Hidramnio

Hidramnio
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Concepto:Hidramnios o Polihidramnios es la acumulación excesiva de líquido amniótico.

Hidramnio. Trastorno que ocurre cuando la cantidad de líquido amniótico que circunda al feto es excesiva.

Concepto

Hidramnios o Polihidramnios es la acumulación excesiva de líquido amniótico. La valoración de la cantidad de líquido no es fácil cuando el aumento es moderado. La determinación de hidramnios se puede hacer por exploración clínica o mediante ecografía.


Normalmente, el huevo en los últimos meses de la gestación contiene entre 500ml y 1L de líquido amniótico. Si aumenta entre 1 y 2L, se dice que hay exceso de líquido y por encima de 2l se designa como polihidramnios. Estos términos son imprecisos y no están aceptados por todos. La cantidad alcanza generalmente 3 0 4 L, una cantidad mayor no es frecuente y volúmenes de 8 o 10L son excepcionales. La composición del líquido difiere de la del líquido amniótico normal.


Frecuencia

Varía según los criterios empleados. Se observa polihidramnios aproxidamnete en el 1% de las embarazadas. Afecta sobre todo a las multíparas y se presenta más a menudo en los últimos meses de la gestación.


Fisiopatología

Es imprecisa como la formación del líquido amniótico. En condiciones normales existe un equilibrio entre la producción y la eliminación del líquido. Su aumento está en relación con el exceso de su producción o con trastornos de su reabsorción. Las causas que pueden determinar el polihidramnios por uno de dichos mecanismos o por ambos, se clasifican en maternas y ovulares.


Causas maternas

Son raras. Actúan por exceso de transmudación de la madre al feto. La más frecuente es la diabetes. Las sífilis, es menos importante; incluye al provocar la amnionitis y lesiones del feto, placenta y anejos. Otras causas más raras son las neuropatías, las cardiopatías y la obesidad.


Causas ovulares

Son más frecuentes. Se conocen las que se enumeran seguidamente. 1. Los obstáculos en cualquier zona de la circulación umbilical, desde la placenta hasta el corazón fetal; pueden conducir a la transmudación de la vena umbilical: a) En la placenta, la arteritis sifilítica y el Embarazo gemelar univitelino biamniótico con desequilibrio circulatorio entre dos fetos. b) En el cordón umbilical, la arteritis sifilítica, además de circulares, nudos, torsiones, obstrucciones por bridas y angiomas del cordón por simple dificultad mecánica; c) A nivel del higado fetal, la esclerosis sifilítica activa con hepatosplenomegalia y ascitis, frecuente antiguamente. d) A nivel del corazón, las malformaciones cardíacas endocárdiacas y dextrocardia, así como la hipertrofia. 2. La hiperfunción del epitelio amniótico, de causa tóxica o por infecciones. 3. La actividad exagerada del riñón fetal. 4. Las malformaciones fetales que dejan cavidades abiertas con trasudación de líquido por la superficies no cubiertas de epidermis como en la anencefalia y la espina bífida; las anomalías del aparato gastrointestinal, la atresia esofágica, el labio leporino con fisura palatina, el teratoma bucal y otras. 5. La enfermedad hemolítica en su forma hidrópica. 6. Una causa recientemente descubierta es la ausencia de una arteria umbilical, a menudo asociada a otras malformaciones en particular la atresia esofágica. En el 40% de los casos no se descubre ninguna causa materna o fetal.


Cuadro clínico

El cuadro clínico depende de época de aparición, de la evolución y de la cantidad del líquido que se acumule. Se distinguen dos formas clínicas: el polihidramnios crónico y el agudo.


Hidramnios crónico

Es la forma más frecuente; se presenta diez veces más que la forma aguda. Aparece tardíamente en los tres últimos meses de la gestación. Por lo general es de inicio insidioso, no existen manifestaciones funcionales, es descubierta muchas veces por el método, y se acentúa progresivamente. Si es de evolución lenta, puede hacerlo por brotes. La cantidad de líquido suele ser moderada, 4 o 5 cuando más.

Mediante la anamnesis y el examen clínico general de detecta que los signos generales son muy escasos. Cuando el hidramnios tiene cierta importancia aparece un poco de fatiga y molestias dorsolumbares. Rara vez la distensión del útero origina dificultad respiratoria o cardiaca. En ocasiones se produce estreñimiento y polaquiuria; con mayor frecuencia ocurren además en los miembros inferiores y aumento de las várices.

En la inspección del abdomen, el signo dominante es el aumento exagerado del volumen abdominal, desproporcionado para la época del embarazo. Generalmente la mujer se sienta con los muslos separados. Se observan grietas recientes y, a veces edema suprapubiano.

Al realizar la palpación se aprecia que el abdomen está tenso y el útero sobredistendido, grueso y redondeado. A consecuencia de la tensión parietal, es difícil o imposible analizar el contenido uterino y reconocer las distintas partes fetales para diagnosticar la presentación, que puede cambiar de un momento a otro. El peloteo fetal se produce fácilmente y se comportan igual la cabeza que la nalga. Hay transmisión de la onda liquida.

Mediante la percusión se detecta la matidez que dibuja el útero con timpanismo en los flancos. La auscultación permite oír los ruidos cardiacos apagados y se perciben difícilmente o no se aprecian, aunque el feto esté vivo.

Con el tacto vaginal se reconoce el cuello que puede estar entreabierto, sin estar borrado. Se pueden tocar las membranas, que están tensas y, a su través, el feto cuya presentación es alta y difícil de alcanzar. El segmento inferior está adelgazado.


La radiografía es imprescindible en todo caso sospechoso, dada la frecuencia de embarazo gemelar y la posibilidad de descubrir malformaciones fetales. La placa lateral es más útil. Cuando la sombra de las partes blandas alrededor del feto es de grosor claramente mayor de lo normal, indica la existencia de hidramnios. En estos casos las extremidades del Feto están más o menos extendidas y separadas del cuerpo (actitud de nadador). En ocasiones se aprecia un feto muy pequeño incompatible con el tamaño uterino, francamente aumentado.


Diagnóstico

Se debe establecer primero la existencia de un embarazo y hacer el diagnóstico diferencial con: 1. Un quiste de ovario: Puede acompañarse de amenorrea, pero no existen los signos de embarazo y el tacto descubre un útero pequeño y normal, rechazado por la tumoración. 2. La ascitis. Es característica la matidez de concavidad superior, más alta en los flancos; el útero está normal al realizar el tacto. 3. La retención de orina. El sondeo vesical evacua inmediatamente la tumoración vesical.

Es útil apreciación de una contracción uterina durante la exploración y es decisiva la plaza radiográfica. Después de diagnosticar el embarazo, hay que hacer el diagnóstico diferencial con un huevo grande. Los signos opuestos: el feto y la placenta tienen un volumen excesivo, los polos fetales están bien definidos y el foco fetal se percibe bien. Con el embarazo gemelar, el diagnóstico diferencial es más difícil pues a veces están asociados. También los rayos x o ultrasonidos tienen en este caso un papel decisivo.


Evolución

La forma crónica evoluciona lentamente de modo ascendente y, a veces, pro brote con fase estacionaria. Puede llegar al término, pero son frecuentes las complicaciones. Durante la gestación puede presentarse el aborto, el parto pretermino, las presentaciones anormales y la ruptura prematura de las membranas.

En el parto son frecuente: la hipertonía por sobredistención y tono elevado, la contracciones de pequeña amplitud y poco eficientes, la irregularidad en el borramiento y la dilatación del cuello, la mala acomodación de la presentación, las presentaciones viciosas y las procidencias del cordón o de los miembros; rara vez hay desprendimiento prematuro de la placenta normoinsertada.

El alumbramiento se caracteriza por la inercia uterina y hemorragia (atonías).


Pronóstico

Rara vez se pone en peligro la vida de la madre. En cambio, el pronóstico fetal es grave como resultado de la anoxia por isquemia uteroplacentaria y también por las presentaciones viciosas, las procedencias, la anomalías dinámicas, la prematuridad, las mal formaciones y la mayor frecuencia operatoria.


Tratamiento

El polihidramnios crónico requiere reposo. No se ha justificado la restricción de sodio, ni el régimen alimentado especial, ni el uso de diuréticos. Cuando los síntomas se entesifican, puede realizarse la extracción de 200ml de liquido amniótico por amniocentesis tramnsabdominal, lo cual puede repetirse.

Si esta cerca del termino y aun más si existe madurez fetal, está indicada la amniotomía, pero tratando de evitar la salida brusca del líquido. Si se evidencia gran anomalía fetal (amnencefalia, por ejemplo) en un feto único, la conducta es la inducción del parto.

La mayoría de las pacientes con idramnios crónicos tienen partos completamente normales aunque se ha demostrado que la distensión aumenta el tono uterino y disminuye la intensidad de las contracciones. Puede haber lentitud en la adopción a la disminución de volumen uterino y requerirse el empleo de oxitócicos, que será administrado con vigilancia estricta. Los oxitócicos deben usarse también durante el alumbramiento, como profilaxis de la hemorragia por atonía.


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