Combate en el Cafetal González (1876)

Combate en el Cafetal González
Información sobre la plantilla
Parte de Guerra de los Diez Años
Fecha 28 de febrero de 1876
Lugar Loma del Jíbaro
Resultado Victoria de las armas cubanas
Beligerantes
Ejército Libertador Regimiento Lanceros del Rey
Comandantes
Máximo Gómez Comandantes Otero, Yturriaga y González
Fuerzas en combate
300 hombres 500 efectivos
Bajas
8 muertos y 22 heridos Más de cien

Combate en el Cafetal González. Combate que ocurrió en Loma del Jíbaro, el 28 de febrero de 1876 entre fuerzas del Ejército Libertador y dos escuadrones del Regimiento Lanceros del Rey.

Estructura de las fuerzas

En este sitio que se encuentra a unos 30 Km. al SO de Santa Clara, Las Villas, fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando del Mayor General Máximo Gómez, combatieron contra una columna de caballería integrada por dos escuadrones del Regimiento Lanceros del Rey No. 1 y la 2 y 3 guerrillas montadas de Villa Clara, con unos 500 efectivos, dirigidas por los comandantes Otero, Yturriaga y González.

Las fuerzas cubanas incluían escuadrones de los regimientos Narciso y González, bajo el mando del Teniente Coronel Enrique Loret de Mola, las escoltas de los generales Gómez, Julio Sanguily y Manuel de Jesús Calvar, y del Coronel Rafael Rodríguez, y fuerzas del Regimiento expedicionario de Camagüey, bajo el mando de su jefe, el Coronel Gabriel González. Estas fuerzas sumaban unos 300 hombres. El jefe cubano, quien marchaba por aquella zona con el objetivo de invadir a Cienfuegos, supo que el paso del río Arimao estaba en poder del enemigo y decidió desplazarse hacia el sur.

Gómez conocía que tres columnas españolas fuertes, de las Tres Armas, una de ellas bajo el mando del propio Capitán General Jovellar, operaban en el territorio para impedir su avance hacia occidente. Por esta razón el gran dominicano trataba de eludir un combate que frustrara su principal objetivo, en cual estaba comprometido el necesario auxilio a las fuerzas del brigadier Henry Reeve y del Coronel Cecilio González, que operaban aisladas en Cienfuegos y Colón.

Encuentro con el adversario

En su marcha hacia el sur, al no poder vadear el río Arimao, Gómez previó la posibilidad de un encuentro con el adversario. Este ocurrió en la llamada Loma del Jíbaro, alrededor de las 08:00 horas de este día, en los momentos en que las fuerzas insurrectas salían de un estrecho desfiladero que las había obligado a marchar en formación cerrada y llegaban a un sítio conocido como Llano de la Jutía. Los españoles atacaron la extrema vanguardia de la columna cubana. Al Coronel Gabriel González cargar aprovechando que el enemigo había sido engañado por un simulacro de retirada hecho por Loret de Mola; González atacó por el flanco izquierdo a tiempo que por el derecho lo hicieron Gómez, Sanguily y Rafael Rodríguez.

Los españoles retrocedieron, ocuparon la meseta del Jíbaro y, haciendo barrera con los caballos, pasaron a la defensa abriendo fuego cerrado contra los cubanos. En estas condiciones no se podía intentar una carga, pues la altura tenía pendientes muy abruptas. Loret de Mola volvió a simular una retirada dejando una brecha en la falda de la loma y algunas secciones enemigas trataron de salir por ella; pero fueron cargadas con tal brío que solo algunos lograron coronar nuevamente la altura.

Poco después el propio Mola, seguido por sus hombres, se lanzó cuesta arriba y logró llegar a la cima haciendo retroceder a los colonialistas. Ya el combate duraba unas tres horas. Gómez pensaba seguir hostilizando al adversario hasta rendirlo; pero la exploración le informó que la columna de Jovellar se dirigía hacia el lugar. Ante esta situación ordenó la retirada y para dificultar la probable persecución dispuso que el Comandante José María Aguirre, con 20 hombres del Regimiento González, quedaran en la retaguardia para hostilizarlo y dificultar su avance.

Bajas españolas y cubanas

Las bajas españolas en esta acción fueron más de cien, entre ellos varios jefes y oficiales; las de los cubanos, 8 muertos y 22 heridos, entre estos último el Coronel Rafael Rodríguez. Los cubanos se apoderaron de 30 fusiles, 50 caballos y diversos equipos. Este combate, no obstante ser una victoria de las armas cubanas, impidió el paso del Mayor General Máximo Gómez a Las Villas Occidentales y, por lo tanto, la ayuda que pensaba dar a los hombres de Reeve y Cecilio González que actuaban en esta región y en el este de Matanzas.

Fuente