Frittata mediterranea

Frittata Mediterránea
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Descripción de la receta
Se trata de un plato sencillo y tradicional de la gastronomía italiana, que es muy fácil y rápido de preparar
País de origen
Bandera de Italia Italia
Ingredientes
2 huevos, 1 clara de huevo (opcional), 50 ml de leche o bebida vegetal, 3 tomates secos en aceite o rehidratados, 1 apio pequeño y fino (tallo central), medio calabacín, 4 champiñones, 25 g de queso feta o rulo de cabra, orégano seco, tomillo seco, ajo granulado, sal, pimienta negra molida, perejil fresco, aceite de oliva virgen extra y 1 limón.


Frittata mediterránea. Receta sabrosa, saciante y completa, sin resultar pesada, perfecta tanto para el almuerzo como la cena.

Origen de la receta

La Frittata, es una preparación italiana de origen campesino. Surgió de la mezcla de los ingredientes que sobraban del día anterior o que se tenían disponibles y además muy económicos, como la pasta, los huevos y la cebolla, La primer y más conocida se llama Frittata di cipolle. Su nombre viene del italiano fritto, puesto que se prepara en la misma cacerola donde se freían los huevos. Para su preparación sugiero usar una sartén de fondo grueso.

La mezcla de ingredientes que uso en esta receta fue inspirada en la dieta mediterránea, patrimonio de la humanidad, la cual es muy saludable para todos. Una frittata sirve para una cena ligera, un brunch, un picnic o un rico desayuno de fin de semana, o a cualquier hora para calmar el antojo.

Ingredientes

Para 1 persona

• Huevo 2

• Clara de huevo (opcional) 1

• Leche o bebida vegetal 50 ml

• Tomate seco en aceite o rehidratados 3

• Apio pequeño y fino (tallo central) 1

• Calabacín no muy grueso 0.5

• Champiñones pequeños 4

• Orégano seco al gusto

• Tomillo seco al gusto

• Ajo granulado al gusto

• Queso feta o de rulo de cabra (cantidad aproximada) 25 g

• Perejil fresco o albahaca

• Pimienta negra molida

• Sal

• Aceite de oliva virgen extra

• Limón 1

Elaboración

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 25 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 20 m

Esta receta se puede preparar en el horno o cocinar directamente sobre el fuego. Usando una sartén de hierro fundido estilo skillet queda de lujo, pero cualquier otra sartén de calidad nos servirá. Dependiendo del diámetro nos saldrá una frittata más fina o más gruesa.

Lavar muy bien y secar las verduras. Picar fino el apio, retirando los filamentos, y reservar las posibles hojas que tenga para el aderezo final. Cortar los champiñones en tiras o láminas y el calabacín en cubitos pequeños. Picar los tomates secos. Recordemos que deberán estar rehidratados; si los hemos comprado completamente secos hay que dejarlos a remojo en agua o aceite al menos 1 hora.

Batir los huevos ligeramente en un cuenco con una pizca de sal, pimienta negra y la leche. Podemos añadir una o dos claras, si tenemos un bote de claras abierto o alguna que nos haya sobrado de otra preparación, pero no es necesario. Reservar.

Calentar un poco de aceite en la sartén y dorar a fuego medio el apio picado con el tomate seco. Añadir el calabacín con una pizca de sal y dejar que coja color, salteándolo a fuego vivo. Agregar los champiñones, un chorrito de zumo de limón, ajo granulado, orégano y tomillo, y cocinar unos minutos hasta que pierdan el agua. Retirar a un plato.

Engrasar un poco más la sartén si fuera necesario y echar la mezcla de huevo, a fuego medio-bajo. Extender bien y dejar que empiece a cuajar ligeramente, apenas un minuto.

Repartir las verduras por encima y tapar para que termine de cocinarse. También podemos dejar las verduras y echar el huevo encima, pero así quedan más visibles.

Servir con perejil y las hojas de apio lavados y picados, queso desmenuzado, ralladura de limón y pimienta negra recién molida. Se puede dejar el punto de cocción del huevo al gusto.

Acompañando la frittata mediterránea

Esta frittata mediterránea es sabrosa, saciante y completa, sin resultar pesada, perfecta tanto para el almuerzo como la cena. Si queremos completar más el menú solo tenemos que añadir un poco de buen pan a la mesa, alguna ensalada ligera -o simplemente un par de tomates partidos, brotes frescos...- o una crema suave de primero. También podríamos usarla como relleno de un delicioso bocadillo, si tenemos que comer fuera de casa.

Fuentes