Fermín Borges

Fermín Borges
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Nacimiento23 de abril de 1931[1]
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento1987
ciudad de Miami,
estado de Florida,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Causa de la muerteataque cardíaco
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
Alma materUniversidad de La Habana
Ocupacióndramaturgo
Obras destacadasTreinta grados sobre cero, Pan viejo, Doble juego

Fermín Borges (La Habana, 23 de abril de 1931 - Miami, 1987) fue un escritor y dramaturgo cubano.[2][1]

Síntesis biográfica

Formación

En 1949 comenzó estudios de dramaturgia en el Teatro Universitario de la Universidad de La Habana. Formó parte del Círculo de Estudios Teatrales organizado por Vicente Revuelta y Nora Badía al asumir la dirección de la Sección de Teatro de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo en 1953.[2]

En 1955 el grupo Arena llevó a escena su adaptación de Recuerdos de Bertha, de Tennessee Williams. El Teatro Experimental del Teatro Universitario estrenó en un mismo programa sus tres piezas en un acto Gente desconocida o Treinta grados sobre cero, Pan viejo y Doble juego, dos de las cuales fueron traducidas al francés por Eduardo Manet.[3]

En la década del 50 viajó por varios países europeos (Francia, Bélgica, Italia, España, Suiza), tomó cursos en la Universidad de La Sorbonne y visitó también Estados Unidos y Canadá.

En 1958 fundó y dirigió el grupo teatral Los Comediantes Cubanos.[2] En este período estrenó además sus obras Una vieja postal desconocida (1958?) y Pequeño homenaje a la comedia del arte cubana (1958).[2]

Ese año (1958) publicó Manifiesto de un joven dramaturgo cubano, 52 páginas.

Tras la Revolución cubana

Al triunfar la Revolución en 1959 colaboró en la página «Nueva Generación» del periódico Revolución.[3]

A finales de enero de 1959 estuvo entre los fundadores de la Unión Nacional de Jóvenes Dramaturgos Cubanos, que el 6 de febrero de 1959 publicó su manifiesto en el diario Mañana Libre.

Trabajó en la organización del Teatro Nacional de Cuba y fue el primer director de su Departamento de Artes Dramáticas.[4]

Participó en la organización de la Sección de Cultura del Movimiento 26 de Julio y fue responsable de sus actividades escénicas en La Habana. Ese mismo año (¿1959?) dicha sección estrenó en un doble programa en el teatro Auditorium sus obras en tres actos Con la música a otra parte y El punto de partida (Escena cubana n.º 1).

En 1960 creó y dirigió el Primer Seminario de Dramaturgia del Consejo Nacional de Cultura (CNC). Ese año (1960) fundó la escuela de Teatro del Teatro Nacional.[2]

Ese mismo año (1960) representó a Cuba en el Primer Festival de Teatro Latinoamericano celebrado en Uruguay.[2]

Gente desconocida (1955),[1] Pan viejo (1955), Doble juego (1955), Breve homenaje a la comedia de arte cubana (1958), Punto de partida (1959), La danza de la muerte (1966).[2]

El crítico e historiador del teatro Rine Leal publicó artículos sobre Fermín Borges y su actuación como hombre de teatro.[2]

El dramaturgo Antón Arrufat (n. 1935) escribió en los márgenes de su ejemplar de En primera persona (de Rine Leal) sus opiniones sobre Fermín Borges:

Unas veces a lápiz y otras con bolígrafo, Arrufat añadió comentarios sobre opiniones expresadas por Leal. En una página donde este presenta a Fermín Borges como «una formidable promesa dramática, un autor con suficiente sensibilidad como para sentarnos a esperar mejores obras», Arrufat escribe: «Primera profecía fallida. Las piezas de Borges estaban ya muertas antes de su estreno». Una crítica de 1959 en la que Leal alaba el toque chejoviano de Con la música a otra parte, merece de Arrufat esta anotación: «Demuestra su atraso».
Carlos Espinosa Domínguez[5]

Trabajó en la organización del Teatro Nacional y fue el primer director de su Departamento de Artes Dramáticas. Para el propio Teatro Nacional creó y dirigió el Seminario de Dramaturgia y la escuela de teatro en 1960, año en que también representó a Cuba en el Primer Festival de Teatro Latinoamericano celebrado en Uruguay.

Prestó servicios además en el ICAIC. En 1962 viajó de nuevo a Europa y estudió en la Universidad de las Naciones (en París).

Como contribuciones al teatro para niños adaptó la farsa china El vago señor Chun Min ―que dirigió el director Herberto Dumé (Matanzas, 1929 - Miami, 8 de abril de 2003) en el TEDA (Teatro Experimental de Arte) de La Habana―[6] y escribió una versión de La caperucita roja. En 1966 se estrenó su pieza La danza de la muerte. Fermín Borges trabajó durante años como autor dramático en el Consejo Nacional de Cultura (CNC). Estrenaba en Cuba una obra detrás de la otra y tan pronto las escribía se las llevaban a escena.[7]

Después desempeñó ocupaciones no relacionadas con el teatro.

En 1980 marchó a Estados Unidos por el puente marítimo del Mariel. Siguió escribiendo textos cada vez más antirrevolucionarios, pero no logró que los exiliados cubanos le publicaran nada. En 1981 participó en la inauguración del Teatro Versailles (en Miami) con un recital del poeta Luis Ángel Casas.

En 1984 terminó Los naranjos azules de Biscayne Boulevard sobre el éxodo del Mariel y las relaciones que se establecen entre un grupo de «marielitos» y una señora que les da acogida, siendo una muestra en el exilio de la preocupación de Borges por los marginados, como ocurrió con las obras escritas en Cuba. Ya enfermo, después de sufrir un infarto, hizo una lectura pública del primer acto. Nunca logró publicarla. También escribió El volumen de Carlota, que no fue publicado y se ha perdido.

En 1987 escribió su última obra de teatro, en un acto: Cantata para un joven poeta cubano asesinado por Fidel Castro, en memoria del terrorista cubano Luis Aurelio Nazario, quien fue integrante de la organización contrarrevolucionaria estadounidense Alpha 66, que ―en nombre de la lucha por la libertad― cometieron toda clase de atentados terroristas contra la población civil en Cuba.[8]

Fuentes

  • González Freire, Natividad: «Fermín Borges», en su Teatro cubano (1927-1961), págs. 145-149. La Habana, 1961.
  • Martínez Tabares, Vivian (2015): «Ecos y memorias de una experiencia fundadora para la escena cubana», artículo publicado en la revista La Jiribilla (La Habana).
    [Osvaldo] Dragún fue la cabeza y el espíritu visibles, con su innegable don de gentes y su generosidad, que consolidaba el empeño de muchos otros, como Fermín Borges, quien desde la dirección del Departamento de Arte Dramático del Teatro Nacional había lanzado la idea inicial; o Mirta Aguirre, que reemplazó a Borges, y a toda la línea de desarrollo impulsada por el Teatro Nacional con su programación estable y su irradiación cultural.
  • Leal, Rine: «Teatro cubano en un acto», «Con la música a otra parte» y «Fermín Borges», en su libro En primera persona (1954-1966), 1967, p. 39-41, 73-82 y 336-338, resp.