Combate de Arroyo del Infierno (1957)

Combate de Arroyo del Infierno
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Combate llevado a cabo por el Ejército Rebelde y el Ejército Batistiano en la Zona de La Sierra Maestra el del día 22 de enero del 1958
Fecha:22 de enero de 1958
Lugar:Arroyo del Infierno,Santiago de Cuba
Consecuencias:
Victoria del Ejército Rebelde.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Fidel Castro, Che,Camilo Cinfuego y otros miembros del Ejército Rebelde
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército Rebelde



Combate de Arroyo del Infierno, Fidel calculaba que el ejército iría en búsqueda de ellos y que más o menos lo localizaría, decidió preparar en esta región la emboscada que serviría para atrapar algunos soldados enemigos. Consecuentemente con ello distribuyó la gente.

Antecedentes

El Arroyo del Infierno es un pequeño riachuelo de escaso recorrido que desemboca en el río Palma Mocha. A sus márgenes alejándose del río Palma Mocha y subiendo por las laderas de las lomas que lo bordean se llega a un abra circular en el monte, allí se levantaban dos pequeños bohíos, donde la pequeña columna guerrillera llegó el día 17 de enero por la tarde e hizo allí un campamento en esa zona.

Preparativos para el combate

El día 19 de enero por la mañana al encontrarse el Che conjuntamente con Fidel y otros revisando las tropas ocurrió un accidente. El Che había llevado como trofeo de la lucha en La Plata, un casco completo de cabo del Ejército Batistiano y lo portaba, pero al ir a inspeccionar las tropas lo hicieron por pleno monte y la vanguardia los oyó que venía desde lejos y vio el grupo encabezado por uno que llevaba casco, afortunadamente en ese momento se estaban limpiando las armas y solamente funcionaba el fusil de Camilo Cienfuegos, que disparó sobre ellos, aunque inmediatamente comprendió su error, el primer disparo no dio en el blanco y el fusil automático se trabó impidiéndole seguir disparando. Este hecho demuestra el estado de tensión que tenían todos, esperando como una liberación el combate. En la madrugada del día 22 de enero se oyeron algunos disparos aislados por la zona del río Palma Mocha y esto los incitó a mantener todavía en mejores condiciones en sus líneas, cuidarse más y a esperar la inminente presencia de la tropa enemiga.


El Combate

Era medio día cuando observaron una figura humana en uno de los bohíos, los rebeldes pensaron en primar momento que uno de los compañeros había desobedecido la orden de acercarse a las casas, sin embargo no era así, uno de los soldados de la dictadura era el explorador del bohío, aparecieron después hasta seis y luego se fueron tres a la vista, los rebeldes pudieron observar como el soldado de guardia tras mirar a todos lados, quitó unas hierbas, se las puso en las orejas en un intento de camuflaje y se sentó tranquilamente sin expresiones en su rostro claramente visible en la mirilla telescópica.

El disparo de Fidel que abrió fuego lo fulminó y cayó para no levantarse, se generalizó el tiroteo y cayeron los dos compañeros del infortunado soldado. De pronto el Che descubrió que en el bohío cercano a sus posiciones había otro soldado que trataba de esconderse del fuego rebelde, el Che tiró a rumbo la primera vez y falló, el segundo disparo dio de lleno en el pecho del hombre que cayó dejando su fusil clavado en la tierra por la bayoneta. Cubierto por Crespo, el Che llegó a la casa donde pudo observar el cadáver quitándoles sus botas, su fusil y algunas otras pertenencias.

Después del combate. El combate fue de una heroicidad extraordinaria cada combatiente estaba por su lado, luego de haber logrado por sus partes los objetivos propuestos y salir victoriosos contra las fuerzas de Sánchez Mosqueda, habían caminado por las riberas del río La Plata y después cruzando el río Magdalena habían vuelto a la zona ya convenida por ellos en Caracas.

Alrededor del 14 de enero habían sido apresados 11 campesinos y 6 de ellos como ya se había dicho habían sido llevados a bordo del guardacostas # 3.

El día 23 de enero del próximo mes por del Teniente Julio Lament fueron arrojados al mar a varias millas de la costa, algunos atados y otros dentro de sacos, murieron ahogados o víctimas de los tiburones, con excepción de Agripino Cordero que logró mantenerse a flote durante 14 horas y nadar hasta alcanzar la orilla. A los otros 5 se les llevó por tierra hasta El Macho, siendo algunos asesinados.

De los campesinos que fueron tirados al mar y ametrallados y que eran del territorio fueron: Elpidio Mendoza Díaz Emiliano Mendoza Díaz Bartolo Mendoza Pérez Los otros dos eran de Belic


El Recuento. Al hacer el recuento constataron que habían gastado 900 balas aproximadamente y que se recuperaron 70 de una canana llena y un fusil. Se contaron 4 muertos del enemigo, aunque meses después se enteraron al detener un chivato que fueron cinco. No fue una victoria completa, pero tampoco pírrica, se habían medido de nuevo las fuerzas con el ejército en nuevas situaciones. Esto mejoró mucho el ánimo de los rebeldes y permitió que siguieran durante todo el día trepando hacia los montes más inaccesibles para escapar a la persecución de grupos mayores del ejército enemigo. Así fueron a caer al otro lado de la montaña y caminaban paralelamente a la tropa de Batista que también había huido y había cruzado las mismas cúspides de la montaña para seguir al otro lado; durante dos días las tropas rebeldes y las tropas enemigas marcharon casi juntos, sin percatarse de ello; una vez durmieron en dos bohíos separados a penas por un pequeño río La Plata y algún par de recodos entre sí. El teniente que comandaba la patrulla se llamaba Sánchez Mosqueda y su nombre se hizo famoso en la Sierra Maestrapor su depredaciones de todo tipo. Los balazos oídos por los rebeldes horas antes de la acción fueron disparados para asesinar a un pichón de haitiano que se negaba a conducir las tropas hasta el escondite de los guerrilleros. Si no hubieran cometido ese asesinato nos hubiesen encontrado a los rebeldes bien atentos.

De nuevo sobrecargados de peso llevando muchos de ellos dos fusiles; en esta situación no era muy fácil el comienzo, pero evidentemente era otro estado de ánimo el que tenían, diferente al que tenían después del desastre de Alegría de Pío. Poco días antes en La Plata habían derrotado a un grupo menor en número, atrincherados en un cuartel; ahora derrotaban una columna en marcha sorpresiva en número mayor a las fuerzas rebeldes y se puede experimentar la importancia que tiene en este tipo de guerra liquidar las vanguardias, pues sin vanguardia no puede moverse un ejército.


Fuente

  • Folleto “Historia de Guamá”. Recopilación del Partido Municipal.