Alba de Céspedes

Alba de Céspedes Bertini
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Escritora europea de gran prestigio, muy identificada con Cuba y con la patria de su abuelo Carlos Manuel de Céspedes.
NombreAlba de Céspedes Bertini
Nacimiento11 de marzo de 1911
Roma, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento14 de noviembre de 1997
París,Bandera de Francia Francia
NacionalidadItaliana
CiudadaníaItaliana
OcupaciónEscritora
PadresLaura Bertini y Carlos Manuel de Céspedes y Quesada.
FamiliaresCarlos Manuel de Céspedes (abuelo)
Obras destacadasNadie vuelve atrás,La notte, Io, suo padre. Antes y después, El remordimiento, La muñeca y En la oscuridad de la noche
PremiosOrden Félix Varela

Alba de Céspedes Bertini.. Escritora destacada del novecientos literario europeo, nacida en Roma pero muy identificada con Cuba, a la que consideraba su Patria. Le gustaba visitar Bayamo, la cuna de su abuelo Carlos Manuel de Céspedes, donde donó valiosos recuerdos familiares.

Síntesis biográfica

Nació el 11 de marzo de 1911 en Roma; su madre, la italiana Laura Bertini; el padre, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada.

Los libros fueron para Alba amigos incomparables que alimentaron su vocación por las letras. Su sólida formación cultural y esa mirada observadora que le permitía escudriñar en las pasiones humanas, abonaron el territorio de su singular y apreciada carrera literaria.

De la vida extrajo experiencias sustanciales y en ocasiones dolorosas como la guerra. El calado psicológico de sus personajes, sobre todo, los femeninos, denotan que más allá del acto creativo, del ejercicio poético, había en esta escritora una mujer que sufrió en carne propia situaciones adversas: el divorcio, la enfermedad de la madre que enloquece, lo oscuro de la cárcel…Realidad y ficción confluyen en novelas y cuentos articulados en diferentes sucesos, en problemáticas del individuo y la sociedad.

En el prólogo de la primera edición cubana de Nadie vuelve atrás, Graziella Pogolotti, apunta: Escrita en tiempos de cólera callada, eludiendo la censura fascista, Nadie vuelve atrás asume una tradición feminista lúcidamente. Palpita en su obra el espíritu emancipatorio heredado por vías secretas de su abuelo Carlos Manuel, fundador de la patria.

Aunque inmersa en el fascinante mundo de las letras, el quehacer de Alba se proyectó en el cine, el teatro, el periodismo y la televisión. En 1918 aparece su primer poema La notte. En 1935 es detenida varios días y acusada de antifascista. Da conocer un volumen breve: Io, suo padre.

Por 1943, conduce en Radio Bari el programa Italia lucha, donde usa el seudónimo de Clorinda; posteriormente, dirige la revista Mercurio. Intelectual comprometida con la reconstrucción de la Italia liberada se expresó en un periodismo ágil y muy personal tanto en la radio como en la televisión. Sus colaboraciones aparecieron en Giornale d Italia, Il Messaggero, Il Tempo…

Los críticos alababan en ella su refinado ejercicio en la escritura, su libertad al no estar vinculada con ninguna escuela, la conquista de un estilo, esa divina gracia que siempre la caracterizó a la hora de contar.

Entre sus otras novelas figuran El mejor de los esposos, Cuaderno prohibido, escrita en forma de diario; Antes y después, El remordimiento, La muñeca y En la oscuridad de la noche.

Publicó las colecciones de cuentos Concerto, Fuga, Invitación a cenar y otros. Sus poemarios son Prigionie, inspirado en la madre, Chansons des filles de mai, que en la traducción al italiano tituló Le ragazze di maggio.

La escritora que afirmó «No sé imaginar mi vida sin la escritura», la que privilegió la poesía, puso su acento en el tema de la mujer: la vio desde su soledad, en las pasiones del amor, en sus luchas y rebeldías…

Alba de Céspedes, una de las personalidades más destacadas del novecientos literario europeo, falleció en su casa de París el 14 de noviembre de 1997.

Itinerario de una escritora

Las estaciones literarias de Alba de Céspedes tienen tres lugares muy especiales: Roma, lugar de nacimiento y de forja intelectual; París, donde continúa su trabajo y «Cuba su patria» como dijo, pues estaba muy identificada con la tierra de sus antepasados. En Con gran amor, al referirse al abuelo Carlos Manuel de Céspedes, anota:

«Lo miraba en los ojos, grises como los míos. Aquí estoy, le decía sin palabras. Empezó entonces el mudo coloquio, ahora que conocía todo de él, desaparecido en el abismo del pasado ( …) Desconocido por ambos el porvenir, pero ya conocida la relación indisoluble que (…) nos unía .Te di la libertad».

La estampa de Cuba volvía en un manojo de recuerdos: el país de origen del abuelo, del padre, el lugar de grandes epopeyas por la independencia; paisaje acariciado en la luminosidad de la mirada, tan lejano y, a la vez, íntimo. Siempre la Isla estuvo en sus pensamientos y el anhelo de salvar esas memorias se volcó en una novela que tiene mucho de autobiografía. Viaje a las raíces y al tiempo nuevo. Páginas con el aroma de la vida, visión de una época llena de acontecimientos, de profundas reflexiones personales en una obra que la muerte dejó trunca.

Su novela Romanzo cubano, —inconclusa, y cuyo título en español iba a ser Con grande amor―, estaba pensada como su autobiografía, y en la que ―según la estudiosa Stephanía Ghirardello― consigue “un efecto de continuidad temporal entre acontecimientos históricos y biográficos de Carlos Manuel de Céspedes y Castillo, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, y Fidel Castro, que de hecho cierra la amplia representación histórica vinculada a la escritura de Con gran amor”.

Durante sus visitas a Cuba tejió redes de amistad y, principalmente, con la heroína Celia Sánchez, a quien admiró por su sensibilidad y humanismo.

El Consejo de Estado de la República de Cuba le otorgó la orden Félix Varela.

Fuentes