Combate de Alegría de Pío (1956)

Combate de Alegría de Pío
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Primer combate de los expedicionarios del Granma
Fecha:5 de diciembrede1956
Lugar:Alegría de PíoBandera de Cuba Cuba
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Fidel Castro Ruz
Organizaciones involucradas:
Ejército Rebelde y Ejército Nacional de la República de Cuba

Combate de Alegría de Pío. Primer combate del incipiente Ejército Rebelde, formado por los expedicionarios del Granma en Alegría de Pío, lugar de la provincia de Oriente, actualmente esta en la provincia Granma, municipio de Niquero, sito cerca de Cabo Cruz, donde fueron sorprendidos el día 5 de diciembre de 1956 por las tropas de la dictadura de Fulgencio Batista los 82 expedicionarios. En medio de la confusión los combatientes, divididos en varios grupos, lograron escapar y se internaron en los montes cercanos. Poco después el cañaveral era pasto de las llamas.

En los días que siguieron se desató una feroz persecución en la cual el ejército de Batista capturó y asesinó a otros combatientes.

El Combate

La presencia del yate expedicionario había sido denunciada, y fuertes contingentes de tropas de la tiranía se movilizaban hacia la región, en tanto que aviones de guerra sobrevolaban continuamente en busca de indicios de la columna rebelde.

En esas condiciones, en la mañana del 5 de diciembre de 1956, los los 82 expedicionarios del Granma acamparon a la orilla de un cañaveral, en un lugar conocido como Alegría de Pío, preparándose para descansar del extenuante recorrido desde los mangles cenagosos de playa Las Coloradas, y esperar la noche.

Poco después del mediodía se escucharon los primeros disparos, generalizándose de inmediato un cerrado tiroteo. Los expedicionarios habían sido sorprendidos por el enemigo, y bajo el intenso fuego, se dispersaron. En medio de la confusión y la balacera fueron inútiles todos los intentos por reagruparlos.

Los bisoños combatientes no habían valorado la importancia de los vuelos de aviones y avionetas del Ejército que empezaban a rondar en las cercanías. Algunos grupos de los revolucionarios tranquilamente cortaban y comían cañas sin importarles ser vistos por los pilotos del régimen que andaban en su busca desde el mismo momento del desembarco. Localizados con exactitud, las fuerzas del régimen iniciaron con gran rapidez un cerco a su alrededor y, cuando más tranquilamente se encontraban los expedicionarios, fueron objeto de un fuerte ataque por parte de las tropas enemigas, creándose una fuerte confusión y una total dispersión de las fuerzas del naciente Ejército Rebelde.

El fuego intenso del Ejército fue combinado con frecuentes llamadas para que los sitiados se rindieran, y en aquellos instantes se oyó la voz del capitán Juan Almeida Bosque:
"Aquí no se rinde nadie…”
seguido de una palabrota, y efectivamente ningún combatiente se rindió, lo que da una idea, en aquellos momentos de gran peligro, de la moral que tenían esos combatientes, que estaban dispuestos a ofrendar sus vidas por la libertad de Cuba.

Bajas revolucionarias

Aunque la mayor parte de la historiografía reconoce como caídos en este combate a los expedicionarios Humberto Raimundo Lamothe Coronado, Israel Cabrera Rodríguez y Oscar Rodríguez Delgado; otros estudios argumentan que los dos últimos fueron asesinados más tarde, y luego trasladados allí para presentarlos como muertos en combate.

En el encuentro muchos otros revolucionarios fueron heridos, los cuales dieron muestras de gran heroísmo, pues de una forma u otra continuaron en la lucha. No obstante, los días que sucedieron a esta acción armada se tornaron sumamente trágicos, pues los sicarios de la tiranía lograron hacer 16 prisioneros y de inmediato los asesinaron. El parte de guerra los hizo aparecer a todos como muertos en combate. Así sería la tónica en los sucesivos tiempos de la guerra.

En medio de aquella confusión la mayoría de los revolucionarios divididos en varios grupos logró escapar e internarse en montes cercanos.

Fuente