Úlceras cutáneas crónicas
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Las úlceras cutáneas son lesiones localizadas que implican la pérdida total de la epidermis y parte de la dermis e incluso la hipodermis. Pueden ser primarias o secundarias a las otras lesiones de la piel, de carácter extensa o puntiforme, en cuyo caso se denominan fístulas.
Sumario
Definición
Una úlcera cutánea es una solución de continuidad en la piel que compromete la epidermis y parte de la dermis, que al sanar deja una cicatriz. Si la ulceración es lineal se llama fístula. Si la ulceración afecta a una mucosa se llama afta.
Son úlceras tanto las lesiones secundarias a la destrucción de una ampolla, que pueden ser más o menos extensas y que implican un posible riesgo de infección si no se cuidan, como las úlceras de presión o úlceras de decúbito, que pueden ser muy graves en personas encamadas y que por el riesgo de infección y necrosis pueden comprometer su vida.
Epidemiología
Se estima que un 1% de la población se encuentra afectado por este proceso y los costes sanitarios que generan son considerables. Su localización más frecuente es en las piernas.
Etiología
Es muy variada, ya que las úlceras pueden ser una manifestación de enfermedades cutáneas y sistémicas. De todas ellas, la más frecuente es la causada por enfermedades vasculares periféricas venosas, pero también tienen una alta prevalencia las causadas por alteraciones arteriales y neuropaticas. Igualmente, hay un grupo de enfermedades sistémicas que están estrechamente ligadas con la aparición de úlceras, dentro de las cuales destaca la diabetes.
Causas
Las causas más frecuentes de úlceras pueden clasificarse en 2 grupos:
Tratamiento
Antes de instaurar un tratamiento debemos establecer su causa, para lo cual es necesario disponer de una historia clínica con los síntomas asociados, hábitos personales, medicación utilizada, antecedentes personales y familiares, análisis clínicos que descarten una enfermedad sistémica, y una exploración física tanto de la lesión como del miembro afectado. Es fundamental para poder establecer el tratamiento identificar su etiología y posteriormente, según el tipo, aplicar el más idóneo (desde vendajes hasta el desbridamiento quirúrgico).
Medidas generales
Consisten en tratar la enfermedad sistémica subyacente, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol.