Una pelea cubana contra los demonios
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Una pelea cubana contra los demonios. Largometraje de ficción (130 minutos, b/n) producido por el ICAIC en 1971. Dirigido por Tomás Gutiérrez Alea. Filme inspirado en la obra homónima del antropólogo cubano Fernando Ortiz, basado en hechos reales.
Sinopsis
Región de Remedios, Siglo XVII. Los demonios se desatan cuando un cura, respondiendo a sus intereses, pretende que la comunidad se traslade de lugar. La cruzada oscurantista provoca la muerte y la destrucción.
Ficha Técnica
- Año: 1971
- Duración: 130 min
- Formato: 35 mm
- Guión: Tomás Gutiérrez Alea con la colaboración de José Triana, Vicente Revuelta, Miguel Barnet
- Dirección: Tomás Gutiérrez Alea
- Asistentes de Dirección: Fernando Pérez, Lázaro Gómez, Jesús Gregorio
- Producción General: Camilo Vives
- Dirección de Fotografía:Mario García Joya
- Operador de cámara: José López, Julio Valdés
- Montaje o Edición: Nelson Rodríguez
- Música Original: Leo Brouwer
- Sonido: Germinal Hernández
- Escenografía: Vittorio Garatti, Pedro García Espinosa, Roberto Larrabure
- Vestuario: Jesús Ruiz
- Asesores: Eusebio Leal, Rogelio Martínez Furé
Intérpretes
Otros intérpretes:Armando Bianchi
Ada Nocetti
Elio Mesa
Luis Alberto García
Donato Figueiral
Armando Suárez del Villar
Blas Rivero
Oscar Hurtado
Vicente Revuelta
José L. Posada
Edgardo Carulla
Miguel Carazú
Carlos Ruiz de la Tejera.
Valoración crítica
“Entre dos coordenadas artísticas se mueve Una pelea cubana contra los demonios: Madre Juana de los Angeles, de Kawalerowicz y Dios y el Diablo en la Tierra del Sol, de Glauber Rocha. Ambos constituyen un punto de partida, nada más que eso. Tomás Gutiérrez Alea pone creatividad propia, ingente y fértil a su filme. Lo cuaja como obra. Lo adscribe, con sumario carácter, a la mejor cinematografía cubana y latinoamericana. El filme no concede, por tanto, es más valioso. Exige de los espectadores pensamiento, definición y atención suprema. Su coherencia interior recaba respuestas a las muchas interrogantes que plantea. Algunas pueden quizás no aceptarse, pero Gutiérrez Alea las defiende con vehemencia. No es un filme de tanteos, es un filme de hechos.”
Diario Granma, La Habana, 27 de marzo de 1972.

