Miguel Bonasso
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Miguel Bonasso (Buenos Aires, 17 de mayo de 1940), es un periodista, escritor y político argentino. Antiguo militante montonero, se enfrentó a las dictaduras militares, sufrió atentados de la Triple A y vivió en el exilio. En 2002 fue galardonado con el Premio de narrativa José María Arguedas. Fue diputado nacional en dos ocasiones, entre 2003 y 2011.
En 2009 se pasó a la Opo (‘oposición’) contra el Gobierno popular y latinoamericanista de Cristina Fernández de Kirchner, por lo que desde ese momento obtuvo una gran presencia en los programas políticos de la televisión ―monopolizada por el Grupo Clarín, cómplice de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983)―. Por ello Bonasso resultó funcional para el ascenso al poder del empresario neoliberal proestadounidense Mauricio Macri (en 2015). Esto hizo que los seguidores de Bonasso le abandonaran en masa, y prácticamente desapareció de la escena política.
Sumario
Síntesis biográfica
Periodista desde los dieciocho años, en 1968 se inició en el semanario Leoplán. Entre enero y marzo de 1973 fue secretario de prensa del Frente Justicialista de Liberación.
Durante 49 días ―entre el 25 de mayo y el 13 de julio de 1973― fue asesor del presidente peronista Héctor Cámpora (1909-1980) durante su breve mandato al finalizar la seguidilla de 18 años de dictaduras militares y tiranías seudodemocráticas (con el peronismo proscrito).
Como militante montonero (peronista), terminó enfrentándose con las armas contra el Gobierno democrático de Juan Domingo Perón (quien había ganado las elecciones por el 60 % de los votos de los argentinos). En 1974 fundó y dirigió el diario Noticias, clausurado durante el gobierno de Isabel Perón, tras un atentado contra la redacción.
Ocupó el cargo de jefe de redacción en las revistas Análisis, Extra y Semana Gráfica. Fue uno de los fundadores y editores del diario La Opinión dirigido por el periodista Jacobo Tímerman.
A pesar de ser peronista, sufrió atentados de la peronista Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), el ala derechista del Movimiento Peronista, que resultaría funcional para el Departamento de Estado de los EE. UU.
En marzo de 1977 ―un año después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976―, Bonasso era el encargado de entregarle los pasajes para huir del país al periodista de izquierda Rodolfo Walsh, pero omitió hacerlo: faltó a la cita. Al día siguiente, Walsh fue asesinado por la dictadura cívico-militar argentina. Bonasso nunca explicó por qué no le entregó los pasajes.[1] Logró escapar del país y vivió doce años en el exilio en México. Ha sido diputado en dos ocasiones.
En 2005 colaboró en el guion de la película Iluminados por el fuego sobre la Guerra de las Malvinas (de 1982), dirigida por Tristán Bauer (1959). Ha escrito para el periódico Página/12 y colaborado con el diario Crítica de la Argentina.
Política
Después del golpe de 1976, estuvo condenado a muerte por los grupos de tareas de la dictadura militar. Perseguido por comandos de la dictadura, en 1977 salió del país para integrar, en Roma, el consejo superior del Movimiento Peronista Montonero, con el que rompió dos años más tarde.
Diputado
En agosto de 2003 ―en el marco de la Década Ganada (los 12 años de gobiernos peronistas, entre 2003 y 2015)― fue elegido diputado nacional por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 2007 formó el partido político Diálogo por Buenos Aires. En octubre de 2007 apoyó desde su boleta la candidatura presidencial de Cristina Fernández, resultando electo diputado nacional.
En 2008, Bonasso impulsó una Ley de Glaciares. Sin embargo, el 10 de noviembre de 2008, Cristina Kirchner vetó esa ley, debido a que ―tal como estaba formulada― la ley excedía el alcance de las facultades reservadas a la Nación en el artículo 41 de la Constitución Nacional (e infringía las facultades reservadas a cada provincia).[3] A pesar de que el proyecto de ley fue reformado para adaptarse a la Constitución y finalmente votado con el apoyo de Cristina Kirchner, el veto de 2007 provocó la ruptura definitiva de Bonasso con el Gobierno popular, del que había sido aliado.
Miguel Bonasso fue un gran amigo de Cuba y del comandante en jefe Fidel Castro, quien lo trataba con mucho cariño.[4]
Un instrumento de la reacción
Después de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), los presidentes neoliberales Raúl Alfonsín (1983-1989) y Carlos Saúl Ménem (1989-1998) lograron amnistiar a todos los militares y civiles que cometieron delitos de lesa humanidad. El presidente Néstor Kirchner (1950-2010) en 2007 derogó esa amnistía y metió en la cárcel a cientos de genocidas. Entonces la derecha argentina se puso en su contra, y comenzaron a afirmar que Kirchner había hecho ese patriótico trabajo solamente para hacerles creer a los argentinos que él no era corrupto.
Hacia 2008, Bonasso se volteó hacia la Opo (la ‘oposición’, la oligarquía) y se puso en contra del Gobierno popular de Néstor y Cristina Kirchner, repitiendo las calumnias de la poderosa derecha argentina acerca de la supuesta «corrupción» de Néstor Kirchner, de Lula da Silva, de Dilma Rousseff, de Rafael Correa, de Evo Morales.[5]
En su lucha contra el Gobierno popular y latinoamericanista de los Kirchner, que luchaban contra las corporaciones multinacionales, los acusó de colaborar con las corporaciones multinacionales, y de lucrar con los Derechos Humanos:
Desde 2008 ―desde el giro de Bonasso hacia el «purismo de izquierda» (como se le dice burlonamente en Argentina al trotskismo), la derecha argentina lo premia publicando sus artículos en los principales periódicos voceros de las corporaciones, como Clarín, La Nación e Infobae.
En la actualidad, los argentinos de izquierda que seguían a Miguel Bonasso lo consideran un «trosko» (un personaje de izquierda que con sus críticas puristas termina siendo funcional al triunfo de la derecha).[7]
Bonasso comenzó a recorrer todos los programas políticos de televisión de la oposición. Levantó una por una todas las banderas de la calumnia que en esos días se blandían. Con el paso de los años, las calumnias fueron refutadas, una por una.[8][9]
Julio Alak (ministro de Justicia de Kirchner, que hizo avanzar los juicios contra los genocidas que habían sido amnistiados por Raúl Alfonsín y Carlos Ménem) afirmó que Miguel Bonasso ―al repetir textualmente cada calumnia que inventaban los diarios oligarcas La Nación y Clarín― les estaba «haciendo el juego» a los cómplices de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983).[12]
Como afirmó humorísticamente el político peronista Aníbal Fernández, parafraseando al Zorro (personaje de El principito, de Antoine de Saint Exuperý): «Lo esencial es invisible a los troskos». La frase original era: «Solo se ve bien con el corazón: lo esencial es invisible a los ojos».</ref>
Cuando el empresario proestadounidense Mauricio Macri prometió terminar con «el “curro” de los derechos humanos" si llegaba a la presidencia en 2015, Miguel Bonasso apoyó esa amenaza:
En 2015, Bonasso resultó funcional a la vuelta de la derecha al poder, de la mano de Mauricio Macri (a quien, sin embargo, antes de 2008 Bonasso había denunciado en innumerables oportunidades).[5]
Cuando en 2016 Hebe de Bonafini fue encarcelada por el Gobierno de Mauricio Macri, Bonasso salió a defenderla. Pero no por la televisión ―que entre 2008 y 2016 había visitado cientos de veces, haciendo su rostro conocido para la teleaudiencia argentina― sino a través de su cuenta de Facebook, con solo 3100 seguidores.[16]
Publicaciones
Durante los doce años que residió en México continuó ejerciendo el periodismo como editor y corresponsal de diversos medios latinoamericanos.
En México trabajó para la revista Crítica Política, la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI), el semanario Proceso y Semana, de Bogotá. Cofundador del diario Página 12, en 1990 publicó su primera novela de ficción La memoria en donde ardía, traducida a varios idiomas.
En Londres hizo documentales para el canal británico Channel Four de los que “Evita, la tumba sin paz” recibió el Gran Premio Coral de La Habana, entre otras distinciones.
En 1984 publicó Recuerdo de la muerte, una novela basada en hechos reales ocurridos en el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada, sobre la dictadura argentina de 1976 que rápidamente se convirtió en un clásico de la literatura argentina, galardonado en 1988 con el Premio Rodolfo Walsh a la mejor narración testimonial de tema criminal por la Crime Writers Association.
En 1997 publicó El presidente que no fue, que fue premiado por los libreros argentinos y por la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.
En 1999 publicó Don Alfredo, libro por el cual volvió a ganar el premio Rodolfo Walsh.
En 2000 publica la edición argentina de Diario de un clandestino y en 2002 el libro El palacio y la calle, una crónica sobre los sucesos del 20 de diciembre de 2001 conocidos como el Argentinazo de 2001.
En agosto de 2010, regresó a la literatura con el thriller histórico La Venganza de los Patriotas. Un año más tarde publicó El Mal. El Proyecto K y la Barrick Gold. Amos y servidores en el saqueo de la Argentina, donde denuncia el vínculo ilegal entre políticos del gobierno y la megaminería.
Colaboró en el guión de la película Iluminados por el fuego sobre la Guerra de las Malvinas, dirigida por Tristán Bauer.
Ha escrito para el periódico Página 12 y colaborado con el diario Crítica de la Argentina.
Fuente
- La Jiribilla
- Biografía Bonasso Miguel. Disponible en:Quedelibros. Consultado el 20 de diciembre de 2017
- Miguel Bonasso. Disponible en:Planeta de libros. Consultado el 20 de diciembre de 2017.

