Buchón Cuco Lorquino

Buchón Cuco Lorquino
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Buchón C.JPG
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Hábitat:España

Buchón Cuco Lorquino. Raza de polomo española, que se caracteriza por su ligereza, equilibrio y mediano tamaño.

Aspecto general

Es una raza ligera, de mediano tamaño y bien proporcionada, que debe presentar un equilibrio y correlación, entre las longitudes de su cuello, pechuga, cola y alas, de manera que ninguna de estas partes resalte sobre las demás.

Todo en esta paloma debe dar sensación de finura, equilibrio y ligereza, pues se trata de una raza esencialmente de vuelo y trabajo, y desde su nacimiento ha sido pulida para facilitar su agilidad y elegancia en el aire.

Origen

A mediados de la década de 1860, llegaron a Lorca procedentes de Valencia dos parejas de palomas de tamaño mediano, color azul y cabeza redondeada. A partir de aquellas palomas el aficionado doctor Diego Rodríguez realizó una serie de cruzamientos desconocidos con otras razas, si bien entre las mismas pudo encontrarse el Buchón Quebrado Murciano que por aquellas fechas era la paloma que más se criaba en Lorca. Todo esto dio como resultado un tipo de paloma muy ligera, sin buche y con un celo extraordinario, que se fue extendiendo rápidamente entre la afición lorquina durante las dos últimas décadas del Siglo XIX, que la utilizó para el acarreo de palomas perdidas y “campesinas” (bravías), y para el hembreo. En la primera década del Siglo XX algunos de aquellos palomos comenzaron a destacar por su especial estética y belleza en vuelo, comenzando la afición a aplicar éstas como criterios a la hora de seleccionar la raza. A aquellos ejemplares comenzó a aplicárseles el adjetivo de “hermosos”, siendo desde este momento en adelante el apelativo utilizado para calificar a los ejemplares excepcionales por sus cualidades y belleza en vuelo.

A partir de 1910 comienza la época de mayor auge de la reza que termina por imponerse y desplazar a las demás que se criaban en Lorca y alrededores. Entre 1920 y 1935 algunos aficionados cruzaron con el Buchón morrillero alicantino que actuó como mejorante aportando más celo y el ligero morrillo que se aprecia en muchos ejemplares. Esta época de esplendor llegaría hasta finales de los años 40 del siglo XX, y fue la llamada “edad de oro del cuco lorquino”. En estos años destacó sobremanera el aficionado doctor Juan de Dios Valdés, creador de la estirpe de palomas más famosa de la raza, los conocidos “Palomos del Molino Valdés”, cuya línea de sangre retomó a finales de los años cuarenta del pasado siglo doctor Felipe Guerrero Ayala, quien la conservó para toda la afición en su más pura esencia hasta nuestros días.

Desde principios del siglo XX el palomo cuco lorquino ha venido criándose además de en Lorca en las poblaciones murcianas de Puerto Lumbreras, Águilas y Totana, así como en las poblaciones almerienses de Vélez Rubio y Vélez Blanco, contando con una numerosa e incondicional afición, compuesta por varios cientos de criadores.

Características

Carácter

Es vivo y fogoso cuando se encuentra en libertad, y algo huraño, y serio cuando se encuentra encerrado, mostrando cierto recelo frente a los extraños. Arrulla o “zurea” bajo, describiendo círculos a derecha e izquierda y llama constantemente.

Cabeza

Su cabeza debe ser almendrada, y algo más alargada en la hembra que en el macho, debiendo existir continuidad entre la línea de la misma y el pico. Nunca debe ser “azuritada”.

Ojos

El ojo debe ser muy vivo de color rojo o anaranjado brillante, con el ribete muy fino y de color en consonancia con el color de la pluma.

Pico

Debe ser mediano, fuerte y siguiendo la línea redondeada de la cabeza. La hembra suele tenerlo algo más largo y fino.

Carúnculas nasales

Finas y en forma de corazón, sin romper la línea armónica de pico y cabeza.

Cuello

Su cuello debe ser limpio, largo, fuerte y proporcionado a la longitud de la pechuga y la cola.

Pecho

Nunca debe tener el pecho muy ancho, ni pronunciado, debe ser fuerte y proporcionado al cuello, constituyendo una prolongación natural de la línea de éste, y siempre en consonancia con la finura y armonía que se exige a la raza.

Buche

El palomo jamás debe presentar buche, pudiendo resaltarlo únicamente algo al arrullar, pues se trata de una raza de arrullo o “zureo” bajo, o bien cuando llama a la hembra.

Pechuga y Quilla

La pechuga debe ser larga en consonancia y armonía con el cuello, cola y alas, junto a las cuales forma las cuatro partes que deben apreciarse en la línea estética del palomo. Se trata de una raza de vuelo muy ligera, por lo que debe presentar poca carne aunque bien musculada y prieta, dando la sensación de que el palomo se escurre al cogerlo en la mano.

Alas

En reposo deben permanecer bien pegadas a su cuerpo, sobresaliendo los codillos algo del pecho. La pluma que las recubre debe ser de mediana anchura, larga y bien pegada, con las remeras largas y fuertes, pudiendo llegar su extremo a aposentarse sobre la punta de la cola, pero sin cruzarse.

Espalda

La espalda es recta, lisa y limpia, sin que el palomo grife la pluma que recubre la misma en ningún momento.

Albardilla o rabadilla

Constituye la unión entre la cola y la espalda, jamás debe ser abultada permitiendo apreciar la continuidad entre la línea de ambas. La pluma que la recubre debe ser lisa, prieta y bien asentada sobre la misma, sin erizarse en ningún momento, ni siquiera con el arrullo del palomo.

Cola

Debe ser larga y cerrada, pero siempre en consonancia y proporción a la pechuga y el cuello. En su nacimiento o “cepa”, nunca debe romper la línea de la espalda existiendo una continuidad entre ambas, si bien ésta debe ser fuerte y presentar cierto ahuecamiento o ahondamiento en su nacimiento, elemento este muy valorado en la raza, pues denota una buena cola en vuelo.

Patas

Tienen que ser de mediana altura y finas, en consonancia y armonía con el resto del ave.

Puma

La pluma debe ser sedosa al tacto, fina y bien pegada al cuerpo o “planchada” tal como dicen los entendidos de la raza.

Los colores tradicionales en los que se ha criado el cuco lorquino son azul, bronceado (ahumado), colorado (toby) y negro, pudiendo presentarse todos ellos con plumas blancas, lo que serían trepados, curros, mascotas, corbatos, jazmines y figuras según la disposición de éstas. También se han conocido ejemplares de otras plumas como coliazules, magaños, rosados, zandalinos, pelirratas, blancos, etc…, aunque en una proporción mucho menor. Las plumas preferidas por la afición han sido siempre la azul y la negra, y en menor medida la bronceada, teniéndose en menor estima los colorados por la dificultad de apreciar su línea estética en vuelo

Fuentes