Flora indígena del cuerpo humano

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Flora indígena del cuerpo humano
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Reino:Animalia


El feto humano en condiciones normales está libre de microorganismos y es en el momento del nacimiento que se expone a ellos. La colonización microbiana del neonato comienza con su paso a través del canal del parto, donde se expone a la flora de la vagina de la madre y continúa, después del nacimiento, con la exposición a los microorganismos del medio ambiente y de los que colonizan al personal del hospital u otros individuos que se relacionan con el recién nacido.


Introducción

El feto humano en condiciones normales está libre de microorganismos y es en el momento del nacimiento que se expone a ellos. La colonización microbiana del neonato comienza con su paso a través del canal del parto, donde se expone a la flora de la vagina de la madre y continúa, después del nacimiento, con la exposición a los microorganismos del medio ambiente y de los que colonizan al personal del hospital u otros individuos que se relacionan con el recién nacido. Esta exposición lo conduce a unos de estos tres resultados: la colonización persistente, la colonización transitoria o la interacción patógena. Después de un corto tiempo, el niño desarrolla su propia flora microbiana indígena. Esta flora indígena, también conocida como flora normal, va a experimentar cambios, en función de los cambios en el individuo como, por ejemplo: edad, tipo de alimentación, y en función del medio ambiente donde se encuentre. La flora normal del hombre está constituida, principalmente, por bacterias. Algunos hongos y protozoarios pueden encontrarse formando parte de la misma, pero en un número mucho menor y de modo habitual no se considera a los virus, porque su presencia en algunos tejidos como flora es discutible. Algunos hongos levaduriformes y muchos bacilos gramnegativos no fermentadores, que se hallan en el suelo, el agua, los productos alimenticios, son incapaces de establecerse sobre la piel o mucosas y su hallazgo en especimenes clínicos es considerado insignificante. Estos microorganismos son incapaces de competir con la población microbiana normal del cuerpo y no pueden sobrevivir sobre la superficie de la piel. Sin embargo, otros organismos son capaces de establecerse por períodos largos sobre o en el cuerpo humano y el éxito de esta interacción está dado por factores del microorganismo y del hospedero como: la humedad, el PH, los nutrientes; la adherencia a las superficies, las bacteriocinas, los fenómenos de fagocitosis, entre otros. Numerosas especies bacterianas habitan en diversas localizaciones del cuerpo humano, sin causar daño, en una relación simbiótica y pueden hasta resultar beneficiosas para el hombre; pero cuando alguna de estas especies residentes de un determinado lugar, invade otros sitios del cuerpo humano, normalmente estériles, como tejidos o fluidos corporales, pueden producir enfermedad, y en ese casos e consideran patógenos oportunistas. El traumatismo menor que se produce en una sigmoidoscopia, en la aplicación de un enema de bario o en un tacto rectal, puede inducir una bacteriemia transitoria por los microorganismos de la flora indígena del intestino y esto ocurre en aproximadamente el 10 % de este tipo de procederes.

Flora indígena de las diferentes localizaciones

Vamos a referirnos a los microorganismos que con más frecuencia se recuperan de las diferentes localizaciones, porque el hecho de la dificultad en el aislamiento de microorganismos individuales de una flora mixta, unido a los cambios en la taxonomía y los cada vez más completo de la flora microbiana de cada localización del cuerpo humano.

Piel

En la piel humana normal, el número de microorganismos generalmente es de 10³-104 microorganismos /cm², pero en áreas con características de humedad, puede ser tan alto como 10 6 microorganismos /cm². La limpieza adecuada de la piel puede reducir en un 90 % el conteo bacteriano. La mayor parte de la flora indígena de la piel se encuentra en el estrato córneo y dentro de los folículos pilosos. Los folículos pilosos y las glándulas sebáceas sirven como reservorio de un pequeño número de microorganismos, con los que remplazan los eliminados de la piel por el lavado. La flora microbiana del pelo es similar a la de la piel. Las bacterias que predominan son los Staphylococus epidermitis, especies de Micrococcus, difteroides aerobios y anaerobios. Los Staphylococcus aureus, y los estreptococos alfa y no hemolíticos, pueden encontrarse como colonización transitoria. Algunas micobacterias acidorresistentes no patógenas colonizan, ocasionalmente, áreas ricas en secesiones sebáceas como el conducto auditivo, los genitales externos y las axilas. En la piel habitan, además, levaduras del tipo de la Candida albicans. Torulopsis glabrata,Pityrosporum orbiculare y Pityrosporum ovale.

Conjuntiva

La flora microbiana de la conjuntiva normal se deriva de la flora indígena de la piel. Loa microorganismos hallados con mayor frecuencia en esta localización son los Staphylococus epidermis, difteroides y hongos saprofititos del aire.

Tracto respiratorio superior

Excepto las fosas nasales y la nasofaringe, en el tracto respiratorio superior existen mecanismos como el movimiento de los cilios, la lisozima del moco y la actividad fagocítica de los macrófagos alveolares, los cuales constituyen una defensa a la instalación de bacterias patógenas, que inhaladas por el aire o por otros mecanismos, lleguen hasta esta zona.

Cavidad oral

En esta localización existen las condiciones ambientales favorables (grado de humedad, nutrientes, pH y temperatura) para permitir la colonización por los microorganismos, pero la deglución de los microorganismos con la saliva, que luego son destruidos por el pH ácido del estómago y la descamación de las células epiteliales de la boca, constituyen elementos importantes en la remoción de microorganismos de esta cavidad.

Tracto Urogenital

Los riñones, uréteres, vejiga, uretra superior y los testículos y ovarios, están habitualmente libres de microorganismos; pero la uretra inferior, el meato, la vagina y la vulva, en el adulto, están colonizados por una gran cantidad de microorganismos. El tracto urogenital del neonato es estéril, pero en las primeras 24 horas posteriores al nacimiento resulta colonizado por una flora compuesta por difteroides, estafilococos y estreptococos no hemolíticos.

Tracto gastrointestinal

Esta es la región más colonizada del organismo. El número y tipo de microorganismos colonizantes, varía de acuerdo con las diferentes localizaciones y las características del medio El tracto gastrointestinal del neonato generalmente está estéril, con excepción de algunas pocas bacterias que pueda haber adquirido durante el parto. La colonización ocurre en las primeras 24 horas posteriores al nacimiento, y en el recién nacido alimentado sólo con leche materna, esta colonización es a expensas de Lactobacillus bifidus, y en pequeña proporción, otras bacterias como enterococos y estafilococos. Cuando se comienza a introducir otra alimentación, van a predominar en las evacuaciones Lactobacillus Acidophilus, bacilos gramnegativo, enterocos y bacilos anaerobicos como los Clostridium.

Resumen

Una gran cantidad de microorganismos se hallan colonizando la piel y mucosas del hombre sano. Estos microorganismos se establecen en determinadas localizaciones del cuerpo humano, después el nacimiento, en dependencia de factores fisiológicos como son: la temperatura, la humedad, los nutrientes y la presencia de sustancias inhibitorias de su crecimiento. Esta flora microbiana indígena varía según la localización, edad, tipo de alimentación y otros factores. Estos microorganismos se encuentran en un equilibrio, que cuando se trastorna o salen de su ubicación habitual, y son introducidos en la circulación sanguínea o los tejidos, pueden comportarse como patógenos, denominándose entonces oportunistas. Se hizo una descripción de los microorganismos que con mayor frecuencia se encuentran formando parte de la flora indígena, en las diferentes localizaciones del cuerpo humano.

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Fuente

Llop, Valdéz-Dapena y Zuazo. Microbiología y Parasitología Médicas.