Francisco Julián García Benítez
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Francisco Julián García Benítez. Destacada personalidad del periodismo holguinero. Aunque distante de los predios intelectuales de la capital, fue un maestro, periodista y poeta de reconocimiento nacional. Influyó en la nueva oleada de poetas, narradores, periodistas e historiadores surgida después del triunfo revolucionario. Fue miembro fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y colaboró en diferentes periódicos como: Hoy, Heraldo de Holguín y Diario Norte (Holguín).
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en la ciudad de Holguín, en el año 1913.
Etapa estudiantil
En su ciudad natal cursó los primeros estudios y en 1930 comenzó a impartir clases de enseñanza primaria en el Colegio Privado Holguín. Después cursó la carrera de Pedagogía en la Universidad de La Habana y se graduó de Doctor en 1943.
Trayectoria laboral
En 1946 trabajó algún tiempo como empleado del Departamento de Propaganda de la CTC, bajo la dirección del líder sindical Lázaro Peña. Mas tarde pasó a trabajar como profesor de Español en la Escuela Primaria Superior Perfecto Lacaste, de Bauta.
De nuevo en Holguín, entre 1949 y 1959 impartió clases de francés y se desempeñó como profesor privado.
En 1951 asistió como delegado al III Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Berlín. Durante el período anterior al triunfo revolucionario militó en el Ala Izquierda Estudiantil y en el Partido Socialista Popular.
Fue miembro fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y colaboró en los periódicos Hoy, Heraldo de Holguín y Diario Norte (Holguín).
Tras el triunfo revolucionario, entre 1960 y 1962 trabajó como periodista en el diario provincial Surco. Al año siguiente pasó al periódico Sierra Maestra (Santiago de Cuba) y poco más tarde se incorporó al colectivo del diario holguinero ¡Ahora!, donde permaneció largo tiempo.
Colaboró además en Juventud Rebelde, Jigüe (Holguín), Revolución y Cultura y Tribuna de La Habana y fue miembro del consejo de redacción de Columna (Santiago de Cuba). Asistió como delegado al I Congreso de la UNEAC.
Actividad política
Integró las milicias revolucionarias, en las que fungió como político debido a sus conocimientos de teoría marxista leninista, también impartió clases de Filosofía en el Batallón de las Milicias Nacionales Revolucionarias a la que perteneció. Su aporte en esta dirección fue importante para los cuadros dirigentes y tropas de la organización de defensa, por cuanto contaba no solo con conocimientos teóricos sino por su rico aval en la lucha revolucionaria contra los gobiernos de turno.
Su labor en las milicias se vio interrumpida al trasladarse a Santiago de Cuba. Tres años después, de regreso a la ciudad natal, pasó a integrar la Defensa Civil donde cumplió con las actividades propias de la organización. Luego por problemas de salud y su avanzada edad pasó a la reserva, siempre con la disposición de aportar sus conocimientos.
Labor cultural y literaria
En el ámbito literario y poético, de gran significación resultó la creación del taller de Estudios Literarios Rubén Martínez Villena, fundado por Francisco García Benítez junto a Lalita Curbelo Barberán, además de las nuevas voces que se abrían paso en la avalancha cultural, como Pedro Ortiz, Gilberto González Seik, Ivette Vian y otros.
El surgimiento del periódico ¡ahora! amplió las posibilidades de publicación, impulsó la producción literaria y de temas históricos. No solo porque muchas de las poesías, cuentos y relatos encontraron espacio en las páginas de ¡ahora!, sino porque esa producción era presentada en la sede del diario, en las tertulias literarias desarrolladas con frecuencia en el local del periódico. También propiciadas porque Francisco García Benítez era editorialista y articulista del diario, por su trayectoria y sabiduría nucleó a su alrededor un amplio y heterogéneo grupo de intelectuales con inclinación a la poesía y la literatura.
En el segundo lustro de la década del 60, cuando comenzó a publicarse la revista Columna, órgano de la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente, Paquito figuró dentro del Consejo de Redacción, junto a Pedro Ortiz y Alejandro Querejeta. También apoyó la creación en 1968 de la Columna Juvenil de Escritores y el Taller Literario Pablo de la Torriente Brau.
Un momento precursor en el movimiento cultural fue sin lugar a dudas la revista Jigüe, para la que también escribió Paquito. Esta publicación se adelantó en más de un lustro al boom de los boletines, tabloides y revistas literarias en el país. Tuvo a su favor, que fue una publicación de perfil amplio donde encontraron espacio escritores holguineros y del ámbito nacional, acorde con las políticas públicas emprendidas con la Revolución.
En el período comprendido entre 1971 y 1976, conocido como el Quinquenio Gris, alcanzó expresión en Holguín, "donde el panfleto sustituyó a la obra literaria."[1] También se expresó en la censura y el aislamiento impuesto a autores como Alejandro Fonseca o Delfín Prats, que debieron esperar la espiral del segundo lustro de los años 70 e inicios de los 80, para ver sus versos publicados; por su parte la revista Jigüe dejó de publicarse.
Fue la revista Movimiento la que publicó poesía holguinera durante una breve etapa, con temas muy politizados. Mientras en la década de los 60 se habían publicado diez libros literarios, en la década siguiente no hubo publicación alguna. Sin embargo, los talleres literarios continuaron su desarrollo, y surge el boletín Maniabón (1975), en el cual aparecen poesías de Francisco García Benítez.
En los finales de la década de los 70, y ante la ausencia de publicaciones, el Taller Literario Pablo de la Torriente Brau y la Brigada Hermanos Saíz comenzaron a publicar la revista Cayajabo. En los años 80 se experimentó un florecimiento de la cultura holguinera, múltiples factores beneficiaron al más fecundo ambiente cultural y de producción literaria en Cuba, y en Holguín de manera particular. Sin embargo, la voz de Francisco García Benítez había dado paso a una hornada de escritores y poetas que traía una joven fuerza lírica. No obstante, en 1984, la revista editó su propia antología con el título Hay amor en las manos (Colección Cayajabo Poesías), donde aparecen poemas de la autoría de Paquito. En 1987 salen a la luz dos publicaciones de interés literario: la revista Diéresis y la revista Ámbito, este último como suplemento cultural del periódico ¡ahora!
Publicó poco, sus versos aparecen en revistas y periódicos, y en las antologías editadas en la provincia. Sin embargo, como cuaderno fue publicada una selección de sus poesías en 1960, por la editorial de la Dirección de Cultura Municipal. Su título es Tres Poetas, una selección de poesías de Lalita Curbelo Barberán, Luis Pavón Tamayo y de él; editado en ocasión de la Feria Nacional del Libro.
Más tarde, en 1974, aparecen sus versos en la revista Unión de la UNEAC, como es el caso de su poema Tiempos. Otros aparecen en Hay amor en las manos, (Colección Cayajabo, 1984), y en Antología de Ámbito, (plaquette, periódico ¡ahora!), en Antología de la décima cósmica en Holguín (México, 2003) y Puente del Tiempo (2006). En 1980 aparece una selección de sus sonetos, bajo el título, ¡Cuidado, que le doy un sonetazo! Siete años después, en homenaje por su 74 cumpleaños, la Sección Provincial de Literatura publicó un folleto con su poema Nicaragua Libre, Minidiccionario en décimas (Dirección Municipal de Cultura, 1988) y Rumores y Visiones (Ediciones Holguín, Colección de la Ciudad 1991).[2]
En el período, Paquito desplegó una intensa actividad en la promoción de la literatura, en los Talleres Literarios, y en la fundación de la UNEAC y de la UPEC en la provincia, de esta última fue delegado en los cuatro congresos nacionales que tuvieron lugar desde su fundación hasta 1988, año en que fallece. También se destacó dictando conferencias, y en las inauguraciones de exposiciones de artistas plásticos, con los que tuvo un gran acercamiento y colaboración. Significativo fue el apoyo a la artista mexicana de la plástica Electa Arenal, quien vivió durante la década de los años 60 en la ciudad de Holguín, en la que ella dejó una huella imborrable.
El periodismo y la historia
La labor literaria y poética de García Benítez la desarrolló paralela a otras actividades, como la divulgación de la historia local. Perteneció al grupo fundador del Movimiento de Activistas de Historia y fue colaborador del Boletín de la Comisión Regional de ese movimiento, así como de la Revista de Historia. Nunca separó lo cultural de lo político, al respecto expresaba:
Desde la prensa García Benítez se ocupó, como editorialista o articulista, de los temas de historia, y mantuvo esta línea en las páginas de los diarios. Su trabajo en la historia local o regional fue de iniciador. Hiram Pérez Concepción señala que:
El Movimiento de Activistas de Historia surgió en las postrimerías de la década de los años 60 y tuvo su mayor auge en los años 70. Por eso es invaluable la labor de Paquito desde los rotativos en que trabajó, siempre a favor de la Historia y en particular, de la historia local, incluso desde antes de 1959. Reconoció su desempeño como historiador con agrado, por su conocimiento y amor a la Historia en general y en particular la de la localidad, pues ocupó ese cargo en la Junta de Coordinación y Ejecución de la Regional Holguín-Gibara, JUCEI.
El propio Paquito señala que de toda esta labor se desprende su expresión de que él era la Comisión (de Historia) antes de que esta surgiera; es decir era la persona que, tal vez, más se interesara efectivamente en este asunto. Aunque no debemos olvidar que Juan Albanés también incursionaba en el tema desde la prensa—contando con una columna fija—, y que José Agustín García Castañeda, Pepito, impulsaba la creación de los museos en la ciudad y en el territorio provincial.
En el periódico ¡ahora! fue reconocida su labor ininterrumpida durante 1970 cubriendo informaciones del Movimiento Obrero. Debemos recordar que ese fue el año del esfuerzo decisivo para alcanzar los 10 millones de toneladas de azúcar. Paquito asumió en el periódico la cobertura del movimiento obrero en ese descomunal objetivo, el cual finalmente no fue cumplido a pesar de los ingentes esfuerzos humanos y recursos utilizados. Errores de tipo objetivo y subjetivo determinaron el fracaso de la tarea. Sin embargo, las energías derrochadas por todo el pueblo en aquella inconmensurable tarea para dar el salto definitivo al desarrollo de las fuerzas productivas de la economía socialista, contaron con todo el reconocimiento y aprecio de la dirección de la Revolución, en particular del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Una profesión de la que nunca pudo desprenderse García Benítez fue la de maestro. En 1959 impartió la asignatura de Ciencias Sociales en el Curso de Liquidación de la extinguida Escuela Normal para Maestros de Holguín; además, fue profesor de Geografía Económica—usando el Manual de Capacitación del Ejército Rebelde— en la primera escuela de Capacitación Política del Movimiento 26 de Julio, la cual radicó en el local del Centro Escolar Calixto García, en horario nocturno. Junto a otros profesores fue capital su trabajo en el Curso de Orientación para los profesores de Secundaria Básica.
Impartió clases de francés en el Instituto de Idiomas Emilio Zola, en los dos primeros cursos de la fundación (1964-1965) de esa escuela en la ciudad. Su versatilidad y preparación lo llevaron a impartir clases en varias instituciones y escuelas que se fundaron en Holguín y donde necesitaban de la preparación, la experiencia y conocimientos de personas como él en aquellos tiempos fundadores, en los que se estaba creando una patria nueva, una cultura revolucionaria.
En el año 1975 obtuvo la Orden José Martí que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), a sus miembros destacados. Ese mismo año, atendiendo a la necesidad de superación del periódico ¡ahora!, impartió clases como profesor de Gramática y Redacción en el primer año de la Escuela de Periodismo, como parte del claustro de la Filial Holguinera de la Universidad de Oriente.
Al año siguiente se creó en Holguín una sección del Instituto de Historia del Movimiento Obrero y la Revolución Socialista de Cuba. Paquito fue llamado a colaborar en la redacción de las Historias municipales y en localidades importantes de la nueva provincia. Una actividad de corta duración, como lo fue la propia delegación del Instituto de Historia, actividades que pasaron a la Comisión Provincial de Historia del Departamento Ideológico del PCC en la provincia. Su labor en esta nueva tarea estaba en correspondencia con la trayectoria mantenida en el campo de la Historia, en las luchas obreras sostenidas desde la Confederación Obrera de Cuba, desde su fundación, y con su vinculación a personalidades como Hernán e Hiram Pérez Concepción, quienes desarrollaban acciones dirigidas a la investigación y la divulgación de la Historia.
El año 1976, tuvo una profunda significación para Paquito, por los acontecimientos profesionales e intelectuales experimentados, pero entre ellos jerarquizó la selección realizada en la Asamblea de Trabajadores del periódico ¡ahora! como Trabajador Ejemplar, al considerarla no solo como reconocimiento a su esfuerzo laboral, sino como la vía expedita al ingreso al Partido Comunista de Cuba. Sin embargo, el optimismo acerca de su ingreso a las filas del Partido terminó al no lograrlo.[5] Una reflexión suya al respecto apuntaba que:
La década de los años 70 del siglo XX, permeada por el llamado Quinquenio Gris, debió influir en la desaprobación de García Benítez para integrar las filas del PCC.[7] La negativa de su entrada al PCC, si bien debió angustiarlo, dada las expectativas creadas por su posición revolucionaria y optimismo al respecto, no lo desanimaron de continuar su constante trabajo al lado de la Revolución, y como trabajador consecuente del periodismo. Queda corroborado en los tantos reconocimientos recibidos por su destacada labor, un ejemplo de ello es el diploma otorgado por la Central de Trabajadores de Cuba, por haber sido seleccionado Trabajador de Avanzada del sindicato de Cultura, de forma ininterrumpida desde 1976 a 1979 y cumplidor con la Emulación Socialista en 1980.[8] En ese período continuó su espíritu de superación, al aprobar satisfactoriamente el curso de Economía Política para periodistas desarrollado entre 1976 y 1978.[9]
El Instituto Cubano de Radio y Televisión en Holguín, en 1982, reconoció su colaboración con la emisora Radio Angulo desde su fundación, y en ese año el Secretariado Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba le otorgó un diploma donde reconocía su destacada labor en la prensa revolucionaria. En 1983, la Asamblea Provincial del Poder Popular le otorgó el Hacha de Holguín, la máxima distinción de la provincia.
En 1985, el Ministerio de Cultura distinguió su labor como artista aficionado por veinticinco años y participó en la Primera Jornada Científica sobre periodismo en saludo al Tercer Congreso del Partido y al Quinto Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba.
En 1987 recibió el diploma que reconoce su destacada labor desde el surgimiento del periódico ¡ahora!, órgano del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en Holguín, en ocasión del XXV aniversario de su fundación.
Se destacan otras medallas, órdenes y distinciones recibidas por García Benítez como reconocimiento a sus aportes al desarrollo de la cultura holguinera, entre ellas: la Orden José Martí —que otorga la UPEC—, la medalla Raúl Gómez García, la Distinción por la Cultura Nacional, y la distinción Félix Elmuza —máximo galardón que la UPEC otorga a sus miembros—. Ese reconocimiento se confiere a los profesionales de la prensa, nacionales y extranjeros, que durante quince años o más, acumulen en su labor creativa un amplio reflejo de la realidad cubana y numerosos aportes al ejercicio investigativo y de opinión.
Muerte
Murió en 1988, a los 75 años de edad.
Aportes
Dejó una estela de aportes al desarrollo de la literatura, de la poesía holguineras, y de la cultura popular. Asimismo, de la Historia Universal, de Cuba y local. El periodismo fue su principal arma de combate, los diarios en los que colaboró o trabajó contienen cientos de sus artículos publicados desde su época estudiantil en el Boletín Universitario. Es notable el periodismo radial desarrollado en la emisora Mil Diez en los años 40 del siglo XX, además de su trabajo para Diario de Cuba, Última Hora, Norte, Surco, Sierra Maestra, Recta Final, ¡ahora!, Juventud Rebelde y numerosas colaboraciones con otros diarios y revistas.
Francisco Julián García Benítez fue un hombre fundacional, batallador por el socialismo, con una vastísima cultura en función del desarrollo del pueblo, se distinguió por su sencillez y humildad, apreciado por todos aquellos que lo conocieron y frecuentaban su casa, artistas, escritores, historiadores. Aquellas nuevas generaciones de estos profesionales vieron en él a la persona orientadora, al mentor de nuevas expresiones poéticas y literarias que emergían a raudales del movimiento literario que ayudó a volar la imaginación poética para situarse entre lo más alto de la lírica cubana.
Muchos lo recuerdan en su casa, conversando sobre los temas más insólitos o cotidianos, o los asuntos más manejados o esotéricos; sobre las cosas más familiares o extrañas, los sentimientos más comunes o los más sublimes; en fin, de lo humano o lo divino, como solo él solía y podía hacerlo.[10]
Francisco García Benítez no solo impulsó el movimiento literario en Holguín, también colaboró en la fundación de escuelas, con la formación de periodistas, con el Movimiento de Activistas de Historia, labor que simultaneó con el periódico fungió como Historiador del municipio.
Su obra poética no fue prolífica, pero sí reconocida como de vanguardia y representativa de lo mejor de la lírica en el territorio, textos suyos fueron recogidos en Selección de poemas (1960) y Tres poetas (1966). En cuanto a la Historia, además de toda su colaboración para desarrollarla y hacerla llegar a todos, dejó una huella impresa en cientos de artículos de corte histórico en diversos rotativos; «siempre se le tuvo entre los más agudos polémicos y militantes historiadores de esta parte del país». El mayor volumen de su trabajo se encuentra en los diarios Norte, Surco, Sierra Maestra y ¡ahora!
Condecoraciones
Entre otras condecoraciones, recibió:
- Orden José Martí (UPEC).
- Medalla Raúl Gómez García.
- Medalla Félix Elmuza.
- Distinción por la Cultura Nacional.
- Distinción Hacha de Holguín (1983).
Bibliografía activa
- ¡Cuidado que le doy un sonetazo! (poesía), 41 pp., 1980.
- Tres poetas (poesía), 93 pp., [s.f.].
- Minidiccionario en décimas (poesía), 117 pp., 1988.
Referencias
- ↑ Maricela Messeguer y María Elena Infante: Los senderos de la luz,. p. 90.
- ↑ Ediciones Holguín: Catálogo. 1986 -2011, Holguín, 2011, p. 61.
- ↑ Francisco García Benítez: «Autobiografía», 30 de octubre de 1974, pp. 5 y 6.
- ↑ Conversación con Hiram Pérez Concepción, fundador y dirigente del Movimiento de Activistas de Historia en la Regional Holguín-Gibara del PCC.
- ↑ Francisco Julián García Benítez había silenciado su actividad pública desde el Partido Socialista Popular después de los acontecimientos del 26 de julio de 1953, en el que fue encarcelado y enjuiciado como sospechoso. Debieron sus hermanos, José y Julián, conminarlo a abandonar la lucha pública frente a un régimen tiránico, sobre todo debido a los encarcelamientos sufridos durante la tiranía siempre que había algún disturbio. Después del Moncada la amenaza era de muerte. Estos dos hermanos de Paquito eran abogados, y en particular, José, siempre fue su abogado defensor y lo sacó ileso de las detenciones. Por demás, eran activos participantes de la política al uso, con mayor preeminencia Julián, un batistiano que llegó a la gobernación de Oriente bajo el palio de Fulgencio Batista. Francisco debió estar amenazado de muerte en caso de caer de nuevo en prisión. Algunos hablan de una actitud cobarde, otros sostienen que entró en contradicciones con miembros del Partido Socialista Popular al que pertenecía, por métodos utilizados y algunas actuaciones de sus dirigentes. Pero, en la práctica, García Benítez mantuvo contacto con la nueva hornada de revolucionarios, quienes buscaban sus consejos de experimentado luchador clandestino, y sostuvo una posición antibatistiana. Paquito consideró un honor que la dictadura siempre lo considerara “sospechoso y enemigo”.
- ↑ Francisco García Benítez: «Autobiografía», 24 de junio de 1976, p. 11.
- ↑ El lastre de la inflexibilidad y del dogmatismo presente en muchos cuadros y en la propia política del Partido en cuanto a su crecimiento e integración, al parecer hiperbolizó el momento de su aislamiento del PSP en la década de los años 50, más que su intensa y activa trayectoria revolucionaria iniciada desde la década de los años 30, cuando aún era un estudiante y que redobló después de enero de 1959. Apartaron de los análisis las tantas veces que sufrió cárcel y persecución por las autoridades de aquellos gobiernos, por su inconformidad con el carácter corrupto de estos y con el estado de explotación y abandono de la clase obrera y campesina, estratos sociales defendidos por él a riesgo de su propia vida.
- ↑ Museo Provincial la Periquera: Fondo Familia García Benítez, Diploma, 1980.
- ↑ Ibíd.
- ↑ Alejandro Querejeta Barceló: «Como solo él podía hacerlo», ¡ahora!, Holguín, febrero, 1988, p. 2.
Fuentes
- Fuente: M. Sc. Mayra san Miguel Aguilar. Historiadora holguinera. Responsable de actividad científica en la Filial provincial de la UNHIC en Holguín.
- Archivo Instituto de Historia de Cuba (AIHC), División de Inspección del ER. Arbitrariedades e irregularidades en Banes por miembros del M-26-7, informe del Jefe de División Interna del G-2 EMER. Ramiro Valdés Menéndez, al Coordinador Nacional del MR-26-7, 13-2-1960. Sig. 1/13/147.12/1 -6.
- «Autobiografía de Francisco García Benítez», p. 4
- «Declaración de los intelectuales y artistas», 28 de enero de 1959, en: Ana Cairo Ballester (comp.): Audacia cultural. Fidel: Imaginarios, 2t., t. 1, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2019.
- Ediciones Holguín: Catálogo. 1986 -2011, Holguín, 2011.
- García Benítez, Francisco: «Autobiografía», 30 de octubre de 1974.
- González Seik, Gilberto: «Francisco García Benítez: su contribución al movimiento literario en Holguín».
- Messeguer, Maricela y María Elena Infante: Los senderos de la luz, Ediciones Holguín, Holguín, 2000.
- MPLP, Fondo Documentos carpeta 11.7.
- Museo Provincial la Periquera: Fondo Familia García Benítez, Diploma, 1980.
- Museo Provincial La Periquera: Fondo Familia García Benítez, Francisco García Benítez, Autobiografía, Holguín, 1974.
- Querejeta Barceló, Alejandro: «Como solo él podía hacerlo», ¡ahora!, Holguín, febrero, 1988.
- Conversación con Hiram Pérez Concepción, fundador y dirigente del Movimiento de Activistas de Historia en la Regional Holguín-Gibara del PCC.
- Comunicación de Francisco García Benítez a Hernel Pérez Concepción, junio de 1975.




