Evo Morales Ayma

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Evo Morales
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Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia

85o, 86o, 87o y 88o Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
22 de enero de 2006 - 10 de noviembre de 2019
VicepresidenteÁlvaro García Linera
PredecesorEduardo Rodríguez Veltzé
SucesorJeanine Áñez
Datos Personales
NombreMorales Ayma, Juan Evo
Nacimiento26 de octubre de 1959 (65 años aprox.)
aldea de Isallavi,
municipio de Orinoca,
provincia Sud Carangas,
departamento de Oruro,
República de Bolivia Bandera de Bolivia
Partido políticoMovimiento al Socialismo (MAS)
PadreDionisio Morales Choque
MadreMaría Mamani Ayma
PremiosOrden José Martí Orden José Martí

Juan Evo Morales Ayma (departamento de Oruro, 26 de octubre de 1959) es un político boliviano. Fue el 84.º (octogésimo cuarto) presidente de Bolivia. Lideró gran parte de las protestas sociales ocurridas en Bolivia en los primeros años del siglo XXI, reclamando principalmente la recuperación de la soberanía plena sobre el gas y otros hidrocarburos.

Fue el primer mandatario de origen indígena en la historia de Bolivia. En las elecciones de 2005, Evo Morales obtuvo casi el 54 % de los votos, lo que le permitió acceder a la presidencia de la República. Asumió el poder el 22 de enero de 2006. El día siguiente tomó juramento a su nuevo gabinete, y de esta manera, comenzó su séptimo año en el poder.

Fue reelegido presidente en las elecciones de 2014 para el período constitucional 2015-2020 con más de 60 % de los votos, dedicando su triunfo a Hugo Chávez y Fidel Castro.[1]

Reelecto para un cuarto mandato (2020-2025) en las elecciones celebradas el 20 de octubre de 2019, donde obtuvo el 47,07 % de los votos.

El 10 de noviembre de 2019, tras un golpe de estado, fue forzado a renunciar, decisión que asumió para evitar una escalada de violencia contra el pueblo, provocada por las fuerzas opositoras.[2]

Morales es Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (en República Dominicana), por la Universidad de Panamá, por la Universidad Nacional de La Plata (provincia de Buenos Aires), la Universidad Nacional de Cuyo (ciudad argentina de Mendoza) y la Universidad Nacional de San Juan (ciudad argentina de San Juan).

El 29 de agosto de 2009, el diplomático nicaragüense y presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miguel d’Escoto, lo nombró «Héroe Mundial de la Madre Tierra».

Síntesis biográfica

Infancia

Nació en la aldea de Isallavi, de 30 habitantes, que se encuentra a 7,8 km al norte del pueblo de Orinoca, a 393 km al sur de la ciudad de La Paz (capital de Bolivia). Isallavi está ubicada a unos 10 km al oeste del lago Poopó (que es la segunda reserva de agua dulce más grande de América del Sur, después del lago Titicaca). Hijo de una familia agricultores y criadora de llamas. Es de origen amerindio, uru-aimara, y hablante materno del aymará. Desde niño trabajó la tierra y fue pastor de llamas.

Mi papá es Dionisio Morales Choque, mi mamá Maria Mamani [ambos fallecidos]. Somos una familia de nacionalidad aymara. Somos siete hermanos, de los cuales vivimos solo tres (...) Mis otros hermanos perdieron la vida de uno o dos años, este es el término de vida que tienen los niños en las comunidades campesinas. Más de la mitad se muere y nosotros, qué suerte, nos salvamos tres de los siete. En Isallavi vivíamos en una casita de adobe y techo de paja. Era pequeña: no más de tres por cuatro metros. Nos servia como dormitorio, cocina, comedor y prácticamente de todo; al lado teníamos el corral para nuestros animales. Vivíamos en la pobreza como todos los comunarios.

Desde niño Evo ayudo en las tareas agrícolas. A sus seis años se fue a trabajar, junto a su padre y hermana, en la zafra de la caña de azúcar en el norte de Argentina.

Trabajando durante todo su niñez, Evo se le ingeniaba para dedicarse a su deporte favorito, el fútbol.

Cuando las llamas estaban pasteando en los cerros, agarraba mi pelota de trapo y las gambeteaba (pasando por medio en zigzag) una por una. Los arcos eran las pajas bravas o las yaretas y mi compañero inseparable un perro de nombre Trébol.

A los 12 años Evo salio, junto a su padre y un rebaño de llamas, en una caminata de un mes desde Oruro hasta la provincia Independencia de Cochabamba.

Era un 21 de agosto de 1971 cuando caminábamos con nuestras llamitas hasta Cochabamba. Mediante la radio nos enteramos del golpe de estado de Hugo Banzer Suarez. Siempre recuerdo a las grandes flotas que transitaban por la carretera, repletas de gente que arrojaban cáscaras de naranja o plátano. Yo recogía esas cáscaras para comer. Desde entonces, una de mis aspiraciones mayores era viajar en alguno de esos buses (...).

Juventud

Comenzó a trabajar desde muy joven, e igual iba a la escuela y tuvo además tiempo para dedicarse al fútbol. Desde esta época se comienza a notar su peculiar sentido de humor y sus dotes de líder.

Los estudiantes de tercero y cuarto medio de la Unidad Educativa Central Orinoca, donde Morales estudió, salieron a visitar el Palacio Quemado en La Paz. Cuando la gente de protocolo y comunicación no les permitió hablar con el mandatario, Morales, que entonces tenía 15 años de edad, había manifestado «algún día voy a ser Presidente» y comunicado a sus compañeros de curso «ustedes van a ser mis ministros». Luego había manifestado «cuando voy a ser Presidente, fácil me van encontrar» haciendo énfasis al desaire que pasaron y por la agenda apretada de las autoridades.

Para continuar sus estudios Morales viajó a la ciudad de Oruro donde trabajó de ladrillero, de panadero y de trompetero. Llegó a tocar en la Banda Real Imperial, actividad que le permitió viajar y conocer diversas realidades.

Estudió hasta el Tercero Medio. Después se marchó para cumplir el servicio militar obligatorio, en el Estado Mayor en La Paz. En este lapso fue testigo de los golpes de estado de Juan Pereda Asbún (1978) y David Padilla Arancibia (1978).

Al salir del cuartel volvió a su comunidad para trabajar la tierra. Pero la naturaleza cambio la vida de los Morales y miles de otros comunarios de Orinoca. En 1980 el fenómeno El Niño acabo con más del 70 por ciento de a producción agrícola y se llevó más del 50 por ciento de los animales.

Una tarde acabamos el aporque (remover la tierra) de la papa con muchos peones, luego vino un viento por la noche y llegó la helada. Al día siguiente estaba el papal quemado, negro, con un olor feo. Mi mama lloraba todo el día, mi papa estaba con mis tíos y allí decidieron: 'aquí jamás vamos a progresar, jamás vamos a ser campesinos prósperos, hay que ir a buscar tierra al oriente boliviano.

Poco tiempo después la familia Morales emprendió viaje al trópico de Cochabamba para comenzar una nueva vida de colonos en un lugar llamado San Francisco.

Actividad política

Sindicalista cocalero

La primera vez que he ido a cosechar coca había que hojear (deshojar la planta). Yo me agarre un surco y estaba trabajando, cuando aparece un planta del mismo tamaño de la coca pero con espinas; cinco metros mas allá había otra planta de coca con espinas. Esta coca con espinas no me deja avanzar, les dijo a mis compañeros, y se ríen y me contestan que en medio de los cocales siempre plantaban un árbol de naranja, cada cinco metros. Hasta ahora me dicen (los compañeros): «¡Oye, Evo, lo que has cosechado la naranja!»
Un hecho que quedo grabado por siempre en mi pensamiento y en mi conciencia ocurrió en Senda Bayer, central Chipiriri, en 1981: un cocalero fue asesinado en forma salvaje por los militares del gobierno de García Meza cuando en estado de ebriedad le golpearon salvajemente porque no quería declararse culpable por trafico de drogas; entonces, sin ninguna contemplación, le rociaron gasolina en todo el cuerpo y a vista de varios colonos le quemaron vivo.
Fue un crimen horrendo. Desde esa vez prometí luchar incansablemente por el respeto a los derechos humanos, por la paz, por la tranquilidad en nuestras tierras, por el libre cultivo de la hoja de coca, por los recursos naturales, por el territorio, por la defensa de la soberanía nacional, por la dignidad de los bolivianos y por nuestra libertad.

En 1981 es nombrado Secretario de Deportes de su sindicato, San Francisco. En 1983 falleció su padre, obligándole a dejar sus cargos sindicales para dedicarse íntegramente al trabajo de su familia. Además, debía trasladarse con frecuencia del Chapare a Orinoca para atender actividades agrícolas en su comunidad de origen.

En 1985 Evo fue nombrado secretario general de su sindicato, San Francisco. En 1988, precisamente cuando el Gobierno conservador del MNR consiguió que el Congreso aprobara, el 19 de julio, la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas (Ley 1.008), que contempla la reducción y sustitución graduales de las cosechas calificadas de «excedentarias», mediante la siembra de cultivos alternativos o bien el desarraigo forzoso de cocales sin derecho a indemnización, sus compañeros le eligieron secretario ejecutivo de la Federación del Trópico.

Desde 1996 ejerce el papel de presidente del Comité de Coordinación de las Seis Federaciones del Trópico Cochabambino. Dice su compañero Alex Contreras: «A diferencia de otros dirigentes, Evo en cada actividad ―por pequeña que sea― demostró una entrega sin igual».

Creo que mi única actividad a tiempo completo, en un cien por ciento, mi verdadera pasión en los últimos 19 años ha sido, y es, la defensa de la hoja de coca, la tierra y el territorio, pero ahora también la defensa de los recursos naturales, los derechos de los pobres y explotados del país, los miles de trabajadores y desocupados, la refundación de nuestra patria, la defensa de la soberanía nacional y de la vida misma.

Sus actividades sindicales no fueron muy bien vistos por los gobernantes de turno. Mientras ellos, presionados por Washington, se esforzaban en erradicar la hoja de coca, los cocaleros presionaban por su lado a defender su derecho al cultivo de la planta con gran importancia en la cultura boliviana y que no es equivalente a la cocaína.

A lo largo de su trayectoria sindical Evo va conocer la cárcel, el confinamiento y la tortura. En 1989, al rendir homenaje a los compañeros caídos en defensa de la coca, efectivos de UMOPAR le golpearon salvajemente y le arrojaron al monte, pensando que estaba muerte. Lejos de amedrentarlos, la continua persecución fortalecía el espíritu combativo de los cocaleros.

Para reforzar sus demandas, los cocaleros, con Evo a su frente, marcharon los 600 kilómetros que separan Cochabamba de La Paz. Atacados por las fuerzas del orden al comienzo, los cocaleros burlaban los puestos de los uniformados en el camino. Cuanto más se acercaban a la capital, mas gente salía a las calles para alentar los marchadores cocaleros y cocaleras, ofreciéndoles bebida, comida y ropa y zapatos. Entraron a La Paz vitoreados por la población e invitados a celebrar convenios por las autoridades que no tuvieron otro remedio en la ola de entusiasmo general.

Una vez que cocaleras y cocaleros habían regresado al Trópico y la calma había vuelta al país, las autoridades se olvidaron de sus convenios llenos de promesas y volvieron a mandar los uniformados a hostigar los colonos.

La lucha de los cocaleros y su marcha para respeto y dignidad hicieron noticia más allá de las fronteras de Bolivia. Por ser el líder del movimiento non-violento contra la Guerra a las Drogas, una coalición internacional de políticos y académicos en contra de esta guerra nomino Evo como 'Pacifista de las Drogas' para el Premio Nobel de la Paz de 1995 y 1996.

Camino al poder

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El 27 de marzo de 1995, cansados del manoseo y de la permanente injusticia, las organizaciones matrices de campesinos, colonizadores e indígenas fundaron la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos (ASP) y el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), no solo para tomar el poder local, sino con el objetivo de tomar el poder nacional.

La negativa de la Corte Nacional Electoral y la clase política para otorgarles una sigla y personería jurídica propia hice buscar a los del ASP-IPSP una solución al impasse: pactaron su participación electoral en las listas de la Izquierda Unida (IU), una coalición de partidos izquierdistas que capitaneaba el Partido Comunista de Bolivia (PCB). En la primera prueba electoral, las municipales del 3 de diciembre de 1995, la IU conquistó 10 alcaldías y 49 concejalías, todas en el departamento de Cochabamba.

En las municipales de diciembre de 1999, el MAS, con el 3,2 % de los votos en todo el Estado, a la zaga de ocho partidos, quedó confirmado, por el momento, como una formación pequeña de dimensión sólo regional, con arraigo limitado a Cochabamba y La Paz (en especial en la región de los Yungas, ampliamente cocalera), que aportaron 58 de los 79 concejales ganados en nueve departamentos.

Mientras Evo fortalecía su base política, el gobierno de ADN liderado por Banzer y después por Quiroga, incentivo su campaña de erradicación previsto en el Plan Dignidad, iniciado en abril de 1988 bajo supervisión de EE.UU. Este plan instituya un verdadero estado de sitio en el Chapare, en un claro proceso de militarización de la región. Cientos de efectivos policiales y militares invadieron violentamente las tierras del Chapare, cometiendo un sinnúmero de abusos y asesinatos que atentaron contra los más elementales derechos y libertades individuales.

Desde su escaño en la Cámara de Diputados, Morales denunció la militarización del conflicto y la masacre perpetrada en Chapare. Más todavía, invocó el derecho de sus paisanos a resistir militarmente a las tropas que protegían la erradicación de los cocales y que no vacilaban en descargar sus armas de fuego contra los manifestantes, lo que le valió ser severamente advertido por el oficialismo de que se jugaba el desafuero parlamentario.

La amenaza se materializó el 24 de enero de 2002. Con la aquiescencia tácita del entonces presidente adenista, Jorge Fernando Quiroga Ramírez, una mayoría formada por 104 diputados de la ADN, el MNR el MIR, la Unión Cívica Solidaridad (UCS) y la Nueva Fuerza Republicana (NFR) aprobó despojar de su escaño al líder del MAS.

La Comisión de Ética de la Cámara halló indicios del incurrimiento por el diputado aymara en «faltas graves en el ejercicio de sus funciones» y, en un tiempo récord, le desaforó.

Morales, lejos de ser acallado o neutralizado políticamente vio crecer su popularidad. El 5 de marzo de 2002, después de interponer un recurso contra la resolución legislativa ante el Tribunal Constitucional por vulneración de sus derechos a la presunción de inocencia, la defensa y la inviolabilidad parlamentaria, y de resignar al frente de la Confederación de Productores de Coca de Cochabamba, Morales fue avalado por los delegados de las Seis Federaciones del Trópico como el candidato presidencial del MAS en las elecciones presidenciales del 30 de junio. La multitud congregada en La Paz aclamó a Morales a los gritos de ¡kausachum coca! (¡viva la coca!) y ¡huaiñuchum yanquis! (¡abajo los yanquis!), y enarbolando la wipala, la bandera de dibujo ajedrezado y multicolor que es el emblema de las culturas andinas, y la enseña tricolor boliviana.

En una primera tentativa de ganar el poder en 2002 Morales y el MAS elaboraron un programa de gobierno que incluía la convocatoria de una Asamblea Constituyente y una política de hidrocarburos sin definir. En particular, el MAS no quería que el gas tarijeño se vendiera por un puerto chileno, en tanto que éste no negociara la restitución del acceso oceánico, la franja de Atacama, que Bolivia perdió como resultado de la Guerra del Pacífico, o del Salitre, en 1879.

Cuatro días antes de las elecciones, el entonces embajador estadounidense Manuel Rocha declaró que si los bolivianos elegían «a los que quieren que Bolivia vuelva a ser un exportador de cocaína importante», la ayuda de Estados Unidos estaría en riesgo.

La declaración aumentó el apoyo hacia Morales, quien respondió al embajador agradeciendo su exhortación.

En las elecciones presidenciales, Morales alcanzó el 20,9 % de los votos, 1,6 % detrás del ganador Sánchez de Lozada. En las legislativas, el MAS sacó el 11,9 %, lo que se tradujo en 27 diputados y ocho senadores, convirtiéndose en la segunda fuerza parlamentaria detrás de la alianza del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento Bolivia Libre (MBL). Los masistas fueron la fuerza más votada en los departamentos andinos de La Paz, Oruro y Potosí, amén del bastión de Cochabamba. Morales se presentó también a diputado y en esta elección ganó el escaño por su circunscripción con el 81,3 % de los sufragios.

Orgullosos de nuestra cultura, con nuestra vestimenta y con nuestra coca, por primera vez en nuestra historia, campesinos, indígenas y originarios ingresamos al Parlamento Nacional.

Bajo el lema 'contra la erradicación de la coca, para la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria de una Asamblea Constituyente', el MAS junto a otras organizaciones sindicales y sociales, luego en febrero de 2003 se opuso frontalmente al impuestazo, el nuevo gravamen directo, progresivo y no deducible, de hasta el 12,5 %, con el que el Gobierno esperaba recortar el déficit fiscal. Los días 12 y 13 de febrero de 2003, La Paz y sus alrededores fueron verdaderos campos de batalla que enfrentaron a miles de manifestantes, policías en huelga y soldados encargados de imponer el orden.

La represión, de inaudita violencia, se saldaron con 33 muertos y dos centenares de heridos.

La dramática jornada del lunes 13 de octubre terminó con 28 muertos, casi todos producidos en la urbe alteña, lo que elevaba a 63 las víctimas mortales producidas en el último mes en todo el país.

El 17 de octubre, tras enviar una carta de renuncia al Congreso, Sánchez de Lozada burló sin dificultad el dispositivo de vigilancia improvisado por los enardecidos seguidores de Morales en torno al Palacio Quemado. Esta misma noche, el ya ex mandatario tomó en Santa Cruz de la Sierra un avión que le condujo a Miami, primera parada de su exilio en Estados Unidos.

A la misma hora, en La Paz, el Congreso Nacional formalizo la investidura del vicepresidente Carlos Diego Mesa Gisbert, aceptable a la oposición porque cuatro días antes había decidido retirar su apoyo al presidente «porque los acontecimientos se han venido desencadenando ininterrumpidamente con un coste de vidas humanas que mi conciencia de ser humano y de vicepresidente, y de hombre comprometido con la ética, no puede tolerar».

El 5 de diciembre de 2004, en un ambiente caldeado por la emergencia de las movilizaciones callejeras, el estallido de unas bombas de naturaleza claramente terrorista y la denuncia por Morales de que las Fuerzas Armadas y la Embajada estadounidense estaban preparando un golpe de Estado, se celebraron elecciones municipales y el MAS, por primera vez, fue la fuerza más votada con el 18,4 % de los sufragios en todo el país. Su retroceso de más de dos puntos en relación con las presidenciales de 2002 quedó eclipsado al ser la única fuerza que crecía con respecto a las municipales de 1999: todos los partidos importantes del centroizquierda, el centro y la derecha cayeron en picado.

Cuando en mayo de 2005 la Cámara de Diputados, al tratar de la nueva Ley de Hidrocarburos, no recogió el deseo que las regalías fueran del 50 %, deseo que a estas alturas ya era una exigencia indeclinable para el MAS, Morales arengó la enésima tanda de protestas antigubernamentales, en las que decenas de miles de indígenas, campesinos y mineros protagonizaron marchas, paros y bloqueos.

Ante la imposibilidad de contener el pandemónium que se había adueñado del país, Mesa dimitió con carácter irrevocable el 7 de junio.

La noche del 9 de junio, en un desenlace reclamado por el MAS y sus aliados, y asumido también, en aras de la paz social, por las Fuerzas Armadas, la Iglesia católica y el propio Mesa, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, un juez cuyo apoliticismo debía facilitar la distensión que el país urgentemente necesitaba, fue designado el nuevo presidente de la nación.

Morales y los suyos se prepararon para las elecciones con el lema 'Somos pueblo, somos MAS'. El 18 de diciembre bajo las banderas de la nacionalización de los hidrocarburos y la abolición del sistema neoliberal, Morales ganó la presidencia con un impresionante 53,7 % de los votos, con una participación del 84,5 % del electorado nacional.

La política es la ciencia para servir al pueblo y nosotros vivimos para la política y no vivimos de la política. Ha llegado la hora del cambio, de la esperanza, de un futuro mejor para nuestros hijos y para nuestros nietos.

El 23 de enero de 2012, Morales tomó juramento a su nuevo gabinete, y de esta manera, comienza su séptimo año en el poder, con nueve nuevos ministros, aunque dos repiten en el Gobierno, y once ratificados, uno con cambio de cartera.[3]

Es reelecto presidente de la república en las elecciones del 12 de octubre de 2014, haciendo historia al obtener un contundente triunfo que le garantizó la continuidad para el período 2015-2020. Fue reelecto con más del 60 % de los votos, ganando en ocho de los nueve departamentos de Bolivia, incluida la región de Santa Cruz[4].

Reelegido para un cuarto mandato (2020-2025), en primera vuelta, junto a su compañero de fórmula el vicepresidente Álvaro García Linera. en las elecciones celebradas el 20 de octubre de 2019, obteniendo el 47,07 por ciento, frente al 36.51 de Carlos Mesa, un margen de 10,56 puntos porcentuales[5][6].

Presidencia de Bolivia

Libro Abya-Yala: Una visión indígena.

En una de sus primeras acciones decidió cumplir una de sus promesas de campaña y reducir su salario en un 57 %; el salario de muchos otros funcionarios del gobierno y la administración pública fue igualmente reducido, ya que según la ley ningún empleado público puede percibir un salario mayor al del presidente.

También anunció su intención de llevar ante los tribunales a su predecesor, Eduardo Rodríguez Veltzé, y al entonces ministro de Defensa, Gonzalo Méndez Gutiérrez, acusándolos de traición a la Patria, por haber transferido 28 misiles tierra-aire MHN-5 de fabricación china que se encontraban en los arsenales bolivianos, a Estados Unidos para ser «desactivados», ya a inicios de su mandato tuvo que sufrir la primera huelga de los trabajadores de sectores agrícolas y mineros.

Una acción significativa emprendida por el gobierno del MAS fue la campaña de alfabetización lanzada en el primer año de legislatura. Para ello se puso en marcha la campaña Yo sí puedo con participación y asesoría de los gobiernos de Cuba y Venezuela. En octubre de 2006, en una segunda fase de Yo sí puedo se comenzó la alfabetización en las lenguas locales, aymara y quechua en áreas rurales y urbanas.

El 10 de agosto de 2008, Morales fue sometido a un referéndum revocatorio junto con ocho prefectos estatales y ratificado en su cargo al obtener el 67 % de los votos.

El 31 de mayo de 2011 inaugura la Escuela de Defensa y Soberanía del ALBA, sobre el objetivo de dicha institución comento:

debe constituirse en el núcleo del pensamiento estratégico para la salvaguarda de nuestra región, compatible con los procesos de unidad y cooperación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y, al mismo tiempo, prevenir los riesgos y las amenazas contra nuestras naciones.[7]

Asamblea Constituyente

Evo Morales en la instalación de la Asamblea Constituyente el 6 de agosto de 2006.

El 2 de julio de 2006[8] se celebró el referéndum por la elección de asambleístas, donde se eligieron los 255 integrantes de una Asamblea Constituyente encargada de redactar una nueva constitución y dirimir sobre la concepción de autonomías regionales en la futura constitución.

En estas elecciones el MAS obtuvo una mayoría absoluta de escaño, pero no los dos tercios suficientes para aprobar la futura carta fundamental sin pactar con otras fuerzas.

El 25 de enero de 2009 el referendo para ratificar la nueva Constitución tuvo una participación del 90,26 % de los ciudadanos inscritos para participar en él, la más alta de todas las consultas electorales celebradas en el país. La Carta Magna fue aprobada con 2.064.397 votos, correspondientes a un 61,43 % del total. El «no» alcanzó 1 296 175 sufragios (es decir, un 38,57 %). Por su parte, los votos en blanco sumaron 1,7 % y los nulos, un 2,91 %.

Nacionalización petrolera

El 1 de mayo de 2006 se decretó la nacionalización definitiva los recursos hidrocarburíferos del país, mientras que un contingente militar y funcionarios de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) era desplegado en algunas instalaciones petroleras y gasolineras, cumpliendo así una de las promesas electorales realizadas en su campaña por la presidencia.

La normativa obliga a que las empresas que exploten los yacimientos sean empresas mixtas en las que YPFB tenga al menos un 51 % del capital. Estas empresas deben entregar la producción a esa empresa pública que se encarga de la comercialización definiendo las condiciones, volúmenes y precios tanto para el mercado interno como para la exportación y la industrialización. El estado Boliviano se queda con el 82 % de los ingresos y las petroleras un 18 %. Las empresas involucradas han declarado que con dichas condiciones la explotación sigue siendo rentable.

Similar orientación normativa tienen siete decretos sobre la distribución de las tierras, emitidos en junio de 2006, donde se ordena entregar títulos de propiedad de tierras estatales a campesinos pobres, en particular indígenas; estas medidas son parte de un plan mucho más ambicioso: la nacionalización de los latifundios para su redistribución entre los trabajadores agropecuarios, históricamente en una situación de explotación.

Golpe de Estado

Artículo principal: Golpe de Estado en Bolivia de 2019
Alocución de Evo Morales en la televisión nacional anunciando su renuncia.

El 10 de noviembre de 2019 es forzado a renunciar tras llevarse a cabo un golpe de estado, decisión que asumió para evitar una escalada de violencia contra el pueblo, provocada por las fuerzas opositoras.[9]

Horas antes del golpe de estado, Morales había convocado a nuevas elecciones generales, pero los grupos cívicos no aceptaron el diálogo propuesto por su Gobierno y, pese a que se anunciaron nuevos comicios y se garantizó varias de sus exigencias, fueron rechazadas las propuestas y pidieron su renuncia.

Ante la crítica situación creada en el país, en conferencia de prensa Evo manifestó:

Decidí renunciar a mi cargo para que Carlos Mesa y Luis Camacho dejen de maltratar y perjudicar a miles de hermanos. (...) Tengo la obligación de buscar la paz y duele mucho que entre bolivianos nos enfrentemos, por esta razón envío mi carta de renuncia a la Asamblea Plurinacional de Bolivia.
Evo Morales

La solicitud humanitaria de Morales se registró ante la ola de protestas violentas y vandálicas perpetradas por grupos de choque, que se ensañaron con la población, las autoridades de Estado y militantes del Movimiento al Socialismo (MAS), quienes fueron perseguidos, agredidos y despojados de sus viviendas poniendo en riesgo su integridad y la vida de sus familias.

Evo sufrió el desmoronamiento de su gabinete tras masivas renuncias como los casos del viceministro de Turismo, Marcelo Arze; la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque; la ministra de Planificación, Mariana Prado; así como el senador electo por el Potosí, René Joaquino; el gobernador Juan Carlos Cejas y el alcalde Williams Cervantes, por el departamento.

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Aunque el exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, llamó a organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) auditar los resultados electorales y convocó a todos los sectores sociales a una Mesa de Diálogo, grupos ultraderechistas se mantuvieron desplegados en las calles agrediendo a la población.

El 12 de noviembre de 2019, el expresidente arribó a México, país que le concedió asilo político, junto a todas las autoridades que estaban siendo duramente perseguidas en Bolivia.[10]

En su viaje de asilado, el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, por consejo del embajador peruano Hugo de Zela en Estados Unidos, no le permitió el reabastecimiento de combustible al avión mexicano en suelo peruano. La razón: Hugo de Zela era candidato a la presidencia de la OEA.[11][12][13]

Regreso a Bolivia

El día 9 de noviembre de 2020 regresó a Bolivia desde la ciudad argentina de Villazón, en la frontera entre ambas naciones, acompañado por el mandatario Alberto Fernández.

Los bolivianos dieron la bienvenida a Morales en un hecho cargado de simbolismo después de 11 meses muy difíciles, cuando tuvo que salir del país para preservar su vida tras el golpe de estado en noviembre de 2019.[14]

Premios y reconocimientos

Fuentes