Teatro Tacón

Teatro Tacón
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Obra Arquitectónica  |  (Teatro)
Fachada Teatro Tacon.jpg
Teatro Tacón
Descripción
Tipo:Teatro
Localización:La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Datos de su construcción
Inauguración:1838
Otros datos
Arquitecto(s):Antonio Mayo


Teatro Tacón. Teatro inaugurado en 1838, con cinco bailes de máscaras durante el primer domingo de carnaval, llevó el sonoro nombre de Teatro Tacón en honor al Capitán General don Miguel Tacón. Se dice que al interior del teatro pasaron más de 8 mil personas y en los alrededores se movieron inquietos por no poder entrar, no menos de 15 mil viandantes.

Su historia

La Habana en 1834 solo contaba con el Teatro Principal,[1] ubicado al lado de la Alameda de Paula, que tenía una limitada capacidad, por lo que el general Tacón encargó la construcción de otro teatro a su amigo Francisco Marty Torrens, un empresario negrero catalán, que había llegado a Cuba “sin un duro” y casi analfabeto pero que tiempo después, gracias al negocio de la trata de esclavos y más tarde al mercado de la pescadería, se convirtió en millonario.

Tacón dio a conocer su participación en la construcción del teatro en la Relación de su administración, que presentó a su sucesor don Joaquín de Ezpeleta, ofreciendo para el proyecto toda la piedra necesaria, de las canteras del Gobierno, inmediatas al solar donde debía edificarse, y seis bailes de máscaras en los carnavales a su beneficio.

Marty tuvo que desembolsar 200 000 pesos fuertes aunque el gobierno le facilitó peones, brazos de presidio y otros materiales.

El edificio fue construido en la esquina del Paseo del Prado y San Rafael. Aunque extramuros, estaba situado frente a la puerta de Monserrate y al parque donde estaba la estatua de Isabel II.

El edificio tenía la estructura, elegancia y capacidad del teatro Real de Madrid y del Liceo de Barcelona, según plantean autores de la época.

Tenía tres órdenes de palcos, noventa en total, y dos graderías: tertulia y cazuela, que no eran más que un corredor en lo alto y un conjunto de asientos del piso más alto, respectivamente. Contaba además con dos espaciosos y elegantes palcos para el Capitán General y para la Presidencia. Su inauguración fue el 15 de abril de 1838, con la puesta en escena de la comedia de Scribe "Don Juan de Austria o la vocación" aunque el 28 de febrero se había dado un baile de carnaval.

Su capacidad normal era de dos mil espectadores, pero podía admitir unas 500 personas más. La sala era famosa por su acústica, por su monumental araña y por su amplio escenario.

El techo era a cuatro aguas y frente a la Alameda tenía un pórtico dórico de tres arcos sobre pilares con columnas adosadas, sencillas en el centro y dobles en los extremos.

Marty vendió el edificio en 1857 en 750 mil pesos fuertes a la Compañía Anónima del Liceo de La Habana, que entre los años 1858 y 1859 lo cerró para mejorarlo y embellecerlo, sustituyendo el techo de la sala por uno a dos aguas. Pero los compradores tuvieron problemas para pagar lo pactado por lo que el teatro retornó a la señora Carrillo de Marty y de sus hijos, quienes lo vendieron a los señores Silveira y Cevallos.

El "Directorio Criticón de La Habana", del año 1883, en su página 46, hace la siguiente descripción del teatro: “...ocupa una superficie de 6,176 varas cuadradas, tiene por el frente tres puertas, seis por la calle San Rafael y tres por la de Consulado y dos que dan a la de San José...Fijándonos en la parte interior del teatro veremos que la platea y el escenario miden 42.83 metros de largo, por 20.68 de ancho y la embocadura 17.36. Las localidades pueden repartirse del modo siguiente: 56 palcos de 1.o y 2.opiso, 8 id. Del 3.o, 6 grillés, 112 butacas del tercer piso, 552 lunetas, 101 sillones delanteros de tertulia, 500 asientos de tertulia, 102 sillones delanteros de paraíso, 500 asientos de ídem. Este número de asientos da cabida a 2,287 espectadores, que sumados con 750 más que pueden colocarse de pie detrás de los palcos, hacen 3,000 personas que pueden asistir a una función. El alumbrado consta de 1,034 quemadores de gas; el decorado se compone de 751 telones, bastidores, bambalinas, etc.; la sala de armas posee 605 piezas de diferentes clases; el guardarropa 13,787 trajes; los muebles y útiles de escena llegan a 782; el archivo contiene más de 1,200 libretos de obras líricas y dramáticas...”

Al construirse en 1910 el Centro Gallego de La Habana, esta sociedad adquirió el edificio con el compromiso de respetar la configuración interna, pero las modificaciones que le realizaron en su estructura y en otros aspectos malograron su magnífica acústica.

Construcción e inauguración del teatro

Su arquitecto Antonio Mayo logró dotar al edificio de los requisitos necesarios en cuanto a comodidad, capacidad, ventilación y condiciones acústicas. Levantado en un extremo de la entonces Alameda de Isabel II y a pocos metros de la puerta de Monserrate, en la Muralla de La Habana, tenía 90 palcos y 22 filas de lunetas y una capacidad mínima de dos mil asistentes, pero con posibilidad máxima de llegar hasta cinco.

Sala de Teatro Tacón

Tal llegó a ser el lujo de Tacón que por la época se cantaban unas coplas, en las que se decía "tres cosas tiene La Habana que causan admiración: El Morro, La Cabaña y la araña del Tacón", refiriéndose a una enorme y llamativa lámpara de fino vidrio importada de París que colgaba sobre la platea y en una ocasión sufrió la ira del público furioso por la mala calidad de una obra. Se dice que su esplendor terminó cuando en una reparación le ocurrieron tantos percances que hubo de ser bajada y retirada de servicio activo.

Primera función

La primera función de temporada ocurrió el 15 de abril de 1838 con la obra don Juan de Austria, actuada por el ya famoso actor cubano Francisco Covarrubias. Entonces se puso de moda decir que ir a La Habana sin visitar el Tacón, era como estar en la ciudad italiana de Pisa y no llegarse hasta la torre inclinada.

Véase también

Fuentes