Ataque a Manatí (Las Tunas)

Ataque a Manatí
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Bombardeo a Manatí.png
Ataque a Manatí por parte de la represión batistiana.
Fecha:2 de diciembre de 1958
Lugar:Manatí
Descripción:
El odio a la dictadura y a su brazo armado alcanzó su clímax en este levantamiento armado.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
José Santiago Ercillas
Ejecutores o responsables del hecho:
Ejército Rebelde y Ejército Batistiano

Ataque a Manatí (Las Tunas). Se dirigió contra objetivos civiles y dejó numerosas víctimas.

Descripción

Otro hecho importante fue el ataque al cuartel del central Manatí. Para el desarrollo de la acción José Santiago Ercillas contactó con el capitán José Botello, de la Columna 13, a quien se le había asignado la zona de operaciones: Santa Lucía y el norte de los territorios de Nuevitas-Guáimaro. Botello y muchos de sus hombres eran conocedores de Manatí, lo que facilitaba la operación.

Síntesis del hecho

En La Victoria, lugar cercano a Manatí, se reunieron los jefes guerrilleros y trazaron el plan de ataque. La acción se llevaría a cabo por tres grupos a las dos de la madrugada del día 29 de noviembre, iniciándose con la detención de los guardias que salían del cuartel a esa hora. Doce hombres y una mina se situaron en Sabanalamar para frenar un posible refuerzo desde V. de Las Tunas. Tres grupos penetraron por la parte Oeste del poblado y tomaron las posiciones alrededor de la guarnición, otros se ubicaron en la línea del ferrocarril hacia el puerto (Miguel Aleaga, Ercilla, Francisco Amores y hombres de Ercilla y Botello). El capitán Botello desde la estación del ferrocarril, iniciaría el ataque capturando la patrulla antes mencionada. A un hombre se le escapó un tiro y no pudieron capturar a la guardia saliente, produciéndose un fuerte intercambio de disparos. A las tropas atacantes se sumaron otros combatientes, entre ellos los hermanos Benigno y Bernardo González, más conocidos por los Curros. Martínez tomó el centro telefónico para controlar las comunicaciones.

Otras acciones

Los rebeldes aunque obligados a cambiar las posiciones iniciales mantuvieron el hostigamiento al cuartel. Los esbirros se comunicaron con Camagüey, desde donde enviaron una avioneta para hacer un reconocimiento. El sargento Peña al frente de los guardias sitiados mintió al informar que habían evacuado la población y sólo los forajidos ocupaban el pueblo. De esta forma la población civil quedó a expensas de las bombas y la metralla de la aviación. Dos B-26 ametrallaron durante los días 30, 1 y 2 de diciembre. Además enviaron un refuerzo desde Las Tunas encabezado por Isacc Gómez Camejo. Los jefes rebeldes decidieron inutilizar la pista de aterrizaje, algunos hombres empezaron a arar el campo de aviación y no se percataban por el ruido del motor del tractor que eran ametrallados por un B-26 y al ser salpicados de combustible; abandonaron la máquina y se pusieron a salvo; ya habían hecho alrededor de 24 surcos.

En un documento el enemigo dejó constancia de ello: Una avioneta particular que logró aterrizar fue abordada por un grupo de rebeldes, los cuales salieron a dar un recorrido aéreo para localizar al refuerzo enemigo, ubicado en la zona de Meriño. Pasaron saludando a los soldados batistianos quienes efusivamente respondieron mostrando banderas del 4 de septiembre. Para auxiliar las posiciones rebeldes el mando de la Columna 12 envió a Rafael Castro con un grupo de hombres y un pequeño cañón antitanque con el cual le dispararon al cuartel sin resultados efectivos.

El día 2 de diciembre el ejército recrudeció los ataques y la aviación descargó sus mortíferas bombas sobre varios lugares. Un artefacto hizo explosión en el almacén de la antigua Mercantil Manatí y causó la muerte a nueve civiles que allí buscaban refugio.

En Oriente se cerraba el cerco a Santiago de Cuba. En manos de los rebeldesestaban las poblaciones de la Maya, San Luis, Baire, El Cobre, Sagua de Tánamo, Jiguaní. Maffo y Palma Soriano.

El 15 de diciembre, en la misma fecha en que fue destruido el Puente Falcón se produjo el derribo del puente del río Jobabo en la carretera central con lo cual la más importante vía de comunicación del país quedaba interrumpida, también en la división de Oriente y Camagüey. Para ello los rebeldes de la Columna 12 que en varias ocasiones habían hecho estallar cargas de dinamita sin éxito en el puente, utilizaron el compresor de óxido acetileno que habían sustraído de Manatí. En la acción lamentaron la muerte del recio combatiente Calixto Sarduy Arcia (Calé) quien al desplomarse el puente cayó, recibió una herida grave en el cráneo y murió momentos después cuando era trasladado por sus compañeros. Pudiera decirse entonces que las esperanzas del ejército de la tiranía de recibir refuerzos desde las Villas y Camagüey por vía terrestre también se truncaron a las puertas de Las Tunas.

Fallecidos

Ese día murieron bajo las bombas José Galguera, Benita Ocampo, Ricardo Peña, Víctor Tamayo, Escolástica Mejías, Naud Barret, María Méndez, Nieves Carmenate y Nereyda Mejías.

Fuentes