Juan Damasceno

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San Juan Damasceno
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Santo
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Religión o MitologíaCatolicismo
Día celebración4 de diciembre
Venerado enIglesia Católica

San Juan Damasceno . Teólogo griego; Presbítero y Doctor de la Iglesia. Gran conocedor de la filosofía ingresó en el monasterio de San Sabas, próximo a Jerusalén, fue ordenado sacerdote. Escribió numerosas obras teológicas sobre todo contra los iconoclastas.

Trijerusa

San Juan Damasceno (en árabe, يوحنا الدمشقي Yūhannā al-Dimašqī; en latín: Iohannes Damascenus, en griego: Ιωάννης Δαμασκήνος ) (Damasco, Siria, 675 - 749) fue un teólogo y escritor sirio, es doctor de la Iglesia.

Bibliografía

Nació en Damasco, en la segunda mitad del siglo VII, en el seno de una familia cristiana. su abuelo había sido funcionario al servicio del Imperio Bizantino, y tras la conquista musulmana de Siria pasó a servir a los nuevos dominadores; el padre de Juan siguió la tradición familiar al servicio de los Omeyas, como él mismo también. Sin embargo renunció a esa vida, repartió sus posesiones entre los pobres y entro en el monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén, donde pasó la mayor parte de su vida.

Se dedicó al estudio y a escribir. Pretendió exponer sistemáticamente todo el dogma cristiano y no abordar unos pocos temas como hicieran sus antecesores. Por eso su pensamiento y su obra se convirtieron en las expresiones más perfectas del espíritu escolástico. Cuando el emperador de Constantinopla prohibió el culto a las imágenes haciéndose eco de los iconoclastas que acusaban a los cristianos occidentales y orientales fundamentalmente los monjes- de adorar imágenes, San Juan Damasceno defendió la práctica de la veneración, no adoración, de las imágenes religiosas contra los iconoclastas.

Obra

Sus obras son profundas, elegantes, llenas de celo y de sólida doctrina que aún hoy conservan su frescura. San Juan Damasceno fue para Oriente lo que Santo Tomás fue para Occidente. Creyó que la Filosofía y las Ciencias eran siervas de la Teología, y que su misión consistía en contribuir a la comprensión de la verdad recibida a través de la revelación. La fe es el fundamento de la razón, tanto si su movimiento parte de la observación de la naturaleza como si parte de la propia fe para comprenderla.

Su obra principal se titula Fuente del conocimiento. La misma comienza con la Dialéctica (que contiene las definiciones y los postulados) y prosigue con la Física, la Moral y la Teología (que ocupa el lugar de la filosofía primera). Entre sus escritos polémicos se destacan el diálogo Contra los maniqueos y el tratado Contra los monotelistas, y entre sus obras menores se encuentra un tratado Sobre los dragones y los fantasmas, contra las supersticiones.

Según Juan Damasceno, corresponde a la razón explicar los fenómenos físicos (relámpagos y truenos, por ejemplo). Por ello critica las supersticiones, a las que considera fruto de la ignorancia. En su Fuente del conocimiento afirma que no debe interpretarse al Universo desde el animismo: "Que nadie piense que los cielos y las estrellas están animados pues son, en realidad, inanimados e insensibles". Se opone, a su vez, a la interpretación maniquea de la materia como fuente del mal: "Malo es aquello que, no teniendo su causa en Dios, se debe a nuestra propia invención, a saber: el pecado."

La naturaleza de un ente es la ley o la potencia —que le confiere el Creador— según la cual el ente se mueve o no (Principio de Operación). Dicha naturaleza no existe fuera de los individuos y solamente el pensamiento puede concebirla. Lo real es el individuo (la hipóstasis, la existencia concreta, la persona). Él hace subsistir todo lo demás, incluida la substancia o naturaleza (el elemento común), que sólo son en la hipóstasis. Así, Juan Damasceno lleva al pensamiento hacia lo concreto, hacia la existencia, evitando el conceptualismo platónico y peripatético, y preanunciando la metafísica de la existencia (esse) de Tomás de Aquino.

Desde la caída ("pecado original") la angustia pasó a ser parte constitutiva de la naturaleza humana. Ella expresa el deseo natural de existir, el terror frente a la muerte, frente a la pérdida de la existencia recibida. La resurrección para la vida eterna termina con ella. Al referirse a Dios, Juan Damasceno sostiene que es incomprensible y que accedemos a Él sólo por la fe. Si bien aclara que Dios no es ninguno de los seres, al afirmar que «Él lo llena todo», utilizando un lenguaje cercano al del pseudo Dionisio, sus expresiones adquieren un tinte panteísta. Para evitar esa confusión, sostiene que Dios está más allá de toda substancia y más allá del ser (como el Bien de Platón); es un océano infinito de ser, es la fuente del ser.

San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia

San Juan es el último Padre de la Iglesia de Oriente. Es como un río abundante en dos vertientes que aprovecha al máximo y en sus maravillosas y abundantes obras dejará de ello un perenne testimonio: la Tradición y fidelidad al pasado, a los padres y Magisterio de la Iglesia, y su amor y profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras. Se le dan dos nombres: "DAMASCENO" por haber nacido en Damasco y "CRISORROAS" que significa "que fluye oro". Por la riqueza de su doctrina le llamaron así los antiguos.

El origen de su llamamiento, desde el hijo de cobrador de impuestos a los cristianos, hasta llegar al retiro del Monasterio de San Sabás, es bello y aleccionador. Aprende las maravillas de nuestra fe, las vive, se convierte en un profundo conocedor de la Doctrina de Jesucristo y empieza a predicarlo. Pero esto no le llena. No se ve maduro, y por lo mismo se retira al desierto, al famoso Monasterio de San Sabás, cerca de Jerusalén.

El, en su juventud, había disfrutado de todos los halagos que puede ofrecer el mundo. Sus padres fueron muy buenos cristianos y él crecía día a día en la fe, pero aquella vida no le llenaba su gran corazón. Por ello, ahora, en la soledad del silencio y en las largas horas que pasa en oración, va madurando aquella alma que será un horno de fuego con su palabra y con su pluma, en defensa de los valores de la fe cristiana cuando la vea atacada. Con sus sermones arrebatadores y con sus abundantes y sólidos escritos, llegará a ser una de las lumbreras más grandes de todos los tiempos.

El año 726, el emperador de Bizancio, León el Isáurico, proclama una Bula de prohibición de las imágenes. Juan se levanta, con fuerza, para defender su uso como medio para despertar la fe. Y dice: "Lo que es un libro para los que saben leer, eso son las imágenes para los analfabetos. Lo que la palabra obra por el odio, lo obra la imagen por la vista. Las santas imágenes son un memorial de las obras divinas". Sus obras son profundas, elegantes, llenas de celo y de sólida doctrina que aún hoy conservan su frescura. San Juan Damasceno fue para Oriente lo que SantoTomás fue para Occidente. Muere el año 749

Fuentes