Mammillaria karwinskiana
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Mammillaria nejapensis . Cactus enano con tallos esféricos, cilíndricos o columnares, que frecuentemente forman grupos, perteneciente a la familia Cactaceae.
Sumario
Hábitat
Habita en regiones tropicales secas, en rocallas, desiertos y cultivos de cactus, en cubetas y lechos, en regiones predispuestas a heladas, en el interior en cubetas. Originaria de América.
Características
Cactus de talla pequeña y puede alcanzar los 12 cm de grandeza.
Espinas
Las espinas centrales miden unos 8 mm., son delgadas y de color blanco.
Flores y Frutos
Sus flores son variables, de apertura durante el día, con tonos del blanco al magenta, amarillo, anaranjado y rojo. Florece de Primavera al Otoño. Los frutos son como bayas, a veces de color rojo.
Suelo
Suelo bien drenado, arenoso y se debe situar en un lugar donde reciba al menos algunas horas de sol directo y con un compuesto apropiado para los cactus, con mucha luz. Se aconseja de reimplantarlas cada 2-3 años.
Riego
Pueden soportar también períodos muy largos sin ser regadas; en general, más el clima es frío y menos agua necesitan, mientras durante los meses estivales, vienen regadas bastante abundantemente. Aconsejamos de regar estas plantas solo saltuariamente, pero recordamos de mojar profundamente el terreno utilizando 1-2 vasos de agua , cada 4-5 semanas.
Temperatura
Necesita de una temperatura mínima de 15°C, en este período del año está bien controlar las temperaturas nocturnas antes de colocarla afuera, gran parte de las plantas suculentas puede soportar las bajas temperaturas, también bajo los 5°C, si cultivadas con clima rígido, es necesario evitar las regaduras.
Abono
Durante la buena temporada, está bien enriquecer el terreno de nuestras suculentas; se aconseja de usar un abono rico en potasio y fósforo, pero pobre en azufre, porqué este elemento químico no hace bien al desarrollo de las plantas suculentas, volviéndolas excesivamente blandas y llenas de agua.
Tratamiento para enfermedades
El clima primaveral, con un elevado salto térmico entre las horas diurnas y nocturnas y lluvias muy frecuentes, puede favorecer el desarrollo de enfermedades causadas por hongos, que van tratadas preventivamente con un hongocida sistémico, utilizado antes de que las flores engrosen excesivamente; a fines del invierno se aconseja también un tratamiento insecticida de amplio espectro para prevenir el ataque de áfidos y cochinillas. Los tratamientos se practican cuando en el jardín no hay floración.