Dzibilnocac

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Dzibilnocac
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Ciudad antigua de México
Bandera de Dzibilnocac
Bandera

Escudo de Dzibilnocac
Escudo

Otros nombres: Bóveda Pintada
EntidadCiudad antigua
 • PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos México
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Vista de uno de sus edificios .

Dzibilnocac. Antigua ciudad de la civilización maya.

Orígenes

Dzibilnocac es un nombre maya que significa “Bóveda Pintada” (ts’ibil-cosa o algo pintado, nokak-bóveda), o bien “Gran Tortuga Pintada” (ts’ibil-cosa o algo pintado, nohocn aak-gran tortuga). Las primeras evidencias de ocupación humana registradas hasta la fecha en el sitio datan del Preclásico medio, es decir, entre los años 500 y 50 a. C.

Ubicación

Desde la ciudad de Campeche se llega utilizando la carretera federal 261 que conduce al poblado de Hopelchén y enlaza con el poblado de Dzibalchén, de ahí se conduce a la comunidad de lturbide encontrando la antigua ciudad a 200 metros. Localidad o poblado más cercano: Vicente Guerrero (Iturbide), Municipio de Hopelchén.

Historia

A principios de la década de 1940 los exploradores Frederick Catherwood y John L. Stephens visitaron el poblado y plasmaron sus impresiones en la obra Incidentes de viaje en Yucatán. En mayo de 1887, Teobert Maler llegó al sitio y documentó, tanto algunos detalles arquitectónicos, como las imágenes de dos tapas de bóveda. Desde entonces el topónimo de Dzibilnocac ya se explicaba como “bóveda pintada” o “bóveda con escritura”, en alusión a las figuras e inscripciones jeroglíficas que decoraban el interior de algún aposento.

Descripción de la ciudad

El sector que hoy se puede visitar cuenta con un edificio parcialmente restaurado (Edificio A-I). Está integrado por varias habitaciones dispuestas a manera longitudinal, a las cuales se les agregaron tres torres: una en cada extremo y otra en el centro. Además, sus elementos denotan la arquitectura Chenes, caracterizada por una profusa decoración, en la que son comunes los mascarones de narices ganchudas y el uso de esquinas redondeadas. En la parte central de ambos costados son visibles las mandíbulas del Gran Monstruo de la Tierra sobre el que se apoyaba la torre central. La representación fue lograda con mosaicos de piedra y además los sillares curvos o dientes, la alegoría mostraba cartuchos con varios símbolos estucados y pintados con diversos colores que aludían al agua y a las escamas de la deidad.

Las dimensiones promedios del edificio A-I son casi 70 metros de largo por 30 metros de ancho y 13 metros de altura. En el primer nivel contuvo 10 habitaciones, algunas provistas de banquetas interiores. Encima de cada torre parece que hubo dos aposentos. La obra fue erigida entre los años 600 y 800 de nuestra era. No obstante, una fecha de radiocarbono y materiales cerámicos del periodo Preclásico medo indican que el sitio empezó a desarrollarse alrededor del año 400 a. C. Los vestigios arquitectónicos y escultóricos demuestran que el apogeo tuvo lugar durante el Clásico tardío (600-900 d.C), y la cerámica parece confirmar el abandono del lugar alrededor del año 1000 de nuestra era.

Arquitectura

Una visita a Dzibilnocac permitirá constatar la imponente presencia de la arquitectura Chenes en Campeche. Sobresale el Edificio “A”, dicha estructura, también conocida como Templo-Palacio, fue edificada en el periodo conocido como Clásico Tardío. La torre está coronada por un templo simulado al cual se accedía por medio de escalinatas no funcionales. Los falsos accesos al templo están rodeados por enormes mascarones estilizados del Monstruo de la Tierra, y en sus esquinas en las que se aprecian cascadas de mascarones de Chaac, dios maya de la lluvia, visto de perfil.

Dzibilnocac fue un asentamiento grande, integrado por varios grupos de construcciones monumentales dispuestas regularmente sobre un amplio terreno. Después de que la zona estuvo abandonada durante varios siglos y de que fue devorada por la selva, comenzó a modificarse, a partir de 1822, debido al surgimiento de una pequeña comunidad que creció paulatinamente y que aprovechó los vestigios de los basamentos y de las plataformas prehispánicas para construir nuevos edificios. La ocupación precolombina esta debajo de muchos predios urbanos y rurales, pero todavía es visible en una extensión promedio de un kilómetro cuadrado. Aún pueden apreciarse numerosos montículos, plataformas de diversa dimensiones, basamentos piramidales, edificios de varios aposentos y habitaciones que estuvieron techadas con bóveda de mampostería y en el exterior decoradas con mascarones de mosaico de piedra.

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Fuentes