Lev Davidovich Landau
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Lev Davidovich Landau. Uno de los eminentes físicos del Siglo XX. Fue acreedor en su país natal del premio Lenin por el afán de desarrollar en la Unión Soviética la Física. Fue condecorado con el titulo de héroe del trabajo socialista. Recibió el Premio Nobel por su descubrimiento de la superfluidez del helio, trabajo que resuelve incalculables problemas prácticos.
Síntesis biográfica
De padre ingeniero y madre médica, pronto se le encaminó hacia la ciencia. Estudió en las universidades de Bakú (1922-1924) y Leningrado (1924-1927). En [[1929], tras una breve estancia en Gotinga y Leipzig, se trasladó a Copenhague para trabajar en el Instituto de Física Teórica dirigido por Niels Bohr, del que siempre se consideró discípulo.
De vuelta en la URSS, fue enviado a Járkov para dirigir el complejo de instalaciones científicas recién creadas en el lugar, y que respondían a la intención de las autoridades soviéticas de convertirlo en el nuevo centro de investigaciones físico teóricas del país.
En colaboración con E. M. Lifchitz, escribió una serie de monografías editadas en siete volúmenes, y que fueron publicadas en 1938 bajo el título de Curso de física teórica. En respuesta al requerimiento del físico experimental Piotr Kapitsa, especializado en el estudio de las bajas temperaturas, se trasladó a Moscú para dirigir el departamento de teoría del Instituto de Problemas de la Física. En él, Landau desarrolló una teoría para explicar las propiedades, descubiertas por Kapitsa, de superfluidos y superconductividad del helio II, estado del helio líquido por debajo de los 2,2 ºK.
Muerte
En 1962 sufrió un accidente automovilístico. Las secuelas de éste con el tiempo lo condujeron a la muerte el 1 de abril de 1968 en Moscú.
Premios
Por este trabajo fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1962. Ese mismo año sufrió un accidente de circulación del cual ya no se recuperaría. Las aportaciones de Landau abarcaron prácticamente todos los campos de la física: desde la de bajas temperaturas hasta la nuclear, de la del estado de plasma a la de los rayos cósmicos.
Además del Premio Nobel, recibió a lo largo de su vida muchos otros galardones, entre los que cabe destacar:
- el título de Héroe del Trabajo
- el Premio Lenin, en la Unión Soviética
- miembro asociado por la Royal Society de Londres
- miembro asociado de la academia de Países Bajos
- miembro asociado de la academia de Dinamarca
- miembro asociado de la academia de Estados Unidos.
Curiosa anécdota
Corría el año 1930 y se trataba de una conferencia de la Sociedad Alemana de Física celebrada en Leipzig. Después de que el presidente de la asociación elogiara profundamente a Einstein por su gran discurso ante el estruendo de los aplausos, preguntó si alguien del público tenía alguna pregunta. Durante unos instantes, el silencio recorrió la sala. ¿Quién se atrevería a cuestionar a Einstein, uno de los físicos más respetados del mundo?
Una voz juvenil surgió de la última fila de la sala en un alemán entrecortado, escupiendo palabras que mantuvieron al público embelesado:
repitió sin miedo.
Todas las cabezas se volvieron por reflejo hacia esta voz audaz y desafiante que sumergió a todos en la incredulidad, incapaces de contener su irreprimible asombro en el envolvente vacío. Mientras se esforzaban por respirar bajo este extraño mar de desconcierto, preguntándose quién podría ser, Einstein estaba profundamente perdido en el escrutinio de su dicha ecuación errónea en la pizarra, casi paralizado por la nueva revelación, excepto por su mano, que se rascaba mecánicamente el bigote.
Al cabo de lo que parecieron unos 60 segundos, Einstein se dio la vuelta, admitiendo su error, y luego dijo:
Aquel día, en aquel preciso momento, el destino arrancó de la oscuridad a aquel intrépido joven de 22 años y lo convirtió en el físico teórico más destacado de la Unión Soviética, posiblemente uno de los mayores genios de todos los tiempos que jamás hayan iluminado el rocoso planeta Tierra. Ese, ese fue Lev Davidovich Landau.
Del mismo modo, ese día, Albert Einstein demostró el tipo de humildad no adulterada que el conocimiento genuino confiere a cualquier recipiente que lo albergue. La verdadera educación es humilde, no al revés.
Véase también
Fuentes
- Biografía de Landau, Lev Davidovich. Disponible en: http://www.biografica.info/biografia-de-landau-lev-davidovich-1405
- Lev Landau. Disponible en: http://enciclopedia.us.es/index.php/Lev_Landau
- Biografia de Landau, Lev Davidovich. Disponible en:http://www.escolar.com/biografias/l/landau.htm
- Fuente: «El ABC de la ciencia», de Giuseppe Mussardo, 2020, Springer.

