Aurelia Navarro
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Aurelia Navarro. Pintora española que triunfó desde muy joven, tuvo el reconocimiento académico y de la crítica, pero tuvo la osadía de pintar un desnudo de mujer, acabó su vida en un convento, no se sabe si por decisión personal o por presiones familiares.
Síntesis biográfica
Aurelia Navarro nace en Granada en el año 1882, en el seno de una familia tradicional, conservadora y adinerada. Fue alumna de José Larrocha González en la Escuela de Artes y Oficios de Granada, donde coincidió y estudió con los pintores José María López Mezquita y José María Rodríguez-Acosta, se trasladó a Córdoba en 1900 y continua estudios con el pintor Tomas Muñoz Lucena, con el adquirió un mayor rigor en el sentido del dibujo y la composición, y también incorporó a sus pinturas un sentido de la luz y el color de los espacios rurales y naturales, recrearía estas representaciones durante toda su trayectoria.
Su producción artística muestra un variado perfil en cuanto a temáticas representadas, donde predominan los paisajes y las escenas costumbristas, sobre todo, seguidos del retrato y en último lugar las representaciones de flores bodegones y el desnudo. Sus obras fueron ejecutadas al óleo, carbón, plumilla y pastel.
Labor profesional
Aurelia Navarro decide dedicarse profesionalmente a la pintura, en los primeros años del siglo XX consiguió una beca de la Diputación Provincial de Granada que le permite trasladarse a Madrid y optó por presentar sus obras a las Exposiciones Provinciales Nacionales de Bellas Artes. En el año 1904, con 22 años, participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes donde consigue una mención de honor.
En 1906 participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes, donde se presentó con la pintura titulada Retrato de señorita, gana la Tercera Medalla En 1908 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con la pintura Desnudo de Mujer, la pintura no fue rechazada, sino que fue premiada con una tercera medalla, siendo la única mujer galardonada con medalla en dicha exposición. En 1910 aparece como una de las socias fundadoras de la Asociación de Pintores y Escultores de España, era el número 80 de un total de 267 miembros, entre los que únicamente once eran mujeres. El triunfo artístico de Aurelia Navarro, después del cuadro Desnudo de mujer, hizo que su padre llegara a Madrid y se la llevara de vuelta a Granada, poniendo toda clase de trabas al desarrollo de su arte. Ya en Granada, y como ocaso de ese futuro que pudo tener, formó parte en la exposición de caricaturas y tarjetas postales, organizada por el Centro Artístico de Granada, en 1908, y en la colectiva de la misma entidad de 1916.
Ante las presiones sociales y personales, y con cuarenta años, Aurelia Navarro decidió, en 1923, ingresar en la Orden religiosa de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento. Desde ese momento residió en el convento de la orden, en Córdoba, que no abandonó excepto cuando se desplazó al Vaticano, en 1933, para realizar un retrato de la fundadora de la Orden, la Madre Sacramento, Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, con motivo de su canonización en 1933.
Muerte
La última etapa de su vida transcurrió en Córdoba, en el Convento de las Adoratrices, donde murió el 9 de febrero de 1968.
Galería
Desnudo femenino.
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento.
Joven con mantón.
Jugando con las gallinas en el Carmen.
Pensativa.
Posible autorretrato.
Retrato de una señorita.
Sierra nevada.
Sin título.
Niña haciendo flores.
