El insólito ladrón de talentos (cuento)

El insólito ladrón de talentos
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Pedro Pablo Sacristán
GéneroCuento

El insólito ladrón de talentos. Cuento sobre un troll que en su afán de ser un artista famoso, planeo robar el talento de todos aquellos que lo pudiesen ayudar en su empeño, pintores, escultores, músicos y poetas

Datos del autor

Pedro Pablo Sacristán nació en Madrid, España en 1973, y es el segundo de seis hermanos. Realizó estudios en el colegio privado en el que su padre trabajaba como profesor de educación física. Proviene de una familia muy modesta, con muchas dificultades económicas, por lo que a sus padres les costó sacar adelante a sus 6 hijos y darles una buena educación, con un sueldo mínimo.

Comenzó a leerles los cuentos que escribía a sus hijos cada noche, nunca pensó que podría dar lugar a algo tan apasionante, ni que creciera tan rápido y con tanto éxito su producción literaria que le permitió conocer gente estupenda, conocerse a sí mismo y profundizar en sus propios valores, y disfrutó plenamente de cada hora que dedicó a esta aventura. Dedicó la mayor parte de su tiempo a escribir libros, a hacer talleres de cuentos, charlas, etc.

Personajes

Un troll y un anciano mago

Cuento

Hubo una vez un troll malvado que tenía el sueño de ser el mayor artista del mundo, y planeó robar su talento a pintores, escultores, músicos y poetas. Pero como no encontró la forma, terminó por atrapar y encadenar en su cueva a un anciano mago, obligándolo a transformarle en el mejor de los artistas.

Convertido en el más magnífico dibujante, músico y escultor, el troll solo necesitó crear una obra para ganar tal fama que comenzó a recorrer el mundo recibiendo fiestas y homenajes. Tan entretenido estaba celebrando su fama, que olvidó su sueño de ser artista y no volvió a crear nada.

Sin embargo, años después, durante uno de sus viajes, el troll se enamoró de tal forma que no dudó en crear nuevas obras para dedicárselas a su amada. Pero cuando las mostró ante todos, eran tan mediocres y vulgares que hizo el mayor de los ridículos, y la troll se sintió tan avergonzada que nunca más quiso saber de él. El troll, enfurecido, volvió a la cueva para exigir al mago que le devolviera su talento artístico. Pero, a pesar de sus intentos, el mago no consiguió nada. Su varita estaba tan polvorienta y seca por falta de uso que apenas quedaba nada de su brillo mágico.

- Me temo que he perdido mi don para la magia, malvado troll. Y parece que tú has perdido también tu don para las artes.

- ¡Mentira! - rugió el troll mientras se ponía a dibujar-. Mira este dibujo: es magnífico. Pero no lo era, y así se lo dijo el mago. Y volvió a decírselo cada una de las miles de veces que el furioso troll le mostró un nuevo dibujo, su más reciente escultura o su última melodía.

Hasta que un día el anciano mago, sintiéndose ya muy débil, suplicó al troll que lo liberase. - Si me liberas te devolveré tu arte- dijo.

El troll sabía que ya no quedaba nada de mágico en aquel hombre, y que no le devolvería nada, pero sintió lástima y lo dejó libre. Entonces el anciano, sin decir nada, fue recorriendo la cueva con calma, recogiendo uno a uno los cientos de dibujos que cubrían el suelo. Luego, despacio y en silencio, los fue colocando uno tras otro en la pared, justo en el orden en que el troll los había pintado.

Mientras lo hacía, el troll comenzó a maravillarse. Siguiendo los dibujos de lado a lado pudo descubrir cómo unos dibujos torpes y vulgares se iban convirtiendo poco a poco en cuadros decentes para terminar mostrando, en sus últimos trabajos, magníficas obras de un arte insuperable.

Contemplando el gran artista en que se había convertido, el troll rompió a llorar de felicidad con tanta emoción y alegría, que todo él se convirtió en lágrimas de un agua brillante y cristalina. Y deseando que todos pudieran disfrutar aquel arte logrado con tanto esfuerzo, y sabiendo que si dejaba de usar su talento lo perdería, viajó por las cuevas y ríos del mundo modelando las rocas y creando los paisajes más bellos que aún hoy se pueden encontrar en todos los rincones de nuestra amada tierra.

Fuentes

https://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/el-insolito-ladron-de-talentos

https://www.ecured.cu/Pedro_Pablo_Sacrist%C3%A1n