Martí y Serafín Sánchez

Martí y Serafín Sánchez.
“Una sólida amistad”
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Héroe Nacional de Cuba
NombreJosé Julián Martí Pérez
Nacimiento28 de enero de 1853
La Habana,Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento19 de mayo de 1895
Dos Ríos, Contramaestre, Bandera de Cuba
Causa de la muerteCaída en combate
NacionalidadCubana
OcupaciónPolítico, escritor, ensayista.
TítuloMayor General del Ejército Libertador
Partido políticoPartido Revolucionario Cubano
CónyugeCarmen Zayas Bazán
PadresMariano de los Santos Martí y Navarro
Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez y Cabrera
Obras destacadasIsmaelillo, La Edad de Oro.

Martí y Serafín Sánchez. Se entiende por amistad aquel afecto desinteresado y personal, generalmente recíproco, que nace y se fortalece con el trato, además de las personas con las que se tiene éste; sentimiento de mucho valor para José Martí: hombre de vastísima cultura, estudioso sin cesar, poseía una capacidad asombrosa para el trabajo, era sincero, de ahí la fuerza irresistible de su avasalladora palabra, sus convicciones surgían del corazón, pasando por su cerebro poderoso, tenía modales corteses.

Sinopsis

Se entiende por amistad aquel afecto desinteresado y personal, generalmente recíproco, que nace y se fortalece con el trato, además de las personas con las que se tiene éste; sentimiento de mucho valor para José Martí: hombre de vastísima cultura, estudioso sin cesar, poseía una capacidad asombrosa para el trabajo, era sincero, de ahí la fuerza irresistible de su avasalladora palabra, sus convicciones surgían del corazón, pasando por su cerebro poderoso, tenía modales corteses. La agudeza de sus apreciaciones artísticas, sus delicados y magníficos versos lo colocan en un medio ultrarrefinado; su origen era humilde, de familia modestísima; no existe ningún problema serio de la humanidad en el cual no pensara y sobre el cual no escribiera.

Amó a Cuba y la independencia de la patria fue la luz que lo guió e iluminó su vida, tuvo necesidad de unirse, para lograr sus propósitos a otro servidor leal de su patria, un militar que reúne todas las cualidades bellas de soldados: el valor la inteligencia, el tesón, la autoridad, acompañadas de las virtudes cívicas más resplandecientes: la dedicación al trabajo, la modestia, la constancia, la pureza de las costumbres y la rectitud envidiable de carácter: Serafín Gualberto Sánchez Valdivia. Este trabajo recoge el surgimiento de la amistad, desarrollo y significación recíprocas entre estas dos grandes figuras de nuestro proceso revolucionario; temática poco divulgada entre las jóvenes generaciones y de extraordinaria importancia para la formación de valores en adolescentes.

Datos de la infancia

José Julián Martí Pérez fue un niño de gustos raros, bravura desmedida, muy diferente a los de su edad, más que integrador de grupos, lo vemos seleccionador de ellos; su infancia, cual toda su existencia, fue de responsabilidad y servicio. En marzo de 1865 se abre, en La Habana, la Escuela Superior y municipal de varones, dirigida por don Rafael María de Mendive y él logra entrar a ella. Este gran maestro fue considerado el mentor y padre de nuestro Apóstol, además de su entrañable amigo. La amistad para Martí tenía un significado excepcional, se le han conocido pocos amigos íntimos, tales privilegiados fueron: Fermín Valdés Domínguez, Manuel Mercado y Serafín Gualberto Sánchez Valdivia. Este último mereció la amistad plena de él y quebró la parquedad del viejo Gómez, a quien se unió cada vez más desde finales de la década del 80. Existe una anécdota histórica que cuenta por qué Máximo Gómez dejó de fumar.

Serafín Sánchez Valdivia

Inspector General del Cuarto Ejército

De 1880-1890 Serafín Sánchez vivió en la República Dominicana, sus condiciones de vida no eran las mejores, quedó desempleado, se alojó junto al General Francisco Carrillo en un cuartucho de mala muerte, ambos tenían un solo par de zapatos, para ir a comer un día a la casa de un matrimonio amigo, iba uno y el otro esperaba a que volviera para poder ir a ingerir el apetitoso alimento después; en esa época (1889) sale Gómez a comprar comida para su casa, una vez que termina le queda un peso en el bolsillo, lo tenía destinado para comprar cigarros, rumbo al lugar donde se ofertaba la droga se tropieza con su amigo Serafín, lo ve muy mal vestido, lo lleva a una tienda donde vendían ropa barata y le compra un saco de mala calidad, pero nuevo, al que llevaba puesto lo dejaron en la basura. Gómez se sintió muy satisfecho con este gesto y desde ese día no volvió a fumar nunca más.

Encuentro

El primer encuentro entre Martí y Serafín se produjo en Nueva York, Estados Unidos, en julio 1891, desde ese momento, el apóstol calibró su grandeza de espíritu y su magnitud moral. La amistad entre ambos no fue solo por simpatías personales. Martí vio en Serafín el hombre que lo podía acercar a los veteranos de las guerras pasadas, ya que estos lo rechazaban, no confiaban en él; el segundo, puso su prestigio de General, al servicio de las nuevas ideas revolucionarias. Así quedó sellada esta amistad para siempre. Los momentos que pudieron compartir en esos días fueron inolvidables para ambos.

Epistolas de Martí

El 23 de enero de 1892 salió el General Serafín Sánchez Valdivia de New York hacia Cayo Hueso –según informa “El porvenir” del día 22 –donde fijó su residencia. Martí imposibilitado, por su mal estado de salud, de ir a despedir a su amigo, le dirigió esta nota:

Mi amigo Serafín: Hice cuanto pude en estos días y hoy, para parecer más fuerte de lo que estoy. Pero me rindo, con este cielo oscuro, la enfermedad sorda. Las fuerzas me han alcanzado para esas cartas mías. Mañana hay que estar en pie porque es día de Clubs y de fundar de nuevo. Lo que le deseo, y le envidio, es la fiesta de amistad en que va a vivir con las almas leales de ese buen Cayo. Acuérdese de su José Martí.

Una sólida amistad había quedado fraguada. La admiración entre ellos era palpable. En el mes de abril de 1892 escribió Martí:

"Mi querido Serafín Ver letra suya, es verdadero contento. Uno tiene sus amigos queridos, cuyo afecto es más grato y necesario que el de otros, y si Ud ha de ser justo, robará con frecuencia a ese trabajo que le admiro algunos instantes para contármelo: pues con qué otras columnas se ha de levantar nuestro país! (…) Déme hombres como Ud. y no tengo empacho en echarle a la cara la celebración ¿de qué más vive uno, sino de que lo quieran los buenos? (…) De esta casa, Serafín, no espere más que nobleza,- y si me faltase modelo, lo iría a buscar a cierta mesa de trabajador.- Su José Martí".

Serafín Sánchez era un hombre al cual todos respetaban y admiraban, se mantuvo en activa correspondencia con su familia y compañeros de lucha. Visitó New York en viarias ocasiones. En agosto de 1893, cuando él se despidió de sus compatriotas, escribe Martí en “Patria” “Rodeado de cariños y atenciones ha pasado algunos días en New York uno de los hombres más extraordinarios que en la guerra supieran resplandecer como héroes, y en la tregua estudian y practican la libertad, doblados sobre la mesa dura del trabajo. El General Serafín Sánchez vino a lo que tenía que hacer, y ha vuelto al Cayo (…). He ahí a un buen ciudadano.” Con recomendaciones del Maestro parte hacia Cayo Hueso en busca de trabajo. En la escogida de Tabaco “La Rosa española” aporta toda su cordialidad, sensatez y tacto para limar asperezas entre los emigrados e impulsar a Martí a escribirle a Gómez y a los demás jefes de guerra que se encontraban dentro y fuera de Cuba, consignándoles la disposición de luchar.

Sucesos

El 4 de noviembre de 1893, Federico Zayas provoca un alzamiento por su cuenta en Las Villas, más de cien hombres se lanzan a la lucha y no sabían que este no tenía órdenes de sus superiores, después se acobarda y cae prisionero en manos enemigas. Este incidente pone indeciso a Martí, no sabe a dónde dirigirse, Serafín le escribió dándole aliento y consuelo; su palabra llena de fe y cariño, es un sedante para Martí.

En diciembre de 1893, y ante la noticia de que Gómez estaba totalmente dispuesto para la guerra, Martí trueca su angustia en desbordante júbilo y sale hacia el sur para recorrer Filadelfia, Tampa, Cayo Hueso y Jacksonville, con el objetivo de sondear la actitud de los emigrados de esa zona hacia la causa revolucionaria. A una buena parte de ese recorrido lo acompaña Serafín: juntos visitan todos los clubes de Cayo Hueso, fundan el Club Lares –Yara; El Delegado del Partido Revolucionario Cubano recibe una felicitación por su celo y acierto en los preparativos de una nueva contienda. Cuando arrecian las dudas en torno a sus posibilidades guerreras, Martí le pide a Serafín: " Por qué con su mano de jefe no me le da un revés a esa picardía, no pinta mi alma militar y mi mayor ternura, mi ternura de hermano, que usted sabe y palpa que guardo para los que han dado su sangre por mi tierra? (…) A ver, Serafín, sea mi padrino de armas".

En agosto de 1893, Martí escribe a Pepa, le pide que se comunique con su esposo para que éste le mande correspondencia, le hacía mucha falta, Serafín le daba mucho apoyo espiritual. El Paladín permanece en el Cayo, tratando de mantener la organización revolucionaria, visita los clubes, los reorganiza, comprende que el apoyo de Cayo Hueso era funesto para la lucha independentista. El propio José Martí envía, en 1894, a Cayo Hueso al abogado Horacio Rúbens, para que apoyara a los obreros cubanos, él se traslada a Tampa, pues comprende lo perjudicial de su presencia en aquella turbulenta situación. Allí en Tampa, el Maestro recibe comunicación de Serafín en la que anuncia una pronta visita: rápidamente, responde al patriota espirituano, haciéndole ver la inconveniencia de ese encuentro, y justifica su actitud aclarando que algunas personas no debían conocer en ese momento, la verdadera razón de sus visitantes al Cayo.

A finales de enero de 1894, la situación en Cayo Hueso queda resuelto, entonces Martí, cuidadoso siempre de la amistad de Serafín, le escribe: " (…) Enojado está porque no fui o porque reprimiendo mi deseo de verlo creí que no debíamos mostrar al gobierno, con el viaje de usted, ninguna necesidad, de naturaleza militar, de vernos? (…)".

Héroes humildes

En las guerras por nuestra independencia participaron muchos hombres valiosos, a veces desconocidos, pero que, en la dedicación y entrega que poseía el general Serafín Sánchez logró concebir una serie de biografías de patriotas, específicamente de la Guerra de los Diez Años y más tarde Martí recogió un pequeño volumen que tituló Héroes Humildes. En carta de Marzo de 1894 a ese mismo destinatario, Martí le pide que envíen dos biografías más, todas fueron publicadas en el periódico “Patria”. El libro fue publicado en New York, en 1894.

En Cuba se publicó, por primera vez, en 1911, contiene un valor extraordinario, pues posee biografías de sus héroes de las guerras pasadas, está prologado por su entrañable amigo Gonzalo de Quesada, salió fusionado con Los poetas de la guerra, texto que recopiló Serafín Sánchez, es decir, unificó en un volumen las poesías escritas por aquellas personas que luchaban día a día y en condiciones impropias eran capaces de crear una obra literaria. Este tiene un enorme valor, porque constituye unos de los pocos libros prologados por José Martí. Este se encuentra expuesto en el Museo Casa Natal del Mayor General Serafín Sánchez. Posteriormente, se han hecho otras publicaciones, pero ambos por separado.Esta acción demuestra la unidad de pensamiento y acción que existía entre ellos, la necesidad de ayudarse el uno al otro.

Entre estas dos grandes figuras de nuestra historia surgió una febril correspondencia, existen un total de 150 cartas de Serafín Sánchez a Martí y 98 de Martí a Serafín. Después de los primeros meses de 1894, las copiosas cartas de Martí hacia Serafín perdieron un poco de magia y la belleza artística, no el amor y la amistad sincera, con urgentes, escritas, propias de los momentos que vivía su autor, los momentos cercanos al estallido revolucionario. Esta correspondencia solo fue superada por Manuel Mercado; la última carta de Martí a Serafín está fechada desde Montecristi, 18 de marzo de 1895. Comienza y se despide así: Sr. Serafín Sánchez Mi querido amigo Serafín: (…) A Pepa, toda la estimación y cariño en que tengo su hermoso carácter: Raimundo, (…), el incesante recuerdo de su José Martí.

Con el concurso de Serafín, lentamente, Martí y Gómez, símbolos de dos generaciones guerreras, han ido acercándose hasta el encuentro definitivo que los funde en el mismo cauce cuando el desembarco por Playitas de Cajobabo el primero de abril de 1895 para iniciar la guerra necesaria. Así, al decir de uno de sus contemporáneos, Serafín, como un puerto en la confluencia de dos ríos poderosos recibió la corriente de ambos y pudo admirar la pureza cristalina de aquellas aguas. Hizo todo lo posible en su labor conciliadora, por ello, Martí le estaría agradecido siempre y más que él, le estaría agradecida la Patria. La actuación de Serafín Sánchez fue fundamental para que la guerra se iniciara por un solo camino, aunque, lamentablemente, no se logró el clímax a que aspiraba el Maestro.

Los hechos lo demostraron: primero el Manifiesto de Montecristi y el desembarco de Gómez y Martí por Playitas, pero luego la reunión de La Mejorana (5 de mayo de 1895) y la sorprendente y la funesta participación de Martí en el combate de Dos Ríos. El Mayor General lamentó siempre no haber podido estar junto a Martí en el campo de batalla. Recordó sus consejos, su verbo fácil de aglutinar hombres, su frase. “Serafín querido” y su homenaje tuvo que ser modesto como su vida: nombró “José Martí” al barco con el que llegó a Cuba el 24 de julio de 1895 por la ensenada Tayabacoa. La contienda avanza, como Inspector General del Ejército recorre, orienta y acude a Dos Ríos, allí pronuncia un discurso titulado “Las ansias vehementes de mi corazón”. Entre otras expresiones, afirmó: "(…) fui al calvario de José Martí como va el creyente sincero a arrodillarse delante del Dios de los ideales santos de su religión" De una manera muy poética, descriptiva, valorativa nos da a entender la compenetración verdadera que existía entre estos dos grandes de la historia patria. Este discurso fue publicado el 30 de junio de 1896 en “ El Cubano Libre”, órgano del Ejército Libertador.

Amistad

Resulta gratificante leer pausadamente el epistolario cuando entre José Martí y Serafín Sánchez, pues se evidencia la sincera amistad que surgió entre ellos. Es muy importante tomar como ejemplo los valores morales y los sentimientos que cultivaron nuestros héroes entre ellos, las nuevas generaciones deben regirse y continuar la obra que iniciaron las figuras cimeras de la historia cubana. Todo lo expuesto en el trabajo pudo ser gracias a la existencia física de ese epistolario, que, aunque solo sean fotocopias de los originales, nos permitieron estudiar y conocer elementos propios de estos dos héroes: paradigmas y pedestales de una sólida amistad.

Enlaces externos

Fuentes referenciadas

Fuentes Consultadas

  • Méndez, M. Isidro: Martí, La Habana, 1941
  • Sánchez, Raimundo: “Por qué Máximo Gómez dejó de fumar”, en Revista “La Fraternidad”, Sancti Spíritus, trimestre Enero- Febrero- Marzo de 1925
  • Sanzo Rodríguez, Javier: “José Martí y Serafín Sánchez: una amistad para siempre “, en Revista “Siga la Marcha”, año I, No 1, Julio de 1993
  • Borrego, Mary Luz: “Serafín, puesto entre dos ríos profundos” Periódico Escambray, Sancti Spíritus, 18 de noviembre de 1996
  • Fotocopia del epistolario de José Martí y Serafín Sánchez, en Centro de Documentación del Museo Casa Natal Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, años 1892-1895
  • Martí, José: Epistolario, Tomo III- V (1892 -1895), Centro de Estudios Martianos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1993.
  • Moral, Luis F del: Serafín Sánchez: un carácter al servicio de Cuba, Ediciones Mirador, México, 1955.
  • Sánchez, Serafín: “Las ansias vehementes de mi corazón”, en “ El cubano libre” (30 de junio de 1896) impreso por la Unión de Jóvenes Comunistas, en Sancti Spíritus, el 26 de julio de 1986.