Caballeros Teutónicos

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Caballeros Teutónicos
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La Orden de los Caballeros Teutónicos, cuyo nombre completo es Orden Teutónica del Hospital de Santa María de Jerusalén, fue una orden religiosa y militar fundada por cruzados alemanes entre los años 1190 y 1191, coincidiendo con el asedio de la fortaleza palestina de San Juan de Acre, en tiempos de la Tercera Cruzada.

Inicios de la Orden

El nacimiento de la Orden de los Caballeros Teutónicos es bastante posterior al de las órdenes de Templarios y Hospitalarios, creadas en la ciudad de [[Jerusalén poco después de que concluyera exitosamente la Primera Cruzada (1096-1099). Los Caballeros Teutónicos nacen casi un siglo después, al calor de los acontecimientos que dieron lugar a la Tercera Cruzada.

La Tercera Cruzada (1190-1192) se organizó en Europa para lanzar una contraofensiva contra el sultán Saladino, que había conquistado Jerusalén y la mayoría de reinos cristianos establecidos en Tierra Santa tras la Primera Cruzada. Motivados por importantes intereses comerciales y económicos en la reconquista de Tierra Santa, en ésta Tercera Cruzada participaron los reyes de las tres naciones más poderosas de Europa: Ricardo I “Corazón de León” de Inglaterra, Felipe Augusto de Francia y el emperador alemán Federico I Barbarroja. A pesar del fallecimiento de este ultimo, parte de sus ejércitos continuaron participando en la campaña y entre estos contingentes de cruzados alemanes surgirá la Orden de Caballeros Teutónicos.

Mientras varios contingentes de cruzados alemanes participaban en el asedio de la estratégica ciudad de Acre, en 1190, un grupo de comerciantes y pequeños nobles alemanes, procedentes de Bremen y Lübeck, crearon un hospital de campaña, dedicado a la virgen María, para atender a sus compatriotas heridos o enfermos. Una vez tomada la ciudad de Acre, éste hospital de campaña se trasladó a su interior continuando los monjes con su labor.

En 1192 el papa Celestino III reconoció oficialmente a los monjes alemanes del hospital de Acre y les otorgó la regla de San Juan. Con el beneplácito del Papa y con la llegada de nuevos cruzados alemanes, los monjes aumentaron su influencia por Tierra Santa, hasta que en 1198 la Orden dejó a un lado el cuidado de los peregrinos y sus monjes decidieron empuñar la espada para defender la Fe cristiana. La Orden se convirtió en una Orden Militar que a partir de entonces seguiría la regla y el modelo de organización de los Caballeros Templarios.

En febrero de 1199 el Papa Inocencio reconoció oficialmente a la nueva orden militar con el nombre de: Orden de la Casa de Santa María de los Teutones en Jerusalén.

Estatutos de la Orden

La orden también estaba gobernada por un gran maestre, que hacía las veces de príncipe de la orden. Este puesto era la cúspide de la pirámide, aquel que poseyese tal cargo, ostentaba el poder máximo de su estructura militar y hospitalaria. Aunque la orden se fundase en el año 1191, no obtuvo el reconocimiento oficial del papa Inocencio III hasta 1198.

El primer Gran Maestre que ostentó tal cargo en la Orden fue, a partir de 1198, Heinrich Walpot. Procedía de una familia de comerciantes de Maguncia, en la región del Rhin.

Wallpot murió al año siguiente 1200, fue el artífice de los estatutos de la Orden, unos estatutos similares a los de las otras Órdenes Militares, en la que los caballeros se comprometían a respetar los votos de pobreza, castidad y obediencia, ayudar a los necesitados y combatir a los infieles. La única salvedad era que mientras el resto de órdenes aceptaban en sus filas a caballeros de diferentes países, la Orden de Caballeros Teutónicos solo aceptaba en sus filas a ciudadanos alemanes. Una medida tomada para asegurar la lealtad de la Orden al Imperio Alemán.

Por otro lado, solo los alemanes de nobleza comprobada podían convertirse en “caballeros de la Orden”, teniendo que conformarse el resto con ingresar a las filas de los monjes o de los sargentos que se encargaban de servir a los caballeros y combatir en las batallas como soldados de infantería.

El hábito que llevarían sus caballeros estaría compuesto por el mismo manto blanco de los caballeros del Temple, pero adornado esta vez con una cruz negra. La identificación de los teutónicos como guerreros de la Iglesia estaba ya asegurada.

Caballero Teutónico

El segundo maestre de la Orden, Otto von Kerpen, y el tercero; Herman Bart, continuaron la labor de organizar la orden, aunque ambos obtuvieron un éxito limitado, ya que desde sus inicios, la Orden de Caballeros Teutónicos se vio relegada a tener una importancia secundaria en Tierra Santa: no podía rivalizar en dinero o influencia con las poderosas ordenes de los Templarios y los Hospitalarios y carecía de una verdadera autonomía política, ya que seguía fielmente los dictados políticos del imperio Alemán, aunque eso supusiera enfrentarse con el Papa.

La carencia de fondos monetarios impedía a la Orden obtener bases militares adecuadas, teniendo que conformarse con sus cuarteles principales en Acre y un puñado de castillos secundarios repartidos entre Jerusalén y Trípoli. Sin castillos no podía tener ni tierras y sin tierras no podía mantener vasallos suficientes para poder crecer en importancia.

La expansión de la Orden

Herman Von Salza 1179-1239, cuarto maestre al mando de la Orden desde 1209 a 1239, convirtió una Orden militar de importancia secundaria, como eran los Caballeros Teutónicos, en una de las grandes potencias políticas, económicas y militares de Europa.

Proveniente de Turingia, era un hombre inteligente y capaz que había ascendido de ser un simple caballero a convertirse en el Gran Maestre de la Orden. Von Salza poseía unas grandes dotes políticas y diplomáticas, que le permitieron obtener el cargo de Consejero Imperial y pasar a ser una de las personas más importantes e influyentes del Imperio. Su principal labor como consejero fue ejercer de mediador en las tensas relaciones que mantenía el Imperio con el Papado y gracias a sus éxitos diplomáticos fue premiado por ambos bandos con importantes concesiones de tierras en Alemania, Austria e incluso en Sicilia. En estos nuevos feudos se establecieron nuevas bases de la Orden de Caballeros Teutónicos, aumentando así la presencia militar de la Orden en Europa.

Von Salza usó su poder y prestigio para obtener importantes préstamos y grandes donaciones de dinero con las que comprar castillos y tierras para expandir las posesiones de los Caballeros Teutónicos en Tierra Santa. Entre los numerosos feudos que compró von Salza se encontraba el del señor de Joscelin, situado al este de Acre y elegido por los Caballeros Teutónicos para la construcción del Castillo de Montfort, sede de los cuarteles generales de la Orden y una de las fortificaciones más impresionantes de Tierra Santa.

Herman von Salza se dedicó de lleno a realzar el prestigio militar de la orden participando junto a ésta en la Quinta Cruzada (1217-1221). Por su valor durante la Cruzada, von Salza fue premiado con una Cruz que de Oro, uno de los mayores honores a los que podía acceder un caballero en aquella época.

La Quinta Cruzada finalmente no consiguió su objetivo de recuperar Jerusalén, pero sirvió para que los Caballeros Teutónicos se cubrieran de gloria, por lo que von Salza ideo la Sexta Cruzada protagonizada exclusivamente por alemanes.

En 1225 von Salza consiguió que el emperador Federico II se casara con Yolanda, heredera al trono de Jerusalén, coronado como nuevo Rey de Jerusalén. Con una jugada maestra von Salza había logrado su objetivo de que el Imperio Alemán se lanzara a la conquista de Tierra Santa durante la Sexta Cruzada por lo que fue premiado siendo nombrado al año siguiente, 1226, “Príncipe del Imperio”, un cargo hereditario que le otorgaba el derecho de llevar el águila imperial en su escudo de armas y gracias al cual tenía la posibilidad de negociar “de igual a igual” con los gobernantes cristianos de Europa.

Von Salza, que había sido el gran artífice del éxito de la Sexta Cruzada, recibió nuevas concesiones territoriales y privilegios fiscales para sus Caballeros Teutónicos y lo más importante: el apoyo del Imperio para lanzar una Cruzada hacía el Este de Europa.

El éxito de los Caballeros Teutónicos y su apoyo incondicional al excomulgado emperador alemán, les granjeo la enemistad del Papado y de los Caballeros Templarios y Hospitalarios. Estas enemistades reducían enormemente las posibilidades de que la Orden pudiera prosperar más en Tierra Santa. Con el apoyo incondicional del Imperio Alemán los Caballeros Teutónicos se lanzaron a la conquista del Báltico.

Las Cruzadas Bálticas

Caballeros Teutónicos en Batalla

El duque Conrado de Mazovia pidió ayuda a los Caballeros Teutónicos para luchar contra los paganos de origen eslavo que habitaban la mayor parte de Prusia. Von Salza se comprometió a ayudar al duque a defender sus tierras a cambio de que éste cediera a la Orden el territorio de Kulm, ubicado en la ribera del Vístula y una excepcional base de operaciones desde la que expandirse hacía el Este y conquistar toda Prusia.

En 1230, Herman von Salza envió una expedición de 20 caballeros y 200 sargentos comandados por el hermano comandante Hermann Balke para iniciar las primeras operaciones militares. Con la ayuda de miles de guerreros cruzados, mayormente alemanes y polacos, Hermann Balke inició una campaña militar basada en pacificar el territorio de Kulm y fortificar la línea defensiva del río Vístula construyendo una serie de fortificaciones en los principales lugares estratégicos. Se construyeron fortalezas en Kulm, en Merienwerder, en Thorn y en Elbing. Estas fortalezas no solo eran claves para la defensa sino que también eran bases desde las que la Orden Teutónica podía lanzarse a la conquista del resto de Prusia.

En 1235, el Papa Gregorio IX emitió la Bula Dorada de Rieti, por la cual reconocía los territorios conquistados en Prusia como pertenecientes a la Orden de Caballeros Teutónicos. Ese mismo año la Orden de los Caballeros de Dobrin, fue absorbida por Los Caballeros Teutónicos, pasando sus tierras y títulos a éstos.

En 1236, la Orden de los Hermanos de la Espada, de Livonia, fue fusionada con los Caballeros Teutónicos como único medio para mantener Livonia en manos cristianas. Livonia pasaría a ser un feudo autónomo de los Caballeros Teutónicos, un territorio de gran importancia estratégica desde el que podían expandirse hacía Lituania y Rusia, lanzando nuevas cruzadas contra dichos territorios. Ese mismo año los Caballeros Teutónicos recibieron también el compromiso de apoyo militar y logístico de Enrique III, gracias al cual pudieron avanzar hacia el norte del Vístula y conquistar Pomerania.

Los Caballeros Teutónicos decidieron lanzar a su vez una cruzada contra el Principado de Nóvgorod, usando para ello el contingente de tropas que mantenían en su provincia de Livonia. La conquista de Nóvgorod era un botín muy apetecible para la Orden teutónica pues su posesión les permitiría dominar en casi su totalidad el Mar Báltico.

La Orden Teutónica, al mando del obispo Hermann de Dorpat, junto con sus auxiliares livonios avanzaron hacía Nóvgorod consiguieron conquistar la importante ciudad de Pskov en 1241.

El 5 de abril de 1242 Alexander Nevski, avanzó con un vasto ejército para reconquistar Pskov y detener a los Caballeros Teutónicos. Ambas fuerzas se enfrentarían en la famosa Batalla del Lago Peipus, Estonia.

Para los Caballeros Teutónicos la derrota del Lago Peipus fue un duro golpe que frustraba sus ambiciones de dominar en su totalidad el Mar Báltico. ocasión que aprovecharon los prusianos para rebelarse aliándose con los paganoscon el objetivo de independizar sus territorios del domino alemán de la Orden Teutónica. El principal noble rebelde fue poderoso duque Swantopelk de Pomerania.

La rebelión prusiana fue un desastre para los Caballeros Teutónicos, a las continuas emboscadas que sufrían a manos de los paganos prusianos se sumaban devastadores ataques a campo abierto realizados por las tropas de Pomerania. En 1244 los Caballeros teutónicos fueron derrotados en la Batalla de Rensen y poco después los rebeldes lograron conquistar la mayoría de castillos y fortalezas de la Orden Teutónica.

La pérdida de sus feudos en Prusia fue para los Teutones mas importante que sus derrotas en Tierra Santa, así que fue allí donde se concentraron todos sus esfuerzos para mantener las tierras conquistadas en su poder. Al no poder imponerse militarmente a la alianza entre los paganos prusianos y los cristianos rebeldes de Pomerania, la Orden Teutónica recurrió a toda su fuerza diplomática para intentar romper dicha alianza.

Ya para 1248 el duque Swantopelk de Pomerania fue convencido por los enviados del Papa para dejar de ayudar a los paganos los cuales decidieron someterse. A comienzos de 1249 los rebeldes y los Caballeros Teutónicos firmaron el Tratado de paz de Christburg, mediante el cual los Caballeros Teutónicos otorgaban una considerable autonomía a los nobles de sus territorios y un mayor número de derechos civiles a todos sus súbditos que fueran cristianos o que se convirtieran al cristianismo.

En 1250 Prusia Occidental fue finalmente pacificada y los Caballeros Teutónicos se dispusieron a continuar su expansión avanzando contra Prusia Oriental y contra la provincia lituana de Samogitia que aislaba los territorios de Prusia con los de Livonia. En 1252, la Orden Teutónica capturó la ciudad lituana de Kláipeda, cortando el único acceso de Lituania al mar y asestando así un duro golpe al gran ducado pagano.

Poco después, el papa Urbano VI apoyó las pretensiones de conquista de los Caballeros Teutónicos convocando una cruzada contra los paganos de Prusia Oriental y en poco tiempo se formó un inmenso ejército de casi 60.000 cruzados, en su mayor parte alemanes y austriacos, comandados personalmente por el rey de Bohemia Ottokar II.

Para el año 1255 ya había conquistando casi toda Prusia Oriental. A la conquista le siguió un aluvión de conversiones al cristianismo, ya que los Caballeros Teutónicos y el resto de cruzados solo daban dos opciones: conversión o muerte.

Casi todas las provincias de Lituania y sus habitantes se convirtieron a la fe cristiana. La única excepción fue la región de Samogitia, que decidió combatir contra los cristianos. Contra todo pronóstico, las tribus paganas de Samogitia derrotaron a los Caballeros Teutónicos en la Batalla de Skuodas en 1259 y al ejército cruzado en la Batalla de Durbe en 1260. Estas victorias decisivas detuvieron de forma definitiva el avance cruzado e hicieron que el duque Mindaugas decidiera regresar al paganismo y que forjara una alianza con el duque Alexander Nevski de Nóvgorod para combatir contra los Caballeros Teutónicos.

El final de la cruzada alemana y las victorias de los lituanos generaron que una vez más, los paganos prusianos recién conquistados se sublevaran contra la Orden Teutónica, poniendo a esta en grandes aprietos. La sublevación fue creciendo y muchos castillos de la Orden cayeron ante los paganos, los cuales incluso se atrevieron a atacar Livonia y Polonia.

En 1284 se dio por concluida la pacificación de Prusia y la Orden Teutónica comenzó a repoblar el territorio desolado con colonos alemanes. A partir de entonces y hasta el siglo XX, Prusia sería étnicamente germana.

Crecimiento de La Orden

También durante el siglo XIII la Orden se establece en la Península Ibérica, con sede principal en la Encomienda castellana de la Mota de Toro, donde aún se conserva la iglesia. Desde allí se extendió hasta tierras de Toledo y de Sevilla.

A partir de 1308 ocuparon el conjunto de Prusia, extendiéndose hasta Estonia. Dicha conquista incluía las regiones bálticas de Pomerania, Curlandia, Letonia, Estonia y Dánzig, ciudad ésta que estuvo bajo su poder hasta [1454]]. La orden contaba además con posesiones en diferentes puntos del Sacro Imperio Romano Germánico.

La siguiente campaña de importancia de la Orden fue la lucha por la conquista de Lituania, especialmente luego de la caída del Reino de Jerusalén en 1291. La guerra contra los lituanos fue especialmente brutal, ya que se veía a los paganos lituanos como seres carentes de los derechos poseídos por los cristianos. La guerra fue muy prolongada, extendiéndose cerca de doscientos años, incluso luego de la adopción de la religión cristiana en 1387.

A finales del siglo XIV, la orden alcanzó el apogeo de su poder gracias a una potente economía urbana, así como convertirse en una potencia naval en el mar Báltico.

Sin embargo, en 1410 sufrieron una tremenda derrota en la batalla de Tannenberg frente al gran duque Vitautas de Lituania y rey Ladislao II de Polonia, de modo que los territorios conseguidos por la Orden pasaron a manos polacas y lituanas. Comenzó entonces una decadencia que culminó en 1525.

Al producirse en Europa la Reforma Protestante, su Gran Maestre Alberto I de Prusia, renunció al catolicismo y se convirtió al luteranismo para ser Duque de Prusia.

Declive

En 1527, tras el Capítulo General de la Orden Teutónica convocado en Mariental, en medio de la desolación general provocada por la revuelta reformista de los campesinos alemanes y por el paso a la Reforma del Gran Maestre y su secularización, la situación de los pocos caballeros que se habían mantenido fieles al papado era decididamente crítica, a pesar de que un diploma imperial expedido por el emperador Carlos V los había confirmado en su vigencia oficial. Aunque conservaban todavía una parte sustancial de sus riquezas y bienes muebles, su independencia política y su capacidad de acción se habían perdido por falta de hombres de territorios propios. Sólo en Livonia, la zona vecina septentrional del ducado de Prusia, mantenían un cierto grado de autoridad, pese a que el luteranismo se había asentado entre la población colonial.

En 1562 ya no quedaba nada del pasado esplendor de la Orden Teutónica, pero las raíces alemanes que sembró en el Este de Europa permanecerán inamovibles durante los próximos siglos, hasta el resurgimiento de Prusia como reino independiente. Por último, Prusia y los territorios ocupados por la Orden en el Este de Europa sirvieron de excusa para el expansionismo alemán y fueron una de las causas del estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

La Orden Teutónica continuó existiendo en Alemania como una orden secular de nobles alemanes. En la actualidad la Orden aún existe y se dedica a actividades benéficas en Europa Central.

Estado Monástico de Los caballeros Teutónicos

El Estado de la Orden Teutónica, también Estado monástico de los Caballeros Teutónicos, se formó en durante las Cruzadas bálticas, cuando los caballeros de la Orden Teutónica conquistaron a los paganos prusos.

Los Hermanos Livonios de la Espada que controlaron Livonia fueron incorporados a la Orden Teutónica como una rama autónoma de la Orden de Livonia en 1237.

En 1346, el Ducado de Estonia fue vendido por el rey de Dinamarca a la Orden Teutónica. El cambio de la soberanía de Dinamarca a la Orden Teutónica tuvo lugar el 1 de noviembre de 1346. En 1410, tras su derrota en la batalla de Grünwald, la Orden Teutónica entró en decadencia y su rama de Livonia se unió a la Confederación livona que había sido creada en 1422.

Las tierras teutónicas en Prusia se dividieron en dos en 1466, después de la Paz de Thorn: la parte occidental de la Prusia teutónica se convirtió en la Prusia Real, que llegó luego a ser una parte más de Polonia; el Estado monástico en el este fue secularizado en 1525 durante la Reforma protestante, cuando fue reemplazado por el Ducado de Prusia, un feudo polaco gobernado por la Casa de Hohenzollern.

Actualidad

En 1947, gracias a la intermediación de Pío XII, el decreto de abolición de la Orden Teutónica establecido por el régimen nacionalsocialista fue derogado y, aunque la institución continuó prohibida en Checoslovaquia por el régimen comunista que tomó el poder en la república, pudo reorganizarse en los demás lugares donde anteriormente estuvo establecida en su nueva faceta hospitalaria, permaneciendo viva y oficialmente vigente hasta nuestros días dedica a actividades benéficas en Europa Central.

Fuentes