Confederación Nacional Obrera de Cuba

Confederación Nacional Obrera de Cuba
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Logotipo de la CNOC
Siglas o Acrónimo:CNOC
Fundación:7 de agosto de 1925
Disolución:23 de enero de 1939
Tipo de unidad:Política
Secretario/a General:Alfredo López
País:Bandera de Cuba Cuba

Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC). Su fundación fue un paso significativo para el movimiento obrero cubano. Constituida durante la última sesión del Tercer Congreso Nacional Obrero, celebrado en Camagüey del 2 al 7 de agosto de 1925, con la asistencia de 160 delegados de 82 organizaciones. Aunque la reunión estuvo matizada por algunas concepciones anarcosindicalistas y en menor medida reformistas, la presencia de Alfredo López, quien se convirtió en el alma del Congreso, posibilitó la adopción de importantes acuerdos en interés de los obreros, y que prevaleciera el espíritu unitario que acompañó a la CNOC durante todas sus luchas hasta 1939, cuando se disuelve para dar paso a la creación de la CTC. Se convirtió en una organización rectora en las movilizaciones populares contra el régimen de Gerardo Machado.

Bases para su creación

La iniciativa de crear una confederación de trabajadores surgió en el Segundo Congreso Nacional Obrero, efectuado a inicios de febrero de 1925 en la ciudad de Cienfuegos, gracias al esfuerzo de un grupo de líderes obreros encabezados por Alfredo López, fundador y dirigente de la Federación Obrera de La Habana (FOH).

Labor revolucionaria

El 17 de febrero de 1925 fue aprobada la moción de crear una Confederación Nacional Obrera, que debía concretarse en el Tercer Congreso Obrero. En el acto de constitución de la CNOC se leyó un telegrama de Julio Antonio Mella, que daba noticia de la prohibición gubernamental al desembarco en tierra cubana de los tripulantes del barco soviético Vatslav Vorovski, fondeado en la bahía de Cárdenas para recoger un cargamento de azúcar.

La CNOC reunió en su seno a anarcosindicalistas, socialistas, comunistas y reformistas. Pocos días después de su fundación quedaba constituido el Primer Partido Comunista, el cual contaría desde entonces para sus actividades políticas con el apoyo de esa central sindical. Durante el gobierno de Machado sus dirigentes fueron perseguidos, y algunos -como su fundador, Alfredo López, torturado y ejecutado en el Castillo de Atarés- fueron asesinados.

En su enfrentamiento a la CNOC, Eduardo Machado Gómez también empleó la llamada Federación Cubana del Trabajo (FCT), afiliada a la Confederación Obrera Panamericana (COPA), que se dio a la tarea de apoderarse de gremios —en particular, marítimos y portuarios—, así como de crear supuestos aparatos sindicales.

En oposición a la política divisionista de Eduardo Machado Gómez, el joven intelectual Rubén Martínez Villena redactó para la CNOC un programa de reivindicaciones, el cual materializaba las aspiraciones y necesidades de todos los sectores obreros, afiliados o no a la central sindical. Rubén Martínez Villena, asesor de la Confederación, se convirtió, de hecho, en el máximo dirigente de esa organización, la cual creó, en conjunción con el Partido Comunista, los grupos «pro-unidad», denominados también oposiciones sindicales revolucionarias, como el Grupo Pro Línea de la CNOC, del Sindicato de Empleados del Comercio.

Junto al Partido Comunista y a otras organizaciones, la CNOC condenó la prórroga de poderes del régimen de Eduardo Machado Gómez y denunció la celebración de la Sexta Conferencia Internacional Americana, a efectuarse en La Habana desde el 16 de enero hasta el 20 de febrero de 1928.

Entre sus actividades, y en vínculo con el Partido Comunista, estuvo la organización y dirección de la huelga general del 20 de marzo de 1930, la acción de mayor envergadura realizada hasta entonces por los obreros cubanos. Entre las demandas de los huelguistas se encontraban la revocación de las medidas dictadas por el gobierno para ilegalizar la CNOC y la FOH, y la libertad de los obreros presos bajo acusación de haber tomado parte en la promoción de la huelga.

Tras el fracaso de la huelga general de marzo de 1935, las persecuciones, represalias y asesinatos de dirigentes y militantes sindicales se incrementaron. Una de las expresiones de la violencia oficial fue la Ley de Sindicalización elaborada por la Secretaría del Trabajo, que dejaba en vigor todas las disposiciones represivas anteriores y prácticamente anulaba el derecho de huelga.

Desde la clandestinidad, entre el 21 y 22 de julio de 1935, se efectuó el IV Pleno de la CNOC. El orden del día constaba de cuatro puntos: frente único y unidad sindical; frente popular antiimperialista; condena a las elecciones generales del 15 de diciembre anunciada por el gobierno de Carlos Mendieta Montefur, y asuntos de organización relacionados con el desarrollo del pleno.

El día 10 de agosto de 1935, en fecha dedicada por el movimiento comunista internacional a la lucha contra las guerras, fue declarado por la CNOC jornada de movilización en solidaridad con Etiopía y China y en defensa de la Unión Soviética.

La política de frente único de la CNOC propició la reorganización no solo de los sindicatos afiliados, sino también de los independientes, los cuales se acogieron a la legalidad forzosa reglamentada por el Decreto-Ley No. 3 y por otras disposiciones oficiales.

Del 20 al 22 de marzo de 1937 se convocó la Primera Conferencia Provincial de Unidad Sindical, con sede en Santiago de Cuba, en la cual participaron sindicatos independientes y afiliados a la CNOC, representantes de sectores importantes de la economía -como los azucareros, marítimos y portuarios y ferroviarios-, así como empleados públicos, trabajadores de la fábrica de cerveza y ron Bacardí y los de otras empresas locales.

Ruptura

La CNOC se declaró disuelta en el congreso de constitución de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), efectuado entre los días 23 y 28 de enero de 1939, la que en 1961 pasa a ser la Central de Trabajadores de Cuba, actual organización que aglutina a todos los sindicatos del país, y que hoy más que nunca le corresponde desempeñar un papel activo en la vigilancia de los derechos de los trabajadores, pero también de los intereses de la sociedad.

Enlaces externos

Fuentes