Cuenca del río Tajo

Cuenca del río Tajo
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Cuenca rio tajo.png
País(es) que atraviesaBandera de España España y Bandera de la República Portuguesa Portugal
Superficie de la cuenca55.769 km²
NacimientoPenínsula Ibérica
DesembocaduraLisboa

Cuenca Hidrográfica del río Tajo. Es la tercera cuenca más extensa de la Península Ibérica, con un 68% en territorio español y el 32% en territorio portugués. Es la cuenca más poblada de la península, con más de 10 millones de habitantes, incluyendo las dos capitales, Madrid y Lisboa. Además, es la cuenca más regulada de España, capaz de almacenar el 20% de la capacidad total.

Ubicación

La Cuenca Hidrográfica del Tajo está situada en la zona central de la Península Ibérica, entre las cuencas del Duero (al Norte), Ebro y Júcar (al Este) y Guadiana (al Sur).

Extensión

La Cuenca Hidrográfica del Tajo es la cuenca hidrográfica del río homónimo que discurre por el Oeste de la Península Ibérica y desemboca en Lisboa.

Tiene una extensión de 80.600 km², que se distribuyen en un 69,2% (55.750 km²) por suelo español y en un 30,8% por tierras portuguesas (24.850 km²).

Es la tercera cuenca de mayor superficie de la Península Ibérica, después de la del Duero, con 97.290 km², y de la del Ebro, con 83.093 km².

Superficie

El conjunto de la cuenca tiene una superficie de 55.769 km² hasta la frontera con Portugal que constituye su límite occidental.

Clima

En lo que respecta al clima, este es mediterráneo en su mayor parte, siendo las precipitaciones más abundantes en las subcuencas que desembocan en su parte media (final de la demarcación española) que las que desembocan en cabecera y parte alta.

Abastecimiento

La Cuenca del Tajo es aquella de la que dependen un mayor número de habitantes para su abastecimiento urbano, próximo a 11 millones de personas de las que 6 millones están en la parte española de la cuenca (5 millones sólo en la provincia de Madrid), más de 3 millones se sitúan en Portugal y próximo a 2 millones se abastecen desde el Tajo en el sureste de España (Alicante y Murcia) y en la Cuenca del Guadiana.

Hay que destacar que las dos capitales nacionales de la península dependen de la cuenca, así como el principal trasvase de Europa. Se suministra agua, además, en la zona española de la cuenca a 120.000 ha. de regadíos públicos y 110.000 ha. de regadíos privados. En España, la cuenca abarca territorios de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Castilla-León y Aragón.

Consumo de agua

Teniendo en cuenta la situación geográfica de Madrid y su entorno metropolitano en esa zona media-alta, el 85% del consumo de agua de toda la cuenca se produce en una zona donde sólo se cuenta con el 45% de los recursos.

A este desequilibrio se le une el hecho de que, en toda la cuenca, se ha producido un descenso de las aportaciones a partir de la segunda mitad del siglo XX.

Este hecho adquiere especial gravedad en la cabecera, donde dicho descenso se estima en el 47% (en el periodo 1958-2006, la media de aportaciones anuales en la cabecera del Tajo fue de 1.457 hm3, mientras que, en el periodo 1980-2006 dicha media anual disminuyó hasta los 773 hm3.

Problemas del Tajo

  • Disminución de aportaciones en cabecera (47%), lo que genera una clara escasez de recursos en la cabecera de la cuenca.
  • El Trasvase Tajo-Segura ha supuesto la derivación de enormes cantidades de agua que han mantenido sus embalses de cabecera (Entrepeñas y Buendía) con volúmenes mínimos durante largos periodos. Ello ha causado impactos ambientales (debido al severo descenso del caudal río abajo), así como impactos socio-económicos (debido a la merma de oportunidades de desarrollo ligadas al agua de los pueblos ribereños).
  • Madrid y su entorno metropolitano: La Comunidad de Madrid, íntegramente en la cuenca del Tajo, con más de 6.700.000 habitantes, no sólo acapara los recursos de gran cantidad de los afluentes del Tajo del sistema central, sino que vierte en ellos sus redes de saneamiento, con aguas no siempre suficientemente depuradas o cuyo nivel de depuración no permite alcanzar el buen estado ecológico a las aguas receptoras de este efluente de depuración. Ello ocasiona, aguas abajo, problemas de calidad en el llamado eje del Tajo, que incluye las ciudades de Toledo y Talavera de la Reina, entre otras poblaciones, y una clara afección socioeconómica de los pueblos ribereños.
  • Talavera de la Reina constituye un “punto crítico” en la cuenca, con caudales medios circulantes en el mes de julio de algunos años inferiores a 2 m³/s y problemas en la calidad del agua y degradación de cauces y riberas.
  • Eutrofización de los embalses de la zona de Extremadura, lo que ocasiona graves problemas antes de la frontera con Portugal.
  • Incumplimiento del Convenio de Albufeira: La Confederación Hidrográfica del Tajo considera como “problema” el compromiso adquirido con Portugal sobre los caudales semanales, trimestrales y anuales que deben circular por la frontera y que se encuentran recogidos en el Convenio de Albufeira. Para la Confederación se considera un problema que el río Tajo lleve agua más allá del embalse fronterizo de Cedillo. Además, existen importantes disminuciones en las aportaciones naturales en dicha frontera (del 28%, teniendo en cuenta los datos de las aportaciones medias de la serie de 1940 a 2006 con las de la serie corta de 1980 a 2006).

A estos problemas se le añaden otros recogidos en el borrador del Plan Hidrológico del tercer ciclo (2022-2027) como pueden ser la contaminación de origen difuso (explotaciones agropecuarias), incremento de especies exóticas invasoras, ocupación y degradación del espacio fluvial, presencia de contaminantes emergentes, problemas de gobernanza, participación y cooperación entre administraciones, etc.

Estado de sus ríos

Los problemas estructurales de la cuenca se reflejan en el estado final de sus masas de agua. Sólo las cabeceras de los ríos tienen el buen estado final demandado por la Directiva Marco del Agua. Sin embargo, el eje del Tajo y las zonas medias de los principales ríos no alcanzan ese buen estado.

El estado de las masas de agua superficiales se establece según su estado ecológico y su estado químico. Para determinar el estado ecológico se evalúa la calidad de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos asociados a las aguas superficiales, y se clasifica empleando una serie de indicadores biológicos, hidromorfológicos y fisicoquímicos.

El estado químico se determina por el cumplimiento de las normas de calidad medioambiental de las aguas. Para alcanzar el buen estado final se ha de alcanzar simultáneamente el buen estado ecológico y el buen estado químico. Si alguno de los indicadores no alcanza los valores mínimos, la masa de agua tendrá la calificación de estado “peor que bueno”.

Fuentes