Hemolacria

Hemolacria
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Afección física que hace que una persona produzca lágrimas que están compuestas parcialmente de sangre. Puede manifestarse como lágrimas que van desde meramente teñidas de rojo hasta que parezcan estar hechas completamente de sangre.
Agente transmisor:No
Forma de propagación:No


Hemolacria. Presencia de lágrimas con sangre. Hecho infrecuente en la práctica clínica que ha sido denominada con distintas acepciones en la literatura médica. Las causas que originan este signo son múltiples, y comprenden desde trastornos locales en el globo ocular, hasta enfermedades sistémicas, además de las provocadas en forma artificial y en otras. En ocasiones su etiología no se ha podido demostrar.

Llorar lágrimas de sangre

No es habitual llorar lágrimas de sangre y muy pocas personas presentan lo que se conoce como hemolacria. Una condición que surge repentinamente y que puede alarmar a la persona que la sufre. Por eso, requiere de atención urgente para saber qué es lo que la está provocando.

Pero, la hemolacria no solo aparece cuando una persona llora, sino que los ojos segregan esas lágrimas teñidas de color rojo sin que esto se pueda evitar. Este síntoma viene acompañado de otros que pueden ayudar a determinar cuál es la causa principal que debe solucionarse para curar la hemolacria.

Causas de la hemolacria

La causa principal de las lágrimas de sangre pueden ser los traumatismos. Así, el daño al tejido conjuntivo provocado por un golpe o la presencia de un cuerpo extraño pueden ser los motivos por los que se llora sangre. Sin embargo, hay otras razones para la hemolacria:

  • Las enfermedades hematológicas
  • Tumores del aparato lagrimal.
  • Los trastornos vasculares o la inflamación que puede generar una conjuntivitis diagnosticada como grave también pueden causar lágrimas de sangre. No es algo común.
  • La menstruación vicariante podría ser otra causa posible. Se trata de que cuando aparece el período, la mujer sangra por diferente orificios, entre los que puede estar el oído, los ojos, incluso los pezones. En el libro Enfermedades de la Conjuntiva y Corneales Asociadas, (Compendio de Oftalmología)se habla de dos expertos que estudiaron este fenómeno y que concluyeron que "las lágrimas del 18% de las mujeres en edad fértil contenían sangre". Un dato sorprendente.

Existen muchas más causas que se pueden relacionar con la presencia de sangre en las lágrimas como enfermedades sistémicas (anemia o ictericia), toma de medicamentos (acetilcolina o heparina), hipertensión o trastornos psiquiátricos. No obstante, en algunos casos cabe la posibilidad de que la causa sea desconocida y que no se encuentre a pesar de las pruebas.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico para determinar qué es lo que provoca la hemolacria consistirá en atender a la sintomatología que acompañe a esta condición e ir haciendo pruebas para descartar las causas. Por ejemplo, es importante saber si hay ardor o un dolor muy fuerte en los ojos. Esto puede ser indicativo de conjuntivitis o de un traumatismo que puede estar provocado por un cuerpo extraño.

Una vez se conozca el origen del problema se iniciará un tratamiento que conseguirá que las lágrimas remitan hasta su completa desaparición. Sin embargo, como bien mencionamos anteriormente, quizás no se logre descubrir qué es lo que está causando este padecimiento.

Los casos con coagulopatía

Cuando la hemolacria aparece de forma espontánea sin razones aparentes y el diagnóstico resultante, tras pasar por varias pruebas, es una causa idiopática, por lo general la sangre en las lágrimas desaparece también de manera repentina.

Con todo, el artículo publicado en el NCBI explica que "la hemolacria como tal no dará lugar a complicaciones" y es posible que desparezca de forma espontánea. Sin embargo, en los casos en los que haya una coagulopatía se necesita atención médica urgente por el riesgo que conlleva el sangrado excesivo.

Un fenómeno considerado milagroso

La tradición católica ha vinculado el hecho de llorar lágrimas de sangre con milagros y fenómenos sobrenaturales. El caso más conocido es el de Teresa Neumann (1898-1962), una campesina de la localidad bávara de Konnersreuth (Alemania) y que, entre otros estigmas, presentaba hemolacria. Teresa Neumann fue declarada sierva de Dios por la iglesia católica en 2004 y actualmente está en proceso de beatificación.

Fuentes