Félix Varona Sicilia

Félix Varona Sicilia
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Promotor Cultural de la Comunidad
Nacimiento16 de febrero de 1927
Velasco
Fallecimiento23 de julio de 1997
Velasco
Nacionalidadcubano
Ciudadaníacubana
Obras destacadasPromovió la construcción de la Casa de la Cultura de Velasco.

Félix Varona Sicilia. Destacado promotor cultural, impulsor del desarrollo socio-cultural de Velasco en Gibara, Cuba. Figura representativa de la localidad.

Síntesis biográfica

Nació en Velasco el 16 de febrero de 1927, en la calle 33, número 1201, reparto La Loma. Hijo de Antonio Varona Mariño, chofer de alquiler y Virginia Sicilia Balán, ama de casa.

A los dos años queda huérfano de madre y de su crianza se encarga Luisa, una tía materna. El padre hemofílico de nacimiento, se entregó al alcohol y dejó de atenderlo, por lo que quedó completamente al cuidado de su familia materna.

Por el delicado estado de salud ya que heredó la enfermedad del padre, la niñez de Félix transcurre en un ambiente hogareño de complacencia y sobreprotección, con atenciones diferenciadas del resto de los niños de la casa. Sus relaciones se limitaban a los dos primos y otros niños de la familia quienes esporádicamente los visitaban.

Su precaria salud lo limitaban a participar en juegos y diversiones que requerían de esfuerzos físicos, por eso, prefería irse a casa de su tío abuelo, Manuel (Lico) Balán Ramírez, que vivía al frente, y pasarse largo tiempo escuchando los relatos de este sobre su padre, el coronel mambí José Balán Montero, combatiente de las tres guerras de independencia, del primer encuentro de este con el general Antonio Maceo al hacer escala en el puerto de Gibara a bordo del vapor “Manuelita y María”, en Febrero de 1890.

Lico también le narraba sus vivencias en la guerra del 95, entre las que se encontraba el rescate de su padre, que cayó, mal herido en manos de los españoles, en el primer combate de esta guerra en la región holguinera, en el sitio conocido por Sabana Herrera, San Felipe de Uñas. Tampoco faltó para conocimiento de Félix, el rico historial de Lico en la lucha contra el tirano Machado, junto a personalidades como Floro Pérez, también velasqueño, Antonio Guiteras, Juan Gualberto Gómez, Carlos Hevia y otros; además del desarrollo de la llamada “Guerrita de Gibara”, en Agosto de 1931, en la que le correspondió apoyar la expedición procedente de New York a bordo del barco “Ilse Wormauer”, comandada por Emilio Laurent y Sergio Carbó, y de sus contradicciones en la estrategia de lucha con Laurent, del fracaso de este intento y de la prisión sufrida en la Fortaleza de la Cabaña, La Habana.

De mano de Lico, Varona asistía a actos cívicos y homenajes con que la comunidad velasqueña honraba a su líder natural a través de instituciones como las logias fraternas, sociedades de blanco y negros y escuelas, factor que fue acrisolando su vocación de lucha e ideales de progreso social. Los festejos por el “Grito de Baire”, organizados por su tío abuelo también dejaron una favorable impresión en Félix.

A los diez años aprendió a leer y escribir con una maestra particular, llamada Amparo Osorio Lorenzo, y culminó la primaria en la escuela pública a los 16 años. Los estudios no los pudo continuar por no existir secundaria básica en el poblado y la familia, siempre al cuidado de su salud, no le permitió viajar a Holguín.

En la etapa de temprana juventud se manifiestan ya sus facultades volitivas al afrontar y sobreponerse a su enfermedad. Juega pelota y se va al río a nadar con otros muchachos y amplía sus relaciones con adultos.

Interés en el arte y la cultura

El interés por el arte y la cultura se hace más manifiesto conjuntamente con el desarrollo de dotes de autodidacta cuanto libro, material, revista o periódico que se pusiera a su alcance y se mantenía informado sobre los acontecimientos internacionales, en especial sobre la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y de la vida política nacional e internacional de su tiempo, para ello también se valía del viejo radio de la casa.

En el joven Félix se definían algunos rasgos personológicos en especial relacionados con la voluntad como la resolución o decisión, la aptitud para la iniciativa y la perseverancia. A pesar de mantener un físico endeble, fue un hombre enérgico y de pensamiento creativo. De aquel niño callado, solitario y taciturno solo quedaría la apariencia física al paso del tiempo.

Su carácter se fue tornando vivaracho con amplias relaciones sociales donde son frecuentes los chistes y jaranas. Este era bien acogido por su honradez y solidaridad humana que no reparaba en posición económica ni color de la piel.

En 1953, comenzó a trabajar como dependiente en una tienda de ropa y por la noche estudiaba teneduría de libros en el colegio Regil.

La entrada a esta escuela, marcó un importante hito en la vida de Varona. Esto se debió a que el claustro de maestros era de gran experiencia y primaba un pensamiento progresista martiano y no solo en las clases sino en otras actividades como veladas artísticas, actos patrióticos y desfiles.

En la escuela se organizó la Asociación de alumnos y Varona fue elegido presidente de forma unánime. El grupo directivo fue formado por jóvenes de ideas antibatistianas y en sus reuniones analizaban y discutían materiales y documentos como “La historia me absolverá” y la situación imperante en el país, además se concebían las estrategias para informar y orientar al resto del alumnado.

Las estrechas relaciones con sus maestros lo pusieron en contacto con autores como Miguel de Cervantes, Ralf W. Emerson, José Ingenieros, Orison S. Marden, Alejandro Dumas, Emilio Salgari, Federico García Lorca, Alejandro Casona José Martí, Nicolás Guillén y otros.

En esta escuela realizó sus primeras actividades culturales, organizando veladas artísticas, actos patrióticos y montando pequeñas piezas teatrales.

En 1955 intentó el montaje de “Mariana Pineda” de Lorca, pero fue denunciado y la guardia batistiana prohibió su presentación bajo amenaza de arresto a la dirección y al mismo Varona.

Este hecho constituye una profunda frustración para Varona que lo llevó a la conclusión que bajo el régimen batistiano era imposible desarrollar una verdadera labor cultural. En adelante se apartaría del arte para entregarse a la lucha revolucionaria.

Triunfo revolucionario

El triunfo revolucionario en 1959 posibilitó que los individuos encontraran marco adecuado para su vocación y medios para enriquecerla. Las nuevas formas de organización penetraron en el espacio y el tiempo de las personas ya que el poder se manifestaba en beneficio popular. Se produjeron cambios vertiginosos en las personas que se expresaba en tareas sentidas y pensadas con contenidos jamás practicados en la neocolonia.

La Revolución con su gigantesca convocatoria ofrecía oportunidades inéditas al pueblo, entre ellas, el sacudimiento de la enajenación y la alienación en el campo de la cultura.

El momento histórico que le toca vivir a Varona requería de hombres de acción. La nación se estremecía en medios de cambios profundos y vertiginosos imponiendo urgencias al quehacer. Toda acción retardada o lenta era un acto discordante con el movimiento general que se producía en la sociedad cubana. Varona fue parte de ese ímpetu que recorría el país.

En los cinco primeros meses del triunfo revolucionario Varona se entregó a la tarea de ponerse en contacto con aquellas personas que junto a él intentaron infructuosamente hacer arte bajo el régimen pasado y a la captación de otras personas. Con estos fines recorría el poblado visitando las sociedades, escuelas, solares, donde se jugaba pelota, el parque y en plena vía pública.

En Mayo de 1959, en reunión efectuada en la casa de Esteban Pérez Palacio (fallecido), situada en la calle 41 # 1815, Félix organizó un pequeño grupo que se encargaría de llevar adelante la labor cultural en Velasco.

Este grupo aglutinó a una pequeña vanguardia cultural, donde por primera vez en la historia de la localidad se juntaban con un objetivo común personas de diferentes orígenes sociales, y presentaba la peculiaridad de estar conformado en su mayoría por personas de la clase acomodada, de buen nivel de conocimientos superiores. La presencia de Varona en el mismo, como eje central, imprimió el sentido popular al trabajo que se desarrollaría en el nuevo contexto histórico, con un contenido alejado de los conceptos clasistas en que se había formado esa mayoría.

Este primer acto fundacional de Varona significó también el primer impulso motivador-movilizador de la comunidad que tuvo como premisa la solidaridad entre sus miembros y un absoluto respeto a la labor cultural, insistiendo en la calidad de lo que se presentara al público.

Varona pondría en práctica su proyecto cultural popular en momentos de gran tensión en que se debatía en torno a problemas estéticos y la cultura popular en los grandes centros y altas esferas de la cultura del país.

Varona fue respetado y admirado por sus valiosos aportes en la lucha contra Batista y era identificado como un enlace tácito entre el nuevo gobierno y el pueblo, o sea una especie de vocero o defensor de los intereses populares, por sus conocidos ideales de progreso social y amor al terruño.

A estos atributos personales se fueron integrando otros que fueron perfeccionándose durante la práctica social.

Instituciones culturales

Paralelo a las acciones movilizadoras y participativas continuó manifestándose el espíritu promocional y fundacional de Varona al ir creando nuevas instituciones culturales como:

La biblioteca pública “Fabio Delgado”, dotada con 2000 volúmenes. (1961) La secundaria básica “José Avila Serrano”.(1962)La Escuela de música, con dos profesores de solfeo, piano, y trompeta. (1962)Librería. (1964)Una sala de teatro en el Círculo Social con capacidad para 150 personas. (1968) Estas instituciones conformaron un sistema que abriría nuevas perspectivas a la comunidad con estos espacios culturales para el disfrute, la recreación, y el arte, se enriquecería el ambiente cultural con opciones sanas y formativas para colmar el tiempo libre y socializar los valores espirituales. Más tarde se integraría a este sistema un complejo cultural que constituye la cúspide de sus aportes a la cultura de la localidad: la Casa de la Cultura que hoy lleva su nombre, conocida como la Casa de la Cultura de Velasco.

Muerte y legado cultural

A la muerte de este extraordinario promotor de la cultura ocurrida el 23 de julio de 1997 dejaba tras de sí un universo espiritual impregnado en un pueblo empeñado en continuar la obra magna de la cultura.

El legado cultural y la presencia espiritual de Varona se encuentran incorporados a la realidad de la sociedad velasqueña, perceptible en la Casa de Cultura que lleva su nombre es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura cubana, y es reconocido su valor a nivel nacional e internacional. El ámbito cultural creado posibilitó el desarrollo de las diferentes manifestaciones artísticas. El movimiento de artistas aficionados entre niños y adolescente también fue masivo en todas las manifestaciones, como señal del desarrrollo integral alcanzado por la cultura y muestra de la presencia de un relevo generacional sostenedor del mismo.

Las fuertes bases del trabajo cultural realizado ha permitido se conserve hasta nuestros días su integralidado y calidad, a diferencia de muchos lugares a lo largo del país, donde ha sufrido un deterioro significativo este movimiento impactado por el reforzamiento del bloqueo y la caída del socialismo en Europa.

El público formado y educado otrora por Félix ha mantenido su línea ética de conducta y sus cualidades participativas, gusto polifacético, nivel crítico, conocimientos de los valores genuinos del arte y el rechazo al kitsch y a la seudocultura.

Los gigantescos desfiles inaugurales de las jornadas de la Cultura parten de la que fuera su casa y son presididos con un gran cuadro con su imagen.

En la sala de teatro del Centro Cultural se conserva una luneta en primera fila, conocida popularmente como “el asiento de Félix”.

Félix es recordado en su natalicio cada 16 de febrero y los 23 de julio, en su muerte, con peregrinaciones a su tumba donde se escenifican pasajes de obras teatrales montadas por él, se interpretan canciones y declaman poemas y es rememorado el rico anecdotario de su vida así como en veladas conmemorativas.

El cambio de la realidad cultural creó una nueva imagen social de Velasco. Antes su celebridad se debía a que era el terruño natal del legendario Short Store del equipo “Almendares” de la pelota profesional cubana, y de los famosos “Yankees de Nueva York”, Guillermo ( Willy ) Miranda Pérez o por ser el “Granero de Cuba”. Pero de Félix Varona Sicilia hasta nuestros días es identificado como “un pueblo de cultura” o “el pueblo de Félix Varona”

Fuentes

  • De Avila y del Monte Diego: Memorias sobre el hato de San Isidoro de Holguín. Imprenta el Arte. Manzanillo.1925
  • De la Peña Rubio Nicolás: Gibara: agosto 17 de 1931. Ediciones Oriente 1988.
  • Leyva Aguilera Herminio: Gibara y su jurisdicción, apuntes históricos y estadísticos. SL. 1984.
  • Periódico Ahora, Holguín: 27-11-81, Encuentro con 21 años de teatro en Velasco, por Fernando Beramendi.
  • 27-11-85 Grupo de teatro de Velasco; 25 años ofreciendo el mejor arte al pueblo, por Haydeé Vigo Martínez. ,
  • 17-7-88 Félix regresó feliz, pero.., por Eugenio Marrón Casanova.
  • 2-8-97. Autobiografía política de Félix Varona Sicilia. Documento inédito