Retablo de los Héroes (Santiago de Cuba)

Retablo de los Héroes
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Retablo heroes stgo.jpg
Nombre del Autor:Espinosa Ferrer
Ubicación Geográfica:Cementerio Santa Ifigenia.Santiago de Cuba

El Retablo de los Héroes. Santiago de Cuba. Se levanta en el Cementerio de Santa Ifigenia, a un costado del mausoleo erigido al apóstol José Martí, reposando en el mismo los restos de 38 valerosos jóvenes caídos en el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

Descripción

Esta obra nació del talento y alma del escultor santiaguero Espinosa Ferrer. Fue construida en 1961 en cumplimiento de indicaciones expresas del Máximo Líder de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz.

El sagrado lugar lo preside un mural donde se aprecia al pueblo enfrentado a militares de la tiranía de Fulgencio Batista, al mártir muerto en brazos de la madre, al barbudo representando al Ejército Rebelde y el obrero que trae la estrella simbolizando el triunfo de la Revolución.

Sitio de los mártires caídos

Según investigaciones de José Leiva Mestres, tras el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, en el Cementerio Santa Ifigenia fueron enterrados 33 cadáveres, en El Caney 17, en Bayamo 5, en Veguita 5, y en Maffo 1.

Luego del triunfo se dispuso también la construcción de un mausoleo en Artemisa, para que allí descansaran los mártires de ese pueblo que aportó la mayoría de los combatientes.
En la necrópolis santiaguera los osarios se encuentran colocados a lo largo y ancho en la parte superior del panteón con los nombres en orden alfabético y se dispuso así, para que quedara en primer lugar Abel Santamaría, calificado por Fidel como lo más generoso de esa acción.

En el extremo está Haydee Santamaría, que aunque no murió en el asalto al Moncada, sino años después del triunfo, se decidió que estuviera junto a sus compañeros, porque era como la madre amorosa que siempre estuvo al lado de Abel.
Junto a los mártires de los sucesos del 26 de julio de 1953, se encuentran también aquí los restos de jóvenes santiagueros que cayeron luchando en la clandestinidad, entre ellos, Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, muertos el 30 de noviembre de 1956 durante el levantamiento armado de Santiago de Cuba para apoyar el desembarco de los expedicionarios del yate Granma.

En otra acertada decisión se dispuso también, trasladar al sagrado recinto las cenizas de los combatientes caídos el 28 de mayo de 1957 en el combate de El Uvero, dirigido personalmente por Fidel y que al decir del Che, marcó la mayoría de edad del naciente Ejército Rebelde en la Sierra Maestra.

Fuentes