Cesáreo Fernández Díaz

Cesáreo Fernández Díaz
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NombreCesáreo Fernández Díaz
Nacimiento25 de marzo, 1922
La Habana, Bandera de Cuba
Fallecimiento9 de octubre, 1959
La Habana, Bandera de Cuba
Causa de la muerteInfarto cardíaco
Nacionalidadcubana
EducaciónUniversitaria
OcupaciónArquitecto

Cesáreo Fernández Díaz. Arquitecto. Miembro del Movimiento 26 de julio. Al Triunfo de la Revolución fue nombrado Arquitecto Jefe del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda. Desde allí planificó y construyó obras de gran importancia para beneficio del pueblo.

Síntesis biográfica

Nacimiento

Nació el 25 de marzo de 1922, en La Habana.

Estudios realizados

Estudió la carrera de Arquitectura en la Universidad de La Habana. Se destacó en la práctica de deportes como el Fútbol en la propia facultad.

Labor revolucionaria

Desde sus días de estudiante se opuso al Golpe de Estado del 10 de marzo en Cuba en 1952. A partir de ese momento comenzó su lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista.

Se incorporó al Movimiento 26 de julio. Se distinguió notablemente en todas las labores de la clandestinidad asignadas a él, por ser uno de los miembros principales de la Resistencia Cívica.

Su casa fue refugio de alguno de los combatientes que fueron perseguidos al producirse el Asalto al Cuartel Goicuría el 29 de abril de 1956, también los ubicó en la construcción de sus obras como si fueran empleados. Escondió a dos de ellos en un edificio que se encontraba en construcción en la calle P y Calzada en El Vedado. A otros dos los ocultó en casas en construcción en Nuevo Vedado. Además su casa fue almacén de propagandas, armas y de los equipos con que se imprimía el periódico “Revolución”, de ahí surgió una colaboración intima con Ángel Ameijeiras Delgado (Machaco).

Su labor se intensificó desde el desembarco del Yate Granma el 2 de diciembre de 1956, para cuyos expedicionarios recaudó fondos para la adquisición de armas y medicinas. Apoyó la Huelga del 9 de abril de 1958, en el ramo de la construcción, al fracaso de esta, luchó por levantar el ánimo entre los grupos de acción y sabotaje del M-26-7. Realizó trabajos muy peligrosos como traer armas para la lucha en Cuba. Iba a Miami, compraba un automóvil nuevo, escondía las armas de manera muy ingeniosa en el carro y luego lo traía en el ferry que operaba entre la Florida y Cuba. Después de entregar las armas aquí, vendía el carro y, un tiempo después, repetía la operación. Casi al final, la policía lo estuvo buscando y tuvo que pasar a la clandestinidad.

Su amiga, la también arquitecta Margot del Pozo cuenta que:

"En una de esas operaciones revolucionarias, Cesáreo tenía que encontrarse con alguien en un edificio de apartamentos. Él acababa de entrar cuando llegaron varios carros de la policía, rodearon la cuadra y comenzaron a registrar el edificio, apartamento por apartamento. Cesáreo vio que era imposible salir, así que tocó el timbre de una puerta, al abrir una mujer, él entró por la fuerza y le explicó su situación rápidamente. La pobre mujer se puso muy nerviosa, pero se calmó y aceptó ayudar. Cuando la policía tocó la puerta, ella les abrió y le preguntó, muy indignada: ¿Cuántas veces más van a registrar, en este apartamento ya lo han hecho dos veces?, ¿Por qué no se organizan? Los policías le respondieron, ¡está bien señora!, ¡está bien! Y se fueron…"


Nunca lo capturaron, aunque varias veces estuvieron a punto de hacerlo. En una ocasión, la policía detuvo a su esposa como advertencia.

Fue detenido en una ocasión por el esbirro José Abejón Puñal, quien era capitán de la policía de Batista. Sufrió maltratos pero no se amilanó.

Muerte

Murió en el Hospital de Emergencias de un infarto cardiaco el 9 de octubre de 1959. En el momento de su deceso se encontraba en plena labor constructiva en las obras de la nueva comunidad habitacional popular La Habana del Este.

Al morir tenía siete hijos y su esposa se encontraba en estado de gestación.

Su cadáver fue expuesto en la Funeraria de Calzada y K en El Vedado. Su entierro el día 10 de octubre de 1959 en el Cementerio de Colón fue una impresionante manifestación de duelo, encabezada por el entonces Presidente de la República doctor Osvaldo Dorticós Torrado, quien expresó:


"también cayó peleando, porque una pelea tan heroica como la misma pelea de la guerra, es la del trabajo cotidiano para levantar la Patria y garantizar el éxito definitivo de la Revolución"


Fidel escribió estas palabras para su despedida de duelo:

"Ha muerto de tanto trabajar…Estoy apesadumbrado por su muerte, era un verdadero valor de la Revolución"

Triunfo de la Revolución

Después del Triunfo de la Revolución, trabajó como director de Arquitectura y Planificación para municipios de La Habana. Desde allí planificó treinta y dos escuelas, terminándolas en tiempo record.

El 17 de febrero de 1959, fue creado el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda (INAV), por la Ley no 86, en sustitución de la Lotería Nacional. Al frente se nombró la destacada revolucionaria Pastorita Núñez González y para ocupar el cargo de arquitecto Jefe del nuevo instituto, Fidel Castro designó a Cesáreo Fernández. Este fue un organismo autónomo que tuvo como objetivo dar solución definitiva al problema de la vivienda, dotando a los cubanos de casas confortables y baratas, a través de un vasto plan de construcción en ciudades y campos.

Cesáreo demostró en el trabajo gran dinamismo y esfuerzo desinteresado, y desde allí dio un impulso decisivo a las obras en construcción. Con su ejemplo en la práctica cuando trabajaba a pie de obra, se ganó el respeto de sus trabajadores.

Reconocimiento

Como reconocimiento a su labor una escuela primaria que fuera proyectada por él en el Reparto Capri, que se encuentra dentro del Consejo Popular Güinera en el actual municipio Arroyo Naranjo, lleva su nombre.

Fuente

  • Bell, José. Documentos de la Revolución Cubana 1959. Ciudad de La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2006.
  • Biografía que se conserva en la Escuela Primaria Arquitecto Cesáreo Fernández Díaz del municipio Arroyo Naranjo.
  • Cronología: 25 años de Revolución. Ciudad de la Habana: Editora Política, 1987.
  • Moore, Marjorie y Adrienne Hunter. Siete mujeres y la Revolución Cubana. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2003.
  • Rodríguez Cruz, Juan Carlos. ¿Por qué la Revolución Cubana? La verdadera historia de la dictadura Fulgencio Batista. La Habana: Editorial Capitán San Luis, 2010.