La exclusividad del Evangelio

La Exclusividad del Evangelio
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Concepto:Dogma o doctrina cristiana que afirma que solo se puede tener acceso a Dios el Padre a través de su Hijo Jesucristo.

La Exclusividad del Evangelio. Dogma según el cual, basándose en los textos del Antiguo y del Nuevo Testamento de las sagradas escrituras judeocristianas, se establece y aclara enfáticamente que hay un solo Dios y un único camino para acceder a El, o como también se dice, para alcanzar la salvación, siendo esa única vía solo una persona: Jesucristo.

La mejor noticia

La comunidad cristiana seguidora de esta creencia son los llamados protestantes o evangélicos, quienes afirman que el mensaje de Dios no es sólo la mejor noticia que nadie jamás pudo oír, sino que también es una ofensa a los que creen que su religión les salvará.

El Evangelio es tan exclusivo que se atreve a decir que todos los credos y religiones son falsos. Eso es porque el Evangelio declara que el Señor Jesucristo es el único camino de salvación (Juan 14:6, 1 Timoteo 2:5; Hechos. 4:12).

La existencia del engañador

Aunque el énfasis del evangelio es el poder y la obra divina, no se oculta que existe un adversario de Dios y de la humanidad y que aunque es invisible, es una persona real y su maligna operación sí se ve o se palpa en todo el mundo.

Satanás es el incitador de todas las creencias contrarias a Dios y ha usado la religión para cegar a las personas de la luz del Evangelio y de la gloria de Cristo (2 Cor. 4:4). Cuando el Evangelio de Jesucristo es proclamado, tiene el poder para salvar a aquellos que se arrepienten y creen (Romanos 1:16). Los que lo rechazan quedan condenados bajo la ira de Dios.

Las agregaciones

Así que aquellos que añaden rituales religiosos, el mérito humano, las buenas obras o guardar la ley al Evangelio de la gracia están condenados también (Gálatas 1:6-9). El Evangelio habla de la obra perfecta y acabada de redención del todo suficiente Cristo (Juan 19:30;. Heb 9:12).

Por estos y otros textos bíblicos se entiende que la única manera de que un pecador pueda ser salvado del castigo justo de Dios es llevar nada más que sus pecados a la cruz de Cristo, confiando en Él para la salvación. Tienen que dejar todo lo demás atrás. El Salvador hizo todo lo necesario para salvar a los pecadores arrepentidos por completo y para siempre. O sea que El es el dador, el autor y consumador de la fe salvadora.

La apostasía de los últimos días

El materialismo, el modernismo, el humanismo y otras tendencias actuales muestran claramente que esa verdad está siendo negada por muchos hoy en día. Lo que se escucha a muchos decir, incluso dentro de iglesias cristianas y protestantes, es que para llegar a Dios hay muchas escaleras o caminos.

Ciertamente hay muchos caminos, o siendo más específicos (según la Biblia claro) hay solo dos caminos, pero de ellos sólo uno lleva a Dios el Padre justificando y perdonando a aquellos que han creído en su mensajero, Cristo Jesús. Los otros caminos o escaleras no salvan a nadie, todo lo contrario. Y esta es la realidad que vió Jacob. El patriarca de Israel tuvo una visión o revelación en la que Cristo era la única escalera al Tercer Cielo.

Doctrina respaldada por las enseñanzas de Jesús

Esta verdad es enseñada por Cristo mismo. En el evangelio de Juan se escucha a Cristo afirmar esta realidad. Jesús dijo, De cierto, de cierto os digo adelante: De aquí veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. (Juan 1:51).

Claramente el Señor se identifica a mismo como la escalera en la visión de Jacob. Se nota que en el contexto de Juan 1 Cristo se identifica como el Mesías del Antiguo Testamento, el único que traerá salvación a los pecadores (Jeremías 33: 15-16).

Si tanto en el AT, como en el NT, se afirma que Cristo es el único camino para llegar a Dios (Juan 14: 6) ¿Como algunos pueden afirmar que el pecador puede llegar a Dios por otros caminos? Esto es un indicador de que realmente muchos han perdido el llamado temor a Dios. Han decidido negar la verdad de la Biblia, haciendose más sabios que Dios.

Claridad meridiana

La Biblia es muy clara:

  • Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios (1 Pedro 3: 18)
  • Y en ningún otro hay salvación; no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que se puede hacer salvos. (Hechos 4: 12)

Cristo, es el único mediador entre Dios y los hombres; no es Buda, Confucio, Mahoma, ni siquiera María. Si verdaderamente existe temor a Dios, se tendrá que reconocer que en Su sabiduría El ha provisto el único un camino para reconciliar a los pecadores con Sí mismo. Este camino es Su Hijo Jesucristo. Fuera de él no hay salvación, solo ira y condenación.

Solo Jesús califica como el Salvador exclusivo

  • 1. Solo Cristo fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen (Isaías 7:14; Mateo 1:18; Lucas 1:26), y como tal, él solo califica para ser Salvador.

Solo cuando el Espíritu Santo toma el lugar del padre humano en la concepción de Jesús puede ser cierto que el concebido es plenamente Dios y plenamente hombre. Cristo debe ser Dios y el hombre para expiar el pecado, pero para que esto ocurra, debe ser concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen humana. Nadie más en la historia del mundo es concebido por el Espíritu y nacido de una madre virgen.

  • 2. Solo Cristo es Dios encarnado (Juan 1:1; Hebreos 1:1; Filipenses 2:5; 1 Timoteo 2:5), y como tal, él solo califica para ser Salvador.

Como Argumentó Anselmo en el siglo XI, el Salvador debe ser plenamente hombre para tomar el lugar de los hombres y morir en su lugar, y debe ser plenamente Dios para que el valor de su pago de sacrificio satisfaga las demandas de un Dios infinitamente santo. Nadie más en la historia del mundo es plenamente Dios y plenamente hombre.

  • 3. Solo Cristo vivió una vida sin pecado (2 Corintios 2:21; Hebreos 4:15; Hebreos 7:23; Hebreos 9:13; 1 Pedro 2:21), y como tal, él solo califica para ser Salvador.

Como el libro de Levítico deja claro, los animales ofrecidos como sacrificios por el pecado deben ser sin mancha. Esto prefiguró el sacrificio de Cristo que, como sin pecado, fue capaz de morir por los pecados de los demás y no por sí mismo. Pero nadie más en la historia del mundo ha vivido una vida totalmente sin pecado.

  • 4. Solo Cristo murió como una muerte penal y sustitutiva (Isaías 53:4; Romanos 3:21; 2 Corintios 2:21; Gálatas 3:10), y como tal, él solo califica para ser Salvador.

El salario del pecado es la muerte (Romanos 6:23). Y como Cristo vivió una vida sin pecado, no merecía morir. Más bien, la causa de su muerte fue debido al hecho de que el Padre le imputó nuestro pecado. La muerte que murió fue en nuestro lugar. Nadie más en la historia del mundo ha muerto porque llevó el pecado de los demás y no como el juicio por su propio pecado.

  • 5. Solo Cristo resucitó de entre los muertos triunfante sobre el pecado (Hechos 2:22; Romanos 4:25; 1 Corintios 15:3, 1 Corintios 15:16), y como tal, él solo califica para ser Salvador.

La Biblia indica que algunas personas, aparte de Cristo, han sido resucitadas de entre los muertos (1 Reyes 17:17; Juan 11:38), pero solo Cristo ha sido resucitado de entre los muertos para no volver a morir, habiendo triunfado sobre el pecado. Nadie más en la historia del mundo ha sido resucitado de entre los muertos triunfante sobre el pecado.

Descartado

La Biblia descarta categóricamente todos los demás supuestos caminos hacia Dios. Otras religiones no pueden reconciliar a la humanidad con Dios ni brindar la salvación. Ni las buenas obras, ni los rituales religiosos, ni las más sutiles filosofías pueden dar acceso a la salvación. Creer y adorar objetos, humanos o ídolos es completamente inútil. La adhesión a filosofías no cristianas refleja un pensamiento humano defectuoso. Simplemente no hay otro salvador que Jesucristo. Como escribió Juan: ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Nadie que niegue al Hijo tiene al Padre. Quien confiesa al Hijo, tiene también al Padre. (1 Juan 2:22-23)

La exclusividad de Cristo es una idea cada vez más contracultural. La actual sociedad relativista y pluralista abraza todas las religiones como caminos igualmente válidos hacia Dios. Pero los cristianos, no pueden ceder en esta verdad bíblica esencial. Se debe seguir proclamando la fe en Jesucristo como único camino a la salvación.

Bibliografía

  • La Santa Biblia versión Reina-Valera 1960

Fuentes