Joaquín Díaz de Bedoya

Joaquín Díaz de Bedoya
Información sobre la plantilla
Bedoya.jpg
Nacimiento1 de marzo de 1831
ciudad de Salta,
provincia de Salta,
Argentina Bandera de Argentina
Fallecimiento18 de diciembre de 1880 (49 años) 
ciudad de Salta,
provincia de Salta,
Argentina Bandera de Argentina
Nacionalidadargentina
Educaciónuniversitaria
Ocupaciónmédico y político
PadresDíaz de Bedoya, José Joaquín, y
Nouvelle Castro Arias Rengell, María Antonieta

Joaquín Díaz de Bedoya (Salta, 1 de marzo de 1831 - ibídem 18 de diciembre de 1880) fue un médico argentino, ministro provincial, diputado nacional y director del Cuerpo de Sanidad Militar en la Guerra de la Triple Alianza.

Síntesis biográfica

Nació el 10 de marzo de 1831 en la ciudad de Salta. Fueron sus padres don Joaquín Díaz de Bedoya y doña María Antonieta Nouvelle Castro Arias Rengell.

Cursó los primeros años de estudio en la ciudad natal, en el Colegio de la Independencia, fundado en la época de Juan Manuel de Rosas por el jesuita Agustín Bailón. Fue enviado por sus padres a París para seguir los estudios universitarios. En 1855 (a los 24 años), se recibió de doctor en medicina y cirugía, adquiriendo además una enjundiosa preparación sobre los problemas sociales, que ya alumbraban claramente en la nueva organización política de las naciones.

Trayectoria profesional

De regresó a su ciudad provinciana con su título, inició entonces el ejercicio de su profesión. A poco de instalarse en Salta organizó una biblioteca, en cuyos anaqueles se albergaban los libros clásicos más famosos de filosofía, historia, sociología, derecho y ciencias médicas, los que puso a disposición de sus amigos y jóvenes estudiosos, entre ellos don Juan Martín Leguizamón, historiador, humanista y bibliófilo prestigioso.

Pero su pensamiento era más ambicioso; vio la necesidad de contar con un centro donde se disfrutaran instantes amables de sociedad y a su iniciativa y secundado por un grupo de caballeros salteños, dio nacimiento a un club en 1858, que con el correr de los años había de ser el lugar de reunión de los más distinguidos de la sociedad salteña: el "Club 20 de Febrero", cuyo primer presidente fue el doctor Díaz de Bedoya.

En 1862, durante la gobernación del general Anselmo Rojo, fue secretario general de Gobierno de la Provincia de Salta. Posteriormente fue designado diputado al Congreso de la Nación, por lo que se mudó a Buenos Aires y se incorporó a la Cámara el 16 de junio de 1862.

Trayectoria política

Guerra del Paraguay

Al estallar la guerra de Gran Bretaña contra Paraguay ofreció sus servicios al Gobierno de Bartolomé Mitre. Incluido en una lista de propuesta, es dado de alta en el ejército en un decreto firmado por el general Mitre y refrendado por su ministro de guerra Juan A. Gelly y Obes el 11 de mayo de 1865. Para que se pueda valorar el elevado concepto que ya tenía conquistado como médico y ciudadano, bastará decir que fue designado con el elevado rango de cirujano principal del ejército, equiparado a teniente coronel, es decir, fue a ocupar la única vacante que se había producido al organizarse la sanidad militar en campaña.

Los primeros instantes los dedicó a los hospitales de sangre de Corrientes, Concordia y Paso de los Libres. Cuando el general Mitre emprendió su marcha hacia Corrientes, después de organizar su ejército en Concordia, al llegar a las costas del río Batel dio una orden general el 15 de noviembre de 1865 y en ella fue nombrado «cirujano principal» del Segundo Cuerpo del Ejército Argentino.

En Paso de la Patria, que es uno de los combates recios con que inicia su avance el ejército aliado, se encontraba confundido con los combatientes. Los aliados del Imperio británico habían invadido Paraguay. Los interminables combates que se sucedían y que llenaban los hospitales de heridos, creaba a la Sanidad Argentina otro gravísimo problema para resolver: la atención de los innumerables soldados enfermos de disentería aguda y de fiebre intermitente que ya azotaban despiadadamente los campamentos.

Llegaron los meses lluviosos del invierno de 1866, y con él un enconado deseo de triunfo de nuestras tropas. Se sucedieron una serie de ataques que, iniciados el 2 de mayo, culminarían con la batalla de Tuyutí y los combates de Yataití-Corá, Boquerón y El Sauce, heroicas acciones de guerra en las cuales fue citado nuevamente y de manera muy conceptuosa en el parte del comandante del 2.º Cuerpo del Ejército Argentino.

Director del Cuerpo Médico

Su personalidad se acrecentaba notablemente y muchos debieron ser los merecimientos conquistados en esos cuatro años de luchas y la alta consideración que se le dispensaba, para que a mediados de julio de 1868 el general Bartolomé Mitre diera a conocer su anhelo de ascender a ese médico al más alto grado en la Sanidad Argentina. En consecuencia fue nombrado director del Cuerpo Médico en campaña, con el sueldo de «cirujano mayor».

Con ese rango asistió a todos los combates que reseñan las postrimerías de la lucha, siendo además, después de la toma de Angostura el 30 de diciembre de 1868, uno de los componentes del Ejército Aliado que entraron en Asunción el 5 de enero de 1869.

Su espíritu dinámico sólo lo había de detener en esa ciudad el tiempo necesario para establecer el Hospital de Sangre, que había sido trasladado desde Corrientes; saliendo poco tiempo después con las tropas argentinas que aún quedaban en el Paraguay a las órdenes del general Emilio Mitre, para operar en las sierras, último refugio del mariscal Francisco Solano López, donde fue alcanzado y asesinado por las tropas brasileñas el 1 de marzo de 1870.

Fin de la guerra

Finaliza el año 1869. La Guerra del Paraguay terminaba para las fuerzas argentinas y el Gobierno dispuso el regreso de los batallones de Guardia Nacional. El 21 de diciembre arribaron a Buenos Aires los heridos y enfermos argentinos que se asistían en el Hospital de Sangre de Asunción, dirigido por el doctor Díaz de Bedoya.

Pronto, al finalizar diciembre de 1869, se acercaban también en marcha los batallones con su Comandante en Jefe, el general Emilio Mitre. El pueblo de Buenos Aires se aprestaba a recibirles; y cuando desembarcaron y con marcialidad pasaban por frente a la Casa Municipal en la noche del 31 de diciembre, una lluvia de flores, de aplausos y de lágrimas los recibieron; emociones que, por mucho tiempo, conservó íntimamente la ciudad de Buenos Aires.

Entre los que desfilaba estaba el doctor Díaz de Bedoya, ocupando un sitio de honor al lado del general Mitre, distinción especial que le había conferido el gobierno. Los miasmas de los esteros paraguayos, los desvelos al lado de los enfermos, su actividad incansable, habían minado su recia naturaleza.

Fuentes