Atahualpa del Cioppo

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NombreAmérico Celestino Del Cioppo Fogliacco
Nacimiento23 de febrero de 1904
Canelones, Bandera de Uruguay Uruguay
Fallecimiento2 de octubre de 1993
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadUruguayo
OcupaciónDramaturgo, narrador, historiador, periodista, político

Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco. Mas conocido como Atahualpa. Maestro del teatro latinoamericano, Atahualpa Del Cioppo es uno de los nombres de mayor prestigio del teatro uruguayo. Trascendió las fronteras geográficas gracias al rigor profesional, la ética y la responsabilidad con los que llevó adelante su trabajo. Se dedicó al teatro como director, docente y teórico.

Síntesis biográfica

En su adolescencia opta por firmar sus primeros poemas con el nombre de Atahualpa y es con el que se le ha conocido en todos los medios artísticos que frecuentó.

Desde muy niño concurría al teatro; en su adolescencia integró un elenco parroquial; y muy tempranamente llegó a intentar la crítica teatral. Para entonces (1930) ya había escrito una obra nunca representada (El gaucho) con música de Vicente Ascone, y publicado su poemario Rumor que el Ministerio de Instrucción Pública le premió en el Concurso del Centenario de la Constitución. Ya mayor cursó estudios de derecho (inconclusos) y obtuvo un empleo bancario que años más tarde perdería por motivos políticos.

Junto a su primera esposa Ofelia Naveira tenía un programa radial llamado "La Isla de los Niños", Del Cioppo creó en 1936 el grupo teatral del mismo nombre como forma de "empezar por el principio". Es decir, aproximarse a la sensibilidad infantil con la necesaria y prudente cautela y, a la vez, atender a la formación de futuros espectadores adultos, recorriendo todas las instancias etarias previas (adolescencia y edad liceal, juventud a nivel universitario), en una forma de política cultural que aun hoy se sigue aplicando, por ejemplo, en los planes de extensión de El Galpón.

Allí estrenó en 1946 La negra Jesusa, su única pieza conservada, aunque hubo otras (Lo que enseña la vida en la sala de clase, El casamiento de Agapito, Llegaron los Reyes Magos, todas para niños, obviamente), que se alternaron con obras de Juan José Severino y Montiel Ballesteros, reconocidos especialistas del género en esa época.

Ese mismo año el grupo pasó a llamarse simplemente "La Isla" estrenando en el SODRE Mirandolina, de Goldoni, y El regreso de Ulises, de nuestro Carlos Denis Molina, títulos que ampliaron el alcance de su labor escénica al público adulto y a la promoción del autor nacional.

Tres años más tarde la fusión de "La Isla" con una parte escindida del Teatro del Pueblo (pionero del teatro independiente uruguayo fundado en 1937 por Manuel Domínguez Santamaría y otros), dio nacimiento el 2 de septiembre de 1949 a la Institución Teatral El Galpón. A partir de entonces la labor de Atahualpa como director, docente, teórico y viajero infatigable se intensificó y multiplicó dentro y fuera de Uruguay.

Pero su metodología y estilo de trabajo, rigurosamente congruente con sus propuestas escénicas que arrojan miradas sobre la problemática latinoamericana o que profundizan su visión humana en general con variables dosis de humor, ternura, dolor o sentido protestatario, son, esencialmente, de cuño brechtiano; y forman legión quienes se reconocen discípulos de Atahualpa Del Cioppo, aún aquellos que no hayan pasado por El Galpón.

Obras

Como autor del libro de poesía Rumor, ganó el concurso del Centenario de la Constitución organizado por el Ministerio de Instrucción Pública. Escribió también teatro para niños, obras de las que sólo se conserva La Negra Jesusa, que trata sobre los pueblos de ratas que se formaron en la segunda mitad del siglo XIX en la campaña. En 1936 fundó el grupo de teatro infantil La Isla de los Niños, que funcionó hasta 1953. Desde 1939 hasta 1946 llevó adelante un programa de radioteatro para niños. Con jóvenes procedentes del grupo infantil crea el grupo La Isla que al año siguiente, 1949 se fusionaría con el Teatro del Pueblo para formar la Institución Teatral El Galpón.

Introdujo y difundió la obra de Bertold Brecht en América Latina. En 1957 dirigió al elenco de El Galpón en el primer montaje de Brecht realizado en Latinoamérica, “La ópera de dos centavos”. En su trabajo como director utilizó las técnicas de Satnislavsky y de Brecht.

Promovió un arte político, pues concebía que éste debiera estar dirigido a despertar la conciencia y la lucidez en los hombres. Consideraba que la función social del teatro debe ser la de esclarecer la realidad histórica, mostrar las contradicciones en la sociedad y presentar la posibilidad de su transformación a favor de la condición humana. En sus trabajos priorizó siempre el contenido por encima de lo formal, sosteniendo que esto último era consecuencia de la organización del contenido. Dirigió en Chile, Perú,Venezuela, Argentina, Ecuador, Colombia, Costa Rica, México, Cuba, Alemania y España. Fue homenajeado y premiado en Cuba, Argentina, Chile y España, donde el máximo galardón que se entrega en el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz lleva su nombre.

Algunos criterios sobre su pensamiento y obra

  • Mauricio Rosencof:
    “...Atahualpa no hizo más que poner en escena siempre la misma obra: la de sus convicciones, la de su pensamiento, la de su humanidad. Porque Brecht, Chejov y Miller tenían Atahualpa en sus textos, y en sus textos tenían lo que para Atahualpa fue indisociable de su Sacerdocio: Arte, Teatro de Arte. Y esa es la Ley, esa es su Ley: Lo demás, comentario.”

Mario Benedetti:

“El distanciamiento brechtiano, que este director ha aplicado en algunas de sus más recordadas puestas teatrales, se complementa extrañamente con un acercamiento humano en el que Atahualpa es todo un especialista, y de esa conjunción suele salir un resultado asombroso que es, sobre todo, una síntesis de amor.”
  • Rubén Yáñez:
    “Fue el más alto referente del Teatro Uruguayo, cuando ese teatro, como movimiento cultural, inició y desarrolló una capacidad de propuesta artística, ética e histórica, capaz de convocar a crecientes sectores de la población que, sintiéndose expresados por ese teatro en sus más humanizadores intereses, le dieron todo el apoyo imprescindible para crecer en su infraestructura material necesaria (la construcción y equipamiento de las salas teatrales) y en los grandes objetivos artísticos de un repertorio de servicio al desarrollo de la condición humana.”
  • Walter Acosta:
    “Era capaz de encender en sus compañeros artistas un sentimiento contagioso de trabajo en equipo, afirmado en la convicción de que el teatro es el microcosmos de la sociedad y que solo puede ser el producto colectivo de seres individuales.”
  • Jorge Pignataro Calero:
    “sólo diez años le faltaron a Atahualpa del Cioppo para alcanzar la centuria de vida. Pero su jerarquía intelectual, su ardor de infatigable luchador, su profundo concepto de la cultura, y su proyección en el ámbito teatral no solo uruguayo sino también latinoamericano son de tal envergadura y alcance, que para muchos todavía está vivo y ha sobrepasado el centenario”.

Muerte

Quiso el destino que el Maestro falleciera un 2 de octubre, aniversario de la Comedia Nacional; hacía diez años que soportaba un cáncer de próstata al que -según él mismo decía tocándose la frente combatía con el pensamiento. Fue en 1993 en La Habana, adonde había viajado especialmente invitado; pero sus restos fueron velados en el Teatro Solís de su Montevideo.

Fuentes

  • Artículo sobre Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco. Disponible en el sitio web:Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco. Consultado: 2 de octubre de 2014.
  • Artículo sobre Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco. Disponible en el sitio web:Cubart Cubarte.cult. Consultado: 2 de octubre de 2014.
  • Artículo sobre Américo Celestino Del Cioppo Fogliacco. Disponible en el sitio web:Ceiba Ceibal. Consultado: 2 de octubre de 2014.