Luis Estévez y Romero

Luis Estévez y Romero
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Primer Vicepresidente de la República de Cuba
Nacimiento20 de octubre de 1849
Matanzas, Cuba
Fallecimiento4 de febrero de 1909
París, Francia

Luis Gonzaga Irene Estévez y Romero. Primer vicepresidente de la República de Cuba, esposo de la benefactora de Santa Clara la ilustre Marta Abreu. Este intelectual que desde su infancia sintió gran patriotismo, fue escritor de nota, abogado eminente, patriota desinteresado, contribuyó de manera desiciva a todas las grandes y pequeñas obras realizadas por su incomparable Marta. Modesto y noble en todos sus actos, honrado, con gran pureza en su espíritu.

Síntesis biográfica

Nació en Matanzas el 20 de octubre de 1849, hijo de José Torcuato Estévez y de Luisa Romero. Su familia aunque no era muy pobre, tampoco se puede decir que fuera ni tan siquiera de clase media, y al morir el padre siendo aún adolescente Luis Estévez, la familia pasó dificultades para poder sustentarse.

Estudios

Se desconoce dónde cursó sus primeros estudios; lo que se sabe es que los de segunda enseñanza los realizó en el famoso Colegio “La Empresa” que había fundado el intelectual José Antonio Echeverría. Al graduarse de bachiller en Artes en 1866, con notas sobresalientes, se matriculó en la Universidad de la Habana, donde comenzó primero la carrera de medicina a la que renunció por la de Derecho que inició en Septiembre de 1868. En 1872 logró alcanzar el título de Bachiller en Derecho y un año después de Licenciado. En 1878 se presentó a las asignaturas para el doctorado, que concluyó el 11 de junio de ese mismo año, siendo investido, previo consentimiento del Capitán General de Cuba, como Doctor en Derecho Civil y Canónico.

Conoce a Marta

En 1868, cuando comenzó a residir en La Habana, conoció a Marta de los Ángeles Abreu y Arencibia, quien marcaría ya para siempre su personalidad. Sin embargo, varias dificultades tuvo que vencer para poder estar cerca de su amada Marta, pues los padres de ésta no lo aceptaron por no poseer bienes y porque era 4 años menor que la insigne santaclareña. Marta Abreu fue enviada por su padre Pedro Nolasco a residir en Santa Clara en casa de su tío Eduardo, quien el 16 de mayo de 1874 la condujo a la Iglesia Mayor para que contrajese sagrado matrimonio con Luis Estévez y Romero. Al año siguiente, el 12 de junio, nacía el hijo mayor de este matrimonio, a quien pusieron Pedro Nolasco de Estévez Arencibia igual que su abuelo materno, que vino a traer la armonía en la familia, después tuvieron una niña, que pusieron por nombre Cecilia y que murió a los pocos días de nacida.

En los años 80 del Siglo XIX comenzó la fecunda obra caritativa de Marta Abreu de Estévez y Arenciabia a favor de los pobres y necesitados de Santa Clara. Detrás de cada obra, casi desapercibido, está presente la figura de Luis Estévez, quien apoyó, asesoró y ejecutó la mayoría de los proyectos que para el bien de la ciudad quería realizar su esposa. Llevaba las cuentas minuciosamente y velaba para que la calidad de los trabajos fuera óptima, a todo esto se une la rigurosidad legal que daba para que quedaran bien establecidas las normas que debían guiar el buen funcionamiento de los centros que se erigían en bien de la sociedad.

Durante 1881 fue proclamado Socio de Número de la Sociedad Económica de Amigos del País, teniendo en cuenta sus méritos, su cultura y su labor en beneficio de la nación. A esta sociedad donó numerosos libros para su biblioteca, en la que años después fue colocado un retrato de su Marta Abreu. El ayuntamiento de Santa Clara viendo el amor que él profesaba por la tierra de su esposa, decidió en su sesión del 15 de septiembre de 1885, nombrar a Luis Estévez Hijo Adoptivo de Santa Clara, 9 años después, el 4 de abril de 1894, el mismo Gobierno Municipal decidió cambiar el nombre de la Calle de San Juan Bautista por el de Luis Estévez.

Trayectoria política

Durante la guerra del 95, exiliado en París con su esposa e hijo, colaboró para que la lucha se mantuviera y llegara a feliz término. Se conocen los numerosos envíos que hizo Marta Abreu para apoyar la guerra. Luis Estévez de igual forma mantenía intercambio epistolar con Estrada Palma, daba dinero a la Delegación revolucionaria de París, auxiliaba a los que estaban en los presidios en África o expatriados en España. Al concluir la guerra regresaron a Cuba en enero de 1899, y fue nombrado por el General norteamericano Leonardo Word, Secretario de Justicia, cargo del que tomó posesión el 2 de enero de 1900; en éste, guió todas las pautas en la redacción y conformación de lo que sería la Constitución que regiría la futura República de Cuba; reajustó el sistema para los establecimientos penales y su funcionamiento, tratando de aliviar los sufrimientos de los reclusos. Después de 5 meses, renunció a la Secretaría.

Desde el 9 de octubre de 1899 había sido elegido presidente del Partido Nacional Cubano, quien proclamó a Tomás Estrada Palma como su candidato para Presidente de la República el 11 de noviembre de 1901, y más tarde, por propuesta del Generalísimo Máximo Gómez, a Luis Estévez y Romero como Vicepresidente, el 6 de diciembre del propio año. Al ganar las elecciones, tomaron posesión de sus cargos, el 20 de mayo de 1902, donde se izó la bandera cubana en el Palacio de los Capitanes Generales y se llevó a cabo una descarga de balas de cañón en El Morro para saludar el nacimiento del gobierno cubano. En la ceremonia estaba ella, su sostén y sentido, la razón de su vida, Marta Abreu. Con los intentos de reelección de Tomás Estrada Palma que ensombrecía el ideal de República soñado por los próceres, que habían derramado su sangre para fecundar la nación cubana, Luis Estévez no consintió con estos planes, y en acto heroico, el 31 de marzo de 1905 renunció a su cargo de Vicepresidente de la República y Presidente del Senado. Meses después, en Junio, partía para París, para no regresar más en vida a Cuba.

Muerte

Llevado por la desesperación de perder su esposa Marta, un mes después de su fallecimiento, el jueves 4 de febrero de 1909, luego de regresar de su habitual viaje al cementerio de Montmatre, encerrado en su habitación, puso fin a su vida por medio de varios disparos. La nación cubana se unió al dolor de su hijo Pedro Nolasco, que recibió numerosos mensajes de pésame, especialmente del Presidente de la República José Miguel Gómez, quien envió un sentido mensaje unido a una corona de orquídeas que se depositó sobre su tumba.

Regreso de sus restos mortales a Cuba

El 20 de febrero de 1920, llegaba a La Habana el Vapor Flandres, que traía los restos mortales de los esposos, que fueron inhumados en la tumba de la familia Abreu Arencibia en la Necrópolis de Colón.

Publicaciones

Por esta época se lograron publicar algunas de sus obras literarias, que se unieron a las que había terminado a finales del Siglo XIX y que estaban relacionadas la mayoría con todo el movimiento revolucionario vivido en Cuba:

  • “Separatismo, anexionismo y autonomismo” (1898).
  • “Desde El Zanjón hasta Baire” (1899)
  • “El Derecho constitucional vigente en Europa y América” (1900)
  • “Ojeada sobre la dominación española en Europa” (1900)
  • Reformas en nuestra legislación civil” (1904)
  • “Tiempos pasados” (1906).

Fuentes