Conjuntivitis catarral

Conjuntivitis catarral
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Esta Conjuntivitis se encuentra dentro de la Conjuntivitis bacteriana
Clasificación:Conjuntivitis bacteriana
Región de origen:Ojo
Región más común:Ojo
Conjuntivitis catarral

Se caracteriza por una inflamación aguda de la conjuntiva, la cual adquiere un color encendido.

Etiología

La causa de la conjuntivitis catarral se atribuye a gérmenes como: estafilococos y estreptococos; además, hay otros capaces de producirla, así como también pueden existir infecciones mixtas. El examen de extensiones teñidas por el método de Gram, durante el período de abundante secreción, así como de los cultivos, permite identificar el agente causante. Con los gérmenes aislados en los cultivos se realizan pruebas de sensibilidad a los antibióticos(antibiogramas).

Transmisión

Esta enfermedad puede ser transmitida por contacto directo a través de objetos de uso personal, microgotas ambientales o insectos portadores de los gérmenes. En Cuba existían verdaderas epidemias, sobre todo en poblados campesinos, transmitidas por una pequeña mosca conocida por el nombre de guasasa, y que con el desarrollo de las medidas higiénicas prácticamente ha desaparecido. La secreción, por lo antes expuesto, es contagiosa, especialmente en su período agudo cuando su virulencia es mayor, de aquí que la afección se presente en varios individuos de la misma casa, escuela o fábrica. En ocasiones está asociada con inflamaciones de las vías aéreas superiores: coriza, gripe, etc.; en otras, con exantemas como el sarampión, la escarlatina u otros.

Signos y síntomas

Al principio existe secreción acuosa, más tarde es mucoide y, en los casos más graves, mucupurulenta; dicha secreción en la noche , durante el sueño, se seca sobre los párpados e impide abrirlos al despertarse. El paciente manifiesta sensación de ardentia y picor referidos a los párpados; se los siente calientes, pesados y como si hubiera arena o algún cuerpo extraño debajo de ellos. Hay ligera fotofobia; cuando se depositan secreciones sobre la córnea puede existir enturbiamiento de la visión, pero desaparecen con el parpadeo o con el lavado ocular. En los casos más graves puede haber pequeñas hemorragias conjuntivales y edema intenso, el que puede llegar a la quemosis sobresaliendo la conjuntiva edematosa por los bordes de los párpados.

Diagnóstico

Es necesario realizar un examen clínico del paciente, mediante la inspección de la zona ocular, para detectar el enrojecimiento y la secreción. Debe emplearse la iluminación oblicua para determinar si existen o no opacidades corneales que nos indiquen la presencia de una queratitis, siempre acompañada de inyección del tipo ciliar, o la posibilidad de una uveítis o de un glaucoma, si observamos que las pupilas están irregulares o presentan diferencia de tamaño entre sí. La afección suele limitarse a un ojo inicialmente e invadir ambos al cabo de 2 o 3 días.

Tratamiento

La determinación e identificación del germen causante es ideal para un tratamiento exitoso, por lo que de inicio se hará un cultivo y antibiograma de la secreción conjuntival. Es correcto, mientras esperamos el resultado, aplicar colirios de sulfacetamida sódica al 20 % o de antibióticos de amplio espectro como el cloranfenicol al 0,5 % cada una hora, a ambos ojos, aunque sea uno solo el afectado. Las compresas frías de agua o de infusión de manzanilla, pueden reducir el edema y aliviar las molestias. Deben ser aplicadas durante 15 minutos tres veces al día.

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