Huelga del 9 de abril de 1958 en Santiago de Cuba
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Huelga del 9 de abril de 1958 en Santiago de Cuba. Conjunto de acciones desarrolladas por las Milicias Clandestinas en Santiago de Cuba, como parte de la huelga general convocada por el Movimiento 26 de Julio para el 9 de abril de 1958.
Sumario
Antecedentes
Desde el 30 de julio de 1957 se encontraba en el ambiente una consigna ¡Huelga General!
En marzo de 1958 se convocó a una reunión nacional del Movimiento 26 de julio en la Sierra Maestra, cuyo objetivo era la preparación de la huelga. A pesar de que Fidel tenía reservas acerca de las posibilidades del éxito en ese momento, la convicción de los demás compañeros de que existían las condiciones para convocarla hizo que se llegara al acuerdo de su realización.
Próximo a aquel encuentro, se elaboró un documento con fecha 12 de marzo de 1958 que expresaba:
Preparativos
Se hicieron planes militares tanto para la Sierra Maestra como para las Milicias. Se coordinó con el movimiento obrero, aunque no con la efectividad y habilidad política que se requería y se activó la resistencia cívica para garantizar lugares de acuartelamiento, escondites, botiquines y medios de comunicación.
Se creó un comité de huelga que tuvo por sede un apartamento situado en Rey Pelayo No. 160 y que era conocido por la dirección del Movimiento como “La Cueva”. Allí se encontraban reunidos los compañeros de la dirección del M-26-7, donde se acordó que los escuadrones actuaran en sus respectivos sectores, dirigidos por el jefe de acción de la ciudad, compañero Belarmino Castilla Mas.
Se previó situar francotiradores en los edificios altos de la ciudad para obstaculizar la salida de las fuerzas represivas a la calle, se paralizaría el transporte regando aceite quemado en las lomas y se pondrían obstáculos y barricadas.
Funcionarían además brigadas de apoyo a los obreros en las industrias, las que mediante el hostigamiento debían provocar la retirada de los esbirros de los centros laborales.
Para los primeros días de abril la dictadura ordenó la ocupación del centro de la ciudad, principalmente los edificios altos. Así, a 72 horas de iniciarse la huelga, se desmoronaba uno de los aspectos esenciales para apoyarla. El movimiento convocó a una reunión en una casa del Reparto Sueño, suspender la huelga no era posible y se acordó un nuevo plan que comprendía el ataque al Cuartel de Boniato después del estallido de una bomba dentro del Cuartel Moncada.
Mientras el destacamento de milicianos realizara acciones en las calles, se iría a la torre de la emisora de radio. Para la obstrucción de carreteras y vías de comunicación; se situarían francotiradores en las laderas de las montañas y se volaría el puente del ferrocarril situado entre San Luis y Dos Caminos.
Las acciones
El día 9 de abril en horas de la madrugada se realizó el ataque al Cuartel de Boniato, primer combate de la Columna No. 19 José Tey” los combatientes, a la orden de emprender la retirada, lo hicieron hacia el macizo montañoso de la Gran Piedra, donde se reagruparon y posteriormente marcharon al II Frente Oriental.
Ese mismo día, a las 11 de la mañana se hizo el llamado a la Huelga General a través de la Emisora CMKC; se lanzaron volantes con textos sobre la huelga; los comercios cerraron y el tránsito se paralizó en algunas zonas. El llamamiento comenzaba con las palabras siguientes:
Desde este momento comienza en toda Cuba la lucha final que solo se terminaría con el derrocamiento de la dictadura.
La alocución estaba grabada en un disco entregado el día antes al locutor Noel Pérez, miembro del Movimiento 26 de Julio, trabajador en la emisora, quien la transmitió repetidas veces según las instrucciones recibidas. En esa tarea Noel fue auxiliado por otros trabajadores de la Emisora CMKC, miembros y simpatizantes de la organización.
En Santiago de Cuba muchos centros de trabajo, comercios y otras dependencias no abrieron el día 9. Los trabajadores se mantuvieron en sus casas o participaron en actividades de la huelga. Otros centros cerraron al producirse el llamamiento por la radio, o más tarde a instancias de los representantes de obreros del movimiento.
Los que se negaron a cerrar fueron haciéndolo en la medida en que entraban en acción los grupos de las milicias en los sectores asignados. Por la tarde, casi la totalidad de los centros de trabajo habían interrumpido sus labores. Sólo funcionaba un mínimo de transporte operado por sus guardias o policías rompehuelgas, algunos de los cuales fueron atacados.
El día 10 pequeños grupos de milicianos realizaron acciones. La parte baja de la ciudad se vio envuelta en un cerco de asesinatos y violencia. Esta zona fue una de las que más resistencia ofreció.
Caídos en combate
Como resultado de las acciones del 9 de abril, murieron los siguientes compañeros:
- José Cuevas Mustelier
- Miguel Angel Díaz Mejías
- Luis Mariano Durruty Sagarra
- Angel Espinosa Gómez
- Mario Enrique Hernández Sarmiento
- Adolfo Lescay Soa
- José López Blanco
- Ramón Madruga Delgado
- Sixto Efraín Medina Cala
- Fernando Mendoza Rivera
- Eugenio Nogués Vera
- Héctor Pavón García
- Roberto Ramos Campos
- Antonio Robert Ducós
- José Rodríguez Limonta
- Víctor Ruiz Martínez
- Alberto Sánchez Fernández
- Armando Suárez Sotomayor
- Gil Suárez Neyra
- Adrian Troncoso Castro
- Miguel Genaro Vázquez Dinza
Significación
La huelga de abril fracasó, no obstante provocó un cambio brusco en la situación de la guerra; pues al concluir esta, las fuerzas que operaban en el llano y las del Tercer Frente Oriental, regresaron a la Sierra Maestra para repeler la ofensiva de la dictadura. En julio de 1958, las fuerzas rebeldes lograron contener dicha ofensiva, acción que se corona con la Batalla del Jigüe.
Fidel Castro espresó:
Fuentes
- Tesis: Apuntes para la historia del frente de acción del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Santiago de Cuba.
- Fuentes documentales del Museo de la Lucha Clandestina.
- Castilla Mas, Belarmino: Memorias Imborrables Recuerdos.