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A la vez, se instaló un sistema de chequeo que seguía al dictador Batista desde que salía del cuartel de Columbia (hoy Ciudad Libertad) hasta Palacio (hoy [[Museo de la Revolución]]). La primera posta estaba en 42 y 31 (hoy municipio de [[Playa_(Municipio)|Playa]]); la segunda, en Malecón y Línea; la tercera, casi llegando a Prado, en una casa con teléfono que recibía las noticias de su paso por 42 y diariamente cronometraba el tiempo invertido en el recorrido.
 
A la vez, se instaló un sistema de chequeo que seguía al dictador Batista desde que salía del cuartel de Columbia (hoy Ciudad Libertad) hasta Palacio (hoy [[Museo de la Revolución]]). La primera posta estaba en 42 y 31 (hoy municipio de [[Playa_(Municipio)|Playa]]); la segunda, en Malecón y Línea; la tercera, casi llegando a Prado, en una casa con teléfono que recibía las noticias de su paso por 42 y diariamente cronometraba el tiempo invertido en el recorrido.
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[[Tony Castell]] fue designado en uno de los dos apartamentos como responsable de la disciplina interna. Fue necesario tomar una serie de medidas, entre ellas hablar bajito, fumar uno solo, no ir seguido al baño. Estaban en un edificio de apartamentos y el ruido podía levantar sospechas.
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A José Antonio lo habían ubicado en un sótano en 19 entre B y C, también en el Vedado. El [[José Assef Yara |Moro Assef]], quien compartió dicha vivienda con él, rememoraría años más tarde: {{Sistema:Cita|"El asma no lo dejaba conciliar el sueño. El frío en aquel sótano era mortal para él. Poseíamos una sola cama. Él siempre quería cedérmela y yo, que él la cogiera. Acabamos por dormir en el suelo, porque él no la cogía y yo, mucho menos".}}
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El [[12 de marzo]], Batista regresó a Palacio a las seis de la tarde. Se decidió esperar al día siguiente. A las 11 de la mañana del día 13, se precisó que permanecía en Palacio. {{Sistema:Cita|"Sin perder un minuto de tiempo –asevera Faure Chomón–, dimos la orden de estar listos para iniciar la marcha sobre Palacio."}}
 
== La toma de Radio Reloj  ==
 
== La toma de Radio Reloj  ==
 
La planta del "tic tac", llamada asi porque constantemente emite dicho sonido cada segundo, mientras sus locutores leen noticias, era una emisora pirateada por diversas cadenas nacionales, y en cuanto se divulgara el hecho, los demás medios de prensa copiarían la noticia.  
 
La planta del "tic tac", llamada asi porque constantemente emite dicho sonido cada segundo, mientras sus locutores leen noticias, era una emisora pirateada por diversas cadenas nacionales, y en cuanto se divulgara el hecho, los demás medios de prensa copiarían la noticia.  

Revisión del 17:28 9 dic 2015

Asalto al Palacio Presidencial
Información sobre la plantilla
260px
Fecha:13 de marzo de 1957
Lugar:La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Descripción:
Asalto al Palacio Presidencial y toma de Radio Reloj
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
José Antonio Echeverría
Ejecutores o responsables del hecho:
José Antonio Echeverría y miembros del Directorio Revolucionario.
Organizaciones involucradas:
DR

Asalto al Palacio Presidencial. Acción armada ocurrida el 13 de marzo de 1957, en La Habana, Cuba. Fue llevada a cabo por jóvenes del Directorio Revolucionario. El propósito de los asaltantes era desconcertar al régimen con el ajusticiamiento del dictador Fulgencio Batista, entregar las armas de la guarnición al pueblo convocado por medio de Radio Reloj y tomar otros puntos de la ciudad como el Cuartel Maestre de la Policía -ocupar su fuerte arsenal- y así sucesivamente otras estaciones policíacas y cuarteles hasta dominar la capital.

Breve reseña

El Directorio Revolucionario se propuso realizar una acción que decapitara a la tiranía de Fulgencio Batista, que en ese entonces imperaba en Cuba y que tenía ensangrentado al país. El secretario general de esa agrupación, José Antonio Echeverría, organizó la acción, que seguía la estrategia de "golpear arriba".

El propósito de ajusticiar a Batista estuvo correlacionado con la ocupación de la emisora Radio Reloj, la toma de la Universidad de La Habana, la irrupción en cuarteles y el cierre de las comunicaciones. Mediante esta acción en la ciudad, los jóvenes cooperaban con los guerrilleros que combatían en la Sierra Maestra.

Los 50 jóvenes que entraron al antiguo Palacio Presidencial se desplazaron hacia el inmueble en dos automóviles y una furgoneta de la empresa Fast Delivery, donde iba el grueso de los combatientes. Ya en el interior del edificio, estos asumieron diversas misiones. Los que subieron al segundo piso en busca del dictador comprobaron que este había huido por una escalera interna, anexa a su oficina.

Los combates dentro del Palacio fueron violentos; se hizo más fuerte la resistencia de la guarnición, muchos jóvenes murieron, y a otros se les agotaron las municiones. Se decide retroceder, para pedir refuerzos y continuar posteriormente el ataque, pero la operación de apoyo no funcionó. Fidel Castro ha calificado el asalto al Palacio Presidencial del 13 de marzo de 1957 como "una operación bien organizada, un acto de extraordinaria audacia y valentía, en el que también hubo fallos e imponderables".

Cumplir un compromiso

"No fuimos originales en la idea de atacar el Palacio Presidencial. Esa idea formaba parte del arsenal táctico de la Revolución y era una idea magnífica, que había obsesionado a más de una generación. En la segunda tiranía batistiana (1952-1958), los viejos revolucionarios que habían empezado a conspirar contra el dictador tuvieron ese proyecto, pero no lo ejecutaron pese a que disponían de muchos armamentos y recursos... Nosotros lo hicimos de verdad, con José Antonio de jefe, y eso fue lo original. Atacar Palacio era un compromiso de la juventud cubana con la nación."

A finales de agosto de 1956, José Antonio, en nombre de la FEU, había suscrito con Fidel la Carta de México, "verdadera declaración de guerra de la juventud cubana contra la tiranía", en opinión de Faure:
"Nosotros teníamos una concepción de la vía armada, la lucha de calle, que no era la que iba a desarrollar Fidel, la guerra de guerrillas. Y él nos unió: en todos nuestros encuentros nos dijo que todas las tácticas son necesarias, hablamos de nuestras coincidencias en cuestiones estratégicas: lucha armada a muerte contra la tiranía (...)"

Cuando Fidel le anunció a José Antonio, mediante telegrama, la salida de la expedición del Granma, muy poco pudo hacer el DR para apoyar el desembarco.
"No contábamos con los hombres y las armas suficientes capaces de llevar a efecto un hecho de gran envergadura en La Habana",
afirmaba el combatiente José Assef, El Moro.
"Para nosotros era impensable que Fidel llegara y no hiciéramos nada, nos reunimos varias veces y discutimos mucho, fuertemente",
asegura Julio García Oliveras, segundo de Faure en la Jefatura de Acción. Otro combatiente, Pepe Wanguemert, sostenía la tesis de formar grupos y hacer ataques sorpresivos. García Oliveras proponía atrincherarse en la Universidad. José Antonio se opuso a ambas ideas:
"Asumo esta responsabilidad, pues nosotros no podemos dar un paso que signifique la inmolación de un grupo de compañeros en un plan sin posibilidades de ningún tipo".

La posterior incorporación de Eduardo García Lavandero y Evelio Prieto al DR, depositarios de las armas de los politiqueros auténticos, acrecentó el arsenal de la organización.
"Con los compañeros presos que estaban en la cárcel del Príncipe –afirma Faure–, captamos a Daniel Martín Labrandero, comandante republicano en la Guerra Civil Española, a quien queríamos como asesor del ya proyectado asalto a Palacio. Quisimos rescatarlo de la prisión, pero murió en la fuga. Eso acercó mucho a Carlos Gutiérrez, amigo de Daniel, a nosotros. Carlos era experto en acciones de comando."

Junto con Carlos Gutiérrez, también ingresó al DR, Menelao Mora, veterano combatiente de la Revolución del 33.

La Casa de los Tres Quilos

El plan militar contemplaba que un comando de 50 hombres, bajo la jefatura de Carlos Gutiérrez, asaltaría al Palacio Presidencial; otro comando, de más de cien hombres, protagonizaría la operación de apoyo, en la que serían tomados los edificios que rodean el Palacio y en sus azoteas emplazarían ametralladoras calibre 30 para barrer con su fuego la azotea de la madriguera del dictador; un tercer comando tomaría Radio Reloj para difundir la noticia de la muerte de Batista y arengar al pueblo.

Para evitar que, de haber filtración por alguna conversación, el régimen se percatara de lo que el DR tramaba, se acordó llamar en clave a Palacio "La Casa de los Tres Quilos", en alusión a una tienda de la época, muy popular por sus mercancías a bajo precio.

A la vez, se instaló un sistema de chequeo que seguía al dictador Batista desde que salía del cuartel de Columbia (hoy Ciudad Libertad) hasta Palacio (hoy Museo de la Revolución). La primera posta estaba en 42 y 31 (hoy municipio de Playa); la segunda, en Malecón y Línea; la tercera, casi llegando a Prado, en una casa con teléfono que recibía las noticias de su paso por 42 y diariamente cronometraba el tiempo invertido en el recorrido.

Acuartelamiento

"Había que alquilar urgentemente casas para acuartelar los hombres del comando de asalto y nos encontrábamos sin dinero. Resolvimos el problema al proponerle a Carlos un apartamento que tenía el Directorio Revolucionario en un edificio estratégicamente situado en calle 21 entre 22 y 24, en el Vedado... Tuvimos que alquilar un departamento más en aquel lugar tan ideal, pero el dinero no acababa de aparecer y entonces Armando Pérez Pintó, en un gesto de total desprendimiento, nos entregó su sueldo de ese mes".
Faure Chomón

Tony Castell fue designado en uno de los dos apartamentos como responsable de la disciplina interna. Fue necesario tomar una serie de medidas, entre ellas hablar bajito, fumar uno solo, no ir seguido al baño. Estaban en un edificio de apartamentos y el ruido podía levantar sospechas.

A José Antonio lo habían ubicado en un sótano en 19 entre B y C, también en el Vedado. El Moro Assef, quien compartió dicha vivienda con él, rememoraría años más tarde:
"El asma no lo dejaba conciliar el sueño. El frío en aquel sótano era mortal para él. Poseíamos una sola cama. Él siempre quería cedérmela y yo, que él la cogiera. Acabamos por dormir en el suelo, porque él no la cogía y yo, mucho menos".
El 12 de marzo, Batista regresó a Palacio a las seis de la tarde. Se decidió esperar al día siguiente. A las 11 de la mañana del día 13, se precisó que permanecía en Palacio.
"Sin perder un minuto de tiempo –asevera Faure Chomón–, dimos la orden de estar listos para iniciar la marcha sobre Palacio."

La toma de Radio Reloj

La planta del "tic tac", llamada asi porque constantemente emite dicho sonido cada segundo, mientras sus locutores leen noticias, era una emisora pirateada por diversas cadenas nacionales, y en cuanto se divulgara el hecho, los demás medios de prensa copiarían la noticia.

A las tres y veintiuno de la tarde del 13 de marzo de 1957 llegó José Antonio a la cabina de Radio Reloj y entregó a los locutores varios despachos, donde se informaba del ataque al Palacio Presidencial y de un supuesto parte emitido por oficiales y clases que habrían tomado el mando del Ejército, luego de destituir a altos jefes y oficiales del tirano Batista.

Al final de este boletín, uno de los locutores anunció que el líder de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) daría a conocer una alocución al pueblo de Cuba. Inmediatamente, José Antonio inició una apasionada arenga que aún hoy emociona a los cubanos, donde anunció la caída del tirano (algo que debió haber ocurrido según los planes)...La alocución quedó cortada cuando el líder estudiantil repetía sus palabras, en el momento en que un empleado encargado de las transmisiones, en otro lugar, sacó del aire la emisora. Cuando al dirigente estudiantil le informaron que estaban fuera del aire, en su retirada, realizó unos disparos sobre el máster de la CMQ.

En la loma de Caracas ese 13 de marzo, Fidel Castro se encontraba en la falda de la Sierra Maestra. Los guerrilleros siempre llevaban a cuestas algún radio, para estar al tanto de lo que ocurría en el país.

Trascendencia

En el acto por los 40 años del asalto al Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, Fidel recordó que entre las tres y treinta y cuatro de la tarde de ese día escucharon la señal de Radio Reloj.
Ese tic-tic, o toc-toc, o tac-tac, no sabíamos definirlo bien —y no se escuchaba otra cosa. Yo les dije a los compañeros: Algo extraordinario tiene que estar ocurriendo en La Habana. Y esperamos hasta que al fin empezaron a aparecer las noticias del asalto a Palacio.

El 13 de marzo de 1957 quedó en la historia cubana como el día en que por unos segundos casi es ajusticiado el tirano Fulgencio Batista por un grupo de estudiantes, en su propia oficina.

Importancia histórica

A pesar de no haber logrado su objetivo, la acción del 13 de marzo de 1957 tiene una gran importancia histórica, pues conmocionó la conciencia popular y acrecentó el repudio al régimen tiránico.

Fuentes