Arquímides Colina Antunez
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Arquímides Colina Antúnez. Revolucionario cubano destacado en las luchas por la definitiva independencia. Integró las filas del Movimiento 26 de Julio, murió en combate contra las fuerzas de dictadura de Fulgencio Batista.
Síntesis biográfica
Nació el 6 de febrero de 1935 en el Central Mabay,Bayamo, en la actual provincia de Granma. Las primeras letras las aprendió en una escuelita pública del propio ingenio. Sus estudios primarios los continuó más tarde en un colegio de la ciudad de Manzanillo. Por falta de recursos, su familia no pudo mantenerlo en aquel internado y se trasladó a estudiar a Bayamo.
Labor revolucionaria
En 1949 se establecieron en La Habana y el muchacho consiguió una beca en una escuela rural de Bauta, donde se graduó de maestro agrícola con excelentes notas. Concluidos esos estudios, Arquímides quiso matricular en la universidad capitalina para cursar la carrera de ingeniero agrónomo, pero la falta de medios económicos le impidió materializar este anhelo.
Retornó al Central Mabay, donde entró en contacto con la difícil situación en que trabajaban y vivían los obreros y campesino de la zona. Allí Arquímedes se dedicó al tiro de caña y a otras tareas de transporte comercial. Más tarde realizó diversas labores como trabajador en una fábrica de pienso, como mecánico etc.
A finales de 1956, comenzó a conspirar contra la tiranía, recogió armas para los revolucionarios que operaban en el llano y muy pronto integró las filas del Movimiento 26 de Julio. Al desatarse la represión gubernamental en Mabay después de la fracasada huelga del 9 de abril, Arquímides partió a la Sierra Maestra.
A principios de septiembre de 1958, el contingente al cual pertenecía, formó parte, por decisión de Fidel, de un pelotón de la recién creada Columna 10 René Ramos Latour, del Tercer Frente Mario Muñoz Monroy. El bautismo de fuego de la columna fue una acción que tuvo lugar en el puerto de Moya, entre El Cobre y Charco Mono.
Última etapa y muerte
El 3 de octubre de 1958, Arquímides Colina y otros compañeros que viajaban con él en un camión con el propósito de realizar una acción, fueron sorprendidos por un helicóptero de la tiranía. Él cubrió la retirada de sus compañeros y se enfrentó valientemente a los tripulantes del helicóptero, a uno de los cuales logró herir. Puesto sobre aviso el ejército batistiano que se encontraba por la zona, el joven fue rodeado. En esta situación, Arquímides, haciendo derroche de heroísmo y de decisión de lucha, fue capaz de resistir durante dos horas, y en ese tiempo, a pesar de encontrase herido, le causó varias bajas al enemigo.
La última bala la destinó a sí mismo. Contaba al morir con sólo 23 años. El lugar de su caída se conoce por Pinalito y está situado en el camino viejo del Cobre. El cadáver de Arquímides fue atado con un alambre de púas al capó de un yipi del ejército, y en estas condiciones fue exhibido por la calles de Santiago de Cuba, para que sirviera de escarmiento a la población. Pero esta, lejos de amedrentarse, salía de sus casas para gritarles "!Asesinos!" a quienes profanaban así el cuerpo sin vida de un joven que lo había entregado todo por la libertad de su patria. Arquímides Colina es un alto ejemplo de la rebeldía y el espíritu de combate de la juventud cubana.
Fuentes
- Revista "El militante Comunista" agosto de 1985.
