Acuñación de monedas

Acuñación de monedas
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Concepto:Proceso de acuñar las monedas. Se usan máquinas especializadas en el lugar conocido como: Casa de la Moneda o CECA.

Acuñación de monedas. Las monedas más primitivas eran pequeños discos metálicos (Cospel) en los cuales se imprimía por medio de un golpe en un troquel grabado (Cuño) una marca en uno de sus lados (anverso). Estas monedas reciben el nombre de "incusas" y se caracterizan porque presentan la misma imagen por los dos lados: en una en relieve y en la otra en hueco.

Con la inauguración de La Casa de la Moneda en Cuba junto a las máquinas de alta velocidad para fabricar monedas de curso, se instalaron otras prensas más lentas, pero con mayor precisión, con la que se inició una nueva actividad. Con ella Cuba entró en el mundo del coleccionismo, comenzando a acuñar series conmemorativas con los más diversos motivos.

Historia

Las monedas hechas con una aleación de oro y plata aparecieron por primera vez en el siglo VI (a.n.e.) en el distrito de Lidia, en Asia Menor, que era en aquella época un importante país industrial y comercial. Este dinero era genuinamente dinero material cuyo valor venía determinado por su contenido en metales preciosos.

Las monedas proliferaron rápidamente en todos los países desarrollados del mundo. Tanto los monarcas como los aristócratas, las ciudades y las instituciones empezaron a acuñar dinero con su sello identificativo para certificar la autenticidad del valor metálico de la moneda. Así comenzaron a acuñarse monedas por orden de Darío de Persia, luego de la conquista de Lidia, en China y posteriormente en Grecia, para ser adoptado finalmente por todos los pueblos.

Evolución

Fue probablemente durante el reinado de Ardis de Lidia cuando los lidios empezaron a acuñar moneda. Estas acuñaciones llevan como símbolo heráldico un león representando a la Dinastía Mermnada a la cual pertenecían los reyes. La pieza fue acuñada en electro (aleación natural de oro y plata) y con un peso de 4,75 gramos y un valor de un tercio de Estátera.

Transcurre el tiempo y no se registran grandes cambios en los sistemas de acuñación, hasta que se llega al Renacimiento, momento en el cual se logran grandes avances.

Leonardo Da Vinci realizó estudios sobre la fabricación de las monedas y trató de sustituir el martillado en caliente de las monedas extraídas de lingotes metálicos, por el corte de discos metálicos lisos, de cinta ya preparada con el espesor deseado. Reunió en una sola máquina, mediante punzones especiales, las dos operaciones de corte y acuñación para la Ceca Vaticana.

En 1553, un ingeniero alemán llamado Brücher diseñó dos máquinas que vinieron a revolucionar la fabricación de moneda.

Luego de este período, no existen grande cambios hasta el Siglo XIX cuando en 1830 el ingeniero suizo Jean Pierre Droz inventó el sistema de virola partida, con lo cual se conseguía acuñar las dos caras de la moneda a la vez y también el canto.

La acuñación del canto fue un factor de gran importancia ya que evitaba el robo de metal por medio de recortes. Como se expuso anteriormente en la antigüedad las monedas llevaban el cuño por ambas caras y el Rey garantizaba el peso del metal de la moneda. La forma de robo consistía en recortar los rebordes y así juntar el metal que se recortaba de varias monedas para acuñar una nuevas.

Máquinas utilizadas

  • Un laminador, ingenio accionado por un molino que conseguía láminas de metal de un espesor constante cuando hacía pasar el lingote repetidas veces entre dos cilindros de metal duro.
  • Una máquina llamada molinete o prensa de volante que acuñaba por medio de la inercia que el volante tenía al moverse, en el lado inferior el cuño era fijo y el de arriba era intercambiable.

Proceso de Acuñación

En estas máquinas de gran precisión, los cospeles son acuñados uno por uno, con el cuidado que requiere un producto de gran calidad.

Los primeros pasos para la acuñación de una moneda empieza, casi siempre, con un dibujo a lápiz o carboncillo. Estos dibujos y bocetos se acaban de elaborar, perfilando y simplificando sus trazos, con ayuda de un programa de ordenador, y convirtiéndose así en el diseño para la futura impresión.

La escultura

A partir de ese diseño los escultores copian el dibujo sobre una base de plastilina o escayola, imprimiendo volumen al diseño inicial.

EL molde

Con el objetivo de obtener una copia de la escultura, idéntica pero dura, que resista la presión del palpador del pantógrafo, se hace previamente un molde con resina acrílica, y a partir de este se obtiene luego la llamada plantilla.

El pantógrafo

El viejo paralelogramo articulado, inventado hace más de dos siglos ha evolucionado, hoy día, para llegar a reproducir hasta el más imperceptible relieve. Su misión es la de trasladar imágenes en relieve, reduciéndolas y grabándolas en un tocho de metal, que puede ser ya el cuño, o un disco de bronce, como paso intermedio.

Los cuños

Son el último eslabón en la cadena de fabricación de la moneda. Con cada uno de ellos, tras someterlos a un proceso especial de endurecimiento, se obtendrán miles de monedas.

Los cospeles

La cospeladora, taladra láminas de metal, como un gran sacabocados, para obtener cospeles de todos los diámetros y grosores, listos para ser acuñados. Con ello se completa el proceso artesanal,del departamento de acuñaciones especiales de la Casa de la Moneda en Cuba.

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