Bendecir
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Bendecir. El término bendición proviene de un vocablo latino que hace referencia a la acción y efecto de bendecir. Este verbo, por su parte, es una forma de denominar la acción de alabar, ensalzar o engrandecer, de consagrar algo al culto divino o de invocar la bendición divina a favor de algo o de alguien.
Sumario
Expresión de un deseo benigno
La bendición, por lo tanto, es la expresión de un deseo benigno que se dirige a una persona, a varias o a un objeto y que, a través de la propia expresión, se concreta. Esto quiere decir que, al mismo tiempo en que se pronuncia la bendición, se materializa la acción de bendecir.
Sinónimos y antónimos
- Sinónimos: alabar, consagrar, elogiar, ensalzar, exaltar, loar
- Antónimos: criticar, maldecir
Oraciones con modalidad desiderativa
Una bendición es la expresión de un buen deseo dirigido hacia una persona, grupo de ellas o incluso objetos inanimados, para “bien desear”, utilizando el poder dado por un ente superior y benigno a los creyentes y así atar y desatar un cambio en el mundo natural.
Gramaticalmente, se trata de oraciones con modalidad desiderativa (lo mismo que su contrario, las maldiciones). Así, son bendiciones típicas:
- Que Dios te guarde
- Vaya con Dios
- Que te vaya bonito
- El Señor está contigo
- Te deseo prosperidad y salud
- Bendiciones para todos
- Etc.
Las bendiciones en las creencias Cristianas
Las bendiciones tienen un papel destacado en las creencias cristianas. En especial, tiene gran importancia la bendición que un padre o una madre dirigen a sus hijos. En la Biblia, se cuenta cómo Jacob engaña a su padre ciego, Isaac, para obtener de él la bendición paterna, que Isaac deseaba dar al primogénito, Esaú.
La bendición que le dió Isaac dice así: Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo y vino en abundancia. Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti. Sé señor de tus hermanos, y póstrense ante ti los hijos de tu madre. Sean malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan.
Todos podemos bendecir, pero si hay un ministro él debe presidir las ceremonias
La bendición es parte del sacerdocio común de los bautizados: es decir, en ausencia de un ministro, ciertas bendiciones (que no conciernen ni a la diócesis, ni a la comunidad, ni a los objetos) pueden ser pronunciadas por los laicos. Sin embargo, cuando un ministro está presente, él debe presidir la ceremonia.
En este caso, solo él está autorizado a hacer una señal de la cruz sobre objetos o personas, a poner sus manos sobre ellos y a extender sus manos durante la oración. Si es un laico quien preside, mantiene las manos unidas durante la ceremonia.