomo I. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana.
  4. Fabero Rodríguez, Wirson y Aguila Vega, Carlos Alberto: El coronel Emilio Núñez Rodríguez y la Guerra Chiquita en Sagua la Grande. Ediciones Santiago, Santiago de Cuba, 2024
  5. Martí, José (1991): Obras Completas. Volumen 1. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
  6. Rodríguez Altunaga, Rafael (1958): El General Emilio Núñez. La Habana, 1958.
  7. Suárez Vera,Luis (1915): General Emilio Núñez. Su historia revolucionaria y su actuación en la vida pública. La Habana, 1915.
  8. Colectivo de autores (2014): Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898). Tomo I. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana

Fuentes

  • Colectivo de autores (2014): Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898). Tomo I. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana.
  • Informe aprobado por la Academia de la Historia de Cuba: “San Francisco” cuna del general Núñez. Imprenta “El siglo XX”, La Habana, 1954.
  • Fabero Rodríguez,Wirson y Aguila Vega, Carlos Alberto: El coronel Emilio Núñez Rodríguez y la Guerra Chiquita en Sagua la Grande. Ediciones Santiago, Santiago de Cuba, 2024
  • Martí, José (1991): Obras Completas. Volumen 1. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
  • Rodríguez Altunaga, Rafael (1958): El General Emilio Núñez. La Habana, 1958.
  • Suárez Vera,Luis (1915): General Emilio Núñez. Su historia revolucionaria y su actuación en la vida pública. La Habana, 1915.
  • Vázquez Rodríguez, Benigno (1958): Precursores y Fundadores. Editorial LEX, La Habana, 1958.