Agentes físicos terapéuticos

Agentes físicos terapéuticos
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Concepto:elemento físico natural como el agua, la luz, o un elemento físico artificial como la electricidad, cuando es utilizado en el tratamiento de un determinado proceso patológico o enfermedad.

Agentes físicos terapéuticos. Se puede definir como un elemento físico natural como el agua, la luz, o un elemento físico artificial como la electricidad, cuando es utilizado en el tratamiento de un determinado proceso patológico o enfermedad. Un agente físico actúa mediante uno o más tipos de energía que aporta al organismo y de esta manera influye sobre los procesos biológicos. Puede contribuir a disminuir el tiempo de evolución, desinflamar, estimular la regeneración del tejido o disminuir el dolor, aunque también los agentes físicos pueden emplearse con intención diagnóstica, como ocurre en el caso del ultrasonido, la electromiografía, los rayos X, la electrocardiografía y la electroencefalografía, entre otros.

Reseña histórica

Los agentes físicos se encuentran entre los primeros elementos terapéuticos que conoció el hombre. Se registran evidencias procedentes de China, de más de 2 mil años a.n.e. En la India se originó la doctrina del Yoga o Ayurveda, en el año 1800 a.C., que incluyó ejercicios; mientras, los griegos poseían templos a los que enviaban pacientes de difícil tratamiento y acumularon una significativa experiencia en el empleo terapéutico de agentes físicos. Hipócrates (460-380 a.C.), considerado el padre de la medicina, puso en duda la idea de que la enfermedad era un castigo enviado por Dios y descubrió la relación entre la enfermedad y las condiciones del medio. Ya desde su época empleaba los medios físicos, higiénicos y dietéticos, dando importancia al ambiente físico, el clima, el sol y el agua, tanto en la salud como en la enfermedad.

Por otra parte, ya los romanos conocían y aplicaban el hidromasaje, los estiramientos y los movimientos asistidos con pesos y poleas. Los baños comunitarios existen desde los tiempos de Catón, hacia el 200 a.c., en la actualidad se conservan algunos de estos.

El primer tratado de balneoterapia, De balneis et thermis, fue escrito por Giovanni Michelle Sayonarola (1452-1498), y fue publicado en Ferrara en 1485, pero no es hasta el siglo XVII que se establecieron las bases de la moderna hidrología médica.

Existen referencias al empleo de las descargas eléctricas del pez torpedo en el tratamiento de algunos tipos de dolores y especialmente de la gota. La primera aportación conocida sobre los fenómenos eléctricos se debe a Tales de Mileto (600 a.C.), pero no es hasta el siglo XVI cuando William Gilbert, ilustre médico de la reina Isabel de Inglaterra, logró publicar la obra De magnete megnetisque corporibus, donde estableció algunas diferencias entre la electricidad y el magnetismo.

Dos siglos después, en el XVIII, Luigi Galvani (1737-1798) y a Alessandro Volta (1745-1827), llegaron a la construcción de la pila, y lograron por vez primera, acumular electricidad que luego puede ser utilizada. Además, descubrieron por diversas pruebas, que la electricidad era capaz de excitar la contracción muscular, y fueron entonces pioneros, de bases elementales de todo lo que se conoce en la actualidad en materia de electroestimulación muscular y neuromuscular.

En 1840, Georgii publica su tratado Fundamentos generales de la gimnasia, en el que aparece el término kinesiterapia, referido a ejercicios que realiza el enfermo por sí solo, por prescripción médica, o el ejercicio que realiza el terapeuta en un paciente pasivo o, terapeuta y paciente juntos. Es por esta misma época que Antón Sebastián Kneipp (1821-1897) impulsó de forma significativa los aspectos vinculados con la hidroterapia. Rickli, diseñó un sanatorio en Austria, donde empleó la luz solar como agente terapéutico, impresionando al ámbito médico de la época; posteriormente Rollier sustentó la helioterapia y su naturaleza científica, pese a que la utilización de la luz solar data de épocas muy remotas.

Al avanzar el siglo XIX los descubrimientos científicos aportaron un valioso conocimiento: la inducción electromagnética descubierta por Faraday, que fue llevada a términos matemáticos por J. C. Maxwell (1831-1879), quién enunció las ecuaciones que rigen los fenómenos electromagnéticos y luminosos. La mecánica tradicional, edificada en los supuestos de Galileo y Newton, llegó a ponerse en duda por las demostraciones de Hertz (1857-1894) sobre la propagación de las ondas electromagnéticas. Se estableció la termodinámica y fueron incorporándose a los tratamientos, las radiaciones electromagnéticas, como la radiación ultravioleta y la infrarroja, producidas de forma artificial.

Michael Faraday fue un científico eminente del siglo XIX, realizó contribuciones a la física y la química. Descubrió el fenómeno conocido como inducción electromagnética, y dio base al surgimiento del generador eléctrico.

El siglo XX marcó pautas trascendentales en el desarrollo de los agentes fisioterapéuticos. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, se desarrollaron muchas técnicas para dar respuesta a la demanda generada por el gran volumen de discapacitados que dejó la contienda. Se desarrollaron nuevas técnicas de atención al amputado, así como métodos para la atención a los pacientes con lesión medular.

Whitney introdujo la diatermia por onda corta en 1910 y la hipertermia en 1928, también en ese mismo año se inició, por Esau y Schliephake, la radioterapia. En 1929, el electrodiagnóstico fue perfeccionado por Adrian y Brock con la aguja coaxial, base de la electromiografía actual.

En ese mismo año, 1929, los autores alemanes Krause & Garré, publicaron un libro titulado Terapéutica general y aplicada de las enfermedades internas, que cualquier rehabilitador contemporáneo pudiera considerar como una verdadera joya. En su tomo I, dedicado a “Métodos terapéuticos de las enfermedades internas”, aparecen tres capítulos donde se trataron los aspectos referidos a los tratamientos con agentes físicos como la hidrote-rapia, termoterapia, climatoterapia, talasoterapia, balneoterapia y la electroterapia. Es muy interesante el hecho de que, siendo un texto dirigido a la clínica en general, aparecen los agentes físicos en primera línea, dentro del arsenal terapéutico de los médicos de entonces. Este libro, traducido al español del original en alemán, es posible que resuma todo el conocimiento que existía en la época. Describe, de manera magistral, procedimientos terapéuticos, cuya vigencia ha perdurado a lo largo de un siglo.

Langevín creó el primer equipo de ultrasonidos basado en la piezoelectricidad, en 1936, pero es Dolhmann quien construyó el primer equipo de ultrasonidos aplicable en medicina, comenzó a tratar con ultrasonidos a enfermos con otosclerosis, cicatrices cutáneas y neuralgias. Ya en 1939, se realizó en Alemania el Primer Congreso Internacional de Ultrasonidos.

Varios científicos, como Niels Bohr, con sus aportes sobre el comportamiento de los átomos, y los mecanismos de emisión y absorción espontánea de energía, luego Max Planck con sus aportes a la física cuántica, y finalmente Albert Einstein con sus planteamientos acerca de la posibilidad de poder inducir una emisión estimulada de energía por parte de determinados átomos contribuyeron, a inicios del siglo XX, a sentar las bases teóricas del surgimiento del láser. Sin embargo, a pesar de contar con las bases teóricas, no es hasta 1960 que se dan las condiciones para el surgimiento de ese novedoso agente físico, que ha revolucionado el campo tecnológico desde la segunda mitad del pasado siglo, la radiación o el rayo láser. No cabe dudas de que el notable desarrollo científico y tecnológico del siglo pasado hizo posible la aparición de nuevas formas de tratamiento por medios físicos (laserterapia, magnetoterapia, corrientes interferenciales, corrientes pulsantes de alta frecuencia, etc.). Este desarrollo permitió, además, el perfeccionamiento de aplicaciones ya existentes. Al profundizarse en los mecanismos intrínsecos (físicos y biológicos) de su acción terapéutica, se pudo lograr la construcción de equipos y aplicaciones de efecto mucho más específico.

Utilización terapéutica de agentes físicos en Cuba

La utilización de agentes físicos en Cuba es tan antigua como la propia práctica de la medicina, pero es a partir de la década del 60 del siglo XX, que se sistematiza su estudio a partir de la enseñanza de la Fisioterapia. Hasta ese momento, los procedimientos terapéuticos inherentes a la rehabilitación estaban diseminados entre las distintas especialidades médicas. Un peso muy importante en este sentido, lo tenía la práctica de la ortopedia y la traumatología. En muy pocas instituciones del país se llevaban medidas rehabilitadoras para la persona con discapacidad o minusvalía, en menor medida la utilización efectiva de los agentes físicos desarrollados hasta el momento. Es a partir de la década del 70 que se produce un incremento en la introducción y distribución de equipos de fisioterapia. En este período se impulsó el desarrollo de la especialidad de manos de tres personalidades que procedían del campo de la ortopedia: el profesor Rodrigo Álvarez Cambras, en el Hospital “Frank País”, el profesor Hugo Martínez Sánchez, en el Hospital “Julio Díaz” y el profesor Miguel González Corona.


Características generales de los agentes físicos no ionizantes

  1. Producen, en esencia, un aporte energético y por esta vía, una modificación en los procesos biológicos desde un nivel molecular, celular. De esta manera se logra un estímulo que provoca una reacción como respuesta, la cual es importante conocer antes de aplicarlos.
  2. Constituyen un apoyo general de los mecanismos fisiológicos de adaptación, reparación y defensa.
  3. Un mismo agente físico puede influir, por diferentes vías, sobre determinado proceso biológico.
  4. En la interacción con el tejido ceden su energía. Como consecuencia de la absorción, se derivan fenómenos biofísicos y bioquímicos característicos de cada agente que serán la base de la acción terapéutica.
  5. Algunas modalidades pueden emplearse para facilitar la penetración de medicamentos en el organismo.
  6. Muchos agentes físicos tienen en común, la producción de una reacción de vasodilatación, que según Klare y Scholz, puede ser de diferentes formas (hiperemia por frío, por calor, mecánica, actínica o química).
  7. Los agentes físicos comparten como característica, la existencia de mecanismos de acción biológica (Ley de Holzer), que explica la presencia de patrones comunes de respuestas biológicas, fruto de la interacción de dichos agentes físicos. En raras ocasiones presentan una indicación aislada y específica, por lo que se emplean de forma complementaria con otras medidas de tipo física, farmacológica o quirúrgica, en el seno de un programa terapéutico.
  8. La aplicación terapéutica de los agentes físicos no es indiferente o inocua para el organismo, sino que su empleo inadecuado puede provocar daños significativos en el paciente.
  9. Generalmente, con un buen esquema de tratamiento, son suficientes de 10 a 15 sesiones para tener una respuesta biológica positiva, no quiere esto decir que se obtenga el 100 % de resultados esperados, pero la evolución del paciente en las primeras 10 sesiones, brinda una idea de la posible influencia que se tiene en el proceso de la afección. Por esto es muy importante poder evaluar al paciente luego de estas intervenciones.
  10. En la aplicación de agentes físicos hay que tener en cuenta que, la mayoría de las veces, la respuesta biológica no es inmediata, sino que existe un período mínimo de inducción biológica, antes de la aparición de los efectos terapéuticos, de modo que es esencial el complemento con otras medidas terapéuticas sobre todo al inicio del tratamiento. Se refiere, por ejemplo, a no eliminar, inicialmente, el consumo de analgésicos y AINES, que con frecuencia traen indicados los pacientes; en la medida que se obtengan efectos, se van retirando los fármacos de manera progresiva.

Clasificación de los agentes físicos terapéuticos

Agentes físicos naturales. Se incluyen los factores físicos naturales que se utilizan con fines terapéuticos, y en cuya forma de aplicación el agente mantiene el estado en que se presenta en la naturaleza. Son ejemplos el sol, el agua de mar y el ambiente costero, los factores climáticos. Como agentes físicos naturales se consideran:

  • Helioterapia, que se refiere a la utilización de la energía solar con fines terapéuticos.
  • Talasoterapia, que se refiere a las aplicaciones del agua de mar y los elementos relacionados con el sistema costero.
  • Climatoterapia, utilización de las propiedades terapéuticas de los diferentes tipos de climas.
  • Balneología médica o crenoterapia, que se refiere a la aplicación terapéuticas de aguas termales y mineromedicinales.
  • Peloidoterapia, aplicación de fangos minero-medicinales.
  • Hidroterapia, que se refiere a la aplicación terapéutica del agua corriente.

Agentes físicos artificiales. Se incluyen los agentes que han sido desarrollados o preformados por el hombre, al transformar distintos tipos de energía.

  • Termoterapia:
    • Termoterapia superficial. Calentamiento por la aplicación de compresas, bolsas, turba, parafina, arena, entre otros.
    • Antroterapia. Uso terapéutico de la sauna y el baño de vapor.
    • Crioterapia. Utilización terapéutica del frío (hielo, compresas, bolsas, aire frío).
  • Principio mecánico en la acción terapéutica:
    • Vibroterapia. Uso terapéutico de las vibraciones.
    • Ultrasonido terapéutico. Técnicas de ultrasonido y sonoforesis medicamentosa.
    • Tracción vertebral. Técnicas de tracción mecánica aplicadas al raquis.
    • Terapia por ondas de choque.
  • Electroterapia:
    • Corriente galvánica. Utilización de la corriente directa.
    • Corrientes de baja frecuencia.
    • Corrientes de media frecuencia.
    • Campos eléctricos y electromagnéticos:
    • Corrientes de alta frecuencia. Diatermia, onda corta, microondas y darsonvalización.
    • Campos electromagnéticos de baja frecuencia.
  • Fototerapia:
    • Radiación infrarroja.
    • Radiación ultravioleta.
    • Laserterapia.
    • Aplicaciones médicas de la luz visible.
    • Factores radiactivos:
    • Radioterapia. Aplicadores alfa, gammaterapia, etc.
    • Medio aéreo artificial:
    • Aerosoles medicamentosos, hidroaerosoles, aeroiones.
    • Presión aérea variable:
    • Oxigenación hiperbárica (OHB).
    • Presión barométrica negativa y positiva.

Algunas indicaciones de los agentes físicos

  • Curación de tejidos
  • Regulación de dolor
  • Restricciones de la movilidad
  • Tono muscuular

De forma general son muy abarcadoras las indicaciones de los agentes físicos terapéuticos, ya que cada una de las clasificaciones tiene indicaciones específicas en el tratamiento de un determnado proceso patologico o enfermedad.

Contraindicaciones

  • Embarazo
  • Malignidad
  • Marcapasos u otro dispositivo electrónico implantado
  • Alteración de la sensibilidad
  • Alteración de la función mental

Enlases externos

Fuentes

  • Agentes Físicos terapéuticos. Dr. Jorge Enrique Martín Cordero. Editorial Ciencias Médicas.
  • Manual de Medicina Física. Martínez Morillo M, Pastor Vega
  • Tratamiento del dolor. Revista Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología 1999. Arranz Álvarez A.B